No ha dejado de llover
Capitulo cinco.
Confesión
Abrió lentamente los ojos, pudo distinguir una silueta delgada frente a
él.
-Ya despertó – escuchó gritar a Luke, seguramente avisándole a Calum.
Las ironías de la vida. Calum era el mejor amigo de Mike y pasó hacerlo
de él.
-Ashton, ¿Cómo te sientes? – cuestionó el moreno al llegar.
-Como si hubiera vomitado hasta la inconsciencia – dejó salir con
amargura.
-Fue lo que hiciste – confesó Luke, agrandando los ojos.
Ashton gruñó.
-¿Y Tommy?
-Él está en su habitación. Se asustó mucho.
Ashton quedó en silencio. Recapitulando lo que había ocurrido.
El que Michael regrese a su vida es lo último que quiere. Al pensar en
él solo recuerda mucho dolor y amargura. No quiere más de eso en su vida.
-Traeré agua – escuchó a Luke vagamente decir.
-Calum… - llamó.
-Dime, Ash – el moreno se sentó a su lado.
-Si digo que… que a pesar de todo, le perdono todos sus errores, que lo
he extrañado cada día, que hay días que me duermo pensando en él y otros he
despertado llorando por su ausencia… que… aún sigo amándolo... – para este punto, Ashton tenía la mirada perdida.
-Yo diría que…
-¡Papi…! – Tommy llegó corriendo hasta su lado - ¡papito! – lo abrazó
muy fuerte.
-Pequeño renacuajo – Ashton le sonrió, revolviéndole el cabello rizado -
¿estás bien?
-Si – asintió fuertemente – papi, ¿Quién era ese señor? ¿Por qué te
pegó?
-Te ha asustado, ¿verdad? – Esquivó las preguntas, Tommy afirmó con su
cabeza – ya no lo verás más. No te preocupes.
Tommy abrazó a su papá fuertemente.
Y eso para Ashton era suficiente. Ese pequeño era su vida, su todo. Si
no fuera por él. Ashton se hubiera ido de esa vida desde hace mucho tiempo.
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