Entre gorros y bufandas
Capítulo 13. Curso Intensivo Extra
Louis alzó una ceja cuando
el beeper de Ashton sonó por décima
vez en los últimos cinco minutos.
-Puedes contestar –
sugirió – puede ser importante.
-Es Michael – respondió el
rizado, sin despegar la mirada de la pantalla de la laptop, se encontraban en
la sala de estudio haciendo un trabajo para el profesor de Literatura. El beeper volvió a sonar, Ashton gruñó.
-¿Están enojados o algo
así? – indagó, la verdad era que no había mucha confianza entre ambos, solo
convivían cuando estaban en los entrenamientos. Y al parecer en los futuros
trabajos para la clase del profesor Aristegui.
-No, solo lo estoy
evitando desde ayer – murmuró, sus dedos tecleando rápidamente las palabras.
-¿Eso no es lo mismo? –
soltó una risita floja. El rizado dejó de escribir, observó detenidamente al
ojiazul. Negó con la cabeza.
-Es… complicado – volvió su mirada hacia la laptop.
Louis ya no investigó más.
-Copiar y pegar, justo en
estos momentos parece ser tan tentador…
- musitó Louis después de unos minutos más.
-Lo sé – Ashton se talló
los ojos – pero Aristegui parece ser el maldito big brother y…
-¡¿Por qué demonios no
respondes mis mensajes?! – el grito de Michael hizo sobresaltar a ambos
muchachos.
-¡Mike… qué demonios! – el
teñido tomó del brazo a Ashton y lo comenzó a arrastrar hacia fuera de la sala.
-Lo siento, Tomlinson. Me
llevo a Ashton, hay asuntos pendientes qué tratar.
Louis asintió con la
cabeza, confundido por la extraña situación.
-¡Louis! – una sonrisa
acompañada con hoyuelos se hizo presente. El aludido sonrió en automático al
reconocer al recién llegado. En esta
ocasión traía sobre su cabeza un gorro color caqui.
-Harry…
-¿Interrumpo?
-No, estoy haciendo un
trabajo con Ashton – el rizado buscó con la mirada al mencionado – Estaba. Fue secuestrado por Michael.
-Oh, cierto… desde ayer lo
está evitando – soltó una risita floja – hoy no hay entrenamiento y no hay
clase de historia, fue un día largo – dijo sin siquiera procesar lo que había
confesado.
-¿Me extrañaste? –
preguntó, curioso.
-¡No! Es decir… yo… - el
rizado se sonrojó.
-Solo bromeaba, Harry –
sin embargo; en Louis era más que evidente la emoción en su mirada. Comenzó a
guardar sus cosas - ¿Vamos a la cafetería? Ya casi es hora de la cena.
Harry se encogió de
hombros.
-Por cierto – el ojiazul
buscó entre su mochila la manzana que había comprado desde el desayuno para
dársela a Harry, pero tal como lo había dicho el rizado, no habían coincidido
en ningún momento del día. Se la extendió – Aún te debo una manzana – le
sonrió.
-Gracias – le devolvió la
sonrisa –Aunque, técnicamente sí me entregaste la fruta, fue Zayn quien la
tiró.
-Bueno… eso es… - un par
de alumnos de grados inferiores entraron rápidamente corriendo a la sala de
estudio, empujando a ambos muchachos, uno de ellos le robó la fruta a Harry.
-¡Oye…!
-¡Gracias, Styles!
-No es posible… - gruñó
Louis.
-Esa manzana debe estar maldita
– susurró entre risas.
-Tal parece que no saldré
de mi deuda – musitó – no descansaré hasta que comas la manzana.
-No es necesario, Louis.
-Por supuesto que sí,
vamos – lo tomó de la mano y lo dirigió hacia la cafetería.
[…]
-¿Stan? – llamó Louis, viendo fijamente su beeper.
-Dime, amigo – el
mencionado estaba en el suelo, estirándose las piernas.
-¿Qué significa “Curso
Intensivo Extra”?
-Oh, eso… bueno… - se
levanta y se sienta en su cama – significa, más horas con el entrenador.
Louis alzó una ceja.
-Tiene que ver con la
sorpresa que nos tenía.
Stan asintió.
-Y eso significa que solo
contamos con menos de 5 minutos para llegar al aula en donde nos ha citado.
Ambos amigos salieron de
la habitación encontrándose a Liam en el pasillo.
-¿Listos para la sorpresa
del entrenador? – Al parecer el castaño era el único emocionado – será
divertido – les sonrió.
-¿Sabes algo al respecto?
– inquirió Stan.
-Solo un poco.
Llegaron al pie de las
escaleras encontrándose con Michael quien iba con el ceño fruncido.
-Hola, Mike – saludó Stan.
-Buen día, ¿listo para…?
-¡Qué tienen de buenos! –
farfulló, fulminándolos con la mirada, aun así Liam no pudo borrar su sonrisa.
-Eso fue raro – Stan
comentó.
A Louis no le pareció
extraño, de hecho compartía el mismo sentir de Michael, a unos cuantos metros
de distancia se encontraban Harry y Ashton, el primero llevando al segundo
sobre su espalda.
-Hola, chicos – saludaron
al pasar por su lado. La risa de Ashton haciendo eco por las escaleras y Louis
sintiendo algo romperse dentro. En esos momentos ansiaba la presencia de Zayn,
para que el muchacho viera esa escena e hiciera algo para que se detuviera.
Exactamente cinco minutos
después, los tres llegaron al aula 23 en donde Simon los había citado. Ya
estaban todos los demás miembros del equipo dentro. Louis recorrió el lugar con
su mirada. En la esquina estaba Zayn junto con Harry y Niall. El ojiverde al
ver a Louis le saludó con un movimiento de mano.
-Buenos días, chicos –
llegó el entrenador con una enorme sonrisa pintada en su rostro – Y si se lo
preguntaban. Sí, este curso es exclusivo para los miembros del equipo de
futbol. Fue una grandiosa idea de Nina, Liam, Styles y yo.
Los chicos intercambiaron
miradas.
-Esto es para reforzar
lazos. Somos un equipo y como tal debemos trabajar sin problemas – volvió a
sonreír – Más que curso, será un entrenamiento. Uno distinto al que tenemos
para los partidos. Aquí los exprimiré hasta el límite.
-Como si no lo hiciera en
los entrenamientos – musitó Stan hacia Louis, quien hizo todo lo posible para
no reír.
-Este curso nos ayudará a
descubrir nuestras fortalezas, habilidades, debilidades, entre otras cosas. Así
que prepárense, chicos. Este será nuestro año. Ganaremos por segundo año consecutivo la copa intercolegial.
-¡Sí…! – todos gritaron
con ímpetu, contagiándose de la energía positiva que el entrenador les
brindaba.
-Pero antes, les
presentaré al último miembro del equipo – Mina se encaminó hacia la puerta,
dejando pasar a un muchacho alto, cabellera negra y profundos ojos cafés – Él
es Max.
-Bienvenido Max –
saludaron al unísono. El muchacho asintió con la cabeza y enseguida fue a
sentarse a un lado de Luke.
-Genial, ahora les daré
las indicaciones de lo que haremos en los próximos cursos y entrenamientos.
[…]
-Te
amo, Louis…
-Y
yo a ti...
-Por
favor, no me olvides. Sé que en algún momento, nuestras almas volverán a
reencontrarse. En algún punto del tiempo, nuestro amor no será prohibido.
-Lo
sé, cariño – le acarició la mejilla.
-Recuérdame,
Louis. Sé que mis otros “yo” y yo tendremos algo en común. Siempre…
Siempre…
Louis despertó agitado,
tardó varios segundos para percatarse que se encontraba en su habitación. Se
secó el sudor de su frente mientras escuchaba a Stan roncar sonoramente. Los
locos latidos de su corazón no lo dejaban pensar con claridad, pero de algo
estaba seguro. Esos sueños extraños que solía tener cada cierto tiempo le
querían decir algo. Siempre soñaba con “un amor prohibido”, no recordaba las
situaciones, pero todo concluía en eso y además había otro factor importante:
el color fucsia. Todo giraba en torno a ese color. Un listón, un vestido, una
corbata…
¿Acaso su “verdadero amor”
estaba ahí afuera con alguna prenda de ese color? Tenía que buscarlo, encontrarlo. Sus sueños le decía que su
amor era “imposible” pero él se encargaría que no fuera así. Sonrió de lado.
Miró la hora en su reloj-despertador, aún faltaba un par de horas para que
sonara la alarma, se dejó caer nuevamente en su cama, esta vez pensando en lo
que haría.
-Debo estar loco – musitó,
aun con una sonrisa pintada en su rostro.
Y por más loco que se
sintiera, muy en el fondo deseaba que es “amor imposible” fuera Harry Styles.
Porque a él le gustaban los retos, pero más ese muchacho de rizos y mirada
verde.
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