-- Capitulo Dos --
Eso no es amor.
Harry se sorprendió al ver a sus amigos, Ron y Hermione, en la cabaña en lugar de Hagrid.
-¿Qué hacen aquí? ¿Que no estaban en Hogsmeade? – preguntó Harry, desconcertado.
-No, hemos estado esperándote – le contestó Hermione – tenemos que hablar.
-¿De qué?
-De muchas cosas, sobre todo de algo que nunca nos has contado y que siempre evitas desde hace casi tres años.
Hermione lo miraba atentamente.
-No he evitado nada, Hermione – fue la respuesta tajante del ojiverde.
-¡Claro que, sí! – la castaña avanzó hacia con él – Harry, ¿qué pasó cuando fuiste a cumplir el castigo con Snape?
-Hasta donde sé, él no me ha castigado – se hizo el desentendido.
-Cuando te castigó por primera vez, Harry – le aclaró Ron, que por primera vez hablaba – cuando te castigó por haber sacado una “T” en la poción – Harry sabía a lo que se referían sus amigos pero no quería hablar de eso, sus amigos no lo entenderían.
-Nada – se limitó a contestar.
-Claro que pasó algo, Harry – respondió Hermione que no tenía ni un pelo de tonta – desde ese día hasta la fecha te comportas extraño, los días sucesivos a ese castigo estabas muy raro, no nos mirabas a los ojos y sobre todo Snape ya no te molestaba en clases.
-El profesor Snape, Hermione – le corrigió Harry, sus amigos le enviaron una mirada de desconcierto.
-¿Qué? – soltó Ron.
-Harry, ¿qué ocurre entre el profesor Snape y tú? – Hermione le preguntó de manera suspicaz, Harry muy en el fondo sabía que ya no podría ocultar más esa situación, así que lo soltó.
-El profesor Snape me dijo que me quería y… yo también lo amo – su voz fue firme, así como lo eran sus sentimientos hacia con el profesor.
-¡¿Qué?! – soltaron sorprendidos sus dos amigos.
-Tal como lo oyen, el profesor Snape me quiere y me lo ha demostrado – sus mejillas se sonrojaron.
-¿Teniendo sexo contigo? – dejó salir crudamente, Hermione.
-¿Qué? No, por supuesto que no, él… él – Harry no estaba seguro qué contestar.
-¿Por eso te has escapado todas las noches? Para que Snape ¿tenga sexo contigo? – Ron le preguntó, confundido.
-Ya les dije que el profesor Snape me demuestra que me quiere – la voz de Harry sonaba desesperada, ¿Por qué sus amigos no lo entendían?
-¿Teniendo sexo contigo? Eso no es amor, Harry – le dijo Hermione con un dejo de preocupación.
-Ustedes no lo entienden… y no lo entenderán.
-El que no entiende eres tú Harry, el amor es… ¿a dónde vas? – le reclamó la chica al ver que su amigo se daba la vuelta y se dirigía a la puerta.
-Es tarde – murmuró.
Y dejando muy confundidos a sus amigos, Harry se fue de la cabaña.
-¿Tarde para qué? – Se preguntó Ron, incrédulo, viendo su reloj de mano – todavía faltan dos horas para la cena.
- Snape... – susurró Hermione, intuía que Harry iba tarde con el profesor para demostrarle por milésima vez su amor.
Mientras tanto, el Gryffindor iba en camino a las mazmorras, sus amigos jamás entenderían sus sentimientos hacía el profesor Snape, por primera vez alguien había reparado en él y le demostraba que le quería por ser él, no por quién era: el famoso Harry Potter. Que por cierto, aún no entendía muy bien su historia.
Lejos del pasillo, un chico de cabellera rubia y ojos de color gris, le seguía con la mirada. Él sabía lo que pasaba entre Snape y ese Gryffindor, sobre todo adivinaba las verdaderas intensiones del profesor. Había buscado la forma de acercarse y advertirle, sin embargo no era tan sencillo. En primer lugar porque él era un Slytherin, al que llamaban “príncipe de Slytherin”, Draco Malfoy.
En segundo lugar, por alguna extraña razón, siempre había algo que lo retenía en su intento de advertencia y no era precisamente sucesos por compañeros interponiéndose, como la comadreja o la sangre sucia que solían acompañarlo, era… ni siquiera él sabía explicárselo. Algo sospechaba, pero eso que sentía era imposible, súper-mega-imposible –se sacudió la cabeza para descartar esa loca idea que tenía desde hace varios meses atrás– y mejor decidió posponer por milésima vez el plan para advertirle a Potter. Sí, mejor así y no meterse en problemas, era mejor guardar las distancias y no tentar a Snape, después de todo el peor enemigo, desde hace años, de su padre también era su enemigo, por el simple hecho de ser familia de Lucius Malfoy.
Pero por otro lado… estaba el estúpido de Potter que se dejaba manipular por el maldito profesor, ¿que no se daba cuenta que el profesor lo estaba engañando? Y también ¿No se daban cuenta los estúpidos que llevaba por amigos, lo que le ocurría a él?
Malfoy se mordió el labio inferior para amortiguar un grito de desesperación y le dio un golpe a la pared que tenía al lado. Aunque intentó reprimir su grito de dolor, no pudo hacer nada ante el sonido que provocó el golpe, el cual advirtió a Harry.
El moreno se dio la vuelta bruscamente para encontrar… nada atrás.
“Pevees”, pensó el ojiverde y salió corriendo de ahí antes de que lo descubriera.
Mientras tanto, Malfoy se hallaba oculto detrás de la pared.
“¿Qué demonios fue eso Draco Malfoy?”, se preguntó a sí mismo.
Dio un respiro de resignación y se dirigió hacia la Sala Común, reprochándose a sí mismo su comportamiento hacia con Potter. Aún no entendía por qué había cambiado su actitud hacia con el Gryffindor desde aquel día que estuvieron juntos. ¡Por Salazar! Fue un solo polvo y eso bastó para que las dudas comenzaran a carcomerlo.
Mientras que Draco se recriminaba interiormente, Harry seguía avanzando entre los pasillos para llegar a las mazmorras.
GRACIAS POR LEER *0*
PISLIB n_n
No hay comentarios:
Publicar un comentario