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viernes, 19 de julio de 2019

Capítulo 15. Ansiedad

Entre gorros y bufandas



Capítulo 15. Ansiedad


Louis no durmió muy bien que digamos, en sus sueños la imagen de Ashton y su gorro fucsia acaparaban la mayor parte del tiempo.
-Pareces zombi, Louis – Stan se carcajeó al percatarse del aspecto de su mejor amigo.
El aludido lo fulminó con la mirada.
-Los zombis también desayunan, es mejor que te des prisa.
-Bien…
Llegaron a la cafetería y todo pintaba de maravilla hasta el momento que Harry apareció en su campo visual. Dejó salir un gran suspiro, se sentía decepcionado. En verdad tenía esperanzas que el rizado fuera su amor prohibido y no…
-¡Ashton!
-¿Qué…? ¿Louis qué demonios…? – Stan se vio arrastrado hasta fuera de la cafetería - ¡No he pedido el desayuno!
-Hoy estarás a dieta.
-¿Qué? ¡No!
-Me lo agradecerás – Louis le sonrió y soltó el brazo, cuando se vio a salvo.
-¿Por qué demonios hemos huido de la cafetería?
-¿Huido? No, claro que no. ¿Qué estás diciendo, Stan? – el ojiazul se hizo el desentendido.
-¿Qué ocurre contigo, Tomlinson? – Stan se cruzó de brazos.
-Nada.
-¿Qué hacemos en la biblioteca en lugar de la cafetería? ¡Tengo hambre!
-Come esto – le alcanzó la manzana que tenía reservada para Harry.
-Ni que fuera ardilla – pero aun así no despreció la fruta – esto no me llenará, regresaré a la cafetería.
-Yo… estudiaré – soltó una sonrisita de circunstancias. Stan rodó los ojos, dándose la vuelta.
Louis se recargó de la pared. Cubrió su rostro con ambas manos, avergonzándose de su reciente actitud, jamás pensó que al ver a Ashton tan cerca de él lo hiciera sentir de esa manera.
-¿Louis, qué haces acostado en el piso?
-¡No estoy durmiendo! – se apresuró a decir.
-Eso es evidente – Luke soltó una sonrisa.
-Llegas tarde – una tercera voz los hizo sobresaltar.
-Nada de reclamos, Mike – gruñó el rubio.
-¿Qué me harás Lucas? – sonrió de lado.
-Acusarte con Ashton.
Michael murmuró un par de palabras que apenas se entendieron.
-Te veo allá dentro – gruñó, entrando.
-Eso siempre funciona – dejó salir satisfecho, Louis lo miró sin entender – menciónale a Ashton y enseguida se calma – le dio un par de palmadas en el hombro a modo de despedida.
Louis decidió no pensar mucho en lo que acaba de ser testigo y se dirigió hacia su primera clase, esperando evitar a Ashton y Harry por el momento.

[…]

-¿Dónde estuviste en todo el día? – Stan interrogó a Louis en cuanto lo vio llegar a su lado.
-En clases – respondió.                                                                                                                                              
-No sé por qué, pero no te creo.
-¿Qué? – Louis frunció el ceño.
-Te fui a buscar para venirnos al entrenamiento y Liam me dijo que no entraste a clases.
-¿Hablaste con Ashton?
-Yo no he dicho Ashton – frunció el ceño.
-Ajá…
Louis lo ignoró, recorriendo con su mirada todo el lugar. No vio a Harry ni a Ashton y lo cierta era que aún no sabía el por qué no dejaba de pensar en ambos.
-… y es por eso que debo combinar con Mina – dejó salir Niall – esta es la semana del verde.
-¿Semana del verde? – preguntó Louis hacia Stan, no fue su intensión escuchar la conversación del muchacho rubio con Zayn, pero la verdad era que quería saber en dónde estaba Harry, aun no llegaba a la práctica.
-Sí, es una muchacha extraña, ¿sabes? – El ojiazul alzó una ceja – tiene semanas de colores para vestirse. La semana pasada fue el fucsia, todo lo que viste debe ser ese color o algún accesorio. Lo sabes porque así también pinta sus uñas.
-¿Y tú cómo sabes eso? – Dejó salir con una sonrisa de lado - ¿acaso la acosas? Creí que eso hacia Niall.
Stan dejó escapar una carcajada.
-Louis… eres tan ocurrente. Yo no la espío, todo el colegio lo sabe – el muchacho comenzó a calentar, no tardaría en llegar el entrenador. Luis se relajó y en verdad que agradecía haber escuchado esa conversación. Ya sabía el motivo del porqué Mina andaba de fucsia y eso era un gran peso del cuál no tenía ya de qué preocuparse.
Sin embargo; comenzaba a preocuparse de otras cosas. No tardaría en llegar Ashton y no sabría cómo reaccionaría ante él. Ahora que estaba más que convencido que él era su “amor prohibido”.
-Oh-oh. Hay problemas – dejó salir Stan, señalando a Liam, quien llegaba al campo junto a Mina, ambos se veían preocupados.
-Vamos – urgió Louis.
El equipo se reunió frente a Liam y Mina.
-¡Chicos, la práctica se cancela! ¡Lo siento!
Louis y Stan intercambiaron miradas.
-Pero la semana que viene ya comienza el torneo – anunció Calum – no podemos dejar de practicar.
-Harry y Ashton tuvieron un accidente. Están en la enfermería.
-¡¿Qué?! – Zayn no esperó respuesta, salió corriendo hacia la enfermería, seguido por Niall.
-¿Qué ocurrió? – Stan preguntó.
-No estoy muy seguro. Cumplían un castigo con Harris.
Louis no esperó más explicación, también corrió hasta la enfermería, seguido de Stan.




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viernes, 12 de julio de 2019

Capítulo 14. Búsqueda

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Capítulo 14. Búsqueda


Louis se había obsesionado mucho con el tema de sus sueños, así que investigó más a fondo sobre el tema, incluso consultó a una vidente. Si, hasta ese extremo llegó. Después de una semana de ardua investigación llegó a la conclusión que sus “sueños” en realidad eran “recuerdos” de sus vidas pasadas. Era por eso que en ocasiones soñaba con que él era una mujer o un niño pequeño. Su alma reencarnaba en diferentes cuerpos y por alguna extraña razón el que sería su “amor” era alguien prohibido por diversos motivos. Ambos estaban casados cuando se conocían, uno era la princesa y el otro el plebeyo, sus familias eran rivales, y un largo etcétera.
Y, de acuerdo a la investigación y a uno de sus tantos sueños, en algún momento su amor ya no sería prohibido. Louis rogaba que fuera en esa vida aunque por el momento ya la llevaba de perder por el hecho que vivía en un mundo homofóbico. Porque sí, el ojiazul estaba seguro que su otra mitad era un chico, porque a él le interesaban los chicos.
Hablando de su “otra mitad”, éste tenía una característica en común con sus otras vidas pasadas. Fucsia. Ese color lo estaba acompañando en todo momento. Louis exprimió todos sus recursos para poder encontrarlo pero no obtuvo resultado. Y justo cuando estaba pensando que todo eso era una completa estupidez y que sus sueños eran simplemente eso: sueños, llegó una señal.
-¡Semana Cultural de Bellas Artes! – gritó, sonriendo, señalando el cartel que estaba justo frente a los casilleros.
-Louis, ¿Qué demonios te ocurre? – Stan alzó una ceja.
-Es la Semana Cultural de Bellas Artes – repitió, su amigo frunció el ceño.
-Ya lo sabemos – esta vez fue Liam quien rodó los ojos – Stan nos lo viene recordando cada hora desde la semana pasada.
Louis les lanzó una mirada sin comprender.
-Vamos a la cafetería, tengo hambre – Stan se quejó.
-Sí, vamos – Louis lo tomó del brazo y comenzó a arrastrarlo rápidamente.
Tomlinson estaba feliz y emocionado.  La Semana Cultural de Bellas Artes era la excusa perfecta para que el alumnado tuviera unas mini vacaciones. En toda esa semana se llevaban a cabo talleres relacionados con las Bellas Artes, incluso algunos alumnos de otros colegios iban de visita a hacer representaciones de las carreras que estuvieran estudiando. Pero para Louis era la oportunidad perfecta para poder encontrar al amor de su vida. Porque además de suspenderse las clases, los alumnos iban sin uniforme, podían vestirse como quisieran (siempre y cuando dentro de las normas). Louis estaba seguro que por ahí iba a estar alguien usando una bonita prenda color fucsia, esperaba internamente que fuera Styles.
En cuanto llegaron a la cafetería Louis recorrió con su mirada todo el lugar en busca del muchacho de ojos verde pero no lo encontró, frunció el ceño.
-¡Demonios, Louis! Si tenías demasiada hambre me hubieras dicho y te hubiera dado de mi manzana – Stan se quejó, sobándose el brazo.
-No está…
-¿Quién?
-Nadie – se apresuró a decir.
-Estás muy misterioso – Stan entrecerró los ojos – ¿acaso hay alguien que te esté interesando?
-Emh…
-Los dejo solos unos segundos y ya alguien se ha enamorado – Liam mira fijamente a Louis, quien se hace el desentendido.
-No sé de qué hablan… ¿podríamos ir al patio cívico? – preguntó con una sonrisa pintada en su rostro.
Sus amigos fruncieron el ceño. Louis estaba muy misterioso desde días atrás y no les quería decir nada.

[…]

-Pudiste al menos, dejar que terminara de comer mi sopa de tortilla – Stan musitó, aún con hambre.
-Si comes mucho engordarás.
-¡Yo seré feliz siendo gordo! – lloriqueó.
-Vamos, Stan, te hice un…
Louis no terminó de hablar, había chocado con alguien.
-Lo… lo siento yo…
Estaba aturdido.
Louis no despegaba la mirada de la muchacha que tenía bajo él. Tenía pequeñas pecas en sus mejillas, sus ojos tenían tonos verdosos pero sobre salía más el color miel… pero eso no llamó su atención como lo hizo el bonito listón fucsia que rodeaba su sedosa cabellera rojiza.
-¡Mina! ¿Estás bien? – ese no fue Louis quien habló sino Niall, quien llegó rápidamente a auxiliar a la muchacha.
-Gracias, Niall.
Louis estaba en una especie de trance o al menos eso aparentaba porque en su interior estaba teniendo una lucha.
Soy gay, soy gay.
Se repetía una y otra vez. El amor de su vida, su amor prohibido no podría ser una chica. No. No. No. Aunque segundos antes había tenido la prueba se negaba rotundamente a que Mina fuera su amor prohibido.
No, no, no.

[…]

-¡Louis, por dios! Estas peor que mi hermana cuando le viene la regla – Stan se volvió a quejar, el aludido lo fulminó con la mirada.
-Stan, tú no tienes hermanas – Liam se carcajeó.
-Ah, pero estas de acuerdo con que Louis está actuando peor que una chica con regla.
-Eso… no te lo discuto. Lo siento, Louis. ¿Se puede saber el motivo?
-Mejor vámonos al entrenamiento – el ojiazul no esperó respuesta, salió de la cafetería.
Y tenía motivos para estar enfadado. La Semana Cultural de Bellas Artes había finalizado y Louis no había encontrado a su amor prohibido. Se rehusaba a aceptar que Mina lo fuera, a pesar que se seguía topando con la muchacha más seguido y eso no era lo que lo frustraba sino que en cada uno de esos encuentros Mina traía algún accesorio de color fucsia.
En el entrenamiento no se pudo concentrar. Le fue fatal. El entrenador le llamó la atención en más de una ocasión y por si fuera poco, Harry no traía nada fucsia y Zayn no se le despegaba en ningún momento. Fue el primero en llegar a las duchas y el ultimo en irse. Solo. Stan y Liam decidieron dejarlo con su mal humor y Louis no pudo más que estar de acuerdo con la decisión que tomaron.
A muy altas horas de la noche, Louis se dirigía hacia su habitación.
-Demonios… - maldijo en un susurro. Ya era tarde, el toque de queda ya había pasado desde media hora atrás, solo le quedaba rogar para no encontrarse con el profesor de guardia porque se ganaría un castigo.
Subió las escaleras rápidamente y en cuestión de minutos ya estaba a un piso de donde se encontraba su habitación. Escuchó ruidos provenientes del piso inferior y corrió para poder llegar a su destino; sin embargo, al doblar en una esquina chocó con alguien.
-Lo siento yo… - se disculpó rápidamente al verse sobre la espalda de un chico.
Louis sentía que se le salía el corazón.
El muchacho de abajó sonrió, dándose la vuelta, aún acostado en el suelo y con Louis sobre él.
El ojiazul se sonrojó levemente al escuchar esa sonrisa tan conocida por él.
-Yo… - no le salían las palabras, estaba demasiado espantado por la situación en la que se encontraba.
El muchacho, quien aún estaba bajo él, le sonreía mientras se le formaban unos hermosos hoyuelos en sus mejillas, su mirada, que en esos momentos sobre salía más el tono verde por la ropa que estaba usando, era brillante y sus rizos… oh, cielos, sus rizos estaban cubiertos por un hermoso gorro fucsia…
No cabía duda. Este muchacho, definitivamente era el amor de su vida, su amor prohibido y…
-¿Louis?
-¿Eh?
-Si nos quedamos aquí el señor Harris nos descubrirá.
-¿Quién?
-El profesor de guardia – el muchacho le sonrió y eso fue música agridulce para los oídos de Louis.
-Oh, claro…
Se levantó lentamente dejando libre así al muchacho quien se levantó también.
-Debemos irnos.
-Claro – respondió, pero sus piernas no se movían.
Y es que… le era imposible poder asimilar la situación. Tenía frente a él al chico con el que había estado soñando durante mucho tiempo y ahora que estaba frente a él… simplemente no podía creerlo porque, bueno, no era quién él quería que fuera sino otra persona y eso lo tenía desconcertado. Porque este chico ya estaba con alguien o al menos se veía que tenía química con alguien más y oh…
Cierto, por algo era su “amor prohibido”.
Pero Louis en el fondo creía o mantenía la esperanza que fuera Harry y no…
-¡Ashton! – El aludido, quien jalaba del brazo a Louis (porque se había quedado como estatua arriesgándose a que los descubrieran), le sonrió al muchacho - ¿Por qué tardas?
-Me encontré a alguien – señaló a Louis, quien hasta en esos momentos salió de su trance. No, no fue porque Ashton dejó de agárralo del brazo, sino por la mirada fulminante de Mike.
-Harris está cerca, debemos llegar a nuestras habitaciones o nos castigará, y con lo mucho que te odia Ashton no creo que te deje algún fin de semana libre por lo que le resta del año.
-¿Qué? ¿Por qué te odia? – Louis parpadeó.
-Ahora no – gruñó Michael, empujando al rizado lejos de Louis – Ve a tu habitación antes que te vea – ordenó señalando al otro lado del pasillo. Louis no renegó, lo último que quería era un castigo.
-Hasta mañana – se despidió – Lindo gorro – le sonrió a Ashton antes de darse la vuelta y dirigirse a su habitación.
Mike alzó una ceja viendo el gorro de su amigo.
-¿Es nuevo?
-Algo así – Ashton sonrió – vamos, no queremos que nos castiguen, ¿verdad? – pasó su brazo por los hombros de su amigo.
Ambos caminando hacia su habitación mientras Louis los observaba desde el otro lado del pasillo.



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viernes, 5 de julio de 2019

Capítulo 13. Curso Intensivo Extra

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Capítulo 13. Curso Intensivo Extra


Louis alzó una ceja cuando el beeper de Ashton sonó por décima vez en los últimos cinco minutos.
-Puedes contestar – sugirió – puede ser importante.
-Es Michael – respondió el rizado, sin despegar la mirada de la pantalla de la laptop, se encontraban en la sala de estudio haciendo un trabajo para el profesor de Literatura. El beeper volvió a sonar, Ashton gruñó.
-¿Están enojados o algo así? – indagó, la verdad era que no había mucha confianza entre ambos, solo convivían cuando estaban en los entrenamientos. Y al parecer en los futuros trabajos para la clase del profesor Aristegui.
-No, solo lo estoy evitando desde ayer – murmuró, sus dedos tecleando rápidamente las palabras.
-¿Eso no es lo mismo? – soltó una risita floja. El rizado dejó de escribir, observó detenidamente al ojiazul. Negó con la cabeza.
-Es… complicado – volvió su mirada hacia la laptop.
Louis ya no investigó más.
-Copiar y pegar, justo en estos momentos parece ser tan tentador… - musitó Louis después de unos minutos más.
-Lo sé – Ashton se talló los ojos – pero Aristegui parece ser el maldito big brother y…
-¡¿Por qué demonios no respondes mis mensajes?! – el grito de Michael hizo sobresaltar a ambos muchachos.
-¡Mike… qué demonios! – el teñido tomó del brazo a Ashton y lo comenzó a arrastrar hacia fuera de la sala.
-Lo siento, Tomlinson. Me llevo a Ashton, hay asuntos pendientes qué tratar.
Louis asintió con la cabeza, confundido por la extraña situación.
-¡Louis! – una sonrisa acompañada con hoyuelos se hizo presente. El aludido sonrió en automático al reconocer al recién llegado.  En esta ocasión traía sobre su cabeza un gorro color caqui.  
-Harry…
-¿Interrumpo?
-No, estoy haciendo un trabajo con Ashton – el rizado buscó con la mirada al mencionado – Estaba. Fue secuestrado por Michael.
-Oh, cierto… desde ayer lo está evitando – soltó una risita floja – hoy no hay entrenamiento y no hay clase de historia, fue un día largo – dijo sin siquiera procesar lo que había confesado.
-¿Me extrañaste? – preguntó, curioso.
-¡No! Es decir… yo… - el rizado se sonrojó.
-Solo bromeaba, Harry – sin embargo; en Louis era más que evidente la emoción en su mirada. Comenzó a guardar sus cosas - ¿Vamos a la cafetería? Ya casi es hora de la cena.
Harry se encogió de hombros.
-Por cierto – el ojiazul buscó entre su mochila la manzana que había comprado desde el desayuno para dársela a Harry, pero tal como lo había dicho el rizado, no habían coincidido en ningún momento del día. Se la extendió – Aún te debo una manzana – le sonrió.
-Gracias – le devolvió la sonrisa –Aunque, técnicamente sí me entregaste la fruta, fue Zayn quien la tiró.
-Bueno… eso es… - un par de alumnos de grados inferiores entraron rápidamente corriendo a la sala de estudio, empujando a ambos muchachos, uno de ellos le robó la fruta a Harry.
-¡Oye…!
-¡Gracias, Styles!
-No es posible… - gruñó Louis.
-Esa manzana debe estar maldita – susurró entre risas.
-Tal parece que no saldré de mi deuda – musitó – no descansaré hasta que comas la manzana.
-No es necesario, Louis.
-Por supuesto que sí, vamos – lo tomó de la mano y lo dirigió hacia la cafetería.

[…]

 -¿Stan? – llamó Louis, viendo fijamente su beeper.
-Dime, amigo – el mencionado estaba en el suelo, estirándose las piernas.
-¿Qué significa “Curso Intensivo Extra”?
-Oh, eso… bueno… - se levanta y se sienta en su cama – significa, más horas con el entrenador.
Louis alzó una ceja.
-Tiene que ver con la sorpresa que nos tenía.
Stan asintió.
-Y eso significa que solo contamos con menos de 5 minutos para llegar al aula en donde nos ha citado.
Ambos amigos salieron de la habitación encontrándose a Liam en el pasillo.
-¿Listos para la sorpresa del entrenador? – Al parecer el castaño era el único emocionado – será divertido – les sonrió.
-¿Sabes algo al respecto? – inquirió Stan.
-Solo un poco.
Llegaron al pie de las escaleras encontrándose con Michael quien iba con el ceño fruncido.
-Hola, Mike – saludó Stan.
-Buen día, ¿listo para…?
-¡Qué tienen de buenos! – farfulló, fulminándolos con la mirada, aun así Liam no pudo borrar su sonrisa.
-Eso fue raro – Stan comentó.
A Louis no le pareció extraño, de hecho compartía el mismo sentir de Michael, a unos cuantos metros de distancia se encontraban Harry y Ashton, el primero llevando al segundo sobre su espalda.
-Hola, chicos – saludaron al pasar por su lado. La risa de Ashton haciendo eco por las escaleras y Louis sintiendo algo romperse dentro. En esos momentos ansiaba la presencia de Zayn, para que el muchacho viera esa escena e hiciera algo para que se detuviera.
Exactamente cinco minutos después, los tres llegaron al aula 23 en donde Simon los había citado. Ya estaban todos los demás miembros del equipo dentro. Louis recorrió el lugar con su mirada. En la esquina estaba Zayn junto con Harry y Niall. El ojiverde al ver a Louis le saludó con un movimiento de mano.
-Buenos días, chicos – llegó el entrenador con una enorme sonrisa pintada en su rostro – Y si se lo preguntaban. Sí, este curso es exclusivo para los miembros del equipo de futbol. Fue una grandiosa idea de Nina, Liam, Styles y yo.
Los chicos intercambiaron miradas.
-Esto es para reforzar lazos. Somos un equipo y como tal debemos trabajar sin problemas – volvió a sonreír – Más que curso, será un entrenamiento. Uno distinto al que tenemos para los partidos. Aquí los exprimiré hasta el límite.
-Como si no lo hiciera en los entrenamientos – musitó Stan hacia Louis, quien hizo todo lo posible para no reír.
-Este curso nos ayudará a descubrir nuestras fortalezas, habilidades, debilidades, entre otras cosas. Así que prepárense, chicos. Este será nuestro año. Ganaremos por  segundo año consecutivo la copa intercolegial.
-¡Sí…! – todos gritaron con ímpetu, contagiándose de la energía positiva que el entrenador les brindaba.
-Pero antes, les presentaré al último miembro del equipo – Mina se encaminó hacia la puerta, dejando pasar a un muchacho alto, cabellera negra y profundos ojos cafés – Él es Max.
-Bienvenido Max – saludaron al unísono. El muchacho asintió con la cabeza y enseguida fue a sentarse a un lado de Luke.
-Genial, ahora les daré las indicaciones de lo que haremos en los próximos cursos y entrenamientos.

[…]

-Te amo, Louis…
-Y yo a ti...
-Por favor, no me olvides. Sé que en algún momento, nuestras almas volverán a reencontrarse. En algún punto del tiempo, nuestro amor no será prohibido.
-Lo sé, cariño – le acarició la mejilla.
-Recuérdame, Louis. Sé que mis otros “yo” y yo tendremos algo en común. Siempre…
Siempre…

Louis despertó agitado, tardó varios segundos para percatarse que se encontraba en su habitación. Se secó el sudor de su frente mientras escuchaba a Stan roncar sonoramente. Los locos latidos de su corazón no lo dejaban pensar con claridad, pero de algo estaba seguro. Esos sueños extraños que solía tener cada cierto tiempo le querían decir algo. Siempre soñaba con “un amor prohibido”, no recordaba las situaciones, pero todo concluía en eso y además había otro factor importante: el color fucsia. Todo giraba en torno a ese color. Un listón, un vestido, una corbata…
¿Acaso su “verdadero amor” estaba ahí afuera con alguna prenda de ese color? Tenía que buscarlo, encontrarlo. Sus sueños le decía que su amor era “imposible” pero él se encargaría que no fuera así. Sonrió de lado. Miró la hora en su reloj-despertador, aún faltaba un par de horas para que sonara la alarma, se dejó caer nuevamente en su cama, esta vez pensando en lo que haría.
-Debo estar loco – musitó, aun con una sonrisa pintada en su rostro.
Y por más loco que se sintiera, muy en el fondo deseaba que es “amor imposible” fuera Harry Styles. Porque a él le gustaban los retos, pero más ese muchacho de rizos y mirada verde.



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domingo, 23 de junio de 2019

Capítulo 12. Daniel

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Capítulo 12. Daniel


Louis estaba un poco decepcionado, no se había podido reunir con Harry para el trabajo del señor Harris porque el entrenador lo había solicitado y después de eso era la clase, así que solo compartieron la información y en menos de diez minutos el trabajo ya estaba terminado y el rizado se había ido.
El castaño suspiró pesadamente.
-¿Por qué la cara triste, Louis? – inquirió Stan. Ambos estaban en la habitación, a pesar que no iban en el mismo grupo ambos tenían la hora libre.
-Por nada, solo estoy aburrido – se encogió de hombros.
Stan estaba intentando hacer yoga, pero la posición que pretendía realizar se le complicaba un poco.
-¿Quién crees que pueda ser el nuevo integrante del equipo?
-Espero que Daniel, es muy bueno – respondió Stan.
-¿Daniel? ¿Va en tu grupo?
-Nop, es de segundo. Es el compañero de cuarto de Luke.
-Oh.
Louis se quedó en silencio. La duda aun carcomiéndolo.
-¿Crees que Liam odie a Harry porque él es el otro capitán del equipo? – soltó de pronto.
-Odiar es una palabra fuerte – Stan decidió realizar otra posición – no creo que Harry sea el problema.
-Zayn…
El ojiazul musitó sin darse cuenta.
-Demasiada tensión sexual entre ambos – Stan soltó una sonrisita floja.
-¿Qué? ¿Tú crees que Liam…?
-Por supuesto que no – el moreno frunció el ceño, se levantó del piso – Liam es demasiado heterosexual…
Louis frunció el ceño, pudo ver cómo Stan había cambiado de actitud con solo la mención de que probablemente Liam fuera gay. ¿Cómo reaccionaría si le confesara su secreto?
-Y… ¿si lo fuera? – insistió.
-¿Hay algo que deba saber? – Stan se cruzó de brazos.
-No, yo solo… ¿eres homofóbico o algo así?
-No – respondió rápidamente, descruzándose de brazos – es solo que… no veo a Liam siendo homosexual, a veces hasta creo que está enamorado de Perrie.
Louis iba a preguntar algo más pero una voz femenina se escuchó en el pasillo, giró su mirada hacia su amigo, pero éste ya estaba enfrascado en una nueva posición.
-Espera… - murmuró, dirigiéndose hacia la puerta.
Asomó su cabeza y pudo ver a una muchacha de cabello rubio frente a la puerta de la habitación de Liam. Louis frunció el ceño.
-Hola, osito, buen día – la muchacha saludó, dándole un casto beso en los labios a Zayn, ambos se dirigieron hacia las escaleras.
¡Zayn!
Louis cerró la puerta rápidamente. Su corazón latiendo rápidamente. ¿Zayn engañaba a Harry?

[…]

La clase de Historia fue aburrida por dos razones. El señor Harris no había ido, pero esa no era la razón principal del aburrimiento de Louis, sino la ausencia de cierto rizado. El ojiazul estaba tan nervioso de ver al ojiverde, porque, bueno, minutos atrás había visto al novio poniéndole los cuernos. ¿Podría usar esa ventaja para él poder hacer algo con respecto  a Harry? Louis sacudió la cabeza.
Olvídalo, Louis. No todos somos como Zayn.
-Hola – una voz  a su lado lo hizo sobresaltarse.
-¡Harry…! – su saludo fue demasiado efusivo que sintió enrojecerse.
-La clase ha terminado, lamento no haber llegado, el entrenador alargó demasiado la junta – el ojiverde le lanzó una mirada de perrito abandonado y a Louis le pareció la cosa más bonita del mundo - ¿Qué ha dicho el señor Harris?
-Ha venido el maestro sustituto – dejó salir.
Harry sonrió, remarcando sus hoyuelos. Louis se preguntó si el brillo que había en los ojos del muchacho se debía por Zayn. Zayn, quien lo engañaba con aquella rubia.

[…]

-Stan, ¿Qué haces? – Louis se talló el ojo izquierdo, no había tenido una buena noche. Sus sueños casi tornándose pesadillas no lo habían dejado dormir muy bien y el hecho que Stan estuviera en esos momentos haciendo ejercicio con música alta a tan temprana hora no ayudaba mucho a la causa.
-No te quise… despertar… lo… siento… - respondió, entre saltos.
Louis lo miraba sin mirar realmente. Enfrascado estaba al recordar el último sueño, uno que no tuvo que ver con Harry, Zayn y aquella chica rubia. Solo recordaba unos guantes de seda color fucsia.
-¿Qué hora es? – Stan lo sacó de su ensimismamiento.
-Once de la mañana… ¡once! – Louis se levantó rápidamente. Stan sonrió cuando vio a su amigo caer de la cama.
-No es gracioso – musitó.
-Sí lo es.
-¿Crees que ya haya terminado la selección para el nuevo miembro del equipo?
-¿Quieres ir a ver?
Louis asintió, sonriendo.
Diez minutos después, ambos estaban caminando por el pasillo dirigiéndose hacia las escaleras cuando a unos cuantos metros más allá pudieron visualizar a dos muchachos más del equipo.
-¡Ashton…! – Stan corrió hasta con el aludido, quien le sonrió a modo de saludo - ¿se dirigen hacia las canchas? – pasó su brazo por los hombros del muchacho.
Louis comenzó a temer por la vida de su mejor amigo, Michael, quien iba detrás de ellos, lo fulminaba con la mirada, fulminar no era la palabra, asesinar. Sí, esa era. Asesinaba con la mirada a Stan.
-El entrenador nos acaba de avisar que ya eligió al nuevo integrante y nos ha llamado – Ashton les mostró su beeper.
-¿Y por qué a nosotros no nos ha mand…? – El beeper de Stan y Louis comenzó a sonar – oh – soltó en cuanto vio el mensaje. Sonrió de lado.
-Sí, bueno, allá vamos – de manera, no muy sutil, Michael despegó a Stan de Ashton.
Louis sonrió de lado ante la cara de confusión de Stan.
Cuando llegaron a la cancha de futbol, el resto del equipo ya se encontraba ahí. Louis ubicó de inmediato a Harry, quien para no sorpresa, estaba conversando con Zayn.
-No tengo todo el día, chicos – gruñó el entrenador en cuanto visualizó a los cuatro muchachos – reúnanse – pidió al resto. Se sentaron en media luna frente a Simon.
Louis saludó con un gesto de mano a Harry, este le devolvió el saludo con una sonrisa de lado. Zayn frunció ligeramente el ceño ante la escena. Al ojiazul no le importó. Si Zayn podría besar a la rubia aquella, él tenía derecho a saludar a Harry como quisiera.
Estas pisando arenas movedizas, Louis…
-Chicos, él es Daniel, su nuevo compañero. Con él el equipo está completo – Simon les sonrió.
Daniel era alto y delgado. De cabello rubio y ojos color azul claro. Les sonrió a todos.
-¡Sí, bienvenido Daniel! – Stan saltó de su lugar y se abalanzó sobre él.
-Estén atentos a las nuevas indicaciones de la próxima semana, les tengo una sorpresa – el entrenador sonrió de lado, Louis pudo ver cómo el resto del equipo estaba serio, incluso Daniel. ¿Eso era una mala señal? ¿Debía de preocuparse?



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sábado, 25 de mayo de 2019

Capítulo 11. Cita

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Capítulo 11. Cita


Cuando Harry llegó a la biblioteca, aún faltaba tiempo para que Louis llegara, así que decidió ir a los cubículos que se encontraban al fondo. Eran más cómodos y él podría aprovechar para devorar aquella deliciosa manzana que había comprado minutos antes en la cafetería.
Entró al cubículo, no sin antes haber tomado algunos libros para el trabajo que realizaría para el señor Harris. Se sentó de espaldas a la ventana de cristal. Acomodó sus cosas, se colocó sus auriculares, Auryn resonaba en éstos, también sacó su anhelada manzana.
Los minutos pasaban y él seguía concentrado en lo que hacía. Tamborilear los dedos de su mano derecha sobre la mesa, darle mordidas a su manzana y tararear la canción de Auryn.
-Saturday I'm In Love…
Tan concentrado estaba que pasó lo inevitable. Una mano se posó sobre su hombro derecho.
-Hola, Harry – alguien lo llamó.
El muchacho se sobresaltó dejando caer su manzana, ésta rodó por toda la mesa hasta caer.
-Mi manzana… - musitó el ojiverde sin despegar la mirada de la fruta.
-¡Lo siento! – un par de ojos azulados lo miraron con culpabilidad.
Mirada verde y azul se encontraron.
-Te compraré otra, mañana, en el desayuno – prometió Louis.
Y Harry sonrió mostrando sus hoyuelos.
-No es necesario, pero ya que insistes tanto, está bien – sus ojos brillaban.
Louis se sentó a su lado, perdido en esos iris verdes. Insistía que ya conocía al muchacho de algún lado, de algún momento, pero no lo sabía con seguridad, tal vez su mente le estaba jugando una broma.
-…uis!! – las manos de Harry pasaron frente a sus ojos.
-¡¿Qué?! – fue el turno del mayor sobresaltarse, la risita de Harry fue melodía para sus oídos.
-Te has quedado muy serio, ¿estás bien?
-Sí, sí… me estabas diciendo algo de… emh… - Louis no estaba muy seguro de lo que hablaba Harry. Él estaba muy concentrado viéndolo detenidamente. Sus largas pestañas, su mirada verde, sus hoyuelos por cada palabra que entonaba… su…
-El ensayo de Harris.
-Por supuesto – esta vez decidió concentrarse, no quería que Harry se llevara una mala impresión de él.
Louis le explicó en qué consistía el ensayo, después de todo, Harry no había estado en la primer clase y no sabía muy bien todos los detalles. El tiempo pasó demasiado rápido, Louis no supo en qué momento pasaron de hablar sobre guerra y hechos que pasaron más de cientos años atrás hasta llegar al tema del equipo de futbol. La bibliotecaria comenzó a anunciar que cerrarían en cuestión de minutos así que ambos decidieron irse del lugar no sin antes dividirse el trabajo para luego reunirse nuevamente.
Louis estaba fascinado con el muchacho. Era simpático y divertido, aún no entendía por qué Liam no lo soportaba. Tal vez Harry no era el problema, sino Zayn.
Zayn…
El ojiazul sintió un retortijón en su estómago. El corazón de Harry ya tenía dueño. Louis no podía seguir negándose lo que le pasaba. Le atraía Harry. De eso no había dudas.
-Entonces, ¿juegas al futbol desde hace mucho tiempo? – quiso saber Louis. Ambos se dirigían hacia el edificio de las habitaciones.
-Desde que tenía doce. Niall fue el responsable de ello.
-Tienen mucho tiempo siendo amigos – comentó Louis.
-Niall y yo somos amigos desde que tengo memoria.
-¿Y con Zayn? – Louis casi se da de golpes en la pared, pero la verdad era que quería saber más sobre el rizado.
Harry sonrió.
-Digamos que en mi primer día aquí en el instituto, alguien me empujó y caí, quise defenderme pero ese alguien era más alto y grande y… fuerte. Entonces llegó Zayn y me defendió – se encogió de hombros – desde ese entonces somos inseparables y…
-¡Arre caballito…! – una voz conocida por ambos interrumpió la historia de Harry.
Estaban a unos cuantos pasos de la puerta del edificio cuando un muchacho de rizos castaños salió llevando cargando a alguien sobre su espalda.
-Hola, Harry… Louis – saludó el muchacho que estaba sobre la espalda de su amigo.
-¿Michael? – Louis no pudo evitar sonreír ante la situación.
-¿Otra apuesta perdida, Ashton? – el aludido rodó los ojos.
-Recuérdame nunca jugar al FIFA con Mike, ni siquiera me gusta ese juego – respondió entre dientes.
Michael soltó una carcajada.
-Demasiado tarde, Irwin – Mike reclamó – ahora, ¡a la cafetería!
 Ashton gruñó, pero obedeció casi al instante.
Louis y Harry se miraron entre ellos y luego comenzaron a reír.
-¿Y tú, como te hiciste amigo de Stan y Liam? – preguntó Harry, subiendo las escaleras.
-Stan lo conozco desde que tengo memoria – confesó Louis – a Liam lo conocí en una fiesta de un amigo en común. Stan y él congeniaron. Después nos volvimos inseparables.
Llegaron al piso de las habitaciones.
-Eh, mi habitación está a la derecha – Louis señaló con su dedo índice.
-La mía a la izquierda. Supongo que aquí no separamos.
-Sí…
-Entonces nos veremos mañana para terminar el trabajo.
-Así es.
-Hasta pronto, vecino – Harry le sonrió, mostrando sus hoyuelos.
Louis le devolvió la sonrisa, agitando su mano en modo de despedida.
[…]
Harriet era nueva en el fraccionamiento. Su familia se había mudado la semana anterior y su madre había hecho una parrillada para socializar con los vecinos. Ese día, la pequeña vestía un hermoso vestido blanco, sus rizos eran sujetados por un moño fucsia. Ella estaba encantada porque haría nuevos amiguitos. El jardín de su casa era invadido por niños y niñas entre seis y ocho años. Estaba segura que ahí estaría su mejor amigo o amiga.
-Hola – alguien la saludó.
Lo primero que se percató fue la intensa mirada azulada del pequeño castaño que le sonreía.
-Hola, soy Harriet – regresó el saludo.
-Yo soy tu vecino del 318 – pareciera que el pequeño hubiera estado recitando la frase y eso le causó gracia.
-Hola, vecino del 318 – le sonrió.
-Harriet, cariño, ven un momento, por favor – la madre de la pequeña estaba acompañada por varias personas a unos cuantos metros de ahí.
-Hasta pronto, vecino del 318 – Harriet le sonrió, mostrando sus hoyuelos.
El pequeño le devolvió la sonrisa, agitando su mano en modo de despedida.

Harry se despertó agitado, sus brazos y pies se enredaron entre las sabanas, cayó al suelo. Tardó un par de segundos para darse cuenta lo que le había pasado. Comenzó a reírse.
-¡Basta, Styles! Intento dormir – su compañero de habitación reclamó.
-Ashton, ya pasan de las ocho de la mañana.
-¡¿Qué?! – el aludido se sentó bruscamente - ¡¿Más de las ocho?! – en un intento de levantarse rápido, sus pies se enredaron, él también cayó al suelo.
Harry se burló de él.
-No es gracioso – el castaño refunfuñó en cuanto comprobó la hora.
Ambos seguían en el suelo.
-Tienes razón, pude haber muerto si me caes encima – dijo entre risas.
-¡Hey! Ni que pesara más de cien kilos – Ashton se levantó, Harry lo miró de arriba hacia abajo con la intensión de comprobar lo contrario. El castaño solo traía puesto el pans de la pijama - ¡Styles, no me violes con la mirada!
Harry comenzó a carcajearse, recodando que esas mismas palabras Zayn las había usado pero en Niall.
-¿Y se puede saber que hacías en el suelo? – Ashton le ayudó a levantarse.
-Tuve un sueño chistoso, estaba… emh… - Harry se quedó en silencio. Por alguna extraña razón, ya no recordaba el sueño.
[…]
-Looouuuiiiis, ¿Por qué me hiciste madrugar? – Stan se estaba quejando mientras entraban a la cafetería – no hay nadie aún, no es como si nos fuéramos a quedar de pie para desayunar.
-Entonces las personas que veo han de ser fantasmas – Louis soltó una sonrisita – Y no te quejes Stan, no es como si te hubiera despertado a las cinco de la mañana.
-Pero mi cama estaba muy calientita….
Louis rodó los ojos.
-Vamos, que hoy tengo…
Louis no continuó y tampoco era como si Stan estuviera prestando atención. Algo había llamado la atención del ojiazul. Mejor dicho, alguien. El muchacho con intensa mirada verde, traía un gorro gris, los mismos auriculares del día anterior, ahora colgaban de su cuello, Louis tuvo curiosidad de saber qué escuchaba.
-Stan, ve pidiendo el desayuno, yo ahora vuelvo – tomó una manzana de la canasta y se dirigió hacia el ojiverde.
Harry estaba centrado en su beep, le había llegado un mensaje de su entrenador en donde le explicaba los detalles de las selecciones del próximo integrante.
-Hola, vecino de casillero – Louis saludó.
Harry le sonrió, su sonrisa se amplió aún más cuando Louis puso frente a él una manzana.
-Te acordaste – comentó, aceptando la fruta, Louis se encogió de hombros mientras sentía que poco a poco se estaba hundiendo en el infierno.
Él tiene novio…
Él tiene novio…
Él tiene novio…
-Gracias – Harry dio una mordida a su manzana – esta dulce.
-¡Harryyyy…! – justo en esos momentos, llegó Zayn abrazándolo por la espada. Los movimientos bruscos hicieron que Harry soltara la manzana y ésta rodara por todo el piso.
-Mi manzanaaa… - lloriqueó el rizado.
-Es una broma, ¿cierto? – musitó Louis.
Mirada verde y azul se encontraron por un par de segundos y luego ambos comenzaron a reírse por la absurda situación.



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