martes, 19 de noviembre de 2013

Capitulo Veintiuno: Sin magia.

Los cinco elementos



Capitulo Veintiuno: 

Sin magia.




Las cosas no mejoraron los días siguientes. Terry y Ron fueron puestos al corriente con los sucesos recientes — a ambos les costaba creer que Scorpius ya era todo un adolescente—. Seguían buscando más información sobre el hechizo, si lograban averiguar el día exacto para realizarlo les sería más fácil contraatacar y terminar todo de una vez por todas.
-Lo mejor sería que Terry y Malfoy no intervinieran – opinó Harry.
-¿Por qué? – ambos gruñeron. El ojiverde se quedó sin palabras.
-No tienen magia – recordó Hermione – sus elementos fueron sellados, no pueden defenderse sin ella.
-Busquemos una manera de habilitarlos – sugirió Terry – no me quedaré aquí sin hacer nada.
Últimamente el humor del ex Ravenclaw solo había empeorado, el hecho de no contar con su magia lo hacía más irritable.
-¿Algunos de ustedes sabe algo de Luna? – preguntó Hermione. Los presentes negaron con la cabeza.
-Debe estar investigando por su propia cuenta – expresó Scorpius – yo hubiera hecho lo mismo si no me creyeran.
-Scorpius – advirtió Draco.
-Es la verdad – musitó el rubio menor.
Una hora más tarde, cada uno se retiró a su propia casa, quedándose en el departamento Neville, Harry y los Malfoys.

*****

Zabini condujo a Nott hasta la cabaña donde anteriormente había estado cautivo.
-¿Qué demonios estás haciendo? – Theodore interrogó hacia Blaise en cuanto estuvieron dentro – ¡Estamos hablando de Voldemort! De la vida de Scorpius, de la de todos nosotros, ¿Cómo puedes…?
-¡Basta! – Acortó el moreno, fulminándolo con la mirada. Lo empujó al momento de soltarlo  – No tienes idea de lo que he pasado.
-Solo sé que te gusta observar cómo torturan a la gente que confía en ti – siseó Theo, Blaise dio un paso hacia con él apuntándole con la varita – Hazlo – le retó.
El moreno lo escudriñó con la mirada, se sentía frustrado, solo quería que todo ese asunto terminara de una vez por todas. En esos momentos le importaba muy poco de qué lado estar, lo único que invadía su mente era Kimi.
Blaise se tranquilizó, lentamente bajó su varita.
-Es mejor que hagas lo que el señor oscuro te pida – recomendó.
-En su momento no lo hice y no lo haré ahora – acortó el castaño.
-Nott – gruñó Blaise – Si en verdad valoras tu vida…
-Prefiero morir antes de traicionarme a mí mismo.
-Siempre envidié tu determinación – confesó el moreno – Ojalá estuviera en otras circunstancias.
Theodore frunció ligeramente el ceño, ¿Qué estaba tratando de decirle? La puerta de la cabaña rechinó en cuanto se abrió. Dos figuras entraron, la primera, que era más grande que la segunda, sonrió.
-Espero que te hayan dado un buen recibimiento, Nott – la voz de Voldemort retumbó en la cabaña – Hoy será una noche muy especial…
››¿Sabes? En unas horas más… llevaremos a cabo el evento más importante de la historia… – Voldemort caminó lentamente en el interior de la cabaña – El Hechizo de Los Cinco Elementos.
Theodore nunca dejó de estar en alerta, seguía con la mirada al ser con ojos en forma de rendijas, sabía que su captura no había sido una simple coincidencia, solo esperaba que no lograran capturar a Scorpius.
-La vez anterior tuvimos algunos contratiempos, pero esta vez… hemos tomados las medidas necesarias para no tenerlos – El señor Oscuro sonrió ampliamente – Y cuando me refiero a no tener contratiempos me refiero a que nadie impedirá que hoy se lleve a cabo el hechizo – se acercó peligrosamente hasta el muchacho.
-Claramente, hay una falla en ese plan – Theo confesó, sonriendo de lado.
-No lo creo… ¡Crucio!
Nott cayó al suelo siendo presa de la maldición imperdonable. Blaise apartó la mirada. Voldemort simplemente sonreía.

*****

Se echó agua en la cara y se observó a través del espejo, diminutas gotas de agua resbalan por su rostro.
-Malfoy…
El rubio se giró hasta quedar frente a Harry, era la primera vez, en dos días, que se veían fijamente después del beso.
-Aléjate de mí, Potter – salpicó, fulminándolo con la mirada.
-Discúlpame por lo de la otra noche.
-¿Eso es todo? – la voz del rubio era cortante.
Harry frunció el ceño.
-Estoy tratando de hacer las paces contigo, Malfoy.
-Y yo terminando esta conversación.
-¿Qué demonios te pasa? – le preguntó con exasperación.
-¡No soy GAY! – le gritó. Harry parpadeó un par de veces – Agradezco que ayudes a mi hijo y que nos protejas, Potter. No soy igual a ti, amo a mi esposa, sé que ella ya no está pero eso no significa que ya no lo haga.
Draco salió del baño, dejando a un Harry desconcertado y, muy en fondo, dolido.

*****

Scorpius estaba aburrido, se encontraba boca abajo tumbado en su cama.
[¿Quieres la revancha?] – preguntó el despertador.
-No, ya me enfadé de ese juego – respondió Scorpius – ¿Por qué mejor no…? ¡Wow! – Se incorporó rápidamente al ver a su padre entrar y azotar la puerta – ¿Qué pasó?
-Nada – gruñó el recién llegado, caminando de un lado a otro.
-Para ser alguien que le pasa “nada” destilas mucha vibra negativa – Scorpius lo siguió con la mirada – Qué extraño…
-¿Qué cosa? – Draco detuvo su caminata.
-Tu aura.
-¿Qué tiene mi aura? – el rubio mayor se observó a sí mismo olvidando que no contaba con su elemento.
-Ha cambiado, no es del mismo color.
-¿Cómo dices? – frunció el ceño.
-Antes era de un azul marino… y ahora es de color verde esmeralda.
-¡Eso es absurdo! Mi aura no ha cambiado de color desde hace años.
-No estoy mintiendo – Scorpius se cruzó de brazos.
Draco gruñó, se dejó caer en su cama, sosteniendo su rostro con las manos.
-¿Qué pasa, papá? – el menor se sentó a su lado.
-No tengo idea – confesó. Se sentía tan confundido…
-No te preocupes, todo se va a arreglar – el menor lo abrazó por los hombros – No dejaremos que ese mago desquiciado se salga con la suya.

*****

Neville se encontraba en el estudio, repasaba algunos libros que había conseguido y que prometían información sobre el Hechizo de Los cinco Elementos. Tenía la sensación que algo se les estaba escapando pero no sabía el qué. Pasó varias páginas hasta toparse con una imagen que le llamó la atención, parecía una especie de mapa…
En la parte superior había pequeñas curvas en formas de montañas y la parte inferior muchos árboles. En el centro había una especie de brújula y en cada uno de los puntos cardinales había un dibujo distinto, en el norte  una nube, en el este una especie de arroyo, en el sur una montaña con muchos árboles y el oeste una llamarada de fuego. Y en el centro de los puntos cardinales una figura uniforme con dos personas dentro.
Neville frunció el ceño, había algo extraño en ese dibujo, algo faltaba, pero qué…
Agrandó los ojos. Ansioso, buscó un calendario y localizó la fecha de ese día.
-No puede ser… ¡Harry! – corrió en busca del muchacho.

*****

-¿Seguro que está todo bien? – insistió Terry. Harry asintió en silencio – Podemos dejar esto para otro día.
-No – el ojiverde frunció el ceño, no iba a permitir que Draco le arruinara la tarde. Comenzó a besar a su novio.
Potter estaba molesto, las palabras de Draco resonaban en su mente: “No soy GAY”. ¡Por Merlín! Un beso, eso fue todo lo que había pasado entre ambos, un maldito beso. Uno no tiene que ser gay para andar besando a la gente. Un beso era un beso, como un abrazo era un abrazo. ¡Por Merlín! ¡Maldito, Malfoy! Harry acarició la espalda de Terry mientras intensificaba el beso. Despojó al muchacho de su túnica y camisa, dejándolo con el torso desnudo. Besó su cuello y hombros, haciéndolo jadear.
“Amo a mi esposa”. La voz del rubio se coló nuevamente a su mente. ¡Maldito, Malfoy! ¿Quién demonios se creía? Por las cosas que le dijo tal pareciera que lo estaba pervirtiendo. Además, si el rubio aseguraba no ser gay, ¿Por qué demonios no se opuso al beso? Se dejó tocar, permitió que lo besara, se deleitó en su sabor. ¡Al cuerno si no es gay! El beso le gustó…
-Pareces de mejor humor – jadeó Terry, sintiendo los labios de Harry en su descubierto pecho.
-Sí… – respondió, aún sumido en sus pensamientos.
-¿Se puede saber el por qué?
-A Draco le gustó el beso que le di y… – el ojiverde fue consciente de lo que dijo demasiado tarde – ¡Terry!
El muchacho se levantó rápidamente, quitándose al ojiverde de encima con un empujón.
-Déjame explicarte – suplicó.
-¿El cómo besaste a Malfoy? – Ironizó – No, gracias.
Terry comenzó a vestirse nuevamente.
-¡Harry! – Neville entró rápidamente, se paró en seco al ver a los muchachos semidesnudos – Lo siento… yo…
-No interrumpes nada, Longbottom – respondió Terry saliendo de la habitación.
Neville miró a Harry en son de circunstancias.
-No te preocupes, ¿Qué querías decirnos? – Interrogó, vistiéndose.
-Recién lo he descubierto – confesó el castaño – Debemos irnos ahora, el hechizo debe realizarse a la media noche. Hoy.
-¿Qué? – Harry se quedó paralizado.
-De acuerdo al mapa que vi en el libro, el hechizo se debe llevar a cabo en una noche sin luna – explicó.
-Es decir cuando hay luna nueva, eso tiene sentido – dejó salir Terry, entrando a la habitación y señalando la página del libro que minutos atrás Neville había estado leyendo – Hay luna nueva cada mes, pero cada vez que se cierra tres veces el ciclo, la luna se renueva y hace más larga la noche.
-¿Y eso es hoy? – el ojiverde preguntó agrandando los ojos.
-No es solo eso, Harry – le respondió Neville – hoy hay un eclipse, lo que hace posible que el hechizo sea más poderoso.
-Eso… eso no lo vimos venir – musitó.
-Nadie lo vio venir. Fue todo improvisado. Todo se acomodó de una manera escalofriante – expresó Terry.
-Tenemos que avisar a los demás – opinó Neville.
-Y asegurar a Scorpius, en cualquier momento atacarán. Zabini sabe esta ubicación – Harry se encaminó hacia la habitación de los rubios.
-Hay un problema en eso – Terry lo detuvo – Ellos nos están.
-¿Qué? – el ojiverde frunció el ceño.
-Eso iba a decirles – se adelantó Neville – Malfoy y Scorpius no están en su habitación.
-¿A dónde demonios han ido? – Harry se preocupó.

*****

-¿Crees que mi mamá nos ve? – preguntó Scorpius.
-Por supuesto – aseguró Draco – Es la estrella que más brilla – apuntó hacia el cielo.
Ambos se encontraban en un pequeño claro ubicado en un lugar apartado de Hogsmeade. Era un lugar que muy contadas personas conocían, tiempo atrás Draco y Astoria con la ayuda de sus elementos lograron aislarlo del pueblo haciéndolo invisible a los ojos de los magos ordinarios.
Draco se acercó al enorme árbol que estaba cerca del agua, a un lado de éste había un pequeño cenotafio que tenía como inscripción el nombre de Astry. El rubio mayor lo había hecho en memoria de su difunta esposa, al no poder recuperar su cuerpo después del ataque de la mansión.
-La extraño mucho – confesó Scorpius, quien acariciaba el monumento.
-Tu mamá siempre estará contigo, hijo – Draco llevó su mano derecha hacia el pecho del menor – aquí.
-Ahora que soy más grande, comprendo muchas cosas. Ella dio su vida para salvarnos – Scorpius miró fijamente a su padre – No tienes que culparte por su muerte, papá.
Draco desvió su mirada hacia el cenotafio.
-Debí protegerla, no al revés.
-Mamá pensaba lo mismo, por eso hizo lo que hizo.
Ambos se miraron fijamente.
-Saldremos de esta, Scorpius. Te lo prometo.
-Lo sé.
Se abrazaron.

*****

-Deja de resistirte – le aconsejó Blaise. Theodore jadeó.
Voldemort había abandonado la cabaña minutos atrás.
-¿Por qué, Blaise?, ¿Por qué haces esto? – el muchacho se recostó en la pared cercana.
El moreno vio fijamente al ojiazul.
-Tienen a Kimi.
-¿Kimi? Pero Pansy y ella…
-Lo sé, te sacaron de aquí.
-¿Es posible que… las capturaran dos veces? – Theodore analizó su propia teoría.
-No… – musitó el moreno – ¡Maldición! Solo había una forma para que ellas fueran capturadas dos veces.
-Una debía de estar de parte de los mortífagos y definitivamente esa no podría ser Kimi. No fuiste el único al que traicionaron – reveló Theodore.
Ambos se sumieron en un silencio aterrador.
-¿Ella lo sabe? – El castaño rompió el silencio – ¿Pansy sabe tu secreto?
-No.
Blaise miró fijamente a su amigo.
-Draco y tú son los únicos que saben que Kimi en realidad es hija mía… y de Ronald Weasley.
Blaise salió de la cabaña.



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N/A
:3
Hasta aquí el capitulo y con ello un secreto revelado!
¿Se lo esperaban? ¡Kimi es hija de Blaise y Ron!
Y nuestro Draco se ha asustado con el besito que le dio Harry D:
Muchas gracias por leer y por sus lindos comentarios, me alegran el día y la noche *-*
Nos leemos en el próximo capítulo que ya he subido :3
Nos estamos leyendo –si me leen por ahí, claro– “No me olvides…”, “Tu historia fue conmigo” y “El efecto de la Luna de queso”.
Besos
PISLIB n_n

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