No ha dejado de llover
Capítulo uno.
Tommy
Cuando Ashton se despertó el sol resplandecía afuera, un rayito de luz
se colaba desde su ventana hasta la mesita de noche.
-¡Arriba, papá! - un pequeño de ojos marrones saltaba por toda la cama -
¡Es hora de desayunar!
El mayor gruñó, pero aun así se levantó.
-¡Porque me haces madrugar, pequeño renacuajo! - Ashton se abalanzó sobre
él.
-¡No, cosquillas, nooo...! - la habitación fue inundada por las risas de
ambos.
-¿Sabían que hay gente que quiere dormir? - una tercera voz los hizo
separase.
-¡Tío Calum! - el pequeño corrió hasta con él.
-Hola, pequeño - el moreno le revolvió el cabello - Ve abajo con el tío
Luke, el desayuno está listo.
-¡El tío Luke se acaba los desayunos! - el pequeño rubio corrió hasta la
cocina.
-Llegaste tarde, anoche - Calum se cruzó de brazos.
Ashton se encogió de hombros.
-Esa no es la mejor manera de evadir los problemas, lo sabes.
-Hasta el momento me está funcionando - trató de sonreír.
-Ya pasaron cinco años, Ash.
-Nadie dijo que después de cinco años se recupera un corazón roto – frunció
el ceño.
-Tampoco que evadiendo los problemas por cinco años éstos se resuelven
mágicamente.
El mayor alzó una ceja.
-Necesito más tiempo.
-Tommy te esperó despierto hasta que el sueño lo venció.
-No necesito el chantaje, Calum. Bastante tuve de éste con él. No necesito que vengas tú a sumarte
a la lista de las personas que pueden
chantajear a Ashton Irwin.
El moreno rodó los ojos.
-Hoy no estás de humor al parecer - se dio la vuelta, pero antes de
salir agregó - él regresó. Ayer, Luke
y yo lo encontramos en el parque.
Ashton sintió que algo dentro de él se rompía lentamente.
[...]
-¿Qué haremos hoy, papi? - el pequeño abrazó por la espalda al mayor,
aprovechando que éste estaba sentado al pie de las escaleras.
-Pensaba dormir y dormir, pero veo que tienes otros planes para mí - le
respondió con una sonrisa.
-¡Hay que ir al parque! - el pequeño rodeó el cuello del mayor.
-¡De acuerdo...! - Ashton se levantó, sosteniendo al pequeño fuertemente
sobre sus espalda - ¡Al parque iremos!
-¡Siii! - Tommy sonrió estruendosamente.
[...]
Cuando Ashton llegó a su casa ya pasaba de la media noche. Calum y Luke,
prácticamente se comían a besos sobre aquel sofá que él había comprado en una
tienda de ofertas.
Carraspeó para que la parejita pudiera separarse. No fuera que por su
calentura provocaran un incendio.
-¡Ashton...! - saludó el rubio.
En ocasiones el castaño envidiaba lo que sus amigos habían logrado. Y
pensar que si su relación con él no
se hubiera ido al demonio, el tiempo que Luke y Calum llevaban juntos ellos también
lo tendrían.
Ashton suspiró. Definitivamente esa noche no dormiría. Lloraría, como lo
venía haciendo desde hace seis años.
Subió hasta la habitación de Tommy, le dio un casto beso en la frente.
Después fue a la suya.
Acostado en su cama veía fijamente hacia el techo, suspiró largamente
antes de comenzar a ver las fotografías de su celular. Se detuvo en una en
especial.
Ahí estaba él, abrazándolo. En su mirada había amor.
Lástima que ninguno de los dos lo supo conservar.
-Maldito, Michael Clifford - susurró el castaño - maldita la hora en que
te conocí.
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