jueves, 19 de enero de 2012

Capitulo Treinta y Dos: Noticias inesperadas

Cómo llegar a tu corazón



Capitulo Treinta y Dos: Noticias inesperadas



Blaise dio un último vistazo hacia donde había dejado a sus amigos minutos atrás, pero ya no estaban, eso sin duda lo alertó pero ya no había marcha atrás, tenía que anular el Pacto, por él y por su lindo pelirrojo.
-Es hora – animó Pansy tomándole la mano.
El Slytherin exhaló profundamente.
-Hagámoslo – le dijo tomándola fuertemente de la mano.
-Yo, Pansy Parkinson – comenzó la chica a recitar el hechizo – fui elegida por el Hechizo de la Marca*, para cumplir con el Pacto Pureblood,  eligiendo como pareja para  llevarlo a cabo ha Blaise Zabini – el círculo comenzó a emanar energía pura a su alrededor, para alivio de Blaise – Siendo hoy el día del compromiso, me presento voluntariamente a cumplir con el Pacto – el círculo cada vez se hacía más fuerte ante las palabras de la chica – no obstante, he de prescindir ante tal responsabilidad – a lo lejos comenzaron a escucharse murmullos de inconformidad por parte de los invitados, sin embargo eso no detuvo a la chica a proseguir – así mismo, libero a Blaise Zabini de toda la responsabilidad que tenga que ver con el Pacto Pureblood y hacia conmigo.
Para suerte de ambos chicos, el círculo aun seguía emanando esa energía pura, lo cual impedía que alguien pudiera atacarlos, sin embargo, eso no impedía que se escucharan las demandas de inconformidad de las otras personas que estaban fuera del círculo.
-¡Parkinson! – Exclamó el Señor Zabini — ¡¿Qué demonios significa eso?!
-Que el Pacto fue rechazado – le respondió con una gran sonrisa el Sr. Parkinson. Ya que de antemano se lo esperaba.**
-¡Blaise! – Le gritó su padre  furiosamente – más te vale que no te retractes, si aceptas el Pacto, ella tendrá que casarse. ¡Y creo que no es necesario que te diga lo que ocurrirá contigo si no cumples con el Pacto!  – Blaise jamás había visto a su padre tan enojado como en esos momentos y temía por su seguridad, pero ya no había marcha atrás, él también tenía que comenzar a romper cadenas.
-Lo siento… — murmuró el Slytherin, viéndolo directamente a los ojos, y apretando más fuerte la mano de Pansy comenzó a decir – Yo, Blaise Zabini, fui elegido como pareja por Pansy Parkinson para cumplir con el Pacto Pureblood. Siendo hoy el día del compromiso, me presento voluntariamente a cumplir con el Pacto – y dando otro apretón a la mano de Pansy a modo de confort, continuó – No obstante…
-¡Te lo prohíbo Blaise! – Escuchó a los lejos cómo su padre lo amenazaba — ¡Ni se te ocurra o te juro que te arrepentirás!
-… he de prescindir ante tal responsabilidad, la cual ha sido aprobada por mi prometida Pansy Parkinson – terminó de decir el hechizo el moreno.
Ambos chicos fueron envueltos también por un aura mágica, que parecía venir de adentro de cada uno de ellos: El Hechizo de la Marca. El aura mágica que los envolvía se disolvió arriba de ambos, dejándolos libres de responsabilidades. Y el aura que envolvía el círculo poco a poco disminuía.
-Lo hemos hecho – le dijo Pansy con una sonrisa a Blaise – gracias.
-Gracias a ti y…
Pero Blaise ya no terminó de decir, pues un rayo de luz lo alcanzó de lleno, lanzándolo a lo lejos.
-¡Blaise!

*****

-Dime Theo, ¿sabes realmente cuál fue la verdadera razón por la que tu madre murió? – le había preguntado el Señor Greengrass.
El chico solo parpadeó nervioso ¿la verdadera razón de la muerte de su madre?
-Déjame contarte una trágica historia — prosiguió Greengrass sin esperar respuesta del chico.

En Hogwarts estudiaba una linda joven de unos 16 años, era encantadora, bella, simpática. Su piel blanca y suave, la hacía lucir más bella que nunca, al igual que su cabellera negra y sus bellos ojos color cafés claros.  Los alumnos del colegio admiraban su belleza, pero a la vez le temían, pues ella pertenecía a la casa de Slytherin.
Ella tenía dos grandes amigos: Albert y John, inseparables los tres, siempre juntos. Pero con el tiempo la linda joven comenzó a sentir más que amistad por uno de sus amigos, aunque nunca se lo dijo, no en esos momentos al menos, pues la amistad de él para ella, era muy importante y no se arriesgaría a perderla, por un ‘enamoramiento temporal’.
Pero ella se percató que también su amigo, sentía algo por ella y finalmente se confesaron el uno con el otro. Comenzaron a salir, al principio a escondidas, ya que ambos no podían tener una relación abiertamente, ya que en aquellos tiempos, los pureblood no podían tener parejas, al menos no con las que ellos quisieran, ya que había algo que se los impedía.
Un día, el padre de la linda joven fue a visitarla al colegio para darle una gran noticia.
-Has sido elegida por el Pacto Pureblood – le había dicho su padre orgullosamente.
Por otro lado,  esa noticia a ella la destrozó, pero ingenuamente aun tenía una esperanza, si su padre elegía a su amigo (el que era su novio) para cumplir con el Pacto no habría problema, pues estaría con alguien que ella quería. Su ilusión aumentó cuando su novio llegó y le dijo que él también había sido elegido para cumplir con el Pacto. Se supone que no deberían hablar sobre el Pacto pues era un secreto (aún lo es)… pero ellos compartían todo y eso no fue la excepción. Y cada vez que hablaban sobre ello, ambos concluían lo mismo, ellos eran sus respectivos prometidos.
Pero mayor fue su sorpresa cuando la hora del compromiso llegó, la linda joven conoció a su prometido, la buena noticia era que se trataba de su amigo, la mala fue que no era del que ella estaba enamorada, no del que era su novio. Su prometido resultó ser Albert.
 El Pacto, le destrozó la vida, porque tanto ella como su prometido tenían que cumplirlo, ya que no se les permitía a ninguno de los dos anularlo, pues si llegaban hacerlo, ambos  serían la vergüenza de sus respectivas familias, serian tratados como traidores, el apellido al cual representaban sería repugnado e insultado por años, sus familias ya no serian prestigiadas, entre muchas cosas más.
Al final, ambos se casaron. Al año y medio tuvieron a su primer hijo, tal como lo demanda el Pacto, cambiando completamente la vida de ambos. La linda joven después de tener a su hijo, ya no sonreía como solía hacerlo, no tenía esa mirada brillosa que la caracterizaba, ya no mas…
Lo que terminó de apagarla, fue cuando se enteró que su amigo, el que fue su novio, su gran amor ya se había casado y su esposa ya estaba embarazada.
La linda joven, se alejó de todo y de todos, incluyendo a su hijo… al cual llegó a odiar. Con el tiempo cambio su forma de ser, se convirtió en una caprichosa, altanera, fría, arrogante. Ya no era la misma de antes. Cuando se reencontró con su antiguo amor (15 años después) le pidió irse lejos, ambos  solos, pero eso era imposible, cada uno tenía sus vidas hechas, pero aún así él le prometió que lo haría. Se iría con ella. Solo le pido tiempo para dejar todo en orden. Una semana, le pidió una semana.
Pero al siguiente día de esa promesa algo ocurrió, ella entró en crisis y terminó quitándose la vida frente a su hijo, justo el día en que él cumplía 13 años.  

Cuando Greengrass terminó de relatar su historia estaba muy conmocionado y de alguna manera, Theo también se sentía igual. ¿Por qué… por qué tenía la sensación que conocía esa historia?
-Sabes… ¿sabes quién era esa linda joven, Theo? – preguntó con dolor Greengrass, el chico movió la cabeza lentamente de un lado a otro, aunque algo le decía que ya sabía de quién se trataba… y no se equivocó – la linda joven era Susan, tu madre.
*****
Pansy corrió hasta donde Blaise se encontraba tirado.
-¿Blaise? – le llamó y el aludido se removió con dolor en el suelo. La chica suspiró aliviada, al menos no estaba muerto como ella creía.
En cuanto el chico recibió aquel rayo, los invitados comenzaron a asustarse, algunos comenzaron a ‘desaparecerse’ pues era la primera vez, después de muchos años, que ambos involucrados del Pacto, decidían anularlo, y al parecer eso no iba a acabar muy bien, así que comenzaron a irse de aquel lugar, solo quedando unos cuantos en el Gran Salón de la Mansión Zabini.
A no muy lejana distancia de aquel círculo, se acercaba un hombre con semblante iracundo, iba directamente hasta donde se encontraban los chicos.
-Carl – le llamó el Sr. Parkinson – sé sensato, tu hijo no…
-¡Cállate Parkinson! Después ajustaré cuentas contigo – le espetó Zabini padre – ¡Lo que haga con mi hijo, no es asunto tuyo! – Sin más que decir, el mayor continúo caminado amenazadoramente con su varita, hacia con Blaise.
-¡Zabini! – gruñó esta vez Snape el cual se puso delante de él, tapándole el paso – no hagas nada estúpido.
-Quítate Snape – rugió furioso el dueño de la mansión – no me provoques, además no te concierne lo que haga con MI hijo.
-Claro que me concierne, te recuerdo que soy su profesor y jefe de su casa, no permitiré que le hagas algo, además uno de los requisitos de que salieran del colegio era el haber venido yo también ¿ya lo has olvidado? – Preguntó Snape – el chico regresará a Hogwarts a salvo, completo.
Mientras Snape hacia lo posible para distraer al padre de Blaise, Draco había logrado llegar hasta su lado.
-Blaise ¿estás bien? – Le llamó mientras le ayudaba a levantarse – lo siento no pude repeler el ataque.
-No te preocupes, estoy bien – murmuró el aludido, mientras lograba levantarse con la ayuda de ambos.
-¿Por qué hizo eso tu padre? – preguntó asustada Pansy.
-Está enojado por no cumplir con el Pacto – respondió el Slytherin con una mueca de dolor.
-Y cualquiera lo estaría – dijo una voz atrás de ellos. Era Lucius – Vámonos Draco – le ordenó, mientras lo tomaba del brazo y comenzaba a llevárselo.
-Pero…
-¡Ahora! – esta vez Lucius se lo llevó a la fuerza.
Al fondo del salón se escuchó una explosión, llamando la atención de los chicos.
-¿Qué ocurrió? – preguntó alarmada Pansy.
-No lo sé – también le respondió Blaise. De pronto sintió que alguien lo tomaba del brazo — ¿Pero…?
-Tranquilo, soy Sirius – dijo el dueño de la mano – tengo ordenes de sacarlos de aquí antes de que las cosas se pongan mal.
-¿Ordenes?
-¿Mal?
-¡Vamos! – Gritó el ojiazul, tomándolos de la mano.
-¡Espera! – Pidió el Slytherin y Sirius solo  gruñó por la impaciencia – llévate a ella, tengo que…
-Lo siento no puedo, me han dicho que principalmente a ti te tengo que sacar de aquí y...
-Pero no he visto a Theo, se supone que él…
-¿Theo? – Preguntó perplejo Sirius – ¿el novio de Harry?
-Sí, no lo he visto y… —Sirius se la pensó mejor, después de todo, al otro chico también era importante que lo pusiera a salvo.
-Bien haremos lo siguiente…
*****

-Está mintiendo – fue la respuesta automática de Theo.
-No. Tu madre y yo nos amábamos, pero el Pacto nos separó, pero aún así seguíamos amándonos, yo estaba dispuesto a dejar mi familia para irme con ella y ella estaba dispuesta hacer lo mismo.
Theo no podía creer lo que estaba escuchando, se le hacía difícil tan siquiera imaginar aquella posibilidad.
-¡Tu madre se quitó la vida por haberse obligada a cumplir con algo que no quería y con la persona que no amaba! – Theo lo veía interrogantemente, tratando de analizar la reciente información – Probablemente tu padre no te lo diga, pero es mejor que te enteres de una vez. Haz sido elegido para cumplir el Pacto Pureblood… y tu prometida es mi hija, Daphne.
-Yo… — Theo trataba de alguna manera frenar aquella confesión de parte del Señor Greengrass, pues sinceramente era demasiada información. Aunque el mayor tenía en mente otros planes.
 -Así que, comprenderás que, no quiero que mi Daphne pase por lo mismo. Tienes que casarte con ella. O ¿al caso también quieres ser el responsable de la muerte de ella? – las últimas palabras las dejó salir con cierto tono de reproche.
-Yo-yo no… — a Theo le empezó a faltar el aire ¿Por qué todo se tenía que complicar? ¿Por qué le decía que él era el culpable de la muerte de su madre? 
Greengrass se acercó al chico lentamente, y ante su mirada de sorpresa, le apuntó con la varita.
-Es hora de recordar, ¡Finite Incantatem! 

Era un día muy especial para Theo, ese día se había levantado muy temprano, suerte que su padre había pedido permiso al director para que él saliera del colegio e ir a su casa para estar toda la tarde con ellos y festejar su décimo tercer cumpleaños. 
Theo, que ya tenía rato buscando a su madre para partir el pastel, se detuvo ante la puerta del despacho de su padre, al escuchar unos gritos. Era una cuarto muy pequeño, en el fondo había unos libreros, frente a éstos había un escritorio el cual estaba repleto de pergaminos y unos cuantos libros abiertos descuidadamente, y a la izquierda una chimenea, la cual estaba siendo utilizada por alguien.
-¡Ya no puedo más! ¡Por favor ven por mí! – pedía una joven señora, muy bella, de cabellera negra y bellos ojos color cafés claro. Era la madre de Theo. Su voz detonaba desesperada – ¡¡ya no aguanto más!! Si no vienes por mí, me mataré, ¡lo juro por Merlín!
Theo abrió la puerta lentamente y pudo ver a su madre arrodillada en la chimenea hablando con alguien.  Al dar un paso hacia con ella, la advirtió de su presencia.
-¿Qué haces aquí? – le preguntó ella con un tono lleno de odio.
-Yo… - el chico balbució. La mirada llena de odio y rencor que su madre le enviaba le calaba profundamente.
-¡Vete de aquí! ¡No quiero verte! ¡Me recuerdas a él! – Le gritó su madre, levantándose del lugar y ponerse frente él -¡Lárgate!
-Mi-mi papá dice… – Theo parpadeó varias veces, su madre jamás le había gritado así – él…
-No quiero saber nada de tu padre, ni de ti – Susan estaba muy alterada, se sentía presionada, demasiado.  Sentía que cada minuto que pasaba, era un minuto que le robaba su aliento, un sueño, su libertad…
-Es mi cumpleaños y… -— Theo trataba de animar un poco a su madre, al parecer algo la había asustado y quería distraerla y qué mejor distraerla con lo del pastel.
-¡Claro que sé que es tu cumpleaños! – Gritó mas alterada Susan – cómo olvidarlo, si es la peor fecha de mi vida ¿sabes por qué? – le preguntó bruscamente y Theo negó, con la cabeza, rápidamente un poco asustado ¿Por qué su madre odiaba esa fecha? – porque es la que me recuerda el haber traicionado al amor de mi vida, es la que me recuerda que primero está el deber que el amor, es la que me recuerda que te tuve que tener para no morirme, es la que me recuerda que… — Theo se había quedado paralizado ante las respuestas de su madre, ella seguía hablando mientras se paseaba de un lado a otro absorta en sus pensamientos.
El chico la seguía con la mirada, su madre lo odiaba, no lo quería…
-¡Theo! – su padre lo llamaba desde las escaleras.
Pero él no le hizo caso o mejor dicho, no escuchó llamarlo, pues estaba atento ante los, ahora, balbuceos de su madre, estaba concentrado en eso, que no se había percatado que unas lagrimas resbalaban por sus pálidas mejillas.
-¡Ya no aguantó más! – de pronto gritó Susan, haciendo que Theo diera un respingo por la sorpresa – es mejor no vivir, ¡esto es asfixiante! – la mujer levantó su varita y se apuntó hacia sí misma.
-¡Mamá! ¡No! – gritó Theo desesperado, pero solo al dar un paso, Susan le envió un Everte Statum***  haciendo que cayera hacia atrás. Ella aprovechó el momento para apuntarse nuevamente.
-¡Avada Kedavra!
-¡NO! – gritó Theo desde el suelo cuando la vio, ella estaba ahí en el suelo inerte, sin vida. Muerta… -¡Mamá!
Unos brazos lo sujetaron por la espalda, era su padre.
-¡Theo, sal de aquí!
-¡No! Mi mamá, papá… ella… ella.
-Theo – le llamó Albert – escúchame bien, tu madre… – el mayor que de alguna manera había presentido lo que iba a ocurrir se sentía culpable por todo, con un floreo de varita transportó el cuerpo de su, ahora muerta, esposa, ante un jadeo de sorpresa de su hijo.
-¿Papá? – murmuró Theo, que estaba parado justo atrás de él – mi mamá, ella me odiaba…
El señor Nott se dio la vuelta y lo enfrentó. Vio a su hijo con una mirada opacada, llena de tristeza.
-Tu madre te amaba – el Slytherin negó con la cabeza – sí que lo hacía – el chico volvió a negar, mientras limpiaba unas silenciosas lagrimas. Albert no quería ver a su hijo así, no lo soportaba, así que le apuntó con la varita – Es mejor… que no recuerdes nada de esto hijo.
-No… - jadeó el castaño – ¡no papá, no quiero olvidarla!
-No lo harás… la recordarás, solo que no así, así no era ella.
Albert observó a su hijo, ahí frente a él, desarmado, mirándolo suplicantemente que no lo hiciera, pero tenía que hacerlo, su hijo no debería de tener un recuerdo así de Susan, al menos no esa Susan débil, sino de aquella Susan que era su madre, la que lo cuidaba, la que lo protegía de todo mal, sí mejor que la recordara de aquella época de cuando él tenía cuatro años.
Afianzó su varita y dijo hacia Theo:
-Obliviate…
*****

Sirius había sacado a Pansy del Gran Salón, mientras que Blaise buscaba a Theo por su casa. Albert Nott, que también había notado la ausencia de su hijo, se le había a unido al chico en la búsqueda. Zabini padre, estaba en un pequeño duelo con Snape, mientras que Parkinson padre trataba de detenerlos vanamente.
Mientras tanto Lucius seguía arrastrando a Draco hasta la salida de la mansión, pues el padre de Blaise había puesto un hechizo de ‘Antiaparición’ y había cerrado la Red Flú para que nadie más saliera o entrara.
-Padre, tengo que volver, mis amigos… – pedía Draco.
-No Draco, esto ya se salió de control. Además – explicaba el rubio mayor – tu amigo no ha sido muy inteligente, ¿Cómo se le ocurrió siquiera pensar en anular el Pacto? Me lo esperaba del chico Nott, pero de él… – hablaba arrastrando las palabras Lucius – espero por tu propio bien que tu no sigas ese ejemplo o me temo que… — pero dejó de hablar pues Draco se había detenido y hacia el esfuerzo de no verse arrastrado — ¿Draco?
-Lo siento padre, pero mis amigos… — y sin previo aviso, Draco se soltó bruscamente de su padre y se fue a buscar a sus amigos.
-¡Draco! ¡Regresa acá! – Pero el chico ya iba muy lejos – eres un…
-¡… de que te sorprendes, tenían  rato planeando esto! – unas voces alertaron a Lucius,  al parecer procedían del cuarto de al lado. El espiar era algo que no estaba entre los estándares de un Malfoy, más sin embargo, en aquella conversación había algo que a él le era de importancia, ‘tenían rato planeándolo’ ¿Quiénes tenían planeado hacer eso? ¿Blaise y la chica Parkinson? O ¿alguien más?
-Entonces, ¿Theo aun esta con eso? – el mayor reconoció la voz de la hija mayor de Greengrass. Daphne.
-Él no te ama Daphne, no sé por qué demonios sigues con eso – escuchó refunfuñar a la otra hija, Astoria.
-¡Claro! Se me olvidaba que tú también piensas hacer lo mismo – Lucius sentía muy dentro de él, hervirle la sangre. Así que esas muchachitas no solo estaban al tanto de quiénes eran sus prometidos, sino que también ya planeaban anular el Pacto.
-Por supuesto hermana, además tanto Draco como yo, no nos queremos y somos felices con nuestros respectivos novios – decía la hermana menor.
Lucius entornó los ojos, entonces su hijo ya tenía novia, por eso era la insistencia de Snape, con el hecho de anular el Pacto, su hijo, es decir Draco, ya tenía novia y ésta definitivamente no era su prometida.
*****
Theo cayó de rodillas en el suelo, se apoyó con las palmas de su mano para no caer completamente. Respiraba agitadamente y unas cuantas lágrimas se le escapaban por sus mejillas.
-¿Quieres que mi hija, mi Daphne tenga el mismo final que tu madre? – comenzó a presionar Greengrass, antes de que Theo pudiera siquiera asimilar el hecho de cómo fue que su madre había muerto en realidad.
-Yo… — balbuceó el chico, mientras que su mente era un torbellino de dudas, ¿su madre lo había odiado? Sintió cómo una mano lo sujetaba de su brazo haciéndole daño, al levantarlo bruscamente.
-¿Quieres que mi hija, tenga el mismo final? – Theo parpadeó no entendiendo nada y Greengrass al ver su confusión le comenzó a explicar – si anulas el Pacto, mi Daphne tendrá que casarse con alguien más, con alguien a quien ella no ama, eso la hará desdichada,  asfixiada, ¿quieres ser culpable de su muerte? ¡Eh! – Greengrass lo zarandeó bruscamente.
-¡Basta! – gritó Theo zafándose de su agarre. Le dolía la cabeza, sentía que algo pronto explotaría dentro de él.
-¡Basta! ¡Nada! – vociferó el mayor, avanzó nuevamente hasta donde estaba Theo y éste instintivamente retrocedía a cada paso que daba el mayor hacia con él – tu vas a…
-¡Aléjate de él! – amenazó Nott padre, apuntándolo con su varita.
-Nott.
-¡Ahora!
Greengrass se apartó del chico con una sonrisa amplia, pues ya había cumplido con su objetivo.
-Bien, me voy – habló mientras avanzaba hacia la puerta – de una vez les informo que el compromiso se ha adelantado por los sucesos recientes.
-¡Qué! – espetó Nott padre.
-Será dentro de dos días.
Dijo triunfante Greengrass y antes de salir les envió una mirada a ambos y después a Blaise, el cual estaba parado a un lado de la puerta (decidiéndose a entrar o no).
-Espero que haya valido la pena lo que has hecho muchacho – le dijo a Blaise antes de salir.
*****
Lucius aún seguía tratando de asimilar la pequeña, pero relevante información que acaba de escuchar accidentalmente.
-Creo que papá sospecha de tu ‘novio’ – confesó la hija mayor con cierta malicia.
-Eso no importa, de todas formas…
-Dime Astoria,  ¿cómo te convenció Longbottom? – interrumpió la rubia mayor.
Malfoy era un hombre astuto… demasiado, pero hasta para él, lo recién escuchado lo desubicó ¿Longbottom? ¿Qué demonios tenia qué ver el bueno para nada de Longbottom?
-No sé de que hablas hermana – se hizo la desentendida la hermana menor.
-¡Vamos Astry! No me digas que Longbottom no vino a abogar por su novio.
-¿Qué? – preguntó desconcertada la hermana menor.
-En el colegio se murmura… — Explicaba Daphne – que tu prometido, está saliendo con el Gryffindor ese, con Longbottom.
-¡Qué acabas… de decir! – habló Lucius Malfoy adentrándose en aquel cuarto.

Algunas aclaraciones…
*El hechizo de la Marca, es el hechizo el cual los ‘obliga’ a cumplir con el Pacto. (Capitulo 11: El Pacto, Lucius se lo explica a Draco)
**Hay una conversación entre Lucius y Greengrass, donde hablan sobre los chicos que fueron elegidos para cumplir el Pacto y se hace una insinuación de que el Sr. Parkinson había elegido a Blaise, porque sabía que los chicos podían anular el Pacto. (Capitulo 10: La Familia Malfoy)
***Everte Statum: Es un hechizo que hace que el oponente pierda el equilibrio, empujándolo hacia atrás.

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2 comentarios:

  1. tengo tanto sueño (no e dormido sino 2 horas en todo el dia) asi que si mi comentario es "tonto" es por que estoy pensando lento y no recuerdo bien lo que lei jeje

    primero que bien que blaise pudo anular el pacto

    segundo que mal/bien que theo alla descubierto lo de su mama ojala que no se sienta "culpable" y se obligue a casarse

    y por ultimo lucius descubrio el noviazgo de draco que sera de Longbottom (?)

    Att:Taeko-kun

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    1. ¿Y qué haces aquí? Vete a dormir :S sino al rato estarás como Theo de mi fic ''Obsesión'' T.T

      Sipis, Blaise está a salvo n.n
      Ohh, eso está por verse, bueno leerse jejej

      Tarde o temprano Lucius los descubríria U.U, haber cómo utliza esa información x_x
      Besitos
      PISLIB n_n

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