Capítulo doce. El hijo de la sirvienta sabe mentir muy bien

Medio limón

Capítulo doce. 

El hijo de la sirvienta sabe mentir muy bien

Ashton se talló el ojo izquierdo y bostezó descaradamente, al entrar a la cocina encontró a Mike desayunando.

-Buen día – le gruñó.

Mike, quien estaba centrado en el enorme tazón de cereal que tenía frente a él, le regresó el saludo con otro gruñido. Observó al hijo de la sirvienta detenidamente, aún cojeaba por la herida del talón. El teñido no se podía explicar el por qué querían hacerle daño a él y a su familia, es decir, no es que fuera alguien interesante. El hijo de la sirvienta era un chico raro, enclenque, con una cabellera rebelde, horrible color de ojos, risa contagiosa, además usa las ventanas para salir de la casa, y…

-¿Puedes ser alguien normal por una vez en tu vida? – le reclamó.

Ashton frunció el ceño, dejando suspendida la caja de cereal.

-¿Quién demonios pone primero la leche y luego el cereal? ¡Eso es de subnormales!

El rizado alzó una ceja, Mike hizo el ademán de querer arrebatarle la caja de cereal pero se alejó rápidamente, con tazón en mano.

-Déjame desayunar en paz, persona común y corriente.

Mike le miró como si de pronto le hubiera salido otra cabeza, ¿acaso le dijo común y corriente?

-¿Acaso tú…?

-¡Ashton!

El rizado se giró al escuchar ser llamado por Luke, el rubio no reaccionó a tiempo o tal vez no lo quiso hacer, se lanzó sobre Ashton sin consideración alguna. Ambos cayeron al suelo. Mike se asustó.

-Luke, espero que tengas una muy explicación para…

Ashton no habló, podía sentir a Luke estremecerse sobre él. Definitivamente algo no estaba bien. Mike se acercó a ambos.

-¿Están bien? – preguntó con una sonrisa que inmediatamente borró.

En otras circunstancias se estaría burlando de ellos. El enorme tazón se había desparramado sobre ambos, la mayor parte de cereal remojado en leche cayó en el cabello del rizado. Sin embargo; no lo hizo. El teñido vio que el hijo de la sirvienta tenía un gesto extraño.

-Luke…

El rubio no se inmutó, seguía aferrado a él. Recordando lo de minutos atrás.

Después de recibir la llamada, Luke fue a buscar a Ashton a su habitación y al no encontrarlo entró en pánico. Regresó a su propia habitación, buscó el celular rogando para que sea quien fuera el que le haya llamado aún estuviera en la línea.

-¡Por favor! ¡No le hagan daño a Ashton!

-Eso depende de ti…

-¡Por favor!

-Él no se ha portado muy bien. Sigue investigando cosas que no debe.

Luke sabía a qué se referían.

-¡No lo hará! ¡Lo prometo!

-Si sigue metiéndose en lo que no le importa, lo mataremos.

-¡NO! – El rubio caminaba en círculos - ¡Por favor! ¡No le hagan daño a Ashton!

-Tienes que detenerlo, que deje de investigar. Esta vez iremos más lejos, una cortada en el talón del pie será lo de menos.

-¡Lo haré, lo haré!

-Hazlo ahora, Ashton está en la cocina con tu amiguito.

-¡Ashton! – el rubio cortó la llamada, corrió en su búsqueda.

-¡Robert! – el rubio agrandó los ojos.

-Ashton…

El rizado pudo ver el pánico sembrado en sus ojos. Ambos se incorporaron, quedando sentados uno frente al otro.

-Ashton, ¿cómo te hiciste esa cortada en el pie? – Lo miró fijamente a los ojos – No me mientas.

-Me corté con un vaso – dejó salir entre dientes, la verdad era que no quería recordar ese momento, no cuando Clifford estaba presente.

-Ashton…

-E l vaso se quebró, resbalé con el agua – resumió.

-No te creo – Luke lo miró con el entrecejo fruncido. La llamada que recibió minutos atrás le habían comentado otra cosa. ¿Por qué Ashton le mentía?

-Es verdad – habló Michael – bajé por agua, lo vi y… quise hacerle una broma, él se asustó, dejó caer el vaso, resbaló y en algún momento de su caída se enterró el pedazo de vidrio.

El teñido relató cuidando en no cruzar su mirada con la del rizado, de pronto se sentía cohibido. Luke apretó los puños sobre sus piernas. En verdad quería creerles, que eso en verdad había ocurrido de esa forma.

-Luke, ¿Qué ocurre? – Ashton buscó su mirada.

-Ese día cuando regresaron temprano de la empresa de papá, ¿Qué ocurrió realmente?

-Luke…

-Quiero la verdad – el rubio los miró fijamente.

Ashton suspiró, no tenía caso seguir mintiéndole. Luke sabía algo o al menos tenía la sospecha de algo.

-Quisieron asaltar a Clifford – mintió, esperando que el teñido no abriera la boca o diera indicios que en realidad estaba mintiendo.

Luke agrandó los ojos, viendo a Mike.

-Así es, insistí en comer en la cafetería. Tenía todo el día en el edificio, quería aire fresco – se encogió de hombros.

-¿No me están mintiendo? – refunfuñó.

-No – respondieron al unísono.

-¡Francis! – llamó el rubio.

-¿No confías en nosotros? – el rizado alzó una ceja. Eso era nuevo en Luke.

-¿Sí, joven Luke? – el guardaespaldas los miró lentamente a cada uno.

-¿Qué ocurrió ese día cuando regresaron temprano de la empresa de papá?

El mayor frunció el ceño.

-No me mientas – ordenó el rubio.

-Él ya lo sabe, Francis – el rizado rodó los ojos.

-Quisieron asaltar al joven Michael – mintió.

Mike hizo un esfuerzo sobre humano para que en su rostro no se reflejara reacción alguna. No estaba muy seguro de cómo tomar la actitud de Francis, le había mentido a Luke sin inmutarse, además estaba más que claro que estaba confabulando con el hijo de la sirvienta, ¿en qué momento se habían puesto de acuerdo para mentir?

Por otro lado Luke estaba tratando de ordenar sus ideas, ¿Quién le estaba mintiendo?, ¿su familia o la voz misteriosa del otro lado del teléfono? No podía darse el lujo de desconfiar de todos lo que le rodeaban. Tenía que confiar en su familia de lo contrario se volvería loco.

-De acuerdo – murmuró.

Ashton lo miró detenidamente.

-Francis… por favor, lleva a Ashton a su habitación.

-¿Qué? – El rizado lo miró sin entender – ¿Y ahora por qué?

El guardaespaldas no esperó explicación, después de todo, las ordenes de Luke las tenía que cumplir sin rechistar.

-Tienes lastimado el pie – Luke rodó los ojos, levantándose del piso. El rizado gruñó.

Mike vio cómo Francis se llevaba al rizado como si de un costal de papas se tratara.

-¿Qué fue todo eso? – le preguntó al rubio.

-He tenido una pesadilla – se encogió de hombros.

Luke se dirigió hacia la alacena y comenzó a preparar dos desayunos, no es que se estuviera esforzando por hacer un gran desayuno. Sirvió leche en dos tazones y luego el cereal. Mike frunció el ceño.

-¿Tú también haces eso?

-Así le gustan a Ashton – confesó.

-No le veo diferencia.

-La hay – sonrió.

Puso los tazones en una charola y tarareando una melodía se dirigió hacia la habitación del rizado, dejando a Mike solo en la cocina.

Cuando Luke llegó a la habitación del rizado, Francis aún estaba en ésta.

-Gracias, Francis – el rubio le sonrió. El mayor se retiró de la habitación.

Ashton lo miró fijamente.

-Te he preparado el desayuno – puso la charola en medio de ambos.

-Gracias – Luke le sonrió, comenzando a desayunar él también.

-¿Te duele? – preguntó, señalando con la mirada hacia la herida.

-No – y esta vez no estaba mintiendo. El de ojos azules lo observó detenidamente.

-Extraño a papá – murmuró, desviando la mirada.

Ashton no dijo nada. Luke se estaba comportando más extraño de lo normal.

-También a Anne – confesó. Alzó la mirada para toparse con la de Ashton. Sonrió con un poco de vergüenza – lo siento – le retiró un par de cereales que tenía en los rizos.

-¿Qué fue lo que pasó? – Finalmente preguntó – esta vez, soy yo quien te pide que no mientas.

El aludido suspiró, desviando la mirada.

-No quiero extrañarte a ti también – confesó – eres mi única familia.

-No tendrás que hacerlo. Estamos a salvo.

-No si realizas el trabajo que se supone debe hacer la policía – reprochó.

Ashton asintió. Entonces eso era.

-Tienes que dejar de hacerlo – pidió - ¿Por favor?

El rizado lo miraba atentamente, después de varios segundos, finalmente suspiró.

-De acuerdo. No lo haré – aseguró.

-¿Lo prometes?

-Luke…

El rubio lo miraba suplicante.

-De acuerdo. Lo prometo.

Luke sonrió feliz.

Desayunaron tranquilamente, la conversación cambió de rumbo y el rubio de pronto se dio cuenta que eso le agradaba. Esa tranquilidad que los envolvía era placentera y sin duda el responsable de ello era Ashton. Recordó la promesa que le hizo a Anne. Y ahora más que nunca estaba dispuesto a cumplirla. No permitiría que algo malo le sucediera a Ashton. Lo protegería como sea.

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