Capitulo ocho. El adiós (parte 1)

No ha dejado de llover

Capitulo ocho. 

El adiós (parte 1)

**Cinco años, seis meses atrás**

Michael tomó del brazo a Ashton y lo sacó a empujones de aquella casa.

-¿Cuál es tu maldito problema? – el rizado cuestionó, soltándose del agarre del teñido.

-¡Tú, maldita sea! – gritó, la ira apoderándose lentamente de él.

-Bien, entonces dejemos esto que tenemos hasta aquí – soltó el castaño, no estaba pensando con claridad y las seis copas que tenía en su organismo no ayudaban a la causa.

-Sí, claro, para irte con esa zorra, ¿verdad? – En Michael también las copas de más estaban surtiendo efecto - ¿acaso crees que no me di cuenta como se coqueteaban?

Ashton rodó los ojos. Estaba cansado de los celos estúpidos de su novio.

-Ella está mal, Michael. Acaba de ver al imbécil de John con una chica pelirroja – explicó.

-Sí claro y yo me chupo el dedo – gruñó.

-¿Sabes, qué? Me importa un carajo lo que creas – Ashton salió del lugar, dejando a Michael con muchas teorías. Todas concluían en Ashton y Penny estando juntos.

**Cinco años, dos meses atrás**

Michael veía Ashton caminar de un lado a otro, empacando sus cosas.

-Entonces, aquí termina todo… - masculló, mirándolo con el ceño fruncido.

Aunque Ashton estaba de espaldas, el teñido pudo sentir cómo el castaño rodaba los ojos.

-No fue una decisión fácil – musitó, finalmente viéndolo directamente.

-¿Me amas?

-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que te amo, Michael – Ashton lo miraba a los ojos.

-Entonces, ¿Por qué te vas?

Ashton suspiró lentamente, se mordió el labio inferior.

-Algo de ti está acabando conmigo (1) – susurró.

-¿Qué?

-Algo de mí se está muriendo contigo (2), Michael.

-¿Qué?

-Me perdí en algún punto al tratar de complacerte en todo.

-¿La culpa es mía? – preguntó, frunciendo más el ceño. Ashton negó la cabeza.

-Es mía. Por permitirlo.

-Me haces ver como el monstruo de la relación. No fui yo quien engañó en esta relación.

-Me drogaron, Michael. ¿Qué parte de me drogaron aún no entiendes?

-Eso no es justificación – musitó – no te hubieran drogado si me hubieras hecho caso.

-No fui a la fiesta con la intensión de que me drogaran y… tener sexo con Penny.

Michel apretó lo puños de su mano demasiado fuerte, pero se contuvo.

-Te perdoné.

-Y te lo agradecí. Pero, tú aún no confías en mí, a pesar que ya no bebo ni una gota de alcohol desde entonces.

Nadie dijo nada, Ashton siguió empacando sus pertenencias.

-Quédate – Michael pidió, cuando Ashton se dirigía hacia la puerta.

-No puedo.

-Por favor – la voz del teñido salió quebrada.

-Lo siento, Michael…

Ashton sostuvo la mano en la perilla por más segundos de lo necesario, esperando que Michael dijera esas palabras. Tal vez se arrepentiría después, pero si se lo pide una vez más, Ashton se queda. Aunque Michael siguiera humillándolo, a pesar que los chantajes del teñido lo hicieran sentir culpable, aunque sea infeliz. Porqué él aún lo ama.

-Ashton… - el castaño se quedó quieto, esperando ansiosamente esas palabras salir de la boca del teñido, con el corazón latiéndole más rápido de lo normal - ¿es por ella, verdad? – cerró los ojos fuertemente. Estaba más que claro que Michael nunca olvidaría su error. El teñido jamás dejaría de reprocharlo. Todos los días decía algo que le recordara a ese día que lo drogaron.

Ashton se mordió el labio inferior. Se giró lentamente hacia el teñido, su mirada de dolor y decepción lo decía todo, pero Michael jamás lo vio.

-Sí, Michael. Es por ella.

Dijo sin mirarlo. Salió sin mirar hacia atrás.

*(1) y (2) parte de la canción “Algo de ti” de Paulina Rubio.

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