No ha dejado de llover
Capitulo diez.
El adiós (parte 2)
**Cinco
años, dos meses atrás**
Escena inmediata
del final del capítulo nueve.
-¿Es por ella, verdad?
Ashton se mordió el labio inferior. Se giró lentamente hacia el teñido,
su mirada de dolor y decepción lo decía todo, pero Michael jamás lo vio.
-Sí, Michael. Es por ella.
Dijo sin mirarlo. Salió sin mirar hacia atrás.
Un nudo comenzó a formarse en su garganta, pero se prometió no derramar
una lágrima más por el teñido idiota. No más. Sacó su celular y marcó a Calum,
quien lo esperaba a unas cuantas cuadras atrás.
-Voy en camino – anunció con voz quebrada.
Apenas colgó, sintió cómo alguien lo tomaba del brazo y lo hacía girar
bruscamente.
-¿Qué…? – no pudo completar la pregunta ya que Michael le había dado un
golpe en la cara, haciéndolo trastrabillar.
-¡Nunca me amaste, verdad! – Michael no estaba enojado, estaba lo que le
seguía de enojado. Sus pupilas estaban dilatadas por el enojo y el dolor -
¡Nunca! – Lo empujó, Ashton chocó con la pared, aturdido por la reacción del
teñido, era la primera vez que lo golpeaba y lo tenía desconcertado - ¡Maldito,
imbécil! – le dio un golpe en el estómago, el castaño se dobló del dolor.
-Micha…
Otro golpe en el rostro lo silenció. Ashton cayó al suelo. Michael
comenzó a propinarle golpes en todo el cuerpo mientras le reclamaba su falta de
amor. Lo golpeó hasta que se cansó. Ashton tosía escandalosamente, su estómago
comenzaba a dolerle en demasía y no estaba seguro si el dolor que sentía en el
pecho era físico o emocional. Tal vez un poco de ambos.
-Lárgate con esa maldita zorra, Fletcher – sus palabras estaban llenas
de odio.
Ashton le mandó una mirada que Mike no supo o no quiso interpretar.
Estaba por darle un último golpe cuando alguien más llegó por la espalda y lo
aventó lo más lejos posible del castaño.
-¿Qué demonios, Michael? – Era Calum, quien lo veía furioso – Te
desconozco.
Algo hizo click en el aludido. Tal vez la mirada furiosa de su mejor
amigo o tal vez al ver cómo había dejado a Ashton. Michael se metió en el
departamento sin mirar a atrás, más tarde lidiaría con las consecuencias de sus
actos.
-Ashton… - Calum corrió hasta con el muchacho, quien seguía en el suelo.
**Cinco años
atrás**
Penny caminaba de un lado a otro, nerviosa. Se mordía las uñas de los
dedos de su mano derecha sin parar.
-Penny, dime qué ocurre.
Ashton la miró, lo cierto es que su amiga lo estaba poniendo demasiado
nervioso. Ambos estaban en la casa del castaño. Ninguno lucia mejor que el
otro, ambos amigos luchaban contra los sentimientos que aun sentían por sus
ex’s.
-No lo sé, Ashton. Tienes demasiados problemas como darte uno más.
-Ven, siéntate – pidió, la rubia obedeció al instante, sentándose a un
lado de su amigo. Ashton la abrazó protectoramente.
-Somos amigos desde que usábamos pañales, somos casi hermanos. Puedes
decirme todo lo que quieras. Sabes que cuentas conmigo.
-Lo sé – Penny comenzó a llorar silenciosamente – pero aún amas a
Michael.
-Y tú al idiota de John.
-Míranos, llorando por unos imbéciles – la muchacha se sorbió la nariz –
parecemos un diluvio.
-¿Algún día dejará de llover? – Ashton trató de reír.
-No lo creo.
**Cuatro
años diez meses atrás**
-Hoy amanecí con lluvia – confesó Ashton, después que Penny le dijera lo
mismo.
Ambos se abrazaron. Estaban esta vez en el parque, en la misma banca en
donde Michael los había encontrado meses atrás.
-¿Cómo te fue en el trabajo? – indagó la rubia, fingiendo interés.
-Penny, dime qué es lo que te angustia. Desde hace meses sé que algo te
ocurre.
La muchacha se mordió el labio inferior.
-Ashton… estoy embarazada.
El castaño parpadeó un par de veces.
-Ese bebé... ¿es mío?
La muchacha abrió la boca para responder, pero alguien más lo hizo por
ella.
-Felicidades a los futuros papás.
Una mirada verde los fulminaba con la mirada.
-Michael…
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