Contigo
Capítulo
Uno.
La amenaza
Dentro
de la taberna Las Tres Escobas se encontraban Draco, Astoria, Theodore, Pansy,
Harry y Ron celebrando el aniversario anual de sus amigos, Blaise y Neville.
-¡Cómo
pasa el tiempo! – Exclamó Astoria – mi Draco y yo también tendremos nuestro
aniversario dentro de tres meses.
Tanto
los Gryffindors como los Slytherins por fin habían hecho las paces, sobre todo
cuando Neville les dijo a sus amigos que él era la pareja oficial de Blaise y
éste lo había confirmado con todos y cada uno de los alumnos del colegio para
que ninguno tuviera siquiera el pensamiento de acercarse a su león.
Draco
y Astoria, cuya relación ya iba para dos años, tenían planes de boda… o al
menos por parte de la Slytherin, la cual se pasaba planeándola de todas las
formas posibles y casi siempre acompañándola en estas fantasías Pansy.
Ron
mantenía una relación con Hermione, ya tenían juntos un año y cachito; sin
embargo la leona en esos momentos se encontraba en un viaje escolar
representando a Hogwarts en la Academia de Magia Beauxbatons, en Francia.
Por
otro lado Harry estaba atravesando una situación un poco confusa, había dejado
a su novio Terry Boot (un Ravenclaw) la semana anterior porque últimamente
había presentado sentimientos encontrados, puesto que después de pasar mucho
tiempo con las serpientes, uno de ellos le llamaba demasiado la atención.
Theodore
y Pansy, ellos no tenían pareja, pero se llevaban muy bien. Así que junto con
sus demás compañeros decidieron hacer una celebración a sus amigos por su
aniversario.
-Otra
ronda de cerveza de mantequilla ¡Por favor! – Gritó Blaise al camarero – Yo
invito.
-Oye
Blaise ¿nos quieres emborrachar? – preguntó Pansy a la cual ya le estaban haciendo
efectos sus bebidas.
-Solo
a uno… al cual pienso hacerle de todo
– le contestó su amigo italiano, mientras veía pícaramente a su novio, el cual
se puso colorado.
-¡Uy!
– Todos gritaron al unísono, pero pronto fue interrumpido cuando un chico de
Ravenclaw llegó al lugar con ellos.
-Ey
¡Nott! ¿Podemos hablar a solas?
El
Slytherin se contrarió ante este hecho, pero aún así se levantó y siguió al
Ravenclaw, sus amigos no le dieron mucha importancia, pues sabían de ante mano
que su amigo tenía sus asuntos también con los chicos, sin embargo a Harry casi
se le salía el corazón al ver a su ex llamando al castaño a un lugar aparte… ¿acaso
se daría cuenta su ex novio del por qué lo dejó?
-¡Oye
Blaise! ¿Y cual será el regalo que le darás a tu novio? – preguntó Astoria
curiosa.
-Mi
querida amiga… eso ni se pregunta – ese simple comentario hizo que Neville se enrojeciera
más y arrancara más risas a los demás.
-¡Basta
Blaise! – Dijo Neville un poco enojado disfrazando la vergüenza – me estas
avergonzando.
-Longbottom
no te enojes – le reclamó Malfoy que por primera vez hablaba – ya sabes cómo es
Blaise.
Los
chicos estuvieron otro rato platicando sobre algunas cosas del colegio, de sus
familias, de lo que iban hacer saliendo de Hogwarts pues ya estaban en el
séptimo curso, estaban tan entrados en la plática que se olvidaron de su amigo
Theodore, aunque de vez en cuando Blaise miraba hacia atrás disimuladamente, los
demás no se percataron. Neville sí. El italiano no era el único pendiente de
aquel Slytherin ausente.
-Oigan
chicos… - llamó la atención Harry tranquilamente (aunque por dentro estaba todo
lo contrario) – como que Theodore ya se tardó ¿no?
-¡Ja!
Debe estar en sus asuntos, si me entiendes
¿no? – Respondió Blaise, bromista, mientras hacía un movimiento de cadera
adelante-atrás.
-Eso
es asqueroso Blaise – le reprochó Malfoy mientras le lanzaba un pepinillo hacia
la cara, el cual esquivó ágilmente, cuando el rubio se percató del gesto que le
envió Neville, le dijo: – No me imagino a otro de mis mejores amigos en esa
situación, y no es nada en contra de ustedes.
-Como
sea – intervino Pansy – chicos hablamos de Theodore, él no se enamora tan
fácilmente.
-No
dije que lo estuviera – se defendió Blaise – a lo mejor es solo una follada y ya.
-Blaise
eso se escuchó muy vulgar y pensar que con esa boca me besas – le reclamó Neville.
-Pero
por supuesto mi vida – el moreno le robó un beso a su novio y todos los de la
mesa lo abuchearon… o al vemos las serpientes.
En
esos momentos se escuchó una explosión fuera del establecimiento y todos
regresaron a ver el lugar alarmadamente. Esa fue la gota que derramó el vaso,
Harry se levantó de su lugar pensando en lo peor y corrió a ese lugar tan rápidamente
que no se dio cuenta que los demás lo siguieron.
-¡Theodore!
– exclamó Harry desesperadamente al ver que Terry estaba apuntando con su
varita al suelo y una nube de humo se
expandía en el sitio y comenzó a llorar precipitadamente.
-¡Entonces
era verdad! – Gritó Terry – ¿por esa
maldita serpiente me cambiaste?
Harry
no contestaba, estaba abatido por lo que ocurrido, su ex se había enterado de
que él estaba enamorado de Theodore y ahora estaba seguro que se vengaría por
eso. Ese Boot solía ser muy posesivo.
-Esto
no se quedará así – fue lo último que dijo el Ravenclaw antes de marcharse.
-¡Ey!
¿Dónde está nuestro amigo? ¿Qué le hiciste? – gritó Blaise al visualizar el
lugar y no encontrar rastro de su
castaño amigo.
-Nada…aún – dijo con una sonrisa de lado.
La
nube de polvo, que se produjo cuando Terry lanzó el hechizo, ya casi se desvanecía
por completo pero no se veía nada ahí, salvo una caja chamuscada.
-¡¿En
donde lo dejaste?! – también reclamó Draco,
el Ravenclaw se giró sobre sus talones y les dijo:
-Esta
detrás de ustedes. Nott te estaré cazando,
más vale que te cuides las espaldas.
Todos
regresaron a ver hacia atrás de ellos y efectivamente ahí estaba Theodore y por
lo visto llevaba algo de tiempo ahí parado.
-¿Theodore
estás bien? – le preguntó Pansy asustada.
-Sí.
-¡¿No
te hizo nada ese imbécil?! – también interrogó Blaise con la diferencia de que
ya estaba al lado de él revisándolo por todo el cuerpo con las manos.
-Estoy
bien, Blaise – le dijo algo incómodo el aludido, al mismo tiempo que se libraba
de las manos de su moreno amigo.
Harry
al escucharlo más claramente, salió del shock producido por su ex, se limpió
las lagrimas que habían comenzado a salir por el miedo y volteó a ver hacia
atrás y efectivamente ahí estaba el Slytherin sano y salvo. El Gryffindor lo
observó y su mirada se cruzó con la del castaño, pero no fue la única, porque
ahora seis pares de ojos más lo observaban, unas más enojadas que las otras
(sobre todo la de los Slytherin) eso fue todo lo que pudo observar y salió
huyendo del lugar.
-¡Harry!
– le gritó Ron, que por primera vez hablaba
en aquel día y se dispuso a seguirlo al igual que Neville que ya desde hace
rato presentía lo que se iba a venir.
-Oigan
– les advirtió Blaise – hablen con Potter y más le vale que arregle sus asuntos amorosos sin involucrar a alguien más, ¿de acuerdo?
Los
Gryffindor salieron sin responder, corriendo dispuestos a alcanzar a su amigo ojiverde
el cual ya llevaba demasiada ventaja.
-Blaise…-
murmuró Theo y hablando después de tanta información procesada en aquel momento
– lamento haber arruinado tu aniversario.
-No
importa eso – dijo con un tono de indiferencia – lo que importa ahora eres tú,
ese maldito Boot te acaba de declarar la guerra y…
-Gracias,
pero me sé cuidar solo – le reprochó el
castaño.
-Yo
no lo creo, esas águilas parecen inofensivas pero un Ravenclaw celoso puede ser
lo peor, incluso más que un Slytherin enfurecido, y mira que nosotros somos
serpientes de corazón.
-¡No
digas estupideces Zabini! – escupió Theodore más enfurecido.
-Eso
es verdad Theodore – ahora se unió Draco
al coco-wash – no supiste lo que le pasó a…
-Me
importa una calabaza lo que le haya
pasado a quien quieras que vayas a nombrar – en verdad el chico Nott parecía irritable - ¿piensan
que soy un idiota y un débil el cual no puede defenderse solo?
-No
es eso – ahora intervenía Pansy – es que…
-Me
voy al castillo – dijo cortante el castaño al ver que sus amigos no podían
confiar un poquito en su experiencia de duelo o defensa contra aquellos idiotas
de Ravenclaw.
-Voy
con él.
-No,
Pansy.
-¿Qué?
Pero, Blaise…
-Escucha
Pansy, tenemos que idear un plan para protegerlo. Ese Boot no es de fiar, suele jugar sucio y
debemos evitar que dañe a Theo, cueste lo que cueste – los tres Slytherin
asintieron aceptando el reto.
Por
primera vez después de casi año y medio
a Blaise no le agradaba la idea de que alguien
siquiera pudiera pensar en lastimar a Theo, y él no lo permitiría, lo
protegería de todo y ante todo, no es que el otro chico no pudiera, pero su
amigo solía ser muy blando, por así
decirlo, con todos y recurría a la pelea como último recurso y definitivamente
con un Boot cazándolo, ese recurso no le funcionaría en nada.
*****
Mientras
tanto Harry ya había llegado a su sala común, ya estaba en su cuarto y no
paraba de controlarse, ¿por qué demonios se ponía a llorar como una niñita? Como pudo se tranquilizó justo en el momento en que Ron y Neville
llegaron a la habitación.
-Harry
– le llamó Neville cautelosamente.
-Neville,
discúlpame haber arruinado tu aniversario. Yo…
-Está
bien – lo calmó el moreno – Eso era demasiado bello para ser cierto.
-¿Qué?
– preguntó contrariado Harry.
-Olvídalo,
¿cómo estás tú? – Harry se encogió de hombros y al final dijo:
-Ya
se enteró… se supone que era un secreto y ahora Terry va por él y seguramente
me odiará por ello.
-Pero
Harry – trató de consolarlo Ron – al menos ahora él sabe lo que sientes por él y
quien sabe a lo mejor él siente lo mismo que tú.
-No,
él está enamorado de alguien más. Aunque
no quiera aceptarlo, pero pronto lo hará.
-¿Qué?
Pero, ¿cómo?
-No
es tan difícil deducirlo si llevas todo un año conviviendo con él.
-¡Demonios!
– exclamó Ron.
-¿Qué
pasará con Terry? – preguntó Neville.
-Tendrá
que entender que yo no soy de nadie y si me gusta alguien más, deberá respetar
mi decisión.
-Y
mientras – dijo Ron tragando saliva – la guerra que antes tenía Ravenclaw
contra Gryffindor, ahora será contra Slytherin.
-Lo
sé – dijo Harry preocupado – pero antes
debo aclarar las cosas, sobre todo con Theodore.
-No
creo que sea buena idea – le recomendó Neville
– si Terry los ve juntos…
-…Theodore
se las verá negras – terminó dramáticamente Ron.
*****
Por
otro lado, en la sala común de los Ravenclaw se encontraban unos cuantos chicos
reunidos: Anthony Goldstein, Michael Corner, Marcus Belby y en la cabeza de la reunión,
Terry Boot.
-¡Esa
maldita serpiente no se saldrá con la suya! – le animaba Anthony.
-Es
verdad Terry, dinos qué hacer y con gusto lo haremos – le propuso Michael
mientras hacía ademanes de puño y sacando magicamente la varita entre ellos.
-Muy
bien chicos, esas serpientes después del ejemplo que le daremos a Nott no se
les ocurrirá meterse con nosotros, jamás.
-¿Cuándo
empezamos? – preguntó Belby.
-Mejor
pregunta qué le haremos – sonrió maliciosamente Terry.
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