Capitulo 9: La realidad
Harry corría sin parar, solo tenía un pensamiento en mente “Draco”, en tiempo record llegó hasta la torre de astronomía, se detuvo solo unos instante para recuperar el aliento y más calmado (aunque no mucho) recorrió el lugar con la mirada buscando su objetivo… pero no vio nada… ¿su profesor lo habría engañado?... ¿lo habría mandado a ese lugar mientras que él se encargaba de Draco en otra parte? Harry se sintió presa del pánico nuevamente, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando extraños ruidos llegaron a sus oídos, sigilosamente se acercó al lugar de donde se producían, era el armario… probablemente una rata o tal vez…
-¡DRACO!- gritó Harry al ver al Slytherin atado de manos, pies y boca, y así a simple vista sin ningún rasguño… suspiró aliviado… lo desató y una vez libre su boca…
-¿Estás bien?- le preguntó el rubio al ojiverde
-Sí… y tú?
-Estoy bien Harry…- le contestó el Slytherin saliendo del armario- Snape no me hizo nada, cuando desperté ya estaba atado y encerrado en este lugar, creí que aquí me quedaría… por cierto ¿cómo me encontraste?- Harry desvió la mirada y cerró los ojos y se le vino a la mente su profesor Snape… ¿por qué cumplió con su parte del trato… si él nunca hizo lo que él quería? Y sobre todo ¿Por qué le mintió con respecto a Draco? ¿Qué no le había dicho que fue una venganza para Lucius y por eso le había hecho daño?-… ¿Harry?
-Draco… necesito aclarar mis ideas…- le dijo Harry un poco confundido- estos dos últimos días han sido una locura y yo…- no pudo seguir sabía que si continuaba heriría al rubio… pero tenía que decirlas o sería peor…
-Está bien…-le confortó Draco bajando la mirada también, pues pudo interpretar sus pensamientos- tómate todo el tiempo que ocupes Harry… yo te estaré esperando…- y sin más el rubio salió a grandes zancadas del lugar…
Sí… era mejor así, después de todo Draco sabía que Harry no iba a responderle como él quería… pues el Gryffindor había estado enamorado durante cinco años de su profesor Snape, para que de un momento a otro lo dejara de hacer… solo era cuestión de tiempo para que el ojiverde asimilara todo lo ocurrido de los dos últimos días…
Draco corrió sin parar hasta llegar a su sala común, la atravesó a pasos gigantescos hasta llegar a su cuarto, se dejó caer en su cama, no sin antes lanzar un fermaportus a la puerta y descargó toda su desilusión de golpe en un llanto sin control.
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Por otro lado por fin Snape pudo cesar su llanto, no comprendía el por qué de su actitud, el por qué llegó hasta esa situación y todo por un estúpido mocoso… que en los últimos años solo había estado jugado el rol de su zorra particular…
-Maldita la hora en que te escogí… Potter…- murmuró
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Harry caminó hasta su sala común lo más lento que le fue posible, se sentía terriblemente mal por Draco… después de todo él le ayudó a salir del hoyo en el que estaba y sin quererlo se había estado enamorando de él, sin embargo no podía corresponderle al cien… no mientras que estuviera Snape en el camino, porque después de todo su profesor lo quería… a su manera… pero lo quería… porque de qué otra manera se explicaba el hecho de que no le hubiera exigido la parte del trato? ¿Por qué no lo hizo suyo nuevamente… si él estaba dispuesto a dejarse ser? Pero la pregunta más importante en esos momentos era… ¿Qué haría ahora? Perdonar a Snape o darle la oportunidad a Draco…
El Gryffindor sentía que su cabeza le estallaría de un momento a otro… ¿por qué el amor tenía que ser tan complicado? Casi hubiera preferido que Draco no lo hubiera sacado del error… no, mejor hubiera preferido no haber sacado una “T” en ese estúpido examen y así se hubiera evitado tanto lío (sí… pero entonces no habría historia Harry ¬¬).
Unas sonrisas lo sacaron de sus pensamientos y fue cuando se dio cuenta que tenía a sus amigos frente a él, que se habían puesto colorados (en especial Ron) pero que aun así no se soltaron de las manos.
-Harry ¿estás bien?- No evitó preguntar Hermione al ver a su amigo todo achicopalado
-Sí…-dijo en un murmullo el ojiverde
-Estábamos preocupados por ti, colega… antenoche no llegaste a dormir y ayer no te vimos en todo el día… y hoy…- Ron no terminó la frase porque Hermione le dio un codazo en las costillas
-Estoy bien… solo necesito… lo siento- dijo Harry y se encaminó en sentido contrario a ellos
-Creo que Harry… ya se dio cuenta de la realidad…- fue lo único que dio por comentario la leona
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Snape comenzó a recapitular lo ocurrido… en sus tiempos de clases en Hogwarts él estaba perdidamente enamorado de su compañero de clases Lucius Malfoy… el cual prefirió a una chica antes que a él: Narcisa Black… él fue su primer amor y para colmo no correspondido, sufrió mucho con esta decepción y se juró no volver a enamorarse porque lo único que conseguiría era sufrir y su sufrir de esos momentos lo canalizó a odio… sí odio a esa persona que lo único que hizo fue destrozar a su joven e inexperto corazón.
Desde ese entonces solo tenía aventuras pasajeras, una que otra que duraron máximo tres días, pero de ahí en fuera ninguna… a excepción de Potter… este Gryffindor fue el primero de todos sus alumnos que llamó su atención y cuando tuvo la oportunidad consiguió hacerlo suyo y desde ese entonces no lo dejó ir…
Claro, nunca pensó que después de todo este tiempo este ojiverde fuera a bajarle sus defensas poco a poco y recordarle aquel sentimiento que decidió enterrar hace mucho tiempo: amor. Y que para colmo ahora el que se interponía en su relación era el hijo de su primer amor imposible: Draco Malfoy, recordándole aquel sentimiento que también había olvidado: celos.
Sí Draco Malfoy, ese chico que era la misma imagen (con algunas excepciones claro está) de Lucius, por ese motivo no le pudo hacer nada… porque después de tanto tiempo no podía olvidar a Lucius, claro que el amor que una vez le tuvo ya no era el mismo, pero aun tenia hacia él un sentimiento melancólico, además… estaba Potter… su Potter que estaba tan feliz con aquél chico… tan enamorado… que no pudo evitar desquitar ese enojo haciéndole creer que había dañado aquel Slytherin, pero de ante mano supo que desde el momento en que el ojiverde aceptó el trato, esa era una batalla perdida.
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Harry caminaba sin rumbo fijo hasta llegar al bosque prohibido, pero no se detuvo, caminó y caminó mientras pensaba y pensaba en todo lo ocurrido en los últimos dos días, se detuvo porque frente a él había un gran hoyo, a sus espaldas escuchó un ruido amenazador y giró sobre sus talones.
-¿Hola…?- preguntó precavido sacando al mismo tiempo su varita
Un nuevo ruido se escuchó a un lado de él y al querer voltearse resbaló hacía el hoyo soltando su varita por el repentino movimiento y en unos instantes la inconsciencia lo invadió.
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En la sala común de Gryffindor se encontraban Ron y Hermione, ésta última más preocupada que el primero…
-Harry no regresa Ron… ya es muy tarde… ¿deberíamos ir a buscarlo?
-No le sé Hermione tú eres la experta en estos casos…
-No ayudas mucho ¿sabías?
-Entonces vamos a buscarlo…
-¡No! Lo más probable es que necesite tiempo… vamos a darle un par de horas más
-Está bien… oye y si esta con Snape…
-¿Qué te hace pensar eso?
-Pues… escuché que hoy no asistió a ninguna de sus clases… y si Harry…
-Entonces…
-¿Qué?
-Nada… es una simple idea absurda- aunque por dentro Hermione no estaba muy segura de eso… los profesores no faltan así porque si a sus clases y menos Snape… debía de haber una razón muy poderosa para hacerlo y si esa razón sería ¿Harry?...
PISLIB n_n
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