No estoy celoso #3
¿Me estabas siguiendo?
-Buena
suerte – la mercenaria le guiñó un ojo.
-Gracias
– respondió Derek. Braeden le dio un apretón amistoso en su brazo izquierdo.
Stiles
alzó una ceja, viendo la escena desde unos metros atrás.
-Adiós
Stiles – la morena sonrió, agitando la mano en modo de despedida y salió del
lugar.
El
menor se acercó al alfa.
-No
es que sea metiche, pero tu amiguita es demasiado cariñosa contigo, demasiado – el aludido alzó una ceja –
es solo una observación.
Stiles
alzó ambos manos en son de inocencia, se dio la vuelta y regresó con el resto
de la manada. Derek sonrió de lado.
Repasaron
el plan varias veces y cuando al fin los detalles fueron pulidos, salieron a la
acción. No es que estuviera complicado, pero andaban tras una pista importante
para encontrar a Kate.
[…]
-Scott,
recuérdame ¿Por qué se incluyó a Braeden en el plan? – Stiles estacionó el
jeep.
-Ella
sabe cómo encontrar a Kate – recordó. Stiles gruñó - ¿acaso estas celoso?
-No
– frunció el ceño. Scott sonrió de lado – no lo estoy.
-Lo
que digas – el lobo bajó del jeep, últimamente había tenido problemas con la
moto y a Stiles no le molestaba dejarlo en casa.
-Sí
lo estás – el menor dio un respingo al escuchar la voz de Derek a su lado.
-¿Me
estabas siguiendo? – cuestionó.
-No
– respondió el mayor.
-¿Qué
haces aquí?
Derek
no supo qué responder, porque lo cierto era que sí lo estaba siguiendo.
-Paseo
– mintió.
-Justo
por aquí – entrecerró los ojos.
-Es
un país libre – se excusó, encogiéndose de hombros.
-De
acuerdo, ahora ve a pasear por allá, tengo que irme a casa.
-Te
acompaño – no fue una sugerencia, Derek trepó al jeep en el asiento del
copiloto. Stiles rodó los ojos.
El
camino a casa de Stiles fue corto, en todo momento Derek no dejó de mirarlo.
-Debería
darte una fotografía – expresó Stiles, estacionando el jeep.
-Tengo
varias.
-He
llegado, ¿contento?
-Stiles…
El
aludido gruñó.
-No
estoy celoso – aclaró. Derek alzó una ceja.
-Stiles…
-De
acuerdo… tal vez solo un poco y…
Su
explicación fue interrumpida por los labios del alfa. Stiles quedó embobado
después del beso.
-No
hay razón para estarlo – Derek lo miró fijamente.
-De
acuerdo – se convenció el menor.
-Bien
– Derek iba a salir del jeep, pero Stiles lo agarró del brazo.
-No
es que sea rencoroso o algo así pero… dile a tu amiga que tenga cuidado.
-¿Por
qué?
-A
veces no me fijo y puedo atropellar gente – Derek alzó una ceja – la semana
pasada atropellé a un gusano – se encogió de hombros.
El
alfa rodó los ojos.
-No
tienes remedio – salió del jeep. Stiles sonrió de oreja a oreja.
FIN
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