sábado, 25 de mayo de 2019

Capítulo 11. Cita

Entre gorros y bufandas


Capítulo 11. Cita


Cuando Harry llegó a la biblioteca, aún faltaba tiempo para que Louis llegara, así que decidió ir a los cubículos que se encontraban al fondo. Eran más cómodos y él podría aprovechar para devorar aquella deliciosa manzana que había comprado minutos antes en la cafetería.
Entró al cubículo, no sin antes haber tomado algunos libros para el trabajo que realizaría para el señor Harris. Se sentó de espaldas a la ventana de cristal. Acomodó sus cosas, se colocó sus auriculares, Auryn resonaba en éstos, también sacó su anhelada manzana.
Los minutos pasaban y él seguía concentrado en lo que hacía. Tamborilear los dedos de su mano derecha sobre la mesa, darle mordidas a su manzana y tararear la canción de Auryn.
-Saturday I'm In Love…
Tan concentrado estaba que pasó lo inevitable. Una mano se posó sobre su hombro derecho.
-Hola, Harry – alguien lo llamó.
El muchacho se sobresaltó dejando caer su manzana, ésta rodó por toda la mesa hasta caer.
-Mi manzana… - musitó el ojiverde sin despegar la mirada de la fruta.
-¡Lo siento! – un par de ojos azulados lo miraron con culpabilidad.
Mirada verde y azul se encontraron.
-Te compraré otra, mañana, en el desayuno – prometió Louis.
Y Harry sonrió mostrando sus hoyuelos.
-No es necesario, pero ya que insistes tanto, está bien – sus ojos brillaban.
Louis se sentó a su lado, perdido en esos iris verdes. Insistía que ya conocía al muchacho de algún lado, de algún momento, pero no lo sabía con seguridad, tal vez su mente le estaba jugando una broma.
-…uis!! – las manos de Harry pasaron frente a sus ojos.
-¡¿Qué?! – fue el turno del mayor sobresaltarse, la risita de Harry fue melodía para sus oídos.
-Te has quedado muy serio, ¿estás bien?
-Sí, sí… me estabas diciendo algo de… emh… - Louis no estaba muy seguro de lo que hablaba Harry. Él estaba muy concentrado viéndolo detenidamente. Sus largas pestañas, su mirada verde, sus hoyuelos por cada palabra que entonaba… su…
-El ensayo de Harris.
-Por supuesto – esta vez decidió concentrarse, no quería que Harry se llevara una mala impresión de él.
Louis le explicó en qué consistía el ensayo, después de todo, Harry no había estado en la primer clase y no sabía muy bien todos los detalles. El tiempo pasó demasiado rápido, Louis no supo en qué momento pasaron de hablar sobre guerra y hechos que pasaron más de cientos años atrás hasta llegar al tema del equipo de futbol. La bibliotecaria comenzó a anunciar que cerrarían en cuestión de minutos así que ambos decidieron irse del lugar no sin antes dividirse el trabajo para luego reunirse nuevamente.
Louis estaba fascinado con el muchacho. Era simpático y divertido, aún no entendía por qué Liam no lo soportaba. Tal vez Harry no era el problema, sino Zayn.
Zayn…
El ojiazul sintió un retortijón en su estómago. El corazón de Harry ya tenía dueño. Louis no podía seguir negándose lo que le pasaba. Le atraía Harry. De eso no había dudas.
-Entonces, ¿juegas al futbol desde hace mucho tiempo? – quiso saber Louis. Ambos se dirigían hacia el edificio de las habitaciones.
-Desde que tenía doce. Niall fue el responsable de ello.
-Tienen mucho tiempo siendo amigos – comentó Louis.
-Niall y yo somos amigos desde que tengo memoria.
-¿Y con Zayn? – Louis casi se da de golpes en la pared, pero la verdad era que quería saber más sobre el rizado.
Harry sonrió.
-Digamos que en mi primer día aquí en el instituto, alguien me empujó y caí, quise defenderme pero ese alguien era más alto y grande y… fuerte. Entonces llegó Zayn y me defendió – se encogió de hombros – desde ese entonces somos inseparables y…
-¡Arre caballito…! – una voz conocida por ambos interrumpió la historia de Harry.
Estaban a unos cuantos pasos de la puerta del edificio cuando un muchacho de rizos castaños salió llevando cargando a alguien sobre su espalda.
-Hola, Harry… Louis – saludó el muchacho que estaba sobre la espalda de su amigo.
-¿Michael? – Louis no pudo evitar sonreír ante la situación.
-¿Otra apuesta perdida, Ashton? – el aludido rodó los ojos.
-Recuérdame nunca jugar al FIFA con Mike, ni siquiera me gusta ese juego – respondió entre dientes.
Michael soltó una carcajada.
-Demasiado tarde, Irwin – Mike reclamó – ahora, ¡a la cafetería!
 Ashton gruñó, pero obedeció casi al instante.
Louis y Harry se miraron entre ellos y luego comenzaron a reír.
-¿Y tú, como te hiciste amigo de Stan y Liam? – preguntó Harry, subiendo las escaleras.
-Stan lo conozco desde que tengo memoria – confesó Louis – a Liam lo conocí en una fiesta de un amigo en común. Stan y él congeniaron. Después nos volvimos inseparables.
Llegaron al piso de las habitaciones.
-Eh, mi habitación está a la derecha – Louis señaló con su dedo índice.
-La mía a la izquierda. Supongo que aquí no separamos.
-Sí…
-Entonces nos veremos mañana para terminar el trabajo.
-Así es.
-Hasta pronto, vecino – Harry le sonrió, mostrando sus hoyuelos.
Louis le devolvió la sonrisa, agitando su mano en modo de despedida.
[…]
Harriet era nueva en el fraccionamiento. Su familia se había mudado la semana anterior y su madre había hecho una parrillada para socializar con los vecinos. Ese día, la pequeña vestía un hermoso vestido blanco, sus rizos eran sujetados por un moño fucsia. Ella estaba encantada porque haría nuevos amiguitos. El jardín de su casa era invadido por niños y niñas entre seis y ocho años. Estaba segura que ahí estaría su mejor amigo o amiga.
-Hola – alguien la saludó.
Lo primero que se percató fue la intensa mirada azulada del pequeño castaño que le sonreía.
-Hola, soy Harriet – regresó el saludo.
-Yo soy tu vecino del 318 – pareciera que el pequeño hubiera estado recitando la frase y eso le causó gracia.
-Hola, vecino del 318 – le sonrió.
-Harriet, cariño, ven un momento, por favor – la madre de la pequeña estaba acompañada por varias personas a unos cuantos metros de ahí.
-Hasta pronto, vecino del 318 – Harriet le sonrió, mostrando sus hoyuelos.
El pequeño le devolvió la sonrisa, agitando su mano en modo de despedida.

Harry se despertó agitado, sus brazos y pies se enredaron entre las sabanas, cayó al suelo. Tardó un par de segundos para darse cuenta lo que le había pasado. Comenzó a reírse.
-¡Basta, Styles! Intento dormir – su compañero de habitación reclamó.
-Ashton, ya pasan de las ocho de la mañana.
-¡¿Qué?! – el aludido se sentó bruscamente - ¡¿Más de las ocho?! – en un intento de levantarse rápido, sus pies se enredaron, él también cayó al suelo.
Harry se burló de él.
-No es gracioso – el castaño refunfuñó en cuanto comprobó la hora.
Ambos seguían en el suelo.
-Tienes razón, pude haber muerto si me caes encima – dijo entre risas.
-¡Hey! Ni que pesara más de cien kilos – Ashton se levantó, Harry lo miró de arriba hacia abajo con la intensión de comprobar lo contrario. El castaño solo traía puesto el pans de la pijama - ¡Styles, no me violes con la mirada!
Harry comenzó a carcajearse, recodando que esas mismas palabras Zayn las había usado pero en Niall.
-¿Y se puede saber que hacías en el suelo? – Ashton le ayudó a levantarse.
-Tuve un sueño chistoso, estaba… emh… - Harry se quedó en silencio. Por alguna extraña razón, ya no recordaba el sueño.
[…]
-Looouuuiiiis, ¿Por qué me hiciste madrugar? – Stan se estaba quejando mientras entraban a la cafetería – no hay nadie aún, no es como si nos fuéramos a quedar de pie para desayunar.
-Entonces las personas que veo han de ser fantasmas – Louis soltó una sonrisita – Y no te quejes Stan, no es como si te hubiera despertado a las cinco de la mañana.
-Pero mi cama estaba muy calientita….
Louis rodó los ojos.
-Vamos, que hoy tengo…
Louis no continuó y tampoco era como si Stan estuviera prestando atención. Algo había llamado la atención del ojiazul. Mejor dicho, alguien. El muchacho con intensa mirada verde, traía un gorro gris, los mismos auriculares del día anterior, ahora colgaban de su cuello, Louis tuvo curiosidad de saber qué escuchaba.
-Stan, ve pidiendo el desayuno, yo ahora vuelvo – tomó una manzana de la canasta y se dirigió hacia el ojiverde.
Harry estaba centrado en su beep, le había llegado un mensaje de su entrenador en donde le explicaba los detalles de las selecciones del próximo integrante.
-Hola, vecino de casillero – Louis saludó.
Harry le sonrió, su sonrisa se amplió aún más cuando Louis puso frente a él una manzana.
-Te acordaste – comentó, aceptando la fruta, Louis se encogió de hombros mientras sentía que poco a poco se estaba hundiendo en el infierno.
Él tiene novio…
Él tiene novio…
Él tiene novio…
-Gracias – Harry dio una mordida a su manzana – esta dulce.
-¡Harryyyy…! – justo en esos momentos, llegó Zayn abrazándolo por la espada. Los movimientos bruscos hicieron que Harry soltara la manzana y ésta rodara por todo el piso.
-Mi manzanaaa… - lloriqueó el rizado.
-Es una broma, ¿cierto? – musitó Louis.
Mirada verde y azul se encontraron por un par de segundos y luego ambos comenzaron a reírse por la absurda situación.



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