Capitulo Uno: ¡Emboscada! ¡Es una emboscada!

                                                   NO ERES TÚ       

Capitulo Uno: ¡Emboscada! ¡Es una emboscada!

Historia de la Magia, era una de las materias más aburridas para Harry. Una de la razones era porque el profesor-fantasma Binns no era un buen anfitrión… la otra razón era porque la clase la tomaba junto con los Ravenclaw y no con Slytherin, donde pertenecía su ahora novio Draco Malfoy. Es por ello que en esos momentos, el chico-que-vivió se encontraba haciendo garabatos en la orilla de un pedazo de pergamino en lugar de estar haciendo apuntes de la clase.

-¡Harry! – La voz de Hermione lo sacó de su ensimismamiento - ¿no deberías estar haciendo apuntes? – inquirió la chica.

-Mejor díselo a tu novio, Hermione – le gruñó Harry, últimamente su amiga parecía estar más al pendiente de él, que de su novio pelirrojo.

Por otro lado, Hermione solo lo fulminó con la mirada, clara señal que ya había hecho lo mismo con su novio, el cual también se encontraba garabateando en su propio pergamino.

-No me pidan los apuntes después – dejo salir rencorosa - ¡Porque no lo haré! – sentenció mientras anotaba lo que el profesor decía a lo lejos.

Minutos después, que ha Harry se le hicieron interminables, sonó la campana; enseguida el chico comenzó a guardar sus cosas demasiado aprisa, para sorpresa de sus dos amigos.

-¿Por qué tanta prisa Harry? – le interrogó Hermione, olvidándose que se había enojado con él minutos atrás.

-Tengo cosas que hacer – anunció el ojiverde metiendo sin cuidado el resto de los pergaminos.

-¿Con Malfoy? – quiso saber su amigo pelirrojo.

-No, con Severus – le respondió sonriente y con un ligero sonrojo en las mejillas – no le digan a Draco – fue lo único que les dijo antes de salir como “alma que lleva al diablo” del aula, dejándolos intrigados.

-¿Harry le estará… tu sabes a Malfoy con Snape? — inquirió Ron a su novia, mientras  simulaba unos cuernos en su cabeza.

Hermione enarcó una ceja pensativa, no en la conclusión de su novio, sino en pensar seriamente en no dejarlo ver más de esas novelas del mundo muggle durante las vacaciones.

Harry corrió por todo el largo pasillo hasta el momento en que llegó a las mazmorras. Tocó la puerta y enseguida se escuchó el “Pasa, Harry” de su profesor.

-Hola, Severus – saludó el menor con una gran sonrisa.

El Gryffindor se sentía feliz, muy feliz a decir verdad, pensar que solo siete meses atrás su vida se había convertido en una especie de balanza a la cual en cada uno de los lados estaba escrito el nombre de dos personas: Draco Malfoy y Severus Snape. 

Y ahora, se encontraba con seis meses de relación con Draco Malfoy y su profesor Severus Snape como su mejor amigo. Aunque lo ultimo no le agradaba mucho al rubio. No le gustaba la idea de que Harry tuviera tanta confianza en él, sobre todo por lo que le hizo pasar y hacer.

-¿Listo? – le preguntó Snape sacando lo de sus cavilaciones.

-Sí – respondió Harry feliz – pero recuerda, Draco no debe enterarse.

-¿No le dijiste? – interrogó el profesor de pociones enarcando una ceja. Harry sonrió nerviosamente.

-Se supone que es una sorpresa Severus – inquirió el ojiverde.

-El regalo, no nuestra salida – aclaró el mayor.

-¡Vamos Severus! – Se quejó el Gryffindor – además, si le decía que iba contigo a Hogsmeade, corrías el riesgo que te lanzara una maldición.

-No creo que tenga tanta suerte – dejó salir burlón el profesor.

-Además, entre más rápido vayamos, mas pronto regresaremos ¿no?

-De acuerdo – coincidió Severus, negando con la cabeza ¿Cómo demonios se había metido en eso? ah, simple. Un día en la noche, Harry se apareció en su habitación pidiéndole un favor, como ya se avecinaba el sexto aniversario entre él y Draco, le pidió que lo acompañara a Hogsmeade para comprarle un lindo obsequio al Slytherin.

Como era de esperarse, Snape se negó, conocía muy bien los arranques de celos de Draco hacia con él y no es que le tuviera miedo al mocoso, lo que temía el mayor era que Harry sufriera por los desplantes de aquel chiquillo por culpa suya. Sin embargo, Harry sabía perfectamente cómo comberserlo, solo bastó ponerle ojitos de borrego a medio morir para que le dijera el ‘de acuerdo’.

*****

-¡¿Cómo que no saben donde esta Harry?! - era la voz de Draco Malfoy resonando en el gran comedor - ¡ustedes son sus mejores amigos!

-Y tú, su novio – dejó salir Ron – tu deberías saber más que nosotros.

-¡Weasley! – Se quejó el Slytherin, quería bofetearlo, cruciarlo. Pero eso le traería problemas con su novio, además eso no era lo importante, lo que importaba era Harry ¡su novio! ¿en donde serpientes estaba? Su mirada la pasó a la mesa de los profesores, donde curiosamente faltaba uno: Snape.

*****

-¿Crees que le guste? – preguntaba Harry a su profesor mientras le mostraba una caja envuelta de regalo.

-No lo sé – gruñó Snape, sinceramente no le agradaba la idea de ir a buscar un regalo para el mocoso del cual estaba enamorado Harry. Porque sí, él, Severus Snape amaba a Harry y no dejaría de hacerlo de la noche a la mañana.

Ese pequeño de ojos verdes lo había cambiado de muchas maneras, todo había comenzado como un juego, como ‘su pequeña zorra particular’ y todo había terminado en algo serio, en amor, aunque fue demasiado tarde para él.

-¿Severus? – le llamó Harry parándose frente a él.

-¿Qué? – parpadeó confundido Snape.

-Se ha quedado quieto, solo le preguntaba si…

-¡Cuidado! - gritó Severus aventándolo hacia el suelo, mientras que con su varita repelía un hechizo, el cual se desvió justo a tiempo.

-¿Qué ocurre? – quiso saber Harry desde el suelo.

-¡No te muevas Harry! – Ordenó Severus - ¡Emboscada! ¡Es una emboscada!

Hasta aqui el capitulo ^^
Espero les haya gustado :S
Besos
PISLIB n_n