lunes, 26 de diciembre de 2011

Capitulo Veinticuatro: Muchas emociones (1)


Cómo llegar a tu corazón


Capitulo Veinticuatro: Muchas emociones (1)



En algún momento, no estaban muy seguros, pero sus caricias tornaron hacerse desesperadas, como si el hecho de que al hacerlo jamás terminaría el momento o como si ese fuera ser su ultimo día, Draco con una de sus manos alejó las cosas del león que estaban encima del escritorio, con el fin de él también subir al escritorio, éstas cayeron al piso esparciéndose en éste, pero no les importó mucho, pues Neville gemía por el placer producido por las caricias y los besos dados por su rubio… hasta el momento en que dijo:
-Draco… - el Slytherin abrió sus ojos, había escuchado su nombre en la voz de aquel Gryffindor ante esto se separó del chico y éste se sorprendió por aquel acto.

[No te desilusiones por el mal paso que acabas de dar, pues es solo el principio]

Neville pudo ver la cara de desconcierto que le enviaba aquel Slytherin, se sintió aterrado puesto que lo último que quería era precisamente alejar a su rubio Slytherin, tanto que había logrado avanzar con él, para que en un momento de debilidad todo eso se fuera completamente a la basura…
-Draco… – atinó a decir ante el silencio que le brindaba aquel chico, pero este solo retrocedió unos pasos aun enviándole una mirada de reproche, para sin más salir del lugar sin decir palabra alguna.
Neville cerró los ojos creyendo que todo estaba perdido, pero tenía qué hacer algo, recuperar la confianza, ya perdida, de aquel chico, sus movimientos fueron torpes y aún no sabía qué hacia ahí recogiendo sus cosas, cuando podía estar corriendo detrás de su rubio Slytherin, pero la realidad le aterraba ¿lo odiaba su rubio Slytherin? ¿Le perdonaría su pequeño desliz? Con un torbellino de preguntas en su mente, terminó (como pudo) de recoger sus cosas y corrió hacia la entrada, pero tropezó con sus propios pasos dejando caer su ‘recordadora’, la cual la recogió y ya no se molestó en meterla a su mochila, simplemente la sostuvo en su mano y salió de la Sala de Menesteres,  a unos cuantos pasos de él ubicó a Draco que iba muy deprisa.

Cuando Draco escuchó su nombre en aquel león, lo hizo reflexionar  en lo que estaba a punto de hacer, se supone que se había puesto una meta, antes de actuar: “anular el Pacto”, ya que esto era lo que le causaba inquietud, si lograba resolver ese asunto, podría actuar libremente, conquistar aquel chico, a su atolondrado Gryffindor, por eso era que ponía límites entre ambos, tampoco era que el otro chico se le lanzara, pero si tuviera una mínima posibilidad de estar con aquel chico la aprovecharía, claro que sí, pero eso no sería posible si el Pacto aun estuviera de por medio, por supuesto que no, lo último que quería era hacerle daño aquel chico, no podía ilusionarlo ahora y horas después decirle que lo de ellos no podía ser, porque su prometida siempre sí quería casarse con él.
‘¡Maldición!’
 Se recriminaba una y otra vez, ¿cómo pudo haber sido débil?  ¿Por qué demonios se dejó llevar? Era un Malfoy, maldita sea, debió haber calculado bien las cosas antes de actuar ¿ahora qué iba hacer? Seguramente el Gryffindor lo seguiría y probablemente le reclamaría el por qué lo besó o le pediría disculpas, entonces ¿Qué le diría? ¿Qué haría?
Draco, que se había detenido unos instantes afuera de la Sala de los Menesteres, emprendió su camino antes de que aquel Gryffindor saliera e hiciera cualquiera de aquellas dos posibilidades, no había dado ni dos pasos cuando escuchó la voz de aquel león.
-¡Draco! – el aludido se detuvo instintivamente, el terror lo invadió.
“Un momento ¿terror?  ¿Desde cuándo Draco  Malfoy tiene miedo?  Sobre todo a un Gryffindor  y no a cualquier Gryffindor, a  ¡¿Longbottom?!”
-¡Qué! – le respondió altaneramente y Neville se paró en seco, llegando a la conclusión de que el Slytherin estaba enojado, muy enojado.
-Yo…
-¿Tu qué?
-Emh…
-No pienses mal Longbottom, fue un momento de debilidad que no volverá a ocurrir – Neville bajó la mirada ‘momento de debilidad’ – así es Longbottom, solo fue eso, nada más – decía Draco, aunque en el fondo no quería decir eso, pero por el momento era mejor así, hasta no resolver aquellas cosas que lo atormentaban.
-Claro – dijo al fin Neville – debí suponer que tú también harías lo mismo ¿no? – Le soltó sorpresivamente – todos  hacen eso últimamente.
-¡Qué!
-Eso, el acercarse a mí solo con la intensión de tener una buena follada conmigo – al rubio le sorprendió el cambio de actitud de Neville ¿desde cuándo su atolondrado Gryffindor era tan seguro de sí mismo? - ¿sabes qué? Ya me cansé de eso, ya nadie más se va a aprovechar de mi – esta vez el moreno sonaba muy seguro y decidido, tanto que alegró mucho al rubio, pero a le vez le dolía, porque él también estaba incluido en la palabra ‘todos’ – esta vez dejaré de ser la burla de todos y nadie más me tocará sin que yo esté de acuerdo.
-Pues me alegra Longbottom, aunque dudo mucho que alguien quiera estar contigo.
-Qué no te acabo de decir…
-Sí, bla, bla, bla… ¿en verdad crees que alguien querrá estar contigo cuando hay muchos allá fuera mejor que tú en todos los aspectos? ¡Por Merlín Longbottom! No  te creas el más bueno del colegio solo porque perdiste unos cuantos kilos.
-¡Cállate Malfoy! – Exigió Neville enojado y dolido– tú no eres mejor que yo, tan patético y débil, haciéndote el mártir solo para sacar provecho de los demás – bien eso le dolió al rubio y esta vez sí se estaba enojando.
-Pero por lo menos no ando causando lastima ni pepenando amor, ¿sabes qué más? Maldigo la hora en que la profesora Sprout me asignó a ti de compañero, cómo odié ese momento, te odio a ti, por ser tan patético, me das asco Longbottom  aún no sé cómo tuve la estúpida idea de poder acostarme contigo, pero me alegra que hayas abierto la boca y así poder detenerme a tiempo y no cometer el peor error de mi vida.
Dentro de Neville crecía un sentimiento de odio repentino hacia aquel chico que le estaba escupiendo veneno ¿Cómo podía ser tan cruel? ¿Cómo aquel chico que puso primero a su amigo antes que a él*, pudiera sentir tanto odio hacia una persona? pero lo que más le dolía a Neville era que en verdad las palabras hirientes de Draco le estaba haciendo odiarlo, apretó fuertemente su ‘recordadora’ con su mano.
Draco había dicho lo que tenía qué decir, no era precisamente lo que había tenido en mente desde un principio, pero al final su orgullo Malfoy  y su carácter de Slytherin salió ganando, iba a darse la vuelta dispuesto a irse antes de que pudiera arruinar más las cosas, pero pareciera que ese definitivamente no era un día normal como había pintado desde un principio, ya que Neville le había arrojado algo directo a su cara, pero como gran buscador del equipo de Slytherin,  atrapó el pequeño objeto con agilidad: la recordadora.
-Sí, como dije: patético Longbottom – sentenció al mismo tiempo que estrellaba la esfera, que se había tornado de color rojo en cuanto estuvo en su mano**, en el suelo dejándola inservible.
Se dio la vuelta y se retiró del lugar, dejando a un Neville afligido.
*****
En la sala común de los leones, estaba el trío dorado en plena discusión, aunque solo Hermione era la que quería que los chicos entraran en razón, uno más que el otro, pues el ojiverde se empeñaba en realizar su plan, el pelirrojo estaba enojado y también quería venganza, pero también estaba muy sentido y eso no le permitía en disfrutar el hacer sufrir a aquel moreno Slytherin como lo quería hacer sufrir su amigo al otro chico.
-Harry es mejor que te olvides de esa ridícula venganza – le volvía a recriminar la chica – ¿Cuántas veces te tengo que repetir lo que tu amigo Ronald te dijo? ¡Theo no sabía nada y no era parte de la estúpida esa apuesta!
-¡Bla, bla, Hermione! ¡Yo la voy a llevar a cabo no solo por eso, sino por lo que me ocultó!
-¿Qué no me dijiste que ese fue solo el plan de Malfoy? – El ojiverde gruñó – creo que ya es hora  que te  des cuenta que Theo no tiene la culpa de cómo sus amigos actúan. Tampoco te estoy diciendo que el chico es un santo, pero te ha estado demostrando que en verdad te quiere – Harry estaba asimilando esa información, pero la verdad le era más placentero odiar aquel castaño Slytherin y llevar a cabo su venganza - ¡Harry! Piénsalo antes de hacer cualquier idiotez, no sería la primera vez, ¿recuerdas lo que hiciste cuando creías que Theo salía con Luna?***
-Eso fue diferente – le murmuró – además quiero que sienta lo que yo sentí cuando me enteré de que mis sentimientos fueron manipulados ¿Qué hubieras hecho tú en mi lugar Hermione? ¿Lo perdonarías así de fácil?
-No tan fácil, pero hablaría las cosas civilizadamente y no empezaría una absurda venganza como niño tonto inmaduro.
-Niño, tonto e inmaduro ¡eh! Mira quién lo dice, la que nos estuvo ignorando por un mes, porque descubrió que su mejor amigo, que le gustaba, salía con un Slytherin, ¡eh!
-¡Basta, Harry! Nunca cambiaras ¿verdad? Espero que te des cuenta que tu absurda venganza no te llevará a nada bueno – la chica ahora se dirigió a Ronald.
-¡Y tú! ¡Espero que no le sigas el patético juego que se ha empeñado a cumplir!
-Hermione, creo que ese Zabini si se lo merece – le reclamó Harry – él si jugó con los sentimientos de Ron.
-Por supuesto que sí, pero insisto que se arreglarían las cosas conversándolas, ¡no con guerras inútiles! Además… - cambiando su tono de voz se dirigió a su amigo pelirrojo – Ron, vi a Zabini hace unos momentos y en verdad estaba mal, creo que nadie puede fingir el amor… o el sufrimiento tan perfectamente, y un Slytherin menos… - salió del cuarto dejando a los chico pensativos.
-Claro que sufre – dejó salir el ojiverde después de un rato – no cumplió los dos años de la puesta, le duele no haberse ganado los quinientos galeones, o a lo mejor sí, uno nunca sabe lo que en verdad piensan esos traidores, ¿qué dices Ron, estás conmigo o no?
El pelirrojo lo observó con cautela y no estaba tan seguro de que el plan que tenía en mente su amigo era muy buena idea, pero por otro lado también quería venganza contra aquel Slytherin, pues seguramente ya a estas alturas del partido, tendría en su poder los quinientos galeones en su bolsillo, un año o dos ya no importaba, de todas formas sí logró su objetivo: sí se enamoró de él. Además ya no soportaba estar así por culpa de él, se sentía como idiota llorando por alguien que no valía la pena, porque no lo valía ¿cierto? No, no lo valía, para él fue solo una apuesta… y si lo pensaba bien, la ridícula “galleta de la fortuna” había acertado en la ‘predicción’.
“¡Estúpido Blaise!”
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su lechuza entró a su cuarto dándole una carta: era de su mamá. La abrió con cautela, esperaba por todos los medios que su madre no se hubiera enterado de su reciente rompimiento con aquel chico, pero no, la carta parecía tener una buena noticia para él.
-Mamá me envió una lechuza, diciéndome que ya fueron elegidos los cuatro candidatos para cumplir con el Pacto; así que ya no habrá problema con Blai… - de la emoción el pelirrojo había comenzado a hablar en voz alta, pero se detuvo, al reflexionar lo que había estado a punto de decir… y ¿si su moreno Slytherin estaba dentro del Pacto? ¿También le había ocultado esa importante información?
-¿Qué Pacto? – preguntó Harry curioso.
-Se supone que es un secreto entre los ‘sangre pura’ y solo se les revela a aquellos a los que han sido elegidos – aunque claro esa no fue suficiente explicación para el ojiverde y Ron haciendo una excepción y después de que Harry le juró que no le diría a nadie más, le contó todo lo que sabía sobre el Pacto, puesto que su madre les había hablado de este asunto un tiempo atrás.
-Entonces, Theo podría ser elegido…
-Blaise igual… - concluyó el pelirrojo.
Ambos leones se envolvieron en su ensimismamiento, cuando creían que las cosas no podían empeorar a cada minuto, ¿Por qué demonios se tuvieron que enamorar de unos Slytherin? ¿Por qué? 
-Ya basta de lamentarnos – sentenció Harry de pronto – esos malditos traidores no merecen nada de nosotros, así que opino que bajemos a comer y después iremos a la clase de Pociones y no le demostremos que nos afectaron sus acciones. Es hora de que ellos sufran – esto último lo dijo con cierta malicia.
-Es verdad – coincidió Ronald – seguramente deben estarse riendo de nosotros y gastándose los quinientos galeones recién ganados.
*****
Draco había estado deambulando  por los pasillos del castillo, sin rumbo fijo, sinceramente se estaba odiando ¿Por qué demonios le dijo todas esas cosas a su atolondrado Gryffindor?  En verdad odiaba esos momentos en donde su orgullo era el ganador, ya que, no solo lastimaba a los que él quería, sino que también se hacía daño a él mismo, se odiaba por ser tan orgulloso,  tan frío, tan  arrogante, ¿Cómo demonios arreglaría todo? Pues aquel león en verdad se había enojado con él y le daba la razón, de hecho al rubio no le sorprendió que le hubiera tirado la ‘recordadora’.
Se maldijo al recordar esto último, ¿Por qué lo hizo? Ese objeto era un recuerdo valioso de su madre para aquel moreno y él con su absurdo ‘miedo’ hizo lo que  jamás se había propuesto hacer: lastimar a Neville.
Dio golpes con puño cerrado a la pared de enfrente, varias veces hasta hacerse daño, en el último golpe, unos murmullos que se acercaban a él, lo sacaron de su autocastigo.
-Lo siento Theo, en verdad, yo…
-¿Dejarías de estarte lamentando? Y decirme de una maldita vez ¿en qué demonios consistía tu maldita apuesta? – escuchó reclamar  a Theo, muy pocas ocasiones lo había visto y escuchado tan enojado como en estos momentos – al menos para saber cómo fue a que llegue a todo esto – Blaise se sentía terrible y se maldijo por haber abierto la boca el año pasado y haber dicho aquella idiotez, pero aun así le relató todo a Theo, después de todo, se lo debía.
-¡Por Merlín Blaise! – exclamó Theo algo enfadado, aunque en realidad ya no tanto - ¡¿Quinientos galeones?! – no sabía cómo expresarle todo lo que pensaba de eso, pero a pesar de estar enfadado con todo y con todos, se controló, se dio la vuelta dispuesto a irse del lugar.
-Discúlpame Theo, ¡Theo! – le llamó al ver que su amigo ya estaba yéndose del lugar – Theo ¡espera! Yo, en serio lo siento.
-Conmigo no te disculpes Blaise, es con Weasley.
-Pero por mi idiotez tú y Potter. Yo…
-Lo sé, solo déjame solo, he dicho muchas cosas este día de las cuales estoy arrepentido y no quisiera decir otra más…
-Theo…
-Blaise, en serio, después hablamos, por ahora digamos que todo lo que te pueda decir te hará sentir peor de lo que ya estas y es lo último que quiero ¿de acuerdo? – pero el Slytherin no esperó respuesta de su amigo, pues en verdad le estaba costando trabajo controlarse, estaba enojado. Sí, pero con él mismo, y no quería descargar su frustración en su moreno amigo.
-Bien – murmuró Blaise triste al ver que su amigo se iba, ¿Qué más podía pasar ese día?
-La última vez que vi a Theo así de enojado, fue cuando Montague le cortó  el brazo – comentó Draco al llegar con su amigo el italiano, el cual solo lo observó - ¿Qué ocurrió?
-Todo, quisiera que por una maldita vez, no decir o hacer alguna estupidez – el rubio enarcó una ceja en son de duda, pues no entendía nada – Potter, se enteró de la apuesta y le reclamó a Theo.
-Eso, eso fue algo que no calculamos bien ¿cierto? – dijo con una mueca de dolor, pues su mano le empezaba a doler.
-Vayamos al gran comedor, debo pensar bien en lo que voy a hacer para arreglar todo este embrollo que causé– le sugirió, pero al emprender su camino, vio la mano de Draco lastimada - ¿Qué te ocurrió a ti? – le preguntó señalando su mano.
-Error de cálculos, Blaise.
-¿Longbottom? – se arriesgó a preguntar, total ya su día no podía ser peor. El rubio sacó un suspiro.
-Sí…
-Pasemos a la enfermería antes.
-Bien.
Ambos se dirigieron en silencio al lugar, absortos en sus pensamientos.
*****
Dentro del castillo, la noticia de la apuesta de Blaise se había esparcido ¿Cómo fue que se enteraron? Bueno, después de todo el dicho de ‘las paredes oyen’ pues no es tan erróneo, ya que en este colegio, hay cuadros y  fantasmas, que no son menos discretos que los propios alumnos, así que la mayoría de los que habitan en el colegio ya sabían TODO, claro con ciertas exageraciones, por lo tanto no debería extrañarle a Blaise y a Draco que sus compañeros los vieran con orgullo y los de las otras casas (en especial la de los leones) con cierto odio y desdén.
Tres miradas, una ojiverde, una ojiazul y una ojicastaña (que estaba a dos lugares de los otros dos), se posaron en los dos chicos recién llegados al gran comedor.
-Recuerda  Ron – le animaba Harry – no demuestres debilidad, ellos tienen que sufrir aunque sea un poco de lo que nosotros hemos sufrido por su causa.
-Sí – le reconfortó el pelirrojo, aunque por dentro se sentía mal, pues temía que su sospecha con aquel rubio y su Blaise se cumplieran, ahora que él había descubierto la apuesta.
Harry aunque aún estaba decepcionado y enojado con Theo por lo ocurrido, aún seguía pendiente de él y por eso no le pasó desapercibido el hecho que su castaño Slytherin no estuviera con sus dos idiotas amigos; los cuales avanzaron como si nada hasta llegar a su lugar de siempre, al menos para los demás, porque al igual que los leones, ellos se sentían mal, sino es que peor.
A unos cuantos lugares más allá de los dos amigos, una chica rubia sonreía con autosuficiencia, cosa que no le pasó por alto a su compañera de al lado.
-Te veo muy feliz hermana, ¿Qué tramas? – le preguntó recelosa la Greengrass menor.
-Nada Astry… simplemente estoy feliz – pero la hermana menor no se la creyó, conocía bastante bien a su hermana para saber que tramaba algo.
-Es por el rumor ¿cierto?
-¡Sí! Sabía que tarde o temprano ese idiota de Potter  iba a separase de mi prometido, se tiene que acostumbrar ¿no? Después de todo Theo y yo nos vamos a casar.
-Hermana, no deberías…
-Es hora de clases… me voy – cortó la plática, pues sabía que su hermana menor comenzaría con un monologo sobre el Pacto y que no podía obligar a Theo a casarse con ella.
*****
Cuando Draco y Blaise entraron al aula de pociones, ésta se encontraba vacía, pero lentamente se iba llenando; esa clase sin duda sería eterna, no solo porque era doble hora, sino porque ese día les tocaba trabajar  con sus compañeros de deberes.
Los Gryffindor llegaron al aula y no disimularon su enojo ante los Slytherin, Ron se fue hasta su lugar y no le importó ignorar al moreno sin disimulo, cuando éste le saludó. Por otro lado Harry se fue a sentar, sin despegar la mirada fulminante ante aquel Slytherin castaño que acaba de llegar al aula y que enseguida fue abordado por una chica rubia de su misma casa.
-¡Hola Theo! – la chica no disimulaba nada el coqueteo con aquel chico, que sin duda pasaba por alto por el chico en cuestión, pues Theo solo estaba viendo la manera en cómo poder hacer las paces con su amado ojiverde, comprendió que no sería fácil cuando lo vio lanzarle miradas fulminantes.
-Nos vemos luego Daphne – se despidió de ella para irse a sentar con Harry, cosa que no le agradó a la chica, pero como sabía que cierto Gryffindor tenía la vista fija en ellos dos, se despidió de su amigo con un beso en la mejilla y con una caricia en el hombro.
El Slytherin no le dio importancia, solo tenía un propósito en mente: hablar con Harry, pero al llegar al lugar, el chico en cuestión  se dio la vuelta para hablar con su amigo pelirrojo el cual había hecho lo mismo cuando Blaise le había preguntado algo.
Los que de plano no habían siquiera hablado o tratar de ignorarse eran Draco y Neville, los cuales en el momento en que se sentaron en sus respectivos lugares, solo se interesaron en observar: el primero a la pared, y el segundo a la mesa. ¿Por qué demonios era tan difícil expresar sus sentimientos? ¿Por qué simplemente olvidar y perdonar no era tan sencillo? Sin duda eran más las cosas malas que las buenas que los distanciaban a ambos bandos.
Fueron los cinco momentos más tortuosos del trío plateado y para los Gryffindor, nunca creyeron decir o siquiera pensar en esto, pero anhelaban con todas sus fuerzas que el profesor Snape llegar para que les impartiera la doble hora de pociones.


Aclaraciones:


*Pues ya saben ¿no?  Lo del plan que hizo Draco para que Harry lo odiara y se fijara en Theo…

**La recordadora se puso de color rojo, porque Draco había olvidado algo: La predicción de la Galleta de la Fortuna.
***Fue cuando Harry invitó a Boot a salir frente a Theo… si lo recuerdan verdad???

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2 comentarios:

  1. me encanta ese drama que le pusiste jeje
    ya sabia yo que cuando se destapara lo de la apuesta iba a causar muchos problemas jeje
    me encanto este capitulo ^-^
    Att:Taeko-kun

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  2. Hello Taeko-kun (:

    Jejeje seee, de todo ocurrió después de descubrirse la apuesta n.n

    Me alegra que te siga gustando la historia ^^

    Besos
    PISLIB n_n

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