martes, 13 de diciembre de 2011

Capitulo Diez: Un chico misterioso


El muchacho de ojos tristes


Capitulo Diez: Un chico misterioso

[Teddy]

-Tú y yo… nos vamos a divertir mucho Teddy – me dice mientras que con su ¿lengua? Hace movimientos en mi mejilla… y luego la pasa por mi cuello.
Yo estoy, nuevamente, paralizado.
De pronto me veo contra un escritorio, trato de levantarme, pero Spencer me atrapa en un abrazo por mi espalda.
-Teddy… - me susurra al oído y me hace estremecer. Volteo mi cara para poder verlo, aunque sea de reojo – lindos ojos – me dice – igual a los de tu hermano,  me pregunto, ¿tus labios también son igual de deliciosos?
Por reflejo escondo mi cara con mis manos, pero él me voltea bruscamente, lo veo justo frente a mí.
-No… — le pido en un murmullo.
-¿No? – Me pregunta de manera alarmante – No… ¿Qué? – me pregunta acercándose más a mí, de manera peligrosa.
-No… no me haga nada – le pido suplicantemente y él solo se ríe malévolamente.
-No lo haré – me dice mientras me hace retroceder con cada paso que da hacia mí, hasta que llego a la pared – dime Teddy… ¿Dónde estudia tu hermano? – Me pregunta, mientras siento su aliento en mi nuca, lo cual me hace estremecer – lo he estado buscando, pero no logro llegar hacia con él.
Comienza a decirme algo sobre mi hermano, yo no le presto atención, estoy aterrado. Siento que unas de sus manos me acaricia mi mejilla y la otra viaja hasta mi intimidad. Jadeo ante la sorpresa ¿Qué piensa hacer?
-mmm… - gime al momento de tocarme y yo no puedo moverme de mi lugar, algo en mi interior dice que corra, que salga de ese lugar, que grite para pedir ayuda, pero mis pies no responden, mis manos no se mueven y tengo un nudo en la garganta que me impide gritar – Teddy – escucho que Spencer gruñe – si no me dices dónde encontrar a tu hermano… tu ocuparás su lugar.
“¿Ocupar su lugar? ¿De qué…?”
Mis pensamientos son interrumpidos al sentir los labios de Spencer sobre los míos.
Spencer, ¡Spencer me está besando!
Una  descarga eléctrica invade mi cuerpo y con ella, vuelven  mis movimientos. Logro empujar a Spencer lejos de mí, trato de correr hacia la puerta que dirige la salida, solo esta a cinco pasos, tres, dos… siento cómo algo me empuja de atrás y caigo al suelo, sin tener tiempo de interponer mis manos para evitar el golpe en mi cara contra el frio suelo de la biblioteca.
Siento algo espeso y húmedo recorrer mi barbilla y al llevar mi mano hasta ese lugar y ver de qué se trata, me doy cuenta que es sangre. Pero no es el momento para detenerme a pensar en ello, tengo que salir de este lugar, pero la caída me ha hecho quedarme adolorido, pero aún así me sostengo de mis manos y rodillas, para luego levantarme… al menos esos son mis planes.
-¿Por qué tanta prisa Teddy? – entorno los ojos al escuchar a Spencer a mi lado, nuevamente me ha apresado.
-¡Suélteme! - he logrado gritar, pero él me tapa la boca con una de sus manos. Me remuevo para zafarme de su agarre.
-Teddy ahhhh – para mi horror Spencer a ¿gemido? – no, no te muevas así ¡cielos! ¡Hasta en eso te pareces a tu hermano!
El miedo me invade cada vez más y entonces veo mi esperanza. Frente a nosotros esta la ventana cristalizada, pero eso no impide que se vea la silueta de una persona que está justo ahí, ¡parada! Muerdo a Spencer, aunque hace lo posible para no gritar y no quitar la mano, pero yo aprieto la mordida y finalmente deja libre mi boca.
-¡Ayúdame! – Grito hacia la silueta -¡Auxil..! – esta vez Spencer me sujeta con ambas manos.
-Shhh – me dice al oído – no queremos visitas Teddy – hago lo posible para zafarme de su agarre y poder decirle a esa silueta que no se vaya, que no me deje solo, pero no pude… no he podido quitarme a Spencer y finalmente la silueta se ha desvanecido…
“¡NO!”
-Entonces Teddy… ¿Dónde localizo a Konny? – me pregunta, pero no le responderé no dejaré que le haga algo a mi hermano -¿No? – me presiona. Y  yo niego con la cabeza.
Spencer me voltea hacia con él, para quedar frente a frente… y veo su mirada, esa mirada que siempre me ha dado pavor, miedo; pero esta vez está acompañada de algo más, la veo oscurecida y eso definitivamente no me tranquiliza. Estira su brazo y me agarra fuertemente de mi camisa.
-Por favor… no… - suplico.
Spencer ríe malévolamente, pero luego no. Solo lo veo caer lentamente sobre mí.
-¿Qué…? – parpadeo confundido.
-¿Estás bien? – escucho una voz lejana… muy lejana.
Y luego veo  a Spencer moverse como si fuera un muñeco de trapo. Esta desmayado. Me iba a preguntar cómo fue que ocurrió, pero veo a un chico pelirrojo justo delante de mí, con un bat  en una de sus manos, al parecer él fue el que golpeó a Spencer con eso, en la cabeza.
-¿Estás bien? – me vuelve a preguntar, mientras me ayuda a levantarme, aunque yo aún estoy algo confundido por lo ocurrido. Spencer iba a…  abusar de mí.
Siento una mano tocar mi labio herido y eso me hizo conectarme con la realidad.
-Tranquilo – me dice el chico pelirrojo – no te haré daño, es mejor salir de aquí – parpadeo nervioso y estoy seguro que he asentido afirmativamente o al menos eso le he dicho a mi cerebro, que aún está empeñado en no querer conectarse a la realidad en un cien por ciento – ¿puedes caminar?
Me pregunta el chico, mientras me observa calculadoramente. Yo asiento, pero al dar un paso hacia delante pierdo el equilibrio por culpa de mis temblores, de los cuales  no me había dado cuenta.
-Deja te ayudo – me dice el chico acercándose a mí y ayudándome a levantarme nuevamente – pondré mi mano aquí para sostenerte ¿de acuerdo? – me anuncia, mientras me rodea con su mano derecha  mi cintura.
 Y así salimos de la biblioteca.
-¿Cómo llegas a tu casa? – me pregunta.
-Mi hermano… – logro murmurar.
-¿En el estacionamiento? – me vuelve a preguntar, esta vez como adivinando mis pensamientos.
-Sí…
Esta vez Spencer a llegado muy lejos y me ha dado el susto de mi vida, sin duda este ha sido el mayor de todos… bueno quizás el de la piscina sea el mayor, pero este, el de la biblioteca, se queda casi en el mismo peldaño.

Spencer me acaba de sacar de aquel oscuro y húmedo sótano. Ya tenía rato en mi habitación, estaba en una especie  de ‘Fase de Negación’ ¿Cómo era posible que Spencer me hubiera encerrado en aquel lugar? Se supone que era el mejor amigo de mi padre ¿entonces por qué me había encerrado? Vale, era la primera vez que lo hacía, pero aún así, este asunto no se podía quedar así. Tenía que contárselo a Konny.
Una vez de haber salido de mi ‘Fase de Negación’, me dirigí hacia la cocina, pues ahí encontraría a Konny desayunando y no me equivoqué.
-Konny – le hablé – tengo que decirte algo.
-Dime – me dijo mientras agarraba una manzana de la mesa y la metía a su mochila.
-A… ¿a dónde vas? – recuerdo haber titubeado al verlo ya casi por irse.
-A la escuela – me dijo de manera extraña – hoy es miércoles Teddy – me aclara – y si mal no lo recuerdo, tú también tienes clases ¿Por qué no estás listo aún?
-Yo… emh… —estaba algo desconcertado, seguramente fue, por haber pasado toda la noche en aquel sótano.
-¿Qué me ibas a decir? – me preguntó cuando estaba parado en la puerta.
-Es… es sobre Spencer – le dije en un murmullo. Konny se acercó a mí lentamente.
-¿Qué ocurre con Spencer? – me preguntó delante de mí.
-Pues… él…
-No es nada de importancia – se escuchó la voz de Spencer, justo atrás de mí – lo que pasa es que, le dije que desayunaríamos ensalada – comenzó a decir, mientras me agarraba del hombro – y ya sabes cómo es de quisquilloso con la comida, tu hermano.
Konny le envió una mirada extraña a Spencer, supongo que no le habrá creído.
-Teddy… - me iba a preguntar.
-Es verdad – me apresuré a decir interrumpiéndolo, pues Spencer había hecho demasiada presión sobre mi hombro.
-No te hará daño un poco de ensalada – me dijo Konny con una sonrisa.
-No… — susurré, tratando de controlar el miedo que me invadía lentamente.
-Nos vemos al rato Teddy – Se despidió mi hermano y por primera vez, no quería que Konny se fuera a la escuela, por primera vez desee que se quedara a mi lado.
En cuanto Konny estuvo fuera del área de visión de Spencer, me tomó con fuerza del brazo y me llevó hacia el jardín trasero de la casa. Ya casi esperaba que hiciera eso.
Llegamos hasta donde estaba la alberca y nos detuvimos en la orilla de ésta.
-Dime Teddy... ¿Cuánto tiempo puedes aguantar la respiración bajo el agua?
Yo le envié una mirada aterrada, esperando que solo lo que me estuviera preguntando fuera solo por decirlo, pero me equivoqué. Sin siquiera a esperar un respuesta o reclamo mio, Spencer me lanzó a la piscina. Suerte de mí que sabía nadar. Mala suerte la mía,  fue que no me lanzó precisamente para nadar.
Recuerdo haber estado bajo el agua solo unos segundos y al querer subir a la superficie, algo me detuvo. Podía sentir las manos de Spencer haciendo presión hacia abajo en mi cabeza, durante un buen rato. Recuerdo haber pataleado y con mis manos hacia lo posible para quitarme las manos de Spencer, pero no podía. Y cuando creí que era mi fin… pude respirar.
-Y bien Teddy… ¿yo te encerré en ese sótano? – me preguntó, aún sosteniendo con sus manos, mi cabeza. Yo no podía responderle, pues estaba tosiendo sin parar y tratando de llevar oxigeno como loco a mis pulmones – dime… ¡¿te encerré en ese sótano?!
Cuando menos me lo esperé, estaba nuevamente bajo el agua…
Aun no recuerdo cuantas veces repitió ese ejercicio… solo sé que fueron demasiadas veces como para que me quedara grabado, que él nunca me encerró en ese sótano.
Minutos después, ambos estábamos nuevamente en la orilla de la piscina. Él parado frente a mí y yo en el suelo tiritando del miedo y del frío.
-Tampoco estuvimos en este lugar… ¿cierto Teddy? – Yo negué rápidamente con la cabeza – más te vale.
Me agarró del brazo y me levantó bruscamente, su otra mano viajó hasta mi pecho donde colgaba una cadena de oro con un dije de la letra ‘T’.
-Linda cadena – me dijo y yo jadee, en cuanto me la arrancó del cuello – solo es para que no olvides, lo que puede llegar a ocurrir si abres la boca – me amenazó lanzando mi cadena al fondo de la piscina.
Spencer me soltó y me dejó solo en la orilla de aquella aterradora piscina. Desde ese día, no he podido nadar, me da pavor el agua.
Y jamás pude recuperar mi cadena, hasta aquel día, en el cual Konny la encontró.

El camino hacia el estacionamiento se me ha hecho de lo más extraño, siento como si estuviera caminando entre una especie de neblina, todo me parece tan extraño… o mejor dicho las palabras de Spencer, que ahora las puedo recordar con mayor claridad,  comienzan a tener un poco de sentido.
-¿Uno de ellos es tu hermano? – La pregunta que me hace el chico pelirrojo, me hace sobresaltar – lo siento – se disculpa.
-¡Sí… Konny! – digo, mientras me separo un poco del chico, al menos ya puedo sostenerme sin tratar de caerme.
Veo que mi hermano le dice algo, a la persona que está a un lado de él y solo al darse la vuelta me doy cuenta que la otra persona es Sebastián.
-Teddy… —escucho que mi hermano me habla.
Mis piernas responden por mí, se mueven en dirección de mi hermano y lo abrazo, mientras las palabras de Spencer resuenan en mi cabeza.
“Si no me dices dónde encontrar a tu hermano… tu ocuparás su lugar.”
“ocuparás su lugar”
¿Qué demonios le hacía Spencer a mi hermano?
Espero que no sea, lo que estoy pensando…


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