Perfume Slytherin
Epilogo.
El
Aniversario.
Draco Malfoy abrió un
ojo, después el otro, con sus manos tanteó el terreno de al lado de su cama,
con forme sus manos exploraba aquellas sábanas suaves y no encontraba lo que
buscaba, sus ojos se abrían cada vez más y más… hasta que concluyó que eso que buscaba a su lado, más
específicamente su Harry, no estaba.
Se levantó de golpe.
-Potter… - gruñó con
cierto enfado.
Desde hace un mes
atrás, el ojiverde se le escabullía todas las mañanas, en los descansos y en
ocasiones en las noches; siempre poniendo de excusa: ‘una investigación muy importante’ para el Ministerio, o que tenía
que ‘preparar su clase del día siguiente’.
Al principio esas ‘excusas’ eran justificadas, pero después de un mes, aquí
entre nos, a Draco ya no le convencían.
El ex Slytherin
quería creer, que su pareja le estaba preparando algo
especial para su aniversario pero sinceramente ya empezaba a dudar, el ex
Gryffindor parecía haber olvidado una fecha importante porque no daba alguna
señal siquiera de recordarlo, su aniversario sería la próxima semana.
Pero aún así, Draco
se levantó de la cama y decidió salir, en fin, si su Harry se le había olvidado
su aniversario, él mismo haría que jamás lo olvidara, ¡oh! Por supuesto que sí,
sería una velada grandiosa. Con una gran sonrisa en su rostro, el jefe de la
casa de Slytherin se dirigió al Gran Comedor.
*****
La oficina del jefe
de la casa de Gryffindor estaba invadida por varios libros abiertos y
acomodados con cierto cuidado en muchos lugares; también con varios frascos que
contenían muchas sustancias de varios colores y, sobre todo, por olores que se
expandían por todo el lugar. Una mano maestra revolvía una sustancia en un caldero
mientras la otra hacía unas anotaciones en un pequeño pergamino que ya tenía
escrito un montón de garabatos.
-¡Perfecto! – Dijo el
dueño de la mano, victorioso – Ingrediente especial: Armotentia. Eso explica muchas cosas.
Una sonrisa se asomó
en aquel rostro bronceado, haciendo relucir aquella mirada verde esmeralda.
-Draco… nuestro
aniversario va a hacer inolvidable –
dejó salir sonriente Harry Potter.
*****
Los días siguientes transcurrieron
muy rápidamente, pero eso no dejaba de lado las cosas que acostumbraban hacer
Draco y Harry juntos. Por ejemplo, los miércoles Scorpius y Albus desayunaban en
la habitación de alguno de ellos dos. Los jueves, James y Teddy solían ir a cenar. Mientras que los demás días
ambos se rolaban en qué habitación dormir, ya que ninguno de los dos quería
abandonar sus respetivas habitaciones.
De vez en cuando sus
amigos los visitaban —con ciertas condiciones de parte de la directora, después
de la ‘Pequeña Guerra’ que hubo en el
Gran Comedor les habían impuesto algunas reglas qué cumplir— Tal como ese día.
-Estoy… muerto – dejó salir Draco, tirándose en
la cama, cuando despidieron a sus amigos.
-Qué lástima – le
respondió Harry, fingiendo tristeza – porque oficialmente, ya comenzó nuestro aniversario
– le dijo pícaramente mientras le mostraba su reloj de mano.
-¡¿Qué?!
-Y… no sé tú, pero yo
tengo preparado qué vamos hacer hasta el último segundo – le dijo Harry
acostándose a su lado.
-Lo siento, Potter – contraatacó Draco – porque yo
también tengo planeado todo…. – la lucha de miradas fulminantes dio a lugar de
manera silenciosa entre ambos - ¿medio día y medio día? – propuso, minutos
después.
-Perfecto – coincidió
Harry – ¿inicias tú?
Draco ni siquiera le
contestó cuando se le puso encima a besarlo apasionadamente, su lengua recorrió
toda aquella cavidad húmeda y excitante mientras las manos de su pareja se
encargaban de acariciar su espalda. El rubio bajó sus besos al cuello y
nuevamente subió a la boca.
-Espera… - dijo Draco
de pronto, separándose de su león, haciendo que éste protestara de inconformidad.
El Slytherin bajó de
la cama haciendo caso omiso de la inconformidad de su león y salió del cuarto, dejando a un Harry
desconcertado, pero esperó anhelantemente sentando en la cama, con una media
erección, lo cual lo hizo sonrojar, era increíble lo que Draco le provocaba con
unos simples besos.
Escuchó el golpe de
la puerta que se abrió de manera violenta llamando su atención, parpadeó
nervioso pues no vio a nadie entrar, después soltó una sonrisa cómplice y
juguetona al ver asomar la pierna de Draco sensualmente a través del marco.
-Dígame, señor
Potter – decía una voz sexy del otro lado del marco, escondiendo nuevamente
su pierna – ¿le gustaría ver más? – preguntó coquetamente.
-¡Merlín! ¡Por
supuesto! – contestó rápidamente Harry. Esta vez el rubio asomó su cara
guiñándole un ojo y mandándole un beso – Que chico tan sexy – opinó - ¡Ey! – Se
quejó cuando Draco se volvió a esconder por el marco de la puerta – acaso ese
chico sexy… ¿es tímido? – preguntó, ronroneando y gateando hasta quedar a la
orilla de la cama.
-¡Eso quisieras! – protestó
Draco saliendo completamente. Harry lo observó de pies a cabeza, su sexy rubio
estaba vestido solo con un bóxer y una camiseta – dime… ¿aún te parezco tímido?
-No lo sé… ¿qué tanto
me puedes mostrar de ese cuerpo? – retó Harry sentándose en la orilla de la
cama.
-Todo lo que tú me
pidas… – le respondió Draco después de darle un beso y medio explorar su boca,
haciendo que el ojiverde jadeara quedito.
-¡Vamos no me
tortures! – suplicó Harry. Haciendo que Draco sonriera malévolamente.
-Bien…
Draco se puso de
espaldas y comenzó a bailarle suavemente al ritmo de una canción sensual,
comenzó a acariciarse con sus manos su
torso y luego sus piernas, mientras veía de soslayo cómo Harry quedaba embelesado
por sus movimientos. Dio una vuelta rápidamente para quedar frente al ojiverde
y se le acercó peligrosamente sensual. Harry solo se limitó a tragar saliva.
¡Demonios! Su Draco era extremadamente sensual cuando se lo proponía, el
ojiverde estaba realmente excitado y eso que solo el rubio le había dado tres
besos, pero ese baile era realmente lo más erótico que había visto en su vida.
El rubio cortó la
distancia de ambos y se sentó ahorcadas sobre el moreno, al cual comenzó a
besar.
-¿Te gustó mi baile?
– le preguntó en el oído al mismo tiempo que hacía un movimiento con su cadera
para que su miembro semidespierto rozara al de su pareja (el cual estaba a todo
lo que daba), sin embargo Harry no contestó, solo jadeó – Me parece que fue un
sí – respondió Draco lamiéndole el cuello.
-Draco… - murmuró
Harry mordiéndose los labios.
El rubio solo sonrió
quedito, empujó a Harry hasta que quedara acostado completamente en la cama,
donde nuevamente lo volvió a besar, luego bajó sus besos hasta el cuello, al
pecho… nuevamente al cuello; mientras que Harry hacía el enorme esfuerzo de no
perderse en esas sensaciones, quería quitar esa camiseta que le estorbaba para
poder admirar el escultural cuerpo de su esposo pero los movimientos que hacía
Draco sobre él, con su cadera sobre su miembro y su legua sobre su cuello, le
hacían perder la poco cordura que tenía.
-Ahhhh Drahhh… cooo –
jadeaba el ojiverde totalmente perdido en sus sensaciones, olvidándose ya de
las ropas, y haciendo subir su cadera
para que Draco entrara en él.
-No seas impaciente… Potter – le ronroneó el de ojos grises
haciendo que Harry mordisqueara su cuello en son de protesta.
Definitivamente Harry
sabía que Draco se estaba, de alguna manera, vengando por sus innumerables
escapadas de los días anteriores, pero ya se vengaría él en su momento. Oh, sí.
El rubio, con un
movimiento de varita, hizo desaparecer la ropa de ambos al ver que Harry se
había dado por vencido en esa tarea.
-¿Mucho mejor, chico
de ojos verde esmeraldas? – le volvió
a ronronear, haciendo que el aludido se apoderara de su boca.
-Emh… ahhhh – Ni
siquiera le dio tiempo de responder cuando Draco entró en él sin previo aviso -
¡Merlín, Draco!
El ex Slytherin comenzó
con un movimiento suave dentro de su león, lo cual le encantaba, le fascinaba y
por supuesto lo extrañaba, ya que no habían estado en la intimidad desde que a
Harry se le había dado lo de las supuestas ‘investigaciones’.
-¡Ahhhh… Harry! – se
le unió Draco a los gemidos.
El ojiverde se
apoderó nuevamente de la boca de su sexy rubio, mientras que éste se encargaba
de moverse dentro de él cada vez más rápido haciendo que sus movimientos de
cadera adelante-atrás friccionaran la erección del moreno. Ambos chicos,
jadeaban, besaban, mordisqueaban y se movían de un lado a otro haciendo que mil
sensaciones se juntaran haciéndolos llegar al orgasmo, al mismo tiempo, Draco
dentro de Harry y éste, entre sus estómagos.
-¡Te amo! – dijo
Harry, besando nuevamente a su rubio.
-Lo sé – dejó salir
Draco parafraseando una película muggle que habían visto un tiempo atrás*. El
ojiverde enarcó una ceja – ¡yo también te amo! – le dijo sonriente Draco,
atrapando nuevamente los labios de su novio.
*****
Como la primera parte
del día fue el turno de Draco, éste llevó a su
Harry a Hogsmeade, recorrieron todo el pueblito, fueron a Zonko donde
compraron un par de cositas que utilizarían para hacer ‘ciertas intimidades’,
se entretuvieron otro rato en ‘Las Tres Escobas’ donde desayunaron y
conversaron un buen rato, fue una gran suerte que su aniversario fuera en un día
de descanso, (aunque igualmente, se hubieran tomado el día). Y por último
fueron a la casa de los gritos donde una vez más hicieron el amor, finalizando
a sí el turno de Draco.
-Y ahora es mi turno
– dijo impacientemente el ojiverde, después de un rato – vamos.
Ambos chicos
regresaron al castillo, Harry condujo a Draco hasta el séptimo piso donde
pasaron por una pared tres veces hasta que se visualizó una puerta antes ellos,
Harry entró primero pidiéndole a Draco que lo esperara un momento, después de
unos segundos le dijo que entrara.
-¿En serio? – Dejó
salir el rubio, un poco decepcionado, al ver que la gran habitación había tomado
la forma del aula de Pociones - ¿Sabes, Harry? Creo que se te pudieron haber
venido a la mente lugares más románticos – se quejó un poco.
-Vamos Draco, es mi
turno, no te quejes – le dijo Harry tranquilamente – además… ¿ya te fijaste que
aula es?
-¡Claro que sé cuál
es! – Exclamó Draco – todos los días doy clases en esta aula ¿lo recuerdas? –
el ojiverde solo sonrió.
-Observa bien – le
recomendó Harry, mientras lo tomaba de la mano y lo colocaba en una de las
mesas y él se colocaba a dos asientos delante de él.
-¿Este… es?
-Sí – le respondió
Harry adivinando sus pensamientos – tú acostumbrabas a sentarte ahí, a un lado
de tus gorilas-guardaespaldas, Crabbe y Goyle.
-Y tú ahí – le
contestó Draco, señalándolo – con la sabelotodo de tu amiga Granger y el
pelirrojo Weasley.
-Recuerdas ese día,
cuando… - le preguntaba el ojiverde acercándose a él.
-¿Invadiste mi espacio
personal? Claro que lo recuerdo, Harry – completó el ex Slytherin cuando Harry
ya estaba frente a él.
-Ese día… te tenía
buscando ya un rato, aunque claro, no sabía que eras… tú – comenzó a relatar el
ex Gryffindor, acercándose más a Draco.
-Ya me… - de pronto,
a Draco le invadió una sensación de placer, era algo difícil de explicar… era
como si de pronto el aire que respiraba tuviera una fragancia relajadora – ya…
me sé… esa hi-historia – ya ni siquiera estaba consciente de lo que decía, pero
de lo que sí estaba seguro era que un aroma dulzón y varonil lo envolvía de
pies a cabeza…
-¿Draco? – preguntó cuándo
vio a su rubio acercarse a él y aspirar su cuello.
-Potter… ¿Qué
demonios estas usando? – preguntó de repente Draco al salir de su espasmo.
-Es solo perfume… -
dejó salir el ojiverde pero con un cierto brillo en sus ojos. Al fin su Draco
se había percatado.
-¿Desde cuándo usas
perfume? – dejó salir receloso el rubio – Además… jamás había olido algo
parecido – confesó el rubio aspirando nuevamente sobre el cuello de su pareja.
-Claro que no… es uno
nuevo, recién salido de la fábrica Potter
– dijo pícaramente el ojiverde mientras acariciaba el rubio cabello del ex
Slytherin – lo hice especialmente para nuestro aniversario – le susurró de
manera sexy en su oreja mientras que la habitación se transformaba en una
habitación muy acogedora – quiero que nuestro aniversario sea inolvidable…
-¿En-en serio? – Preguntó
embobado Draco al verse nuevamente envuelto en aquel exquisito aroma, mientras
le besaba el cuello y exhalaba más de esa exquisita esencia – y, ¿cómo lo llamas?
-Oh, pues
sencillamente… ‘Perfume Gryffindor’.
FIN
N/A:
*La película es la de
Star War episodio V, donde la princesa Leia— o algo así— le dice a Han Solo que
lo ama, antes de que a éste lo congelen n.n
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kiaaaaaa por dios me encanto!! xDDDD
ResponderEliminarMe alegra!
EliminarGracias por leer :)
Hasta la próxima
Besos
PISLIB n_n