Capítulo 7. El señor Harris

Entre gorros y bufandas

Capítulo 7. El señor Harris

Louis garabateaba en la esquina de su cuaderno, estaba demasiado aburrido, pero eso se ganaba por haber llegado con veinte minutos de anticipación a la clase. Resopló, alzando levemente el cabello que caía de manera rebelde sobre su frente.

Una ligera brisa cálida inundó su cuerpo, más específicamente en su pecho. Era como si algo muy bueno estuviera por pasar. Como un buen presentimiento.

-Hola, Harry – escuchó saludar a lo lejos a Luke. No escuchó respuesta del aludido. Estaba más preocupado por el sentimiento que lo invadía cada vez más… ¿Qué demonios le ocurría? ¿Por qué de pronto tenía ganas de sonreír y ponerse a llorar al mismo tiempo? ¿Eso era posible siquiera?

-Buenos días, alumnos – y así como llegó el sentimiento, así mismo se esfumó. El señor Harris, parecía estar de buen humor, demasiado al parecer de Louis – Hoy tendremos una clase muy interesante. Espero que hayan repasado los capítulos que les mencioné la clase anterior. Tal vez para algunos de ustedes, esta clase no es de gran importancia, y por eso decidieron no asistir el primer día. Espero que esos alumnos, muestren más interés en el futuro si quieren llegar aprobar este curso – el mayor sonrió de lado, observando a alguien en particular.

Louis frunció el ceño, siguió con su mirada a la del profesor, porque al parecer “algunos alumnos” se refería solo a “uno”. El castaño casi grita del susto al reconocer al muchacho que el profesor miraba con tanta saña. Esta vez traía una ¿bufanda? - ¿O cómo se llamaban esas cosas? – negra en lugar de un gorro rojo, pero estaba seguro que era el mismo muchacho al que le había estampado su desayuno encima.

-En fin… comencemos con la clase – el mayor recorrió con la mirada a sus alumnos antes de darse vuelta hacia el pizarrón y comenzar a escribir el tema del día - ¿Quién es tan amable de recordarnos los temas que hablamos en la primer clase? – Ni siquiera dio oportunidad de que alguien respondiera - ¿Qué tal tú, Edward Styles? – se giró para verlo directamente.

Harry, quien estaba escribiendo el tema en su cuaderno, se quedó paralizado. Boqueó un par de veces, al final negó con la cabeza.

-¿Acaso en las vacaciones sufriste de algún tipo de trastorno mental y por eso no respondes, Styles?

Hubo un par de sonrisas burlonas. Y esta vez, Louis cayó en cuenta de algo. Definitivamente el señor Harris tenía algo en contra de Styles.

-Señor, Harry no vino el primer día – Luke alzó la voz – puedo decirle los temas que se hablaron la primer clase.

Después de largos segundos, el mayor despegó la mirada de Harry.

-De acuerdo, ilumínenos señor Hemmings.

Lo que ocurrió después, Louis no prestó atención, al menos con respecto a la clase. Se enfocó en Edward, ¿Harry? Styles. Un momento. ¡Edward! Eso significaba que era su compañero de trabajo. Perfecto, al fin tenía su oportunidad de disculparse por lo de su desayuno. Sonrió de lado, mirando de reojo al muchacho, quien estaba encogido sobre su asiento, escribiendo muy rápidamente sobre su cuaderno.

La clase pasó rápidamente. El señor Harris no pareció ensañarse más con el pobre de Harry y Louis agradeció eso. Aún no sabía por qué pero temía que si el profesor volvía a poner al muchacho en aprietos él saldría en su defensa.

-Nos vemos mañana, repasen los dos próximos capítulos. Y recuerden el trabajo que les dejé el día de ayer, ese que es en equipo – el mayor comenzó a recoger sus cosas.

Harry guardó sus cosas rápidamente, prefería que el mal momento que iba a pasar fuera rápido y con testigos, ¿o mejor sin ellos? Sacudió la cabeza y con demasiada fuerza de voluntad se acercó al profesor, con libros en mano. Louis lo observaba desde lejos, estaba buscando el momento para avisarle que él era su compañero de trabajo y de una vez por todas disculparse.

-Emh… ¿profesor? – llamó, tímidamente.

-¿Qué quieres? –espetó de mala gana. Harry parpadeó confundido. Louis frunció el ceño, mirando a su alrededor para ver si alguien había detectado el cambio rotundo del profesor. Nadie lo había hecho, los alumnos salían, sumergidos en sus propios asuntos.

-Yo… yo…

-Tengo prisa – soltó. Irguiéndose cuan alto era. Harry retrocedió un par de pasos, asustado - ¿y bien? – presionó.

-Mi… ¿Quién…? – Harry no podía formular la pregunta, la presencia del profesor le aturdía en demasía, aturdir no era la palabra. Le aterraba. Le aterraba excesivamente – mi compa…ñer… o – el profesor dio un paso hacia él y a Harry le flaquearon los brazos, se le cayeron los libros.

-Qué patético, Styles – le susurró - ¿Sabes? Me importa un pepino decirte quién es tu compañero de trabajo. Arréglatelas tú solo – sonrió de lado, dándose la vuelta y saliendo del aula.

Harry se sintió miserable. Hubo un tiempo en el que él no le tenía miedo al señor Harris. En el que él era bueno en esa clase, Zayn tenía razón, de todos los alumnos él era el que menos probabilidades tenía de reprobar. Y sin embargo; ahí estaba. Cursando nuevamente Historia. Y todo por el pequeño incidente del año anterior.

El ojiverde suspiró, ya encontraría la forma de buscar a su compañero de trabajo, porque todo indicaba que si tenía uno. Recogió su último libro y en cuanto se levantó se dio de lleno con un par de ojos azules.

Sus libros cayeron nuevamente al suelo.

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