domingo, 10 de enero de 2016

Stalker



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Ella

Caminaba tranquilamente por los pasillos de ese nuevo y horrible colegio.
La sensación a lo desconocido nunca se va por más que tu madre te diga que todo estará bien. Porque no lo es.
Ella no fue la que tuvo que decir adiós a su mejor amigo.
Ella no abandonó el anterior colegio.
Ella no salió de su zona de confort.
A ella no la molestan por ser el nuevo.
Ella no siente lo que estoy sintiendo.


Su sonrisa

Una semana. Es lo que tengo en este horrible colegio y nada parece mejorar. Todo lo contrario, solo empeora. Me molestan y no tiene sentido. Ayer fui yo, y hoy también. En verdad este colegio es horrible.
Voy tarde a clases. Mis pies van de prisa mientras mis manos sostienen una maqueta del sistema solar para la clase de ciencias.
Alguien me pone el pie y caigo. Los planetas salen, literalmente, rodando por todo el pasillo.
Y entonces, así de la nada hay alguien ayudándome.
-¿Estás bien...?
Sólo pienso en su hermosa sonrisa acompañada de hoyuelos.


Ashton

El chico bonito de ojos multicolor (porque son entre verdes y marrones) y de hermosa sonrisa me ha invitado a comer a su mesa junto a sus amigos. La verdad es que no me importan los demás. Solo él y su hermosa sonrisa.
Él me ha visto y me ha ayudado cuando nadie más lo hizo. Puedo decirlo sin titubeos. Es mi amigo. Tal vez alguno día sea algo más.
Todos quedan en ir a su casa a jugar FIFA y me ha invitado, brindándome una hermosa sonrisa. Internamente deseé que en el último momento nadie pudiera ir, solo yo.
Todo en él es hermoso y perfecto, incluso su nombre.
Se llama Ashton.


Calum

Ashton solo tiene que ser mi amigo y de nadie más. Ese chico de apariencia asiática el otro día le gritó, Ashton estuvo deprimido por tres días. Deseé que ese tal Calum lo arrollara un camión, con suerte Ashton se olvida de él y me preste atención, pero no fue así. Al cuarto día de ese grito, ellos parecían tan amigos como siempre.
Estábamos en la cafetería, desayunando, era mi turno de ir por la comida de todos. Escupí la comida del asiático cuando nadie me vio. Qué bonita es la venganza.


Cereza

Ashton me ayuda en matemáticas. La verdad es que soy muy bueno en eso, pero quiero pasar más tiempo con él. No es suficiente el tiempo en el colegio, así que fingí ser un asno para que me ayude.
Estoy en su habitación, él habla y habla. Me pregunto si sus labios saben a cerezas ya que esa es su fruta favorita y siempre anda comiéndolas.
Ya es tarde, pero no quiero irme. Él me ofrece quedarme a dormir. No me niego.


Sonrisa

Ese maldito rubio, que últimamente anda rondándolo, ha pasado por él a su casa para ir al colegio. Ashton le sonríe, no es la sonrisa que a mí me da cuando me ve. Es una distinta. Una de amor.
Yo tengo que ser dueño de esa sonrisa.


En todos lados

Ashton me ha dicho que paso mucho tiempo con él, que me ve en todos lados incluso hasta en la sopa. No sé si lo dijo en broma o con enojo porque al final sonrió.
Y lo cierto es que si estoy en todos los lugares. Lo he estado siguiendo. No quiero nadie me robe su amistad. Él es mi mejor amigo. Desde que llegue él fue el único que me ayudó. Lo menos que puedo hacer es cuidarlo.


Problemas

El maldito rubio está de vuelta otra vez. Todo el día estuvo con él. Lo estuvo tocando más de la cuenta. Los amigos no se ven de esa manera. Un amigo no te acaricia la mejilla, un amigo no te agarra de la mano y la entrelaza contigo solo porque sí. Un amigo no se despide de ti con un beso cerca de la comisura de tus labios.
Ese rubio no quiere ser amigo de Ashton.
Ese rubio quiere algo más.
Ese rubio está en problemas.


Media noche

Tenía que asegurarme que Ashton estuviera bien. Ayer le grité. Él no quiso comer conmigo y yo me enojé y le dije hasta de lo que se iba a morir. Y si se lo preguntan de cómo moriría, le dije que le lanzaría un cuchillo directo al corazón.
El rubio salió en su defensa. Odio a ese maldito rubio. Ojalá un rayo le cayera y lo partiera en dos.
Llegué a la casa de Ashton a media noche, me trepé por el árbol y así llegué hasta su habitación.
El parece un ángel mientras duerme.
Un dulce e inocente ángel que puede perder las alas si me hace daño.


Ropa

Ashton y yo ya somos amigos de nuevo, me ha prestado ropa porque la mía la han escondido mientras estábamos en clase de natación y eso ha molestado al rubio, pero no me importa.
Tengo ropa de Ashton abrazando a mi cuerpo y jamás se la devolveré.
Probablemente hoy me masturbe pensado en Ashton y usando su ropa.


El rubio

Ashton está enamorado. Lo confesó mientras almorzamos. El asiático le preguntó si era del rubio.
Mi sonrisa desapareció cuando lo confirmó.
El rubio debe desaparecer.


Desastre

Ashton es novio del rubio. Hice todo lo que pude para que el maldito rubio no se le acercara pero no lo logré.
Utilizaré el arma de los celos para separar al rubio de lo que es mío.


Un mes

Los celos no parecen funcionar. Llevan un mes saliendo. Ashton parece más feliz que nunca. Le dedica esa hermosa sonrisa a cada momento al rubio idiota.
Tengo que quitar al rubio de mi camino.


Secuestro

Tengo al rubio atado en el sótano de mi casa. Fue fácil engañarlo y hacerlo venir a lo que ahora es su prisión. El rubio sabe que amo a Ashton. Y aun así no le importó y él preguntó primero a Ashton de ser su novio.
Él ha venido por una disculpa que le prometí. Yo siempre cumplo mis promesas. Me disculpé por el golpe que le di en la cabeza.
Y ahora él está atado y a punto de ser enterrado vivo.
El plan es sencillo. El rubio muere lenta y tortuosamente asfixiado dentro de un ataúd. Ashton se pondrá triste, yo lo consolare. Él se olvidará del rubio y, como yo siempre estaré a su lado, se enamorará de mí. Y al fin me brindará esa hermosa sonrisa.


Descubierto

Cuando llegué a la casa de Ashton comenzó a gritarme. El asiático le dijo que estuvo en mi habitación y que encontró muchas fotografías de él por todas partes y también algunas de sus pertenencias. Ese maldito asiático le contó de mi colección privada.
Era inevitable no tomarle fotos mientras duerme, parece un ángel. Y decidí que todo lo suyo es mío, así que cada vez que venía en las noches a contemplarlo dormir me llevaba algo suyo, al principio eran fotografías después fueron objetos. El último, su trofeo de natación.
Maldito, Calum. Tendrá su merecido también.


Por favor...

Ashton me pregunta sobre su novio. Al parecer el entrometido de Calum llegó a la conclusión que soy el responsable de la desaparición del rubio. La verdad es que sí lo soy, pero aún no es tiempo que lo sepan.
Ashton está desesperándose, lo veo en sus ojos multicolor.
Intenté calmarlo, no lo logré.
Intenté abrazarlo, él me rechazó.
Intenté besarlo, él gritó.
Intenté hacerle el amor a la fuerza, él me golpeó.
Enojado, le devolví el golpe.
Ashton se ve asustado, sin embargo, yo sonrío de lado,
-Luke, por favor, dime en dónde está Mike...


Un ángel sin alas

-El pequeño Mikey... Él es devorado por los gusanos.
Sonrío complacido.
Jamás lo encontrarán a tiempo. Mike lleva dos días enterrado en aquel bosque de las afueras de la ciudad.
Y ahora es tiempo que el ángel se quede sin alas.
-¿Recuerdas ese día en la cafetería cuando no quisiste comer conmigo? Yo sí, también recuerdo haberte dicho como morirías...
Sonrió de lado, sacando un cuchillo y dirigiéndome hacia Ashton.
Él se ve tan asustado… y sexy.


Epilogo

Nueva ciudad, nuevo colegio.
Nuevamente a hacer amigos. Es una lástima que Ashton no me haya valorado, en estos momentos estaría a mi lado… y con vida.
Aquí es reconfortante. Nadie me molesta. De hecho nadie nota mi presencia.
Todos me ignoran. Tengo dos semanas y nadie parece interesarse en mí.
-Hola, ¿puedo sentarme a tu lado? 
Un chico rizado, de ojos verdes y hoyuelos en las mejillas me sonríe.
-Por supuesto.
-Me llamo Harry Styles.
Tiene una sonrisa encantadora.
Por fin, mi primer amigo… y tal vez algo más.


FIN
Marzo 2016



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