viernes, 10 de febrero de 2012

Galletas de Jengibre - one shot



Aclaraciones:
(*)Inspirado en un capitulo de Big Time Rush.
-No es necesario leer el fic “El muchacho de ojos tristes” para entenderlo.
-Este one-shot no interfiere o cambia nada en la historia de “El muchacho de ojos tristes”.
-Por último, las personalidades de los personajes pueden variar un poco al de la historia original.




GALLETAS DE JENGIBRE  



[Sebastián]


Mi mirada no se despega de la de mi mejor amigo, Konny. Debo calcularle unos veinte minutos, quizás más o quizás menos, el caso es que no nos decidimos si autorizar la película llamada “Kiss and Tell” para estrenarla este fin de semana en el Lemus Cinema, ya que dicha película ha traído muchos problemas en otros cinemas, desde parejitas casi, casi teniendo sexo en plena función; hasta jóvenes precoces queriéndose colar a toda costa en las salas para ver la película y seguir el ejemplo de las demás parejitas. De ahí el por qué la guerra de miradas.
Konny alega que es una película que nos traerá muchas ganancias y que no me preocupe en demasía por los pequeños contratiempos que podría causar. Ahora resulta que Konny, es adivino.
-Me niego a dar mi voto – dejo salir vehemente – se lo doy a la película “Galletas de Chocolate”, también es muy demandada por el público.
-Sebastián, esa es una película dirigida para niños – me responde Konny – te recuerdo que el fin de semana pasado ya hemos estrenado una para ese público.
Me cruzo de brazos enfurruñado.
-¿Por qué no quieres que la estrenemos? – me pregunta desconcertado, poniendo esa mirada graciosa.
-Para estrenarla hay que darle el visto bueno.
-¡Ya la hemos visto!
-Pues… ver, que se diga ver la película, no fue así – seguramente mis mejillas ahora mismo están al rojo vivo.
Apenas iban diez minutos de la película y ya me estaba comiendo a besos a Konny, lo último que supe de los protagonistas, antes de meterle mano a mi mejor amigo, fue que se habían dicho “Bésame” de una manera tan apasionada y lujuriosa que me dieron ganas de hacerle de todo al chico de al lado. Ese resultó ser Konny, suerte que ambos estábamos solos, esas son las ventajas de ser los dueños del Cinema y así poder ver las películas antes que los demás.
Konny carraspea. Seguramente ha recordado que él tampoco vio la peli.
-Haremos esto, estrenamos tu película de galletitas junto con la mía.
-¿Galletitas? - ¿Se estará burlando de mí o qué?
-Sebastián, te dormiste a los cinco minutos de empezar la película.
¿Y qué esperaba que hiciera al ver un montón de galletitas sufriendo porque se las querían echar en el desayuno? A veces no es una fortuna el tener que ver todas las películas antes que los demás.
-¿Y si tu hermano la quiere ver? – recurro al último recurso, el hermano menor de Konny. Teddy. Esa es su debilidad. Sobre todo porque es su tutor desde que sus padres murieron.
-Por mí no hay problema. De todas formas hará lo que se le dé su gana – alzo una ceja – si le digo que no la vea, hará lo posible para verla – se encoje de hombros – Además, está muy ocupado con su nuevo mejor amigo, el tal Dennis. ¿Por qué crees que la quiero estrenar esta semana? Ni cuenta se dará.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque en teoría, él debió de haber visto “Kiss and Tell” contigo, pero por estar con su amigo me pidió que lo supliera.
Entorno los ojos. ¡Cielos! Entonces… estuve por poco de meterle mano al pequeño Teddy. Menos mal que no fue a ver la película, no quiero ser el responsable de pervertirlo, o de quitarle su virginidad (¿así se le dice?) a sus catorce años y medio.
-Entonces…
-Bien – gruño.
Al final acepto, de todas formas no me debería de preocupar por las cosas que hacen los demás, ese es el trabajo de los de seguridad. Las películas se estrenarán y tendremos muchas ganancias, que al final eso es lo importante en el mundo de los negocios.

Y el fin de semana ha llegado, las dos películas están estrenándose y yo estoy aquí en mi departamento sin hacer nada. Esto es deprimente. Mejor voy a visitar a Konny, total en su casa siempre hay cosas qué hacer.
Veinte minutos después estoy frente a la casa de mi mejor amigo. Entro por el lado este, es decir por la cocina. La puerta de ese lado siempre esta semi abierta. A lo lejos escucho risas y jadeos. Alzo una ceja. ¿Konny tendrá visitas? Para mi sorpresa no es mi mejor amigo. Es su hermano menor.
El pequeño Teddy se encuentra acostado en el suelo mientras que otro chico está sobre él a ahorcadas haciéndole cosquillas.
-¡Sebastián! – El grito de sorpresa, me sorprende a mí, haciéndome sobresaltar - ¿a qué hora has llegado?
-Hace segundos, emh… ¿está Konny? – por alguna extraña razón me siento algo perturbado.
-No, salió. Dijo algo sobre un asunto de Londres.
Me quedo estático ante la respuesta. ¿Konny se ha ido dejando a su hermano solo? Eso no es muy propio de él. Aunque claro, no es que se haya ido hasta Londres.
-¿Te quedas a comer? – Teddy pregunta, mientras se encamina con Dennis a la cocina. Me encojo de hombros.
-Seguro – le respondo.
Calentamos la comida en el microondas mientras conversamos cosas que no tienen importancia. Después, Teddy y su amigo se sumen en una conversación dejándome excluido. De alguna manera ese gesto me molesta. El timbre de la casa suena y al ver que Teddy no tiene intensiones de levantarse e ir abrir, voy yo.
-¿Jack? – pregunto algo confundido, en cuanto al abrir la puerta veo aquel chico.
-Hoy íbamos a salir ¿lo recuerdas? – Me dice adentrándose en la casa – veríamos juntos “Kiss and Tell”.
Por el tono de voz, me sugiere que vamos a terminar haciéndolo en la sala del cine. No debí decirle de qué trataba la película. Después de pensarlo un buen rato, accedo. Quizás solo le permita darme un par de besos y unas caricias por aquí y otras por allá.
-Me despido de Teddy y enseguida estoy contigo – le respondo guiñándole un ojo.
Me dirijo hacia la cocina, pero al llegar me doy cuenta que Teddy no está, Dennis me dice que se fue a cambiar de ropa. Al parecer saldrán a dar una vuelta. ¡Qué lindos!
Aún recuerdo aquel día, en el que el pequeño Teddy me había confesado que estaba enamorado de mí. Lo sorprendente fue que después de decirlo me besó. Lo más increíble fue que dos semanas después conoció a este tal Dennis y a mí ya ni los “buenos días” me da.
¡Qué cosas de la vida!
-¿Eh?
-Dennis y yo saldremos – me repite Teddy, mientras pone los ojos en blanco – vamos a ir a comer un par de hamburguesas en McDonald’s y después iremos al Lemus Cinema para ver la película que se va a estrenar. Nos vemos al rato.
-Claro, claro – le respondo, despidiéndolos agitando la mano y dando un gran sorbo a mi bebida.
-¡Sebastián! – Jack me grita desde el otro lado de la casa - ¡Llegaremos tarde al estreno!
¿Estreno?
Escupo estrepitosamente la bebida.
-¡Teddyyyyy! – salgo corriendo por donde segundos atrás, el hermanito de mi mejor amigo y su amiguito, han salido.
Nada. No los veo por ningún lado.
-Sebastián… ¿Qué demonios…?
En cuanto Jack llega a mi lado, lo tomo de la mano y prácticamente lo arrastro hasta mi automóvil, sin dejarlo hablar. Comienzo a conducir como un…
-Maniaco. Sebastián, podrías reducir la velocidad, quiero llegar a la cita con vida ¿sabes? ¿A dónde te diriges? Quedamos en comer en aquel restaurante del centro que…
-Hay una buena promoción en McDonald’s, un combo Ronald’s o algo así se llama.
-¿Hamburguesas? – me pregunta haciendo un mohín con la nariz.
-Sí, son deliciosas ¿no?
En cuestión de minutos llegamos al establecimiento, pero no los veo por ningún lado. No deben tardar en llegar. Ese Dennis es muy inteligente ¿Quién creería que ese pequeño pelirrojo estaría tramando algo macabro contra Teddy? Seguramente se lo quiere ganar con un par de hamburguesas o con malteada de chocolate, al hermanito de Konny le fascinan. Después lo llevaría a ver “Kiss and Tell” en donde el muy aprovechado le metería mano. Sí, ese debe ser su malvado plan. Debí haberme dado cuenta, en la cara se le ve lo pervertido a ese pelirrojo.
-¿Se te perdió algo? – me pregunta Jack al ver que estoy volteando para todos lados.
-Shh – lo silencio enseguida al ver llegar a Teddy y al pervertido pelirrojo. Ambos se sientan en una mesa que está en la esquina. Como dije antes, ese pelirrojo es listo, mira que escoger la esquina. Por suerte los dos chicos quedaron frente a mí.
-Su malteada – nos dice la chica que nos atiende a Jack y a mí.
-Gracias – le respondo, desconcertado. ¿A qué hora pedí una malteada? La chica me guiña un ojo. Jack le gruñe algo  indescifrable. No entiendo porqué se pone celoso de una chica si sabe perfectamente que me gusta batear por el otro lado.
-Me ha parecido buena idea compartirla, ¿Qué dices? – dice mi cita alzando las cejas coquetamente, mientras coloca dos pajillas en la copa.
-Oh, me parece una… ¡Mala idea!
De un salto me dirijo hacia donde están Dennis y Teddy, los cuales al parecer querían hacer lo mismo que nosotros. Compartir la malteada.
-¡Hola, chicos! – les saludo sentándome a su lado.
-¡Sebastián! ¿Qué haces aquí?
-Lo mismo te iba a preguntar, jovencito.
-Te dije en mi casa que saldría.
-¿Y a tu hermano? ¿Le has pedido permiso a él?
-No es necesario.
-Oye rojito, no seas tacaño ¿Cómo que una sola malteada? Miren les regalo la mía – les digo con una enorme sonrisa mientras les dejo mi copa, aunque a lo lejos siento la mirada enfurruñada de Jack.
Al final, mi cita acaba reuniéndose con nosotros. ¿Por qué Teddy me fulmina con la mirada? Seguramente no le pareció que le descubriera que su cita es un tacaño. Sí, ha de ser eso.
Estratégicamente me acomodo a su lado, mientras que el pequeño renacuajo, alias, el pervertido pelirrojo ha quedado frente a mí y a su lado Jack. Minutos después, en los cuales hemos aprovechado para hablar y encargar más malteadas, decido cambiar de planes.
-¿Qué tal el minigolf? – propongo a los peques.
-¡Ni siquiera sabes jugarlo! – rugen Jack y Teddy al unísono.
-¡Ey! Que ya he mejorado – les aclaro fulminándolos con la mirada.
Teddy me observa sigilosamente entrecerrando los ojos y luego una sonrisa lobuna se visualiza en su cara.
-De acuerdo, iremos al minigolf.
Sonrío feliz, mientras me voy a la caja a pagar las malteadas los chicos se quedan a proponer de cuánto será la apuesta. Cuando regreso noto un par de ausencias.
-¿Y Teddy?
-Se han ido, dicen que el minigolf los aburre y que mejor se…
-¡Teddyyyy! – Nuevamente arrastro conmigo a Jack, hasta que ambos llegamos al Lemus Cinema. No los veo por ningún lado.
-Sebastián – gruñe Jack – hoy estás más extraño de lo normal ¿Por qué te preocupa tanto ese renacuajo? No eres su hermano, eres el amigo de su hermano y… ¿A dónde demonios vas?
En cuanto visualizo a Teddy y al pervertido pelirrojo frente al cartel de la película “Kiss and Tell”, me dirijo hacia las cajas obviando la filas, a lo lejos escucho las quejas de las demás personas, pero aún así no me detengo.
-Cuatro boletos para “Galletas de Chocolate” – le digo a la chica que está cobrando mientras vigilo con la mirada a los pequeños tortolos.
-Son ciento veinte pesos con… ¡Sebastián! – doy un respingo en cuanto la muchacha grita mi nombre. ¡Oye que no estoy sordo!
-Sí, sí – les respondo mientras le doy el dinero y agarro los boletos. La chica me ve de una manera extraña – te has ganado dos días libres de descanso con goce de sueldo – le sonrío, mientras salgo corriendo hacia donde está el hermano menor de Konny.
-¿Por qué has pagado los boletos? – Escucho a lo lejos a Jack, pero paso de él.
Me pongo frente a Teddy, me dice algo como que su amigo se ha ido a comprar las palomitas y los refrescos. Es buen detalle, pero eso no le quita lo pervertido.
-Les he comprado los boletos, entraran conmigo y Jack – le informo, Teddy alza una ceja.
-¿Has pagado los boletos? Eres el dueño Sebastián, no tienes que pagar.
Ah, ¿por eso la chica se me quedó viendo cuando le he dado el dinero? ¿No quería días libres? Ups, Konny se enojará.
-No importa, de todas formas Dennis ya ha comprado los boletos para…
-A esa película no entraran – le ordeno – ya tengo aquí los boletos para que entren a ver… ¿“Galletas de chocolate”? – Me quedo perplejo al ver los boletos que me enseña Teddy - ¿No iban a ver la película que se estrena?
-Sebastián… no sé tú dónde demonios tienes la cabeza, pero esta película hoy se estrena.
-Creí que verían… bueno, ya sabes – le digo apesadumbrado señalando el cartel que está justo atrás de él.
Teddy pone los ojos en blanco.
-Claro, como si mi hermano me dejara hacer eso – me señala al área de cajas y sí, efectivamente allá se encuentra Konny vigilando quiénes compran los boletos para esa película. Alzo una ceja ¿No estaba en una reunión de negocios del asunto Londres? – me ha engañado ¿sabes? Me dijo que estaría en una junta, pero ha venido para acá y al parecer ha informado a los guardias que no me dejen colar a la sala a mitad de la película, ¿pero qué piensa que haré en esa película?
-Emh…
¿Lo mismo que le habré hecho yo a él?
-Pervertidos – murmura Teddy.
-¡Oye! – me quejo.
-Hoy has estado más raro de lo normal – deja salir riéndose entre dientes, mmm ¿Jack le habrá dicho eso? – Por un momento creí que… - se sacude la cabeza – nada, olvídalo. Seguramente… mi hermano no te habrá mandado a vigilarme ¿verdad?
Difícil decisión, ¿Qué hago? ¿Teddy que se enoje con Konny o conmigo? Konny. Yo. Konny. Yo.
-Es tu hermano, se preocupa.
Traidor…
Nah, seguramente Konny me perdona esta.
-¡Lo sabía!
Una chica rubia (las malas lenguas dicen que es la ex del pelirrojo pervertido) se acerca hasta con Teddy sonriéndole.
-¿Dónde está Dennis?
-En la cafetería, ya sabes, surtiéndonos de comida.
-¿Qué hace Sally aquí?
-Ha venido a ver la película con nosotros – lo dice tan tranquilamente…
-¿Y por qué no me lo has dicho? – me quejo. Todo lo que me hubiera ahorrado. Pobre Jack ¿también le dolerán los pies por tanto correr?
-Te veías muy divertido en tu faceta de hermano mayor. No deberías estar celoso de Dennis, al parecer regresará con Sally. Nos vemos Sebastián.
Turulato.
Así me he quedado. ¿Qué demonios me quiso decir?
-Cuando no es el mayor, es el menor – Jack menea la cabeza de un lado a otro.
-¿Eh?
-Deberías aclararte Sebastián. Desde hace semanas que estas raro, ahora sé el porqué.
¿En serio? Mira tú, yo ni enterado estoy.
-Al aparecer nunca tuve oportunidad – a Jack se le nota triste, que malo fui con él – nuevamente he perdido ante un Lemus, lo más irónico de todo esto, es que el que me ha ganado es cinco años menor que yo.
¿Eh? Ahora sí que no entiendo nada, nadita.
-Hasta pronto, Sebastián – se despide con un casto beso. Adiós.
¡Genial! Me he quedado sin cita, sin minigolf, con cuatro boletos que en teoría no debí de haber pagado (me quejaré con el dueño. Ah, ese soy yo. Ups. Nah, le reclamaré a Konny)

-¿Qué?
Últimamente ando malo del oído, como que no oigo bien. Me estoy preocupando.
-Que voy a salir por dos semanas – me repite Konny poniendo los ojos en blanco, de pronto me he acordado de Teddy jeje, ¿será el gesto característico de la familia? – llegaran dos películas nuevas, tendrás que darles el visto bueno.
-Ajá.
-Y cuidarás de Teddy.
-Pero…
-Ayer me dijiste que sí – se queja. No recuerdo esa información, pero me mira de una manera que da miedo, mejor no contradecirlo.
-Ya me acordé – sí, tú, ándale.

-¡¿Por qué demonios tengo que ver “Galletas de jengibre” mientras que  tú ves “La edad de la pasión”?! – me reclama Teddy.
Si algo he aprendido al convivir con los hermanos Lemus, es no hacerlos enojar tanto. Sobre todo al menor. ¡Tiene un genio de los mil demonios!
-Tu película suena interesante – dejo salir mientras le pongo la cinta en el proyector. Para que luego no se queje que solo a su hermano le ayudo.
-Entonces, mírala tú.
-Ni loco, aún no me repongo de la anterior.
-¡Ni siquiera la viste, te dormiste a los tres minutos!
-¡Fueron cinco! – De acuerdo, eso no me ayudó mucho.
-No soy el único que me aburriré al verla. Tú la vas a ver conmigo – y con eso Theodore Lemus me ha mandado.
¿Qué demonios tiene ese renacuajo que me hace hacerle caso?
Enfurruñado me siento a su lado, mientras que al frente la película comienza, por suerte aquí no nos vemos obligados a ver los promos de las demás películas.
O soy yo, o la película está haciendo que me dé calor. ¿Desde cuándo unas inocentes galletitas comienzan a…? ¡Un momento! No, esas no son para nada inocentes galletitas. ¡Son chicos disfrazados de galletas!
-¡Una fiesta de disfraces! De lujo – Teddy está emocionado y para nada arrepentido por la película.
Para ser sincero, la película comienza a dar un giro inesperado. Cuando tenía pinta de ser una película sosa donde cuyas galletitas sufren por ser elegidas y devoradas al día siguiente en el desayuno (en realidad eso lo supuse yo, con mi nula experiencia de la peli anterior), en realidad la película trata de dos mejores amigos que se han auto-invitado a la fiesta de disfraces de las chicas populares. Algo sale mal, los descubren y es obvio ¿Cómo se les ocurre disfrazarse de galletas en una noche de halloween?
Ajá, se encierran en el baño. Eso me recuerda el día en que Konny y yo… ejem…
-De acuerdo, esta película estará dirigida a adolescente y adultos.
Me apodero del control remoto del proyector.
-¿Qué haces?
-Quitándola, ya he visto suficiente.
-¡Pero yo no!
-¡Qué bueno! Así te mantienes puro y virgen.
-¿Eh? – ups, lo he dicho en voz alta.
Nada Teddy, olvídalo. ¿Por qué no quitas esa cara de niño confundido? ¡Genial, ahora tiene esa sonrisa malévola!
-Quiero verla hasta el final.
-No te gustará.
-¡Ni siquiera las has visto! – en teoría eso cierto. Veamos ¿qué te digo para que dejes de insistir?
-El protagonista se muere de un paro cardiaco – oh, Teddy, tu cara es todo un poema.
-Quiero verla – ahora la cara de poema soy yo.
-No.
-¡Quiero veeerrrlaaaa!

-¡Oh, Sebastián! mmm más…
¿Cómo demonios ha ocurrido esto? Recapitularé…
Teddy se ha empeñado en querer ver la película y se avienta sobre mí, literalmente. Forcejamos en el suelo, vamos que el chico es pequeño, pero su fuerza en tremenda. Y ahí estamos tumbados, Teddy arriba de mí. Escondo el control, me hace cosquillas y ¡con lo cosquilludo que soy!
-Jajaja, basta Teddy.
-Dame el control – Ese chico sí que sabe cómo negociar.
-No.
Nuevamente la lucha por el control del… ¿control? En algún punto que aún no sé cómo, Teddy se apodera de éste y hace correr la película. Nooo. El chico enarca una ceja y abre los ojos de manera alarmante cuando ve al par de amigos comiéndose a besos en aquel baño solitario.
Me siento en un tipo Dejá Vú. Solo falta que el chico de la peli le diga a su amigo aquellas palabras que me sacaron de control en la peli que vi con Konny. ¡Y en la posición en la que nos encontramos!
-Bésame.
Oh, oh.
Por piedad, no me veas así Teddy. No, no te muerdas los labios, no me mires así, no te sonrojes, no respires agitadamente. No… ¡qué rayos! Esos labios inocentes me piden a gritos que los bese. Y así lo hago. Dulces, inocentes, inexpertos… mmm. Me alegra saber que no soy el único gimiendo como loco.
¿La ropa? ¿Cuál ropa? Nos encontramos desnudos en el piso de la sala de proyecciones (por suerte está alfombrada), esta vez el pequeño Teddy está debajo de mí y yo sigo besándolo, acariciándolo, marcándolo. El pequeño Teddy es mío, solo mío. El que se le acerque se las verá muy mal. Ahora lo entiendo, por fin entiendo lo que me quiso decir Jack y el propio Teddy en el cine. Que burro soy, para estas cosas soy un poco lentito.
Pero qué importa, ahora a disfrutar el momento, este momento en el que estoy por cruzar esa línea que jamás me pasó por la mente que haría, pero que al parecer Teddy sí, él lo esperaba de hace mucho tiempo, o eso es lo que me susurra al oído para no detenerme. Y no lo hago.
-Lo siento.
Le murmuro mientras le seco las lágrimas con muchos besos y caricias por allá. ¿Se habrá arrepentido?
-Yo no – me dice devolviéndome los besos y riéndose como loquito.
Oh, Teddy.

Cuando nos quedamos viendo hacia la pantalla, ya estaban los créditos de la película. Nos regresamos a ver y dejamos salir carcajadas a lo grande.
-¿Y ahora?
Teddy me pregunta, tímidamente. Aunque de tímido no tiene nada.
-No sé tú, pero tu hermano regresa dentro de una semana, tiempo suficiente para amarnos y entregarnos el uno al otro, antes de que se entere y nos degüelle. En realidad me degollaría a mí por…
Linda manera de callarme, me agradó su beso, qué puedo decir.
-Ahora lo haremos en tu oficina.
Konny, siento haber hecho de Teddy, un verdadero pervertido. Pero algo me dice que eso desde un principio lo tenías planeado. No el convertirlo en pervertido, sino en mi novio. Mira que irte a Londres cuando los abogados pueden hacer todo ese asunto de los contratos. Y las películas… sabías perfectamente que haría ver a tu hermano esta película y que éste me haría verla con él.
Vaya manera sutil de hacerme ver que estoy enamorado de tu hermano y que cuento con tu aprobación. Gracias. Y gracias a ustedes Galletas de Jengibre.  



FIN.



Febrero 2012




6 comentarios:

  1. aww me encanto tienes toda la raon en esta historia no hay nada de drama el titulo de la pelicula no tiene nada que ver con "la trama"
    quiero ver una pelicula asi con cierta persona ^W^

    si ya decia yo que habia algunas cosas que no "concordaban" pero pense es un universo paralelo jejeje

    hasta la proxima

    Att:Taeko-kun

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    Respuestas
    1. Hola, hola :)

      XD ,,,, por supuesto nada de drama *-* (me gusta hacer feliz a mis personajes, aunque a veces no lo parezca ¬¬)

      Jajaja, imaginate la cara de Sebastián al descubrir su peli de ''galletitas'' jajaj XD

      Asi es u.u ,,, algunas cosas cambian en cuanto al orden y de paso los ''gustos'' XD

      Besitos
      PISLIB n_n

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    2. se me vino a la mente una pregunta en que capitulo de big time rush esta inspirado ???

      Att:Taeko-kun

      Psdt: espero que la pases muy bien es tus vacaciones que las disfrutes ^-^

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    3. mmm, no sé cómo se llama XD ,,, pero el capi trata que los chicos cada uno por su lado van a ver la peli ''Kiss and Tell'', Katie (la hermanita de kendall) esta espiando a un chico que le gusta y se supone que James le ayuda para hacercarsele, pero ve pasar a una chica y se va dejandola sola con el chico.
      Después de un rato (ya que James invita a la chica a ver la peli) llega Katie y le dice que el chico y ella van a ir tambien al cine a ver la peli. James se la pasa estropeando cada cosa que planea el chico con Katie (de ahi la idea del one-shot)
      Al ultimo, James se queda sin cita porque está mas al pendiente de Katie que de la chica con la que supuestamente iría a ver la peli u.u lo mas gracioso de todo, es que Katie y el chico deciden irse a los videojuegos en vez de la peli XD

      Lo otros chicos también se quedan sin ver la peli, Logan porque no decide salir con la chica nueva porque aún siente algo por Camille, Carlos porque no decidia con quien chica salir (Kandal y su novia le consiguen cita cada uno) y Kendall que por insistir en Carlos salga con la chica que él le consiguió en vez de la que le consiguió su novia :S

      Todo un enredo XD ,,, pero esta divertido el capi jeje y de ahi salió ''Galletas de Jengibre'' :D

      Gracias, me la pasé genial :)

      Besos

      PISLIB n_n

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  2. jejeje si he visto ese capitulo a medias jeje nunca me lo e visto todo interesante de donde te llega la inspiracion ^-^

    Att:Taeko-kun

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    1. XD ,,, jeje sipis, la inspiración es una cosa ''rara'' en mí, hay situaciones que veo y luego me digo ''esto se leería interesante en un fic... o en un capitulo de este fic'' y sas, asi salen XD

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