NUEVES MESES
Capítulo Cinco.
El robo
Michael se
encontraba junto con Allison en las gradas de la cancha de futbol. Era fin de
semana y se llevaba a cabo el primer partido de la temporada.
-Me gusta tu nuevo
color de cabello, ¿sabes que te castigarán por ello el lunes? – Allison
confesó, sin despegar la mirada de su novio, quien en esos momentos poseía el
balón y se dirigía hacia la portería
dispuesto a anotar un gol.
Mike gruñó.
-No me puedes
halagar y luego reprenderme.
La muchacha se
encogió de hombros. Ambos cargaban a sus respectivos bebés. Mike y Ashton
habían llegado a un acuerdo de intercalarse los fines de semana para cuidarla.
Michael ofreció ser el primero, muy en el fondo sabía que al menos le debía
eso, por haberlo abandonado el primer día. Ashton no objetó su decisión.
-Sofía no está por
ningún lado – dejó salir Mike, buscando a la aludida con la mirada, se supone
que la muchacha andaba tras de Calum, lo más lógico era que estuviera ahí,
echándole porras.
-La vi salir desde
ayer – respondió Allison, quien gritó cuando Thomas anotó el primer gol. La
multitud también lo hizo. Mike rogó para para que Grisel no comenzara a llorar.
[…]
Mike había tenido
que abandonar la cancha de futbol porque los alumnos estaban gritando demasiado
y él no sabía si podría controlar a
Grisel si comenzaba a llorar, así que se dirigió hacia su habitación.
Estaba comenzando a
dormitar cuando escuchó la puerta abrirse.
-¡Ganamos, Mike!
¡Ganamos! – Calum se dejó caer encima de él.
-¡Calum, pesas, bájate!
– reclamó, el ahora, pelirrojo.
-Vamos a ir a
celebrar, ¿te unes? – el moreno se dirigió hacia su lado de la habitación para
recoger algunas cosas.
-Me toca cuidar a
Grisel, no puedo – murmuró, viendo hacia el bebé robot.
Aunque lo cierto
era que se vería con Ashton en un par de horas más para entregarle a Grisel.
-Llévatela –
propuso.
-Emh…
-Déjasela a Ashton
– Calum seguía de espaladas a su amigo, así que no vio cómo Michael arrugaba su
nariz ante su sugerencia, porque ese era el caso, le entregaría a Grisel pero
su plan era quedarse un poco más con el muchacho de rizos castaños.
-¡¿Están listos?! –
Thomas preguntó, entrando a la habitación.
-Casi – respondió
Calum, sacando un par de calcetines debajo de su cama.
-¿Por qué estas aún
sin cambiarte, Mike? – el de lentes, alzó una ceja.
El pelirrojo se
encogió de hombros.
-Por eso dije casi, Thomas – recalcó Calum.
-¿Y se puede saber
el motivo por el que abandonas a tus amigos, Mike?
-Tengo que cuidar a
Grisel – se encogió de hombros. Ese no era el verdadero motivo, pero tenía que
inventarse algo rápido y conciso.
-Llévaselo a Fletcher
– rodó los ojos. Mike frunció el ceño.
-Se llama Ashton –
aclaró.
-También Fletcher,
no es mi culpa que su madre lo odiara tanto para ponerle ese segundo nombre –
se sentó a su lado. Mike apretó sus manos en un puño.
-Me toca cuidarla a
mí.
-¡Vamos, amigo!
Déjasela solo por hoy, que haga algo bueno en su patética vida – Thomas jugueteó
con las cejas.
Mike iba a
reclamar, pero Calum salió en su ayuda.
-Vámonos, Thomas.
¿No ves que Mike quiere usar a su bebé para conquistar a su interés amoroso?
-¿En serio? – El de
lentes lo miró atónito – en ese caso, estas perdonado, cuando regrese quiero
que me digas todo, con lujo de detalles, ¿de acuerdo?
Mike asintió
torpemente.
-Iré por Allison,
Calum nos vemos en la entrada.
-De acuerdo.
Calum se dirigió
hacia donde estaba Mike, se sentó a su lado.
-¿Seguro no quieres
ir? – El aludido asintió – no le hagas mucho caso a Thomas.
-Es imposible, por
su culpa, Ashton cree que fui yo el responsable de su baño de pintura a
principios de año. No puedo evitar sentirme enojado con él.
-Deberías aclarar
ese punto con Ashton – recomendó Calum.
-Ya es tarde, ya
han pasado dos meses de eso. No tiene caso – el moreno suspiró, levantándose de
su lugar.
-¿Nos vemos mañana?
– propuso Calum.
Mike asintió, preguntándose internamente el
por qué Thomas odiaba a Ashton.
[…]
Ashton dormía
tranquilamente, sonoros ronquidos salían de su boca, mantenía abrazada a Grisel
con su brazo izquierdo.
-Shh, lo vas a
despertar – una voz femenina se escuchó.
-Nah, Fletcher duerme como piedra, si en
estos momentos temblara ni siquiera se inmutaría.
-Aun así, démonos
prisa – sugirió la muchacha.
-Tranquila,
Allison, lo único que haremos es… robarle a Grisel.
Thomas sonrió de
lado.
-No lo estaríamos
haciendo si tú no hubieras perdido a James.
-Deja de regañarme
– rodó los ojos, se acercó al robot y lentamente lo deslizó de los brazos del
castaño - ¡la tengo!
-¡Corre!
Ambos salieron de
la habitación.
__________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario