FF El dolor del adiós
Parte
Dos.
Adiós
amor.
[Harry Potter]
“Muerto”.
Esa palabra retumba en mi mente una y otra vez.
“Muerto”.
Así ha quedado mi corazón. Aún no puedo asimilar esta
noticia, a pesar que han transcurrido dos días desde entonces.
Hermione y Ron
fueron los primeros en irse al concluir la batalla y él, mi Dragón hace
dos días. Su cuerpo no resistió el Sectumsempra que le fue enviado aquel
día infernal.
¡Maldito Voldemort!
Quisiera que reviviera, para volverlo a matar y así
vengar la… (Trago saliva) ¡Maldición! Esto no debería haber pasado, él era tan
joven, un gran chico, con una vida por adelante. Mi amor.
Venganza y furia es lo que ahora invade mi corazón,
pero aunque pudiera llevar a cabo mi ‘venganza’ eso no traería de vuelta a mi
Dragón, al menos no como yo quisiera.
Estoy sentado aún aquí en el mismo lugar de la
terrible noticia y él, mi dragón, esta a mi lado, recargando su cabeza en mi
hombro. Sé que él no lo es del
todo. Él, está muerto.
-¿Vamos, Harry?
-Te alcanzo en unos momentos, en nuestro lugar
favorito.
Y así lo veo marchar.
¿Por qué no cruzaste la línea? ¿Por qué aún sigues
aquí?
No me molesta, de hecho me agrada la idea de que no te
vayas de mi lado, que te quedes para siempre, pero en algún momento te tengo
que dejar ir. Esta no es vida, no te la mereces.
-Potter…
Escucho la voz de Snape, desde el momento de la
noticia se enojó mucho al ver que una parte de él se quedó aquí y me culpa de
ello. Y tiene razón, esas palabras la tengo presente en mi mente:
“Él se irá cuando deje de sentir que pertenece a este lugar, cuando se
despida de todos, pero sobre todo cuando lo dejes ir…”.
Mis ojos se humedecen, no puedo dejarlo ir, no quiero.
Esa es mi respuesta, aún no cruza la línea por mí. Yo soy el que lo está reteniendo.
-Dame tiempo, solo dame tiempo, Severus.
-Dos meses Potter, ni un día más.
Y el plazo comienza hoy. No soy capaz de decírselo.
No, él está muy feliz, no seré yo quien le quite esa felicidad… no aún. Él
tiene que despedirse de todo y de todos, como todo un Slytherin. Sí, como todo
un Malfoy, él se irá de aquí tal y como él es. Y yo le ayudaré.
Hablé con su padrino y él me ayudará, su familia
igual, sus amigos, incluso Boot. Todo está listo.
Draco, este es mi adiós.
Llego a nuestro lugar favorito. Sí, aquel árbol que
está en los jardines traseros del colegio. Ese árbol que es muy importante para
nosotros. En ese lugar comenzó nuestra relación, nos dimos nuestro primer beso,
tuvimos nuestras innumerables peleas, hemos pasado tantas cosas ahí que lo
hemos nombramos nuestro lugar favorito.
Y que ahora también será nuestro lugar del adiós.
Te veo tranquilamente, como cualquier otro día que
hayamos tenido, como si aún estuvieras
aquí.
-Draco, ¿me amas? – te pregunto sentándome a tu lado.
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Por supuesto que te
amo!
Sabía lo que me ibas a responder. Sé que me amas,
pero…
-Aún cuando ¿ya no estés
aquí?
Levantas una ceja, característica innata de todo un
Malfoy. Sonrío.
-Claro, Harry, ¿sabes cómo lo sabrías?
Moví negativamente la cabeza, aunque creo que ya sé la
respuesta, porque de no amarme, está
conversación no sería posible. Se necesita de las dos partes para que no te
vayas del todo.
-Con el viento… - susurras viéndome a los ojos.
-¿Qué?
-Si yo muero Harry, sabrás que yo estoy a tu lado
cuando sople el viento y una brisa roce tus mejillas, con eso te estaré
diciendo: Te amo.
Mis ojos se humedecen, no debo llorar, no lo haré. Me
acerco a él y lo abrazo fuertemente y él me responde. Duramos minutos en esa
posición.
¡Por Merlín!
Lo amo demasiado para dejarlo ir.
“No puedo decirte adiós. No quiero”.
¿Por qué se empeñan en que debo dejarlo ir? ¿Qué tiene
de malo que yo aún siga compartiendo mi vida con esa esencia de mi dragón?
Y enseguida vino la respuesta, cuando uní mi boca a la
suya, resultó un beso suave, pero ya no poseía esa calidez que siempre me
transmitían esos labios. Ya no más.
¡No quiero que se vaya! Llámenme egoísta, no me
importa. Me importa más él y está feliz tal como está.
Pero por más que no lo quiera dejar ir, tengo que
hacerlo. Tengo que decirle adiós. Severus tiene razón, esta no es vida, él no
se la merece. Él tiene que estar en un lugar más tranquilo, donde en verdad sea
feliz.
Una semana ha pasado y los alumnos fingen que todo
sigue igual, pero mi Dragón sufre. Sí lo sé, él siente su frialdad, su
indiferencia, sé que estas cosas a él no le importan, pero igual influyen en
él, de manera indirecta o directamente.
Dos semanas conviviendo con tu esencia y siento que no
ha sido suficiente, el tiempo transcurre y cada vez queda menos.
Tiempo… curioso, él cree que ya pasaron meses desde la
batalla, y solo han transcurrido semanas, solo dos semanas.
Es hora de comenzar a cortar lazos. Perdóname Dragón.
-Dragón, ¿Qué te dijo tu familia cuando le dijiste que
no ibas a renunciar a mí?
Fue una tarea difícil y me imagino el esfuerzo que
hicieron Lucius y Narcisa por no derrumbarse al verte frente a ellos como si
todo fuera normal, ellos tuvieron que tomar la noticia como lo habrían hecho en
otras circunstancias. Lo sé, difícil. Pero mi Dragón tenía que desprenderse de
su familia, cortar ese lazo de unión y despedirse como todo un Malfoy de ella.
Perdóname Dragón.
-¿Sabes lo que hicieron? – Me preguntaste con
indignación - ¡Me borraron del árbol genealógico! Prometieron desheredarme si
no renunciaba a ti, pero no lo haré aún
si me quedara sin un solo knut. Nunca
renunciaré a ti.
Él continúa con su relato, cree que sus padres lo
odian. Quizás lo harían, en otro momento, si todo esto fuera real.
Ellos no le borraron del árbol genealógico, éste lo
hizo de forma automática cuando él se fue. Sus padres no le desheredaron,
simplemente él no está en el testamento porque ya no hay a quién heredar los
bienes.
Draco me mira a los ojos firmemente, fingiendo muy
bien el hecho de que no le importa lo que opina su familia. Sé que en el fondo
le duele. Lo siento.
El tiempo transcurre y ha llegado la hora de que se
despida de sus amigos.
-Dragón, ¿ya hablaste con tu amigos?
-Sí – pones un semblante triste, perdóname, por
Merlín, perdóname. Créeme que si en mis manos estuviera no te haría esto.
Nunca.
-¿Qué te dijeron?
Sé lo que te dijeron, ayer estuve repasando todo con
ellos. Ellos te quieren y les dolió la manera en cómo te despidieron, pero es
lo mejor. Espero.
-Me dijeron que soy una vergüenza, un Slytherin jamás
saldría con un Gryffindor, pero no me importó les dije lo mismo que a mis
padres, nunca te dejaré, te amo y haría todo por ti.
Me dices sonriendo con autosuficiencia y yo te
devuelvo la sonrisa, aunque por dentro me sienta el ser más despreciable del
mundo.
Te cité en nuestro lugar favorito, el adiós definitivo
se acerca. Me duele mucho lo que te voy a pedir pero es necesario.
Nos sentamos al pie de aquel árbol que ha sido testigo
de muchas cosas nuestras, nuevamente tienes tu cabeza recostada en mis hombros,
sé que puedes sentir los latidos de mi loco corazón, pero lo que no sabes es lo
que te voy a pedir.
-Dragón, hace unas semanas atrás me dijiste que harías
todo por mí.
-Aún lo sostengo – Me lo dices muy seguro viéndome a
los ojos directamente mientras sonríes.
-Renuncia a tu magia.
Veo tu cara de incredulidad, borrando instantáneamente
esa dulce sonrisa.
Me duele ser el malo de la historia.
-En la batalla final sabes que mi magia se anuló
cuando la maldición de Voldemort rebotó
en mí nuevamente. Yo no tengo magia, así que tú… - ¡Por Merlín! Esto es
demasiado, ni siquiera pude terminar esa petición.
Muerdes tu labio inferior, sé que lo dudas, sé que te
es difícil, porque tú aún crees que vives. Sé que es demasiado, lo siento. Me
siento peor que el maldito de Voldemort.
Pero créeme a mí también me es difícil. Si renuncias a
esa mínima esencia de magia, que es la que te permita estar ‘bien’, que es la que te permite estar
aquí (además de mis sentimientos por ti
y los tuyos por mi) solo es cuestión de tiempo para que te marches…
Te levantas y yo te sigo. Me miras a los ojos
decidido.
Levantas tus manos hasta tu pecho, cierras los ojos y
enseguida te envuelve un aura mágica alrededor tuyo y en tus manos se forma una
esfera de magia pura. Tú esencia. Ésta se desvaneció a nuestro alrededor
yéndose directamente a nuestro árbol.
Te debilitas y te abrazo antes de que caigas. Tú
también me abrazas y escondes tu cara en mi pecho. Perdóname.
-Te amo
Te susurro al oído. Sé que en otras circunstancias,
habrías hecho lo mismo si yo te lo hubiera pedido, aunque en esas
circunstancias jamás lo haría. Jamás.
Solo es cuestión de tiempo para que todo concluya.
Tres días. Solo tres días y todo habrá terminado. Te
cité en nuestro lugar favorito, debo ser fuerte. No debo llorar, aún no.
Llego junto a ti, me estas sonriendo nuevamente.
-Harry, te amo – me dices colgando tus brazos
alrededor de mi cuello. Se me hace un nudo en la garganta.
¿Cómo puedes
amarme después de todo lo que te he hecho hacer? No me lo merezco… y menos con
lo que te voy a decir en unos instantes.
-Adiós Dragón.
Te separas de mí, me miras de manera desconcertada.
Tengo que verme como si no me importara el hecho de dejarte, así que, te sonrío
serenamente como si te hubiera dicho ‘hace
un buen día ¿no?’
Veo que una lágrima resbala por tu mejilla.
No debo llorar. No debo arrepentirme o todo será en
vano.
-¿Por qué? – me preguntas en un susurro, sé que es
injusto, lo siento.
-Me cansé de ti.
Lo dejé salir como si nada, una lágrima se avecina, me
volteo rápidamente y avanzo. Lo sé, soy un cobarde, pero es lo mejor. Es hora
de cerrar ciclos y él muy pronto de irá. Solo es cuestión de tiempo.
Terry se acerca a mí, tal como lo planeamos la noche
anterior.
-¿Ya se lo dijiste? – Asentí, porque no soy capaz de
articular palabras.
-No debí tardar tanto tiempo.
Por supuesto que no, porque la hora del adiós definitivo
solo es cuestión de minutos… y duele más.
Coloco el espejo frente a tu cama. Sé que comprenderás
TODO cuando no veas tu reflejo en él. Lo sé. No me odies mi Dragón.
Espero pacientemente en un rincón del jardín. Una hora después te veo encaminándote a nuestro
lugar favorito. Te sigo en silencio. Veo que te preparas para irte. Quisiera
que me brindaras una última dulce sonrisa. Pero no debo intervenir en el
proceso. Demasiado tarde, mis pasos te han advertido de mi presencia.
Me observas y no pude evitar el preguntarte eso que me
aflige desde el momento en que llevé a cabo mi despedida.
-¿Me esperarás?
Me sonríes. Un gran regalo de despedida.
-En nuestro lugar favorito, pero dentro de muchos años
más – Me respondes, recalcando muy bien la segunda parte de la oración y no
dudo en cumplirlo. No quisiera que me odiaras por no cumplir algo que no se
compara con todo lo que yo te hice hacer.
Alzaste tu rostro al cielo. Es hora del adiós. Es hora
de que partas.
Veo cómo te
dejas llevar por aquel rayo de luz, conforme avanzas siento que una parte de mi
se va contigo.
Adiós amor.
*****
Harry miró al cielo hasta que su Dragón desapareció,
solo entonces una lágrima resbaló por su mejilla.
En esos momentos el viento sopló y una suave brisa
rozó sus mejillas húmedas.
FIN
Noviembre del 2010
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No sabe cuanto he llorado.. parezco magdalena ;w; mis lentes estan todos empapatados... mis ojos deben estar rojos D: estuvo muy bonito, draco no.. no .. no tengo palabras palabras me gusto mucho mis lagrimas lo dicen todo!
ResponderEliminarHolas :D
EliminarSiento haberte hecho llorar ._. ,,, creo que esta es la historia más triste que he escrito (hasta el momento). Por otro lado, me alegra que te haya gustado *0*
Gracias por leerme y por comentar n.n
Besos
PISLIB n_n
TT-TT dios llore y llore me dieron ganas de vomitar por los nervios me costo mucho terminar de leer nunca pero nunca a via leído algo tan fuerte ;-; gracias esta fisc lo recodare por toda mi vida muchas gracias me gusto mucho XD
ResponderEliminar
EliminarHolas!!!
Agradezco el esfuerzo que has hecho por leer esta historia. Sé que es muy triste y aún así haya gustado n.n
Gracias a ti por leerlo y por comentar :D
Besos!
PISLIB n_n
Un fic corto y muy lindo, malditamente triste para conmoverme hasta las lágrimas. Al principio casi odie a Harry y luego, cuando lo terminas de leer y te das cuenta de todo lloras con él. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarGracias a ti por leerlo :)
EliminarAh, disculpa la tardanza, no sé que pasó que apenas me doy cuenta de este comentario.
Besos
PISLIB n_n