No me olvides…
Capitulo Ocho:
Ronald Bilius Weasley
Blaise andaba de un lado a otro, su mente era un
torbellino de ideas. No dejaba de pensar en Severus, ese pequeñito que desde
hace cuatro años solo lo veía como un “objeto”, el objeto de chantaje hacia Malfoy.
El que les ayudaría a arrastrar al rubio en sus intereses. Ahora el moreno solo
podía sentir nauseas, se sentía asqueado. La imagen de Severus le venía a la
mente una y otra vez…
—¿Blaise?
—No puedo seguir con esto Pansy — confesó.
—¿Cómo dices?
—No voy a permitir que utilicen a Severus como
conejillo de indias — aseguró.
—¿De qué hablas?
—Severus no estará solo.
Justo cuando Pansy se disponía a preguntarle qué era
lo que tramaba, Blaise se desapareció.
*****
Hermione se limpió el rastro de lágrimas por cuarta
vez. Ron trató de tranquilizarla, pero nada de lo que le dijera aligeraría el
dolor que estaba sintiendo.
—Es mi culpa, Ron.
—No lo es.
—Lo maté, maté a nuestro bebé — sollozó.
—Hermione, fue un accidente — explicó el pelirrojo.
—No lo fue, nuestro bebé pagó por nuestros errores. Y
eso no fue justo.
—¿Hermione?
—Es por lo que le hicimos a Malfoy, a Severus… a Harry
y a Scorpius — Hermione comenzó a llorar nuevamente.
El pelirrojo no necesitó más explicación, sabía a qué
se refería su esposa. Aún recordaba aquella conversación que había mantenido
con su hermana sobre el asunto del matrimonio, pero tenía más fresco el
recuerdo de cómo fue que habían persuadido a Harry con el asunto de Malfoy.
El
juicio recién terminaba, Harry solo quería salir de ese lugar, no soportaba ver
a Malfoy, la traición aún dolía. Ron y Hermione desde días antes habían
planeado lo que harían después del juicio. Ambos se dirigieron hacia con Harry
y antes de que éste se fuera del lugar lo abordaron.
—Tenemos
que hablar, Harry — le pidió Hermione.
Harry
le dio la razón, cualquier cosa era mejor que quedarse y ver a Malfoy irse con
su amante. Sus amigos lo llevaron a un lugar apartado, uno que él ni siquiera
pudo reconocer.
—Harry,
es importante que tomes una decisión con respecto a Malfoy y Scorpius —
Hermione se sentó a su lado.
—Él
es su padre — fue su respuesta — No puedo hacer nada al respecto.
—Puedes
darle una madre — le susurró cautelosa. Harry frunció el ceño, viéndola como si
de pronto a su amiga le hubiera salido otra cabeza.
—¿Qué?
—Scorpius
es muy pequeño. No tiene que saber toda la verdad con respecto a su otro padre.
Puedes ahorrarle mucho dolor. Scorpius merece una vida feliz.
—Feliz…
Harry
tenía la mirada perdida.
—Harry,
en tus manos está en hacer feliz a Scorpius. Dándole una familia cariñosa y
feliz. Y un lugar en donde nadie pueda… mencionar el nombre del hombre que les
ha causado tanto sufrimiento.
—¿Qué
estas tratando de decirme, Hermione, que saque a Draco de la vida de Scorpius?
No puedo hacerle eso a mi hijo. Él merece saber la verdad.
—¿Le
dirás que su padre es un adultero y que por eso no vive con ustedes?
Harry
se levantó rápidamente de su asiento, se enfrentó a Hermione.
—No
le diré tal cosa. Draco es su padre y…
—Harry,
no te estamos diciendo que no se lo digas — por primera vez habló el pelirrojo
— sabes cómo es el mundo mágico, no me sorprendería que en estos momentos el
‘’Profeta’’ haya hecho una nuevo reimpresión por la noticia del juicio. Lo que
quiero decir es que… Scorpius en algún momento de su vida escuchará el nombre
de Malfoy.
—Y
cuando lo haga, creerá que han hablado de algún mago desconocido y no de su
otro padre que solo te utilizó para sus propios beneficios — completó Hermione.
Harry
no sabía qué pensar, su interior daba vueltas como un torbellino. Por un lado
estaba la traición de Draco, aún sin creer realmente que su rubio le hubiera
hecho tal cosa. Harry se había aferrado a la idea que todo era un malentendido,
pero luego le llegaba a la mente aquella imagen que prefería olvidar. Él había
sido testigo de la traición de Malfoy. No había marcha atrás. Malfoy le había
engañado. Por otro lado, estaba Scorpius, su pequeño, él no tenía la culpa de
tener un padre como lo era Malfoy. No tenía por qué pagar los errores de su otro
padre. No.
Las
palabras de Hermione comenzaron a surtir efecto.
—¿Cómo
hago para… remediar semejante estupidez? — Hermione y Ron intercambiaron
miradas. Habían ganado la partida.
Ambos
habían decidido qué era lo mejor para Harry y Scorpius. Siempre habían
sospechado de Malfoy. Ellos simplemente no creían en la historia del repentino
enamoramiento del rubio. No. Y ahora que el rubio se había descubierto, solo
era cuestión de hacérselo saber a Harry. Antes del incidente habían intentado
razonar con el ojiverde sin resultado. Esta vez, cambiaron de estrategia. Hablarían
con Harry en su momento más vulnerable y pondrían como prioridad lo que más le
importaba, Scorpius. Una vez acaparado el interés de Harry, solo era cuestión
de unir piezas.
Le
hicieron ver que la única persona que le podría ayudar era Ginny. Ella que
siempre había estado enamorada de él. La única que podría ver a Scorpius como
un hijo.
—Separamos a una familia… — Hermione volvió a sollozar.
—Malfoy fue el que los traicionó antes, él fue el que
separó a su familia, no nosotros — le respondió Ron.
—Pero…
—Shhh, no pienses en eso. Ni tú ni yo somos culpables
de nada. Me duele el haber perdido a nuestro bebé, pero aún tenemos a dos hijos
maravillosos. Ellos nos necesitan, Hermione. Y… recuerda que pronto entraran a
clases, necesitaran a su mamá para hacer los deberes, sabes que a mí eso no se
me da muy bien.
Ron acarició la mejilla de su esposa. Hermione cerró
los ojos y decidió dejar de culparse, por el momento, de la separación de la
familia de Harry.
*****
Blaise se plantó frente a Dawlish, el mayor enarcó una
ceja.
—Malfoy ha fastidiado las cosas.
—Lo sé perfectamente, Zabini. Por desgracia nuestras
esperanzas estaban puestas en ese maldito rubio.
—Sé cómo remediar el problema.
El auror frunció ligeramente el ceño.
—Desconocía que supieras Medimagia.
—No lo sé — gruñó Zabini — Sé quién podría terminar la
poción de Malfoy.
El mayor escudriñó con la mirada al moreno.
—Nott — pronunció.
—Así es. Malfoy solo confiaba en Nott, en algún
momento debió de hablar con él de la poción, además, la estaba preparando en su
departamento.
—Lo había considerado — Dawlish se masajeó las sienes.
Observó detenidamente al menor — ¿Qué es lo que sugieres?
—El plan original, cambiarlo a los Nott.
—Secuestrar a la niña en lugar del niño. Parece
perfecto, pero tomará tiempo acoplar el…
Zabini negó con la cabeza mientras sonreía de lado.
—Sé cómo y cuándo. La próxima semana la pequeña
entrará a clases.
—Excelente, reúne a los demás para afinar detalles.
Secuestraremos a esa niña después de la jornada escolar.
Ambos sonrieron.
*****
Harry se sentía frustrado. Mientras caminaba rumbo a
san Mungo a visitar a Draco, su mente no dejaba de trabajar por todos los
eventos recientes. Decidió dejar de lado el asunto de Ginny y Scorpius para
poder centrarse en Malfoy. El caso parecía complicarse cada vez más, aún no tenía
en la lista a algún sospechoso en concreto, ni mucho menos la razón del ataque.
Suspiró largamente antes de entrar a la habitación en
donde se encontraba Draco, se quedó de piedra al escuchar el “No me olvides…”
por parte de Severus hacia Draco. Ese pequeño había pronunciado la misma frase
que Scorpius había dicho la noche anterior. Harry sintió un escalofríos
recorrerle en todo el cuerpo.
Observó la escena detenidamente y se sintió como un
extraño. Solo entonces fue consciente que el tiempo había transcurrido
demasiado rápido al ver a Severus y a Draco juntos. El rubio tenía familia, otra familia. Una en la que él ni
Scorpius ya no tenían lugar. Draco se encontraba tan lejano de ellos…
Él mismo había hecho lo mismo. Formó una nueva familia,
alejó a Malfoy de su vida y muchas cosas más que encabezaban una lista
interminable para poder mitigar el dolor de la traición. Y sin embrago; no podía
dejar de pensar en el rubio. Porque aunque no lo quisiera admitir, aún lo amaba.
Y no lo dejaría morir.
Salió de la habitación, se cruzó con Lucius pero no
quiso hablar con él. Se dirigía hacia la oficina de Hermione cuando a medio
camino se encontró con su mejor amigo.
—¡Ron! — llamó esperanzado.
—Harry… ha ocurrido algo.
El pelirrojo lo puso al tanto de lo ocurrido con
Hermione y su bebé. Las esperanzas de Harry se fueron directo a la basura.
—Lo siento, Ron. Sé lo entusiasmados que estaban tú y
Hermione con ese bebé. ¿Cómo se encuentra ella?
—Mal, se dará un tiempo fuera del trabajo.
—Es… lógico.
—Yo… también quisiera hacerlo, una semana tal vez o…
—Toma el tiempo necesario, Ron.
—Gracias.
Ambos amigos intercambiaron un par de palabras más. Antes
de despedirse Harry le dio un abrazo y un par de palmaditas de confort a su
amigo.
La situación se complicaba aún más.
—Potter, hay un…
—¡Nott! — Harry lo tomó por los hombros, sonriéndole
abiertamente — ¡Eres… perfecto!
—Emh — el aludido se sintió incómodo. Carraspeó,
apartándose lentamente del ojiverde — No sé qué está pasando por tu mente,
Potter, pero mi intuición me dice que…
—Es algo bueno — completó el ojiverde — Sencillamente
algo bueno. ¡Eres medimago! Y…
—No puedo tratar a Draco.
—Sí puedes. Tú y él, en teoría, no son familia. Puedes
tratarlo como cualquier…
—Potter, no puedo
— recalcó. El aludido frunció el ceño — Hace cinco años que no practico la
medimagia.
—Pero… trabajas aquí, en el área de urgencias.
—Los pacientes que llegaban preferían seguir heridos
antes que un mortífago les tratara.
—Pero…
—El director no me puede despedir porque existe
aquella ley que prohíbe despedir a aquellas personas que tienen...
—Conozco esa ley — acortó Harry. La sabía muy bien ya
que tiempo atrás Draco y él habían discutido sobre eso — Entonces, Augustus Pye
te ha degradado a…
—Me encargo del archivo médico.
—Eso es absurdo — resopló Harry.
Ambos quedaron en silencio.
—Hablaré con Pye, estoy seguro que no tendrá inconveniente
porque trates a Draco.
Y sin decir más, Harry se dirigió hacia la oficina del
director floreciendo en él nuevamente la esperanza.
*****
—Despídanse de mamá — les pidió el pelirrojo.
—Adiós, mamá — Rose se acercó a Hermione y le dio un
beso en la mejilla.
—Adiós, mamá — el pequeño de los Weasley le dio un
abrazo.
—Buena suerte, mis pequeños — les deseó la castaña,
sonriente.
Ron tomó de la mano a sus dos hijos y se dirigieron
hacia la red flú de su casa. Salieron a unas cuantas cuadras del Colegio
Mágico, a mitad de camino se encontraron con Ginny y Scorpius quienes también
se dirigían hacia el colegio.
—Tía Ginny, Scorpius — saludó Rose, entusiasmada.
Mientras los niños se saludaban los hermanos
intercambiaron un par de palabras con respecto a la situación de Hermione y la pérdida
del bebé.
—¿Cómo se lo tomaron los niños? — quiso saber la
pelirroja.
—Están asimilando. Me preocupa Hugo, desde hace días
lo noto diferente.
—Es normal, Ron. Ha perdido a su hermanito.
—Creí que estaría más entusiasmado por ir al colegio,
desde hace meses que esperaba este momento. Ha estado muy callado.
—Tal vez se anime más cuando comience la clase — le
animó Ginny, aunque no convenció mucho al muchacho.
Del otro lado de la calle, Lucius llevaba de la mano
al pequeño Severus. En cuanto estuvieron en la puerta el mayor se dio cuenta
que el pequeño parecía estar triste.
—Hasta pronto abuelo Lu — lo despidió.
—Severus, ¿todo bien? — el pequeñito asintió —
¿seguro?
El menor bajó la mirada.
—Severus, estoy seguro que tu papá hubiera querido
estar aquí.
—¿Cuándo va a
despertar, abuelo?
Lucius se mordió el labio inferior.
—Espero que muy pronto. Y en cuanto lo haga, estoy
seguro que estará muy orgulloso de ti.
—¿De mí?
—Por supuesto. Cuando le cuentes de los nuevos
amiguitos que has hecho en el colegio, de lo bien que te va con los deberes…
—Sí, le contaré todo a mi papi — Severus sonrió, esa
sonrisa que Lucius estaba seguro de haberla vista en algún lugar.
—¡Severus! — La voz de Lizzy llegó de su lado
izquierdo — Hola, señor Malfoy.
—Lizzy, Theodore — saludó a los recién llegados.
La bruja que estaba al cargo de la puerta principal comenzó
a llamar a los alumnos.
—Llegó la hora, buena suerte Severus — deseó Lucius.
—Te quiero, abuelo — el pequeño abrazó al mayor.
—Hasta en la tarde, papá — se despidió Lizzy, dándole
un beso en la mejilla a su padre.
Ambos niños entraron felices al colegio.
Ginny despidió a Scorpius, quien estando en la puerta,
regresó corriendo hasta quedar frente a la pelirroja.
—Te quiero, mami — el pequeño rubio la abrazó.
Ginny sintió un nudo enorme en la garganta.
—Yo también, pequeño. Yo también — le respondió con
una dulce sonrisa.
Ron observó la escena, intrigado. Desde días atrás
había notado distinta a su hermana pero no había tenido la oportunidad de
preguntarle.
—¿Qué ha pasado, Ginny? No me digas “nada” porque ni
tú te lo crees.
—Harry le ha dicho la verdad ha Scorpius.
El pelirrojo entornó los ojos.
*****
—¡Wow, es grande! — exclamó Severus mientras recorría
con la mirada su nueva escuela.
—Te lo dije, además hay un campo de quidditch, aunque
no es tan grande como el de Hogwarts — le dijo Lizzy.
—¿Cómo lo sabes? — frunció el ceño.
—Porque papá me dijo que…
—¡Hazte a un lado, enano! — un niño mucho mayor que Severus
pasó corriendo, golpeándolo en el proceso.
—¡Severus! — llamó asustada su amiga.
El aludido se levantó rápidamente. Siguió con la
mirada al culpable de su caída cuando sintió la mirada de alguien más sobre él.
Parpadeó un par de veces cuando vio a otro niño, diez centímetros más alto que
él, fulminándolo con la mirada.
—No estorbes, renacuajo — el recién llegado lo empujó
con la intensión de dejarlo en el piso.
—¡Oye! — Lizzy se quejó, pero el aludido ya estaba
lejos de su alcance.
Severus volvió a estar en el piso, una mano se
extendió frente a él. Alzó la mirada temiendo que fuera nuevamente el que lo había
empujado, sin embargo sus ojos verdes se cruzaron con una mirada gris. Severus
por un momento creyó que estaba frente a su padre, parpadeó un par de veces.
—¿Estás bien? — la voz lo sacó de su ensoñación. Frente
a él estaba un niño diferente. Severus aceptó la mano y se levantó — me llamo
Scorpius.
—Yo… yo… —Severus aún estaba aturdido.
—Severus, ¿estás bien? — le preguntó Lizzy.
—Sí, me llamo Severus, ella es mi amiga Lizzy.
—Ya nos conocemos — le comunicó el pequeño rubio. Severus
frunció el ceño — estamos en el mismo año.
—¡Niños a formarse! — la voz de la directora los hizo
terminar con la presentación.
*****
—¿Cómo sigue? —
preguntó Harry.
Theodore, quien tenía tratando a Malfoy desde una
semana atrás, hizo unas anotaciones en un pergamino.
—El medimago que lo trataba anteriormente hizo un buen
trabajo al conectarlo con las máquinas, pero esto no era suficiente. Le he
aplicado un hechizo sellador para frenar el escape de magia.
—¿Es buena señal?
—No — Theodore vio fijamente a Harry — El estado de
coma es lo que me preocupa, Potter. Si Draco no sale de éste pronto, podría
tener consecuencias irreparables. Por ejemplo, pérdida de memoria, de la
visión, audición, de cualquier función.
—Pero la magia lo protege, si mantiene su magia…
—Ha perdido mucha en estas dos últimas semanas.
Harry exhaló pesadamente.
—He revisado los recuerdos de todos los que estuvimos
presentes en el ataque de la mansión Malfoy, pero ninguno revela el hechizo que
le causó ese estado.
—Lo que significa que Draco podría ser el que obtenga
esa información.
Harry observó al rubio, luego a Theodore.
—¿Es posible que pueda extraerle el recuerdo a Malfoy?
—En estas condiciones, no. Y si existiera algún
hechizo casi te puedo asegurar que será difícil. La mente de Draco está en
estado catatónico, si lograras extraer un recuerdo no te aseguro que sea el que
busques.
—¿Aunque sea el último recuerdo?
—Los recuerdos están dispersos en nuestra memoria,
cuando queremos recordar uno en específico solo basta pensar en éste. Draco,
dadas sus condiciones, no puede ayudarnos con eso.
—Pero existe esa posibilidad, podemos recuperar el
recuerdo — Theodore asintió — Perfecto, investigaré algunos hechizos que pueden
servir para eso.
—Yo haré lo mismo.
Y con esa nueva opción, Harry salió de la habitación
de Draco con renovadas esperanzas. En cuanto llegó a su oficina se encontró con
una carta sobre el escritorio.
Frunció el ceño al leerla.
“Infiltrados en el ministerio. No confíes en nadie.”
Este es el ultimo cap?!
ResponderEliminarEspero q actualices!
😙
Hola!!!
EliminarDe hecho tengo más, pero una vez que me ponga al corriente en los demás foros donde también publico este fanfic, actualizaré en conjunto :)
Gracias por leer!
Besos
PISLIB n_n