PERFUME SLYTHERIN
Capítulo
Cuatro:
Blaise Zabini /
Ronald Weasley
-Emh, Weasley – llamó
no queriendo la cosa el moreno Slytherin - ¿te gustaría ir…?
-¡Sííí…! – exclamó el
pelirrojo sin dejar que el Slytherin terminara de preguntar, lo tomó de la mano
y prácticamente lo arrastró a la pista de baile, donde ya había gente bailando.
El pelirrojo estaba
contento, por un momento creyó que aquel Slytherin tardaría mucho más tiempo en
invitarlo a bailar, incluso se había propuesto que él lo invitaría si el chico
no lo hacía pronto. Por suerte no tuvo que recurrir a esto.
Ambos chicos bailaban
al son de la canción, al principio el Gryffindor estaba feliz, pero luego su
semblante cambió lentamente conforme pasaban aquellos tortuosos minutos.
Observó que Blaise de
vez en cuando le lanzaba miradas a su ex, es decir, Theodore Nott. Al pelirrojo
le ganó la curiosidad y también desvió su mirada de reojo hacia su amigo
Neville, el cual parecía reclamarle ‘algo’
al Slytherin; minutos después vio cómo su amigo se abrazaba de Nott, eso
significaba una cosa: ya se habían reconciliado.
Instintivamente desvió
su mirada hacia Blaise, el cual había fruncido el ceño a manera de inconformidad
ante la actitud de los chicos que se seguían abrazando, eso fue suficiente para
el pelirrojo, simplemente dejó de bailar y se dirigió hacia la salida, ante el
llamado perplejo de Zabini.
-¿Weasley? – llamó desconcertado
Blaise, pero el pelirrojo lo ignoró, el moreno se quedó varios segundos parado
sin saber qué hacer, al final terminó por ir en su búsqueda.
Salió del pub y lo encontró cerca de un pequeño
jardín, sentado, contemplando las estrellas. Se acercó a él y se sentó a su
lado en completo silencio.
-Aún… ¿lo quieres? –
preguntó con cierto dolor el pelirrojo, minutos después, aún sin verlo.
-¿Qué? – Preguntó
confundido el italiano - ¿a quién?
-A Nott… ¿aún amas a
Nott? – le preguntó en un susurro, sin mirarlo a la cara. Entonces el moreno
comprendió a lo que en verdad se refería el pelirrojo.
-Sí, lo amo – las
palabras del moreno se clavaron como estacas en su corazón, de pronto el león
se sintió demasiado deprimido –… pero no de la manera de la que te estás
imaginando. Él es mi amigo… y sí, fuimos novios por un tiempo – comenzó a
explicar Blaise – pero la verdad es que, nunca llegamos amarnos como creíamos – esto último lo dijo sonriendo tristemente
al recordar lo sucedido.
-¿Qué? – preguntó
interesado Ron, pero aún evitaba mirarlo de frente.
-¿Sabes por qué Theo
y yo terminamos? – El pelirrojo negó con la cabeza – hace tres meses, estábamos
en mi habitación, comenzamos a besarnos y acariciarnos, ya sabes… nos dejamos
ir por el momento, cuando ambos estábamos sin ropa de la cintura para arriba… yo besé a Theo en la boca, luego bajé a su
cuello y le susurré algo al oído… ¿sabes lo que le dije?
-¿Te amo? Quizás –
aventuró desilusionado el pelirrojo, pues sinceramente lo último que quería
escuchar de aquel Slytherin era la manera de cómo hacia suyo a su amigo.
-Ojalá – dijo
divertido Blaise, tomó con sus manos la cara del león, para que éste lo viera a
la de él – cuando se supone que debía de decir ‘Theo’, bueno, yo dije… ‘Ron’.
El Gryffindor entornó
los ojos, a la vez que su rosto junto con sus orejas tornaron a un color rojo.
-¿Qué…? ¿Que tú
hiciste, qué? – preguntó perplejo Ron.
-Así es, dije tu
nombre. Y tiene sentido, aún tengo tu imagen grabada mientras que Longbottom te
besaba aquella ocasión y luego ambos se fueron al baño con la ‘excusa’ de que tu amigo le había caído
mal la bebida o Merlín tu a saber qué*. Se supone que yo estaba enojado porque mi plan para conquistar a Theo había ‘fallado’, pero la verdad es otra, no la quería ver en esos
momentos, pero ahora lo hago. Tú me has gustado
Weasley… desde siempre.
-Yo…
-Te amo, Ron.
Y sin más que decir
se acercó a aquel pelirrojo y unió sus labios con lo de él.
El Gryffindor también
le había respondido al beso, después se separaron. El pelirrojo aún estaba
asimilando la información.
-Tengo una duda –
soltó de pronto.
-¿Cuál? – interrogó
el Slytherin.
-Eso que me cuentas
sucedió hace tres meses ¿no? Pero terminaste con Nott hace dos meses… o al
menos desde ese tiempo se esparció el rumor…
-No es tan complicado
el asunto Ron, esa noche Theo y yo discutimos, pero al día siguiente seguimos
como si ‘nunca’ hubiera pasado eso. Pero
dos semanas después de eso, ambos estábamos en una situación parecida, ya sabes…
eso de besos y caricias, solo que esa vez fue Theo el que me llamó ‘Neville’
en lugar de ‘Blaise’.
-Entonces… ¿se vengó?
– preguntó sorprendido el pelirrojo.
-En esos momentos yo
creí que sí y discutimos como nunca, fue cuando terminamos. Pero ahora que lo
pienso y lo veo con Longbottom, no creo que haya sido una simple venganza.
-Vaya… - murmuró Ron
distraídamente.
-Como vez, ambos no
nos amábamos como creíamos, pues al
parecer nuestros corazones ya estaban ocupados por dos gatitos… - dijo pícaramente el moreno – porque aunque no lo creas,
a partir de ese día que dije tu nombre, no dejé de pensar en ti.
El pelirrojo sonreía,
Blaise volvió a besarlo.
-Para serte sincero…
- comenzó el pelirrojo también a confesarse – yo te odiaba, me enteré de tu
plan para darle celos a Theo y me puse de acuerdo con Neville ese día para
vengarnos de ustedes dos, pero cuando regresamos del baño, ya no estaban y
postergué mi venganza para después, así que decidí espiarte para crear mi mejor venganza, pero algo salió
mal, porque terminé enamorándome de ti.
-¿Y eso le llamas ‘salir mal’? – preguntó Blaise irónico.
-Bueno, no – dijo
apesadumbrado el león – En realidad, es lo mejor que me ha pasado – confesó
feliz.
El pelirrojo fue esta
vez el que se lanzó hacia el moreno y lo besó, ambos habían terminado acostados
en el pasto, se separaron y comenzaron a contemplar las estrellas nuevamente,
cuando un iracundo Draco Malfoy los llamó.
-¡Por qué demonios se
desaparecen sin avisar!
-¡Cielos! - murmuró
Blaise mientras se incorporaba rápidamente – se me olvidaba que hoy se había
ofrecido Draco para ser el ‘cuidador designado’
y cuando nos desaparecemos de su campo visual, bueno… este es el resultado – le
dijo confidente a su, ahora, novio.
*****
Una semana después,
Blaise y Ron se encontraban cerca del lago sentados al pie de un árbol,
mientras que Theo y Neville buscaban algunas hierbas para la clase de Herbología.
-Oye Blaise… ¿tú qué
sabes del famoso ‘Perfume Slytherin’?
– preguntó un curioso Ron.
-¿Perfume Slytherin?
¿Famoso?- Interrogó conteniéndose la risa el moreno.
-Eso se rumorea… que
si uno lo usa, puede conquistar a cualquier Slytherin.
-¿Quién te dijo eso?
– trató de preguntar simulando interés, pero la risa lo delataba.
-Se rumorea en todo
el castillo… lo escuché decir de Dean Thomas que se lo había dicho Seamus y no
sé cómo demonios se enteró él, ¿pero es verdad? ¿Existe ese perfume? – insistió
el león.
-Por supuesto que ¡no!
-¿Seguro? Porque el
rumor dice también que, gracias a éste… tú conquistaste a Theo – le dijo no
queriendo la cosa.
-Escucha Ron, sí hay
un Perfume Slytherin, pero no es para conquistar a un Slytherin, de hecho fue
creado para conquistar a un Gryffindor –
dijo riéndose Blaise al recordar aquellos tiempos en los que su amigo Draco
Malfoy se desveló para crear ese perfume en particular.
-Explícate – invitó
el pelirrojo.
-Draco estaba
enamorado de Potter desde hace tiempo, nos contó a Theo y a mí que le gustó desde aquella vez que lo
vio en el callejón ‘Diagon’ antes de
entrar a Hogwarts, pero luego cuando se reencontró con él aquí y le negó su amistad
(porque te prefirió a ti) pues digamos que buscó la manera de que Potter se fijara en él.
-¿Me estas tratando
de decir que Malfoy es el fabricante del Perfume Slytherin? ¿Y todo para que Harry
se fijara en él?
-Así es, en clase de
Pociones, en el segundo curso, Snape nos hizo hacer perfume y bueno, digamos
que Draco lo modificó de tal manera que Potter se diera cuenta de él por medio
del perfume.
-Ahhh.
-Los ingredientes son
los básicos, solo que le añadió algo de él y algo de Potter… y listo: ‘Perfume
Slytherin’
-No creo que eso haya
funcionado.
-¿Por qué?
-Porque Harry también
quería con Malfoy. También le gustó desde que se encontraron en el callejón ‘Diagon’,
pero cuando Malfoy me insultó, ya sabes
lo que hizo.
-¿En serio Potter
estaba enamorado también de Draco?
-Sí, por eso Hermione
y yo nos enojamos con él en el segundo curso cuando nos enteramos de eso, pero
luego lo vimos tan feliz con él, que después decidimos hacer las paces y
aceptarlo.
-Entonces, no
sabremos si el perfume realmente funciona o no – dijo sonriendo Blaise, con
solo de pensar en la cara que pondría su amigo rubio al enterarse.
-Pues no lo sabremos,
aunque recuerdo que Harry en más de una ocasión ha dicho que Malfoy huele bien –
hizo una pausa, pero luego agregó - ¿se lo diremos?
-No, es mejor que
sigan corriendo los rumores, además no habrá diferencia entre la relación de Draco
y Potter porque desde un principio se gustaron ¿no?
-Es verdad.
-Será nuestro secreto
– le dijo guiñándole un ojo y sellaron el secreto con un dulce beso.
Lo que ambos no
sabían es que la primera parte de la conversación había sido escuchada por un
chico de ojos azules electrizantes…
*****
Tres Gryffindors y
tres Slytherins, estaban sentados en las orillas del Bosque Prohibido.
-Estamos en la última
semana de clases, tenemos que hacer algo para cerrar el cuarto curso en buenos
términos – propuso Blaise.
-Pues mañana hay una
salida a Hogsmeade, la ultima de hecho… ¿Por qué no vamos? – opinó Harry no
queriendo la cosa.
-Está dicho, iremos a
Hogsmeade – apoyó Draco a su novio mientras lo abrazaba cariñosamente.
-Y… ¿Quién será el ‘cuidador designado’? – preguntaron al unísono
Theo y Neville, que curiosamente siempre resultaban elegidos por la “suerte” en
las últimas salidas.
-Pues… ‘papelitos’ – dijo pícaramente Blaise con
cierta malicia.
Cinco minutos
después, cuatro chicos salieron corriendo disparados a sus Salas Comunes respectivamente,
dejando a un par aún incrédulos ante los resultados.
-¿Pero…? – Blaise no
terminaba de formular la pregunta.
-¿Cómo…? – también
Ron se lo preguntaba sin entender cómo corchos fue que ambos terminaron siendo
los ‘cuidadores designados’, aún cuando habían hechizado
los famosos ‘papelitos’.
-Esto me huele a Theo
– dejó salir rencoroso Blaise.
-Y a Neville… -
coincidió el pelirrojo.
****
En la pista de baile
estaba un Draco Malfoy junto con su novio Harry Potter, el cual por más esmero
que ponía, digamos que aún así parecía tener dos pies izquierdos.
-Harry… ¿Por qué
mejor nos vamos a sentar? – le propuso Draco, pues no quería terminar con más
ampollas en los pies, aún no le sanaban la de la última vez.
-Bien – dijo feliz el
ojiverde, pues sinceramente se sentía terrible al estar pisando a cada rato a
su novio.
Ambos chicos
abandonaron la pista, pero al llegar a su mesa asignada encontraron un pequeño,
¿fallo?
-¿Dónde está Blaise?
– preguntó entrecerrando los ojos el Slytherin.
-Tampoco está Ron –
dejó salir el ojiverde no queriendo la cosa.
-Esos malditos –
gruñó el rubio – ¿y según son los que nos iban a cuidar?
-Bueno, Draco - le
dijo Theo al llegar a su lado junto con su novio Neville – para serte sincero,
si a mí me hubiera tocado nuevamente tal función, también me hubiera ido.
-Claro porque sabes
que Blaise lo hacía al propósito y se entiende, ¿pero ellos? – se quejó el
rubio.
-Cálmate, Draco -
tranquilizaba el castaño – además, como si en verdad necesitamos un ‘cuidador designado’.
-Es verdad – contestó
resignadamente el rubio – vamos Harry, te mostraré un lugar interesante.
Y sin más que decir
Draco se llevó a Harry del lugar dejando a Theo y a Neville en el pub.
-Y, ¿Qué haremos
nosotros? – preguntó un Neville sonrojado a su novio.
*****
Blaise y Ron se
encontraban en la Sala de los Menesteres con la evidencia de haber terminado un
gran orgasmo.
-¿Crees que fue buena
idea… dejarlos en el pub? – preguntó divertido el pelirrojo con un mínimo de
culpa.
-¡Claro! Estoy seguro
que ellos hubieran hecho lo mismo, si no los conociera… - dejó salir el
Slytherin un poco rencoroso – los Slytherins tenemos un código ¿sabes? Si todos
los que vamos a salir tenemos pareja, no es necesario asignar un ‘cuidador designado’.
-Entonces, ¿Por qué
Theo lo preguntó? – preguntó confundido el pelirrojo.
-¡Para gastarnos una
broma! Y caímos en ella.
-Y nosotros le
hicimos otra, dejándolos ahí – contestó divertido el pelirrojo.
-Es verdad – dijo
carcajeando Blaise.
El moreno se acercó a
su novio y lo besó suavemente.
-Te amo – le susurró al
oído.
*****
Mientras tanto, una
persona entró en las habitaciones de los Gryffindors, parecía tener bien en
claro su objetivo, así que, se centró en buscarlo.
Sí, ahí estaba, la
botellita que contenía aquel curioso liquido verde, sonrió con autosuficiencia.
Definitivamente los rumores eran ciertos, porque de no serlo, ¿Qué hacía ese
perfume en la Sala de los leones?
-‘Perfume Slytherin´ -
leyó aquellas diminutas letras que adornaban aquel frasco.
Sonrió de lado.
-Ahora sí Snivellus,
tendrás que perdonarme sí o sí…
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