Stalker
Stalker
Ella
Caminaba
tranquilamente por los pasillos de ese nuevo y horrible colegio.
La
sensación a lo desconocido nunca se va por más que tu madre te diga que todo
estará bien. Porque no lo es.
Ella
no fue la que tuvo que decir adiós a su mejor amigo.
Ella
no abandonó el anterior colegio.
Ella
no salió de su zona de confort.
A
ella no la molestan por ser el nuevo.
Ella
no siente lo que estoy sintiendo.
Su sonrisa
Una
semana. Es lo que tengo en este horrible colegio y nada parece mejorar. Todo lo
contrario, solo empeora. Me molestan y no tiene sentido. Ayer fui yo, y hoy
también. En verdad este colegio es horrible.
Voy
tarde a clases. Mis pies van de prisa mientras mis manos sostienen una maqueta
del sistema solar para la clase de ciencias.
Alguien
me pone el pie y caigo. Los planetas salen, literalmente, rodando por todo el
pasillo.
Y
entonces, así de la nada hay alguien ayudándome.
-¿Estás
bien...?
Sólo
pienso en su hermosa sonrisa acompañada de hoyuelos.
Ashton
El
chico bonito de ojos multicolor (porque son entre verdes y marrones) y de
hermosa sonrisa me ha invitado a comer a su mesa junto a sus amigos. La verdad
es que no me importan los demás. Solo él y su hermosa sonrisa.
Él
me ha visto y me ha ayudado cuando nadie más lo hizo. Puedo decirlo sin
titubeos. Es mi amigo. Tal vez alguno día sea algo más.
Todos
quedan en ir a su casa a jugar FIFA y me ha invitado, brindándome una hermosa
sonrisa. Internamente deseé que en el último momento nadie pudiera ir, solo yo.
Todo
en él es hermoso y perfecto, incluso su nombre.
Se
llama Ashton.
Calum
Ashton
solo tiene que ser mi amigo y de nadie más. Ese chico de apariencia asiática el
otro día le gritó, Ashton estuvo deprimido por tres días. Deseé que ese tal
Calum lo arrollara un camión, con suerte Ashton se olvida de él y me preste
atención, pero no fue así. Al cuarto día de ese grito, ellos parecían tan
amigos como siempre.
Estábamos
en la cafetería, desayunando, era mi turno de ir por la comida de todos. Escupí
la comida del asiático cuando nadie me vio. Qué bonita es la venganza.
Cereza
Ashton
me ayuda en matemáticas. La verdad es que soy muy bueno en eso, pero quiero
pasar más tiempo con él. No es suficiente el tiempo en el colegio, así que
fingí ser un asno para que me ayude.
Estoy
en su habitación, él habla y habla. Me pregunto si sus labios saben a cerezas
ya que esa es su fruta favorita y siempre anda comiéndolas.
Ya
es tarde, pero no quiero irme. Él me ofrece quedarme a dormir. No me niego.
Sonrisa
Ese
maldito rubio, que últimamente anda rondándolo, ha pasado por él a su casa para
ir al colegio. Ashton le sonríe, no es la sonrisa que a mí me da cuando me ve.
Es una distinta. Una de amor.
Yo
tengo que ser dueño de esa sonrisa.
En todos lados
Ashton
me ha dicho que paso mucho tiempo con él, que me ve en todos lados incluso hasta
en la sopa. No sé si lo dijo en broma o con enojo porque al final sonrió.
Y
lo cierto es que si estoy en todos los lugares. Lo he estado siguiendo. No
quiero nadie me robe su amistad. Él es mi mejor amigo. Desde que llegue él fue
el único que me ayudó. Lo menos que puedo hacer es cuidarlo.
Problemas
El
maldito rubio está de vuelta otra vez. Todo el día estuvo con él. Lo estuvo
tocando más de la cuenta. Los amigos no se ven de esa manera. Un amigo no te
acaricia la mejilla, un amigo no te agarra de la mano y la entrelaza contigo
solo porque sí. Un amigo no se despide de ti con un beso cerca de la comisura
de tus labios.
Ese
rubio no quiere ser amigo de Ashton.
Ese
rubio quiere algo más.
Ese
rubio está en problemas.
Media noche
Tenía
que asegurarme que Ashton estuviera bien. Ayer le grité. Él no quiso comer
conmigo y yo me enojé y le dije hasta de lo que se iba a morir. Y si se lo
preguntan de cómo moriría, le dije que le lanzaría un cuchillo directo al
corazón.
El
rubio salió en su defensa. Odio a ese maldito rubio. Ojalá un rayo le cayera y
lo partiera en dos.
Llegué
a la casa de Ashton a media noche, me trepé por el árbol y así llegué hasta su
habitación.
El
parece un ángel mientras duerme.
Un
dulce e inocente ángel que puede perder las alas si me hace daño.
Ropa
Ashton
y yo ya somos amigos de nuevo, me ha prestado ropa porque la mía la han
escondido mientras estábamos en clase de natación y eso ha molestado al rubio,
pero no me importa.
Tengo
ropa de Ashton abrazando a mi cuerpo y jamás se la devolveré.
Probablemente
hoy me masturbe pensado en Ashton y usando su ropa.
El rubio
Ashton
está enamorado. Lo confesó mientras almorzamos. El asiático le preguntó si era
del rubio.
Mi
sonrisa desapareció cuando lo confirmó.
El
rubio debe desaparecer.
Desastre
Ashton
es novio del rubio. Hice todo lo que pude para que el maldito rubio no se le
acercara pero no lo logré.
Utilizaré
el arma de los celos para separar al rubio de lo que es mío.
Un mes
Los
celos no parecen funcionar. Llevan un mes saliendo. Ashton parece más feliz que
nunca. Le dedica esa hermosa sonrisa a cada momento al rubio idiota.
Tengo
que quitar al rubio de mi camino.
Secuestro
Tengo
al rubio atado en el sótano de mi casa. Fue fácil engañarlo y hacerlo venir a
lo que ahora es su prisión. El rubio sabe que amo a Ashton. Y aun así no le
importó y él preguntó primero a Ashton de ser su novio.
Él
ha venido por una disculpa que le prometí. Yo siempre cumplo mis promesas. Me
disculpé por el golpe que le di en la cabeza.
Y
ahora él está atado y a punto de ser enterrado vivo.
El
plan es sencillo. El rubio muere lenta y tortuosamente asfixiado dentro de un
ataúd. Ashton se pondrá triste, yo lo consolare. Él se olvidará del rubio y,
como yo siempre estaré a su lado, se enamorará de mí. Y al fin me brindará esa
hermosa sonrisa.
Descubierto
Cuando
llegué a la casa de Ashton comenzó a gritarme. El asiático le dijo que estuvo
en mi habitación y que encontró muchas fotografías de él por todas partes y
también algunas de sus pertenencias. Ese maldito asiático le contó de mi
colección privada.
Era
inevitable no tomarle fotos mientras duerme, parece un ángel. Y decidí que todo
lo suyo es mío, así que cada vez que venía en las noches a contemplarlo dormir
me llevaba algo suyo, al principio eran fotografías después fueron objetos. El
último, su trofeo de natación.
Maldito,
Calum. Tendrá su merecido también.
Por favor...
Ashton
me pregunta sobre su novio. Al parecer el entrometido de Calum llegó a la
conclusión que soy el responsable de la desaparición del rubio. La verdad es
que sí lo soy, pero aún no es tiempo que lo sepan.
Ashton
está desesperándose, lo veo en sus ojos multicolor.
Intenté
calmarlo, no lo logré.
Intenté
abrazarlo, él me rechazó.
Intenté
besarlo, él gritó.
Intenté
hacerle el amor a la fuerza, él me golpeó.
Enojado,
le devolví el golpe.
Ashton
se ve asustado, sin embargo, yo sonrío de lado,
-Luke,
por favor, dime en dónde está Mike...
Un ángel sin alas
-El
pequeño Mikey... Él es devorado por los gusanos.
Sonrío
complacido.
Jamás
lo encontrarán a tiempo. Mike lleva dos días enterrado en aquel bosque de las
afueras de la ciudad.
Y
ahora es tiempo que el ángel se quede sin alas.
-¿Recuerdas
ese día en la cafetería cuando no quisiste comer conmigo? Yo sí, también
recuerdo haberte dicho como morirías...
Sonrió
de lado, sacando un cuchillo y dirigiéndome hacia Ashton.
Él
se ve tan asustado… y sexy.
Epilogo
Nueva
ciudad, nuevo colegio.
Nuevamente
a hacer amigos. Es una lástima que Ashton no me haya valorado, en estos
momentos estaría a mi lado… y con vida.
Aquí
es reconfortante. Nadie me molesta. De hecho nadie nota mi presencia.
Todos
me ignoran. Tengo dos semanas y nadie parece interesarse en mí.
-Hola,
¿puedo sentarme a tu lado?
Un
chico rizado, de ojos verdes y hoyuelos en las mejillas me sonríe.
-Por
supuesto.
-Me
llamo Harry Styles.
Tiene
una sonrisa encantadora.
Por
fin, mi primer amigo… y tal vez algo más.
FIN
Marzo 2016
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