NUEVES MESES
Capítulo Diez.
Interrupciones
-¿Podemos
hablar? – Michael preguntó en cuanto estuvieron en el pasillo.
-Es
lo que estamos haciendo – el rizado frunció el ceño.
-Me
refiero a que… si podemos ir a otro lugar.
-No.
Ashton
recordaba perfectamente esa vez de la broma de la pintura. Había ocurrido algo
similar, Thomas le había pedido hablar con él en un lugar aparte, quería
disculparse en nombre del equipo de futbol y por todas esas pequeñas bromas que
le habían hecho cuando fue hacer las pruebas y así poder quedar en el equipo.
Al final del día todo terminó mal. Y todo fue planeado por Michael.
-Por
favor – suplicó.
-Lo
que tengas que decirme hazlo aquí. No volveré a caer en una broma más – Ashton
lo miró fijamente.
Mike
no sabía por dónde comenzar. Y le daba la razón a Ashton. Ambos no compartían
un buen pasado y era de esperar que no confiara en él.
-Lo…
lo siento – soltó.
-¿De
qué? – Ashton frunció el ceño.
-Por
lo que dije hace horas atrás, no quise expresarme así de ti – se le veía
tranquilo, pero por dentro estaba hecho un manojo de nervios. En verdad
esperaba que Ashton lo disculpara y tal vez así enmendar su error. Odiaría
saber que el rizado lo detestaba.
-Clifford,
tú y yo tenemos un trato. Mientras estemos juntos en este proyecto debemos
cooperar. Mientras no faltemos a eso y no afecte en la calificación lo demás no
importa.
-Pero…
-Ten
– le extendió a Grisel – Mañana trataré de desocuparme temprano – se giró y se
metió nuevamente en el aula de edición, dejando a Mike solo.
-¡Estúpido,
estúpido, estúpido! – Mike se dio de golpes con Grisel en su cabeza hasta el
momento en que la bebé robot comenzó a llorar - ¡Ay no, no, no! ¡Lo siento, lo
siento! – salió corriendo de ahí.
[...]
-Mike…
si sigues viendo así a Jake serás acreedor de una golpiza – advirtió Calum con
media sonrisa.
-¿Qué?
¿Mirar a quién? – el teñido comenzó a hacerle cariñitos a Grisel, el moreno
rodó los ojos.
-Sabes
a lo que me refiero. Tus celos son más grandes que tú, créeme.
-No
estoy celoso – gruñó – y soy más alto que tú, no te burles.
-Ajá
– Calum le dio una mordida a la gran torta que tenía por desayuno.
-¿Dónde
está Thomas? No lo he visto en toda la mañana.
-¿Seguirás
reclamándole por el injusto trato hacia tu amor platónico? – el moreno jugueteó
con sus cejas.
-No
– frunció el ceño – Bueno sí, no ahora, después… - sacudió su cabeza – no lo he
visto desde ayer y me preocupa.
-¿Él
o tu futuro novio? – bromeó. Mike rodó los ojos.
-Estoy
hablando en serio. Nunca lo había visto tan enojado, es la primera vez que nos
habla de esa manera, además… amenazó a Ashton.
-Pero
tu amorcito está bien protegido, esta
con Luke y Jake – Mike lo fulminó con la mirada – además… está sano y salvo.
Thomas dice muchas cosas pero nunca las cumple, además, ahora sabemos que ambos
son hermanastros, no puede hacerle daño.
-Esto
está mal.
-¿Qué?
-Ahora
regreso – el teñido se levantó de la mesa, agarró a Grisel y se dirigió hacia
la mesa donde se encontraba el rizado.
-¡Mike,
espera! – Calum trató de detenerlo, pero su amigo fue más rápido.
En
la esquina izquierda, Ashton se encontraba desayunando junto con Luke y Jake.
El rubio contaba una de sus tantas anécdotas al lado del rizado, Jake reía.
-¿Y
cómo demonios hicieron para que no los castigaran? – quiso saber.
-Luke
le dijo al maestro de guardia que yo estaba tan
enamorado de la señora de la cafetería que no podía estar sin verla – Ashton
relató, Jake soltó una carcajada a coro con Calum – ¡No es gracioso! Molly
habló conmigo al día siguiente y me dijo que “lo nuestro” no podía ser posible
por la diferencias de edades.
-Admítelo,
Ash, fui un genio – Luke se limpiaba las lágrimas provocadas por las risas.
Ashton rodó los ojos, pero también terminó riéndose.
-¿Cómo
pudo rechazarte? – cuestionó Jake, acomodándole un rizo por detrás de la oreja.
Ashton le sonrió mostrando sus hoyuelos. Luke carraspeó. Ashton rodó los ojos.
-Y
sobre el reportaje de la semana…
-Ashton
y yo lo haremos, ¿cierto? – Jake le sonrió al rizado. El aludido asintió.
-Nos
veremos hoy en la tarde.
-Genial,
porque eso de ir a los museos no es lo mío – Ashton frunció el ceño. Luke no
odiaba los museos, los amaba. Sin duda, algo tramaba. Sospechaba que lo quería
emparejar con su compañero de habitación.
Lo
cierto es que, Jake no estaba tan mal, era un buen chico, lo trataba bien y se
preocupaba por él. Además, era muy buena compañía, podía darle una oportunidad
al chico de cabellera negra.
-Y
por favor, Ashton. Que no te vuelvan a castigar – el rubio rogó.
El
rizado soltó una sonrisa.
-Es
una cita, chico castaño de mirada hazel – Jake le guiñó un ojo. Ashton iba a
responder cuando una persona se detuvo en medio de ambos.
-¿Qué
demonios? – Ashton soltó.
-Nuestra
hija te extraña – Michael sonreía. El rizado se puso de pie, frunciendo el
ceño.
-¿Qué
haces?
-Grisel
te extraña, ya lo dije – rodó los ojos.
-¿Y?
-La
cuidarás el resto de la tarde y…
-¡No
jodas, Clifford! – Soltó Ashton – es tu turno.
-No
puedo – dejó salir, miró de soslayo a Jake, quien mantenía el ceño fruncido. Ashton
lo tomó del brazo y lo llevó hasta las afueras de la cafetería.
-Tenemos
un trato – reclamó el rizado.
-Grisel
es parte del trato – Michael dejó salir – no puedo cuidarla, tengo algo
importante que hacer.
-¡Igual
yo! – alzó los brazos.
Si
importante se refería a tener una cita con Jake, porque eso fue lo único que
escuchó el teñido al llegar con ellos, a Mike le valía un cacahuate. ¡Ashton no
podía tener citas con nadie!
-No
puedo – Mike le dio a Grisel e inmediatamente se cruzó de brazos.
-Michael…
- gruñó.
-Si
en verdad te preocupa no reprobar no deberías estar protestando – frunció el
ceño.
-¡Es
tu turno! – a Ashton parecía habérsele terminado sus argumentos con los cuales
defenderse.
El
aludido se encogió de hombros. El rizado frunció el ceño, notó diferente a
Michael, había algo en él que le daba la sensación que en verdad lo odiaba. Y
sin más palabras, Michael se retiró. Ashton entró a la cafetería enojado, se
dejó caer en la silla con demasiada brusquedad, dejó caer a Grisel sobre la
mesa sin mucha consideración.
-¿Qué
pasó? – Luke frunció el ceño, no era común ver a Ashton enojado.
El
aludido negó, recogió sus cosas y se fue de la cafetería sin decir palabra
alguna.
Luke
y Jake intercambiaron miradas.
[…]
-¡Soy
un estupidoooo, Calum…! ¡Solo hago
estupideces! ¡Deberían llamarme el rey de las estupideces! – Mike estaba siendo
demasiado dramático, su amigo no estaba seguro si lo decía en verdad o estaba
ensayando para una obra. Rogaba internamente que fuera la segunda opción -
¡Michael Estúpido Clifford! Así debería llamarme, así me llamaré de ahora en
adelante y…
-¡Basta,
Mike! – le aventó una almohada, el teñido cayó de bruces.
-¡Calum!
-¿Qué
hiciste? – el moreno le lanzó una mirada de preocupación.
-Hacer
que Ashton me odie cada vez más, eso hice.
-Te
dije que te quedaras en nuestra mesa – rodó los ojos – cuando tu modo celoso se
pone en acción solo ocasionas problemas.
-La
culpa la tiene Jake – gruñó – Justo ahora deben de estar teniendo su
maravillosa cita.
-Lo
siento amigo – Calum le lanzó una mirada de comprensión.
-¿Debería
disculparme por haberle dejado a Grisel cuando es mi turno? – El moreno se
encogió de hombros - ¿Debería de ir justo ahora? – sonrió de lado.
-No,
Mike, no – advirtió Calum.
-Eso
debería hacer, ¿cierto? – sonrió con picardía, levantándose.
-¡¿Mike,
acaso no me has escuchado?!
-¡Ya
vuelvo!
-¡Mike!
El
aludido no hizo caso, salió en busca del rizado.
[…]
-¿Todo
bien? – Jake preguntó.
-No
lo sé, creo que Grisel se ha descompuesto – soltó Ashton, inspeccionando al
robot. Aparentemente no tenía nada, pero era exactamente eso el problema. El robot
tenía horas sin “hacer nada”. No lloraba, no hacia ruidos como solía hacer,
nada. Ni siquiera le había cambiado el pañal.
-¿Clifford
le habrá hecho algo?
-Si
lo hizo, lo mataré – gruñó.
Jake
soltó una sonrisa.
-¿Qué
es gracioso? – Ashton musitó.
-Clifford
– se encogió de hombros, el rizado alzó una ceja - ¿No te has dado cuenta?
-¿De
qué? – frunció el ceño.
-Del
porqué es tan insistente, el por qué te molesta con pequeñas cosas…
-Claro
que lo sé – el de mirada hazel rodó los ojos – ¡es más que evidente que me
odia!
Jake
lo miró como si de pronto a Ashton le hubiera crecido una segunda cabeza. Soltó
una carcajada, Ashton era demasiado ingenuo.
-¿Dejarás
de burlarte de mí y ayudarme con Grisel?
-Haré
algo mejor – Jake le quitó de las manos al robot y se acercó lentamente al
rostro del rizado - ¿Sabías que tu mirada hazel me tiene loco?
El
rizado se quedó sin palabras, ya no estaba tan seguro de querer tener algo con
el muchacho y sin embargo; no se movió. Dejó que Jake se acercara a él
lentamente, cerró sus ojos esperando el roce sus labios… solo era cuestión de
segundos… podía sentir la respiración del muchacho, microsegundos…
-¡Ashton!
El
aludido dio un bote sobre su lugar al escuchar aquella voz tan conocida. Justo
en esos momentos, Grisel comenzó a llorar.
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