jueves, 31 de enero de 2013

capitulo trece

El efecto de Luna de queso



**Capítulo Trece**




Hermione exhaló cansinamente. Con paso seguro se dirigió hacia le mesa del fondo en donde se encontraba Theodore. Se sentó frente a él. El muchacho la miró por una milésima de segundo, después continuó leyendo el libro que traía en sus manos.

-Es oficial, estoy preocupada por ti – confesó la recién llegada, sin despegar su mirada de Theodore, el muchacho levantó una ceja, sin dejar de leer – dos semanas, y si no fuera porque tienes que dormir en la sala común e ir a clases, diría que aquí vives. Reconozco que no te conozco mucho, pero al menos sé lo suficiente para saber que no es “normal” en ti pasar demasiado tiempo en este lugar.

-Estoy leyendo – informó el muchacho.

Hermione le quitó el libro.

-Es la tercera vez, en este mes, que lees este libro – aclaró.

-¿Ahora eres espía, Granger? – siseó Theodore, fulminándola con la mirada.

-Estoy preocupada por ti.

-¿Por qué? – frunció el ceño.

-Porque aunque no me consideres igual, yo sí te considero un amigo.

Theodore frunció aún más el ceño. Hermione al ver que el muchacho no iba a decir más, volvió a suspirar.

-Cuídate – le acarició el hombro suavemente antes de irse.

El Slytherin la siguió con la mirada, intrigado.

*0*0*0*0*0*

Blaise y Pansy se sentaron, uno a cada lado de Theodore. Se encontraban en la clase de Pociones.

-Buenos días, alumnos – Sirius Black sonrió abiertamente, no era la primera clase que impartía, sin embargo cada día que pasaban las clases eran un desastre.

-Por Salazar, extraño al profesor Snape – exclamó Zabini - ¿Por qué demonios Potter cree que Black es Snape? No se parecen en nada. Un día de estos el aula explotará con nosotros dentro.

-Es verdad – coincidió Pansy – aparte de Longbottom no había conocido a alguien tan inútil en pociones.

En realidad Sirius no era tan malo en pociones, pero los Slytherin guardaban lealtad a su antiguo profesor.

-¿Hay algún avance con Potter? – Quiso saber el moreno – estoy  harto de estar rodeado de leones y gatos pulgosos.

Pansy soltó una sonrisa.

-No es gracioso, cariño, estoy comenzando a creer que ese gato me va a violar en cualquier momento.

-Reconozco que es algo frustrante estar entre los leones, pero tiene algunas ventajas – sonrió de lado.

-Lo dices por Cormac, ¿cierto? – el moreno gruñó.

-¿Celoso?

-No – Pansy volvió a sonreír, estaba segura que su novio sí que lo estaba – Entonces… ¿Cómo vamos con Potter? – se dirigió hacia Theodore, quien desde un principio estuvo al margen de la conversación.

-Tendrán que soportarlo un mes más – informó el aludido – Dumbledore dio un plazo de tres meses, ya han transcurrido dos desde que ocurrió el accidente.

-Eso es estupendo, o sea que Potter se recuperará antes de año nuevo – Blaise sonrió.

-Hablando de eso… se acerca navidad – comentó Pansy.

-En tres semanas – aclaró el moreno.

-¿Qué van a hacer? – se dirigió hacia Theodore.

-Sabes perfectamente que mi padre no celebra esa fecha – comunicó.

-Lo sé, me refería a cómo vamos a celebrar nosotros tres.

-Yo solo sé que no pienso pasar MI navidad en esa casa llena de pelirrojos, una sabelotodo y el cuatro ojos de Potter – gruñó Blaise.

*0*0*0*0*

 -¿Vas a la biblioteca? – preguntó Pansy en cuanto vio a Theodore dirigirse hacia el camino opuesto del Gran Comedor.

 -Si no te conociera, diría que estas huyendo de algo – reflexionó Blaise - … o de alguien – se corrigió al ver a Potter  pasar rápidamente por el pasillo de enfrente.

Theodore rodó los ojos antes de emprender su camino nuevamente, dejando al moreno atrás. Al doblar en la esquina, el Slytherin se dio de lleno con el ojiverde. En las últimas semanas había pasado el menor tiempo posible con él, sabía que tarde o temprano Potter lo buscaría y le reclamaría su actitud, después de todo no habían tenido conversación decente desde ese día que estaban buscando las hierbas para madame Sprout.

-Hola – saludó tímidamente.

El Slytherin no vio salida de escape, así que no le quedó de otra a quedarse a conversar con Potter mientras el hormigueo en su estómago comenzaba.

-Últimamente hemos estado ocupados – se excusó el ojiverde, aunque ambos sabían que eso no era realmente la verdad – solo quería saber si aún están vigentes nuestros planes navideños.

Por más que Theodore se esforzara, no sabría de esos planes.

-¿Son fuera del colegio?

-Si te refieres a la madriguera, no – aclaró rápidamente el gryffindor – te dije que este año pensaba pasarlo a tu lado, así que… me quedaré en el colegio. Hermione y Ron también, así que no iremos a la madriguera.

Theodore asintió.

-¿Entonces…?

-Supongo que están vigentes – el ojiverde sonrió.

*0*0*0*0*

-Es indignante, esta biblioteca debe ser actualizada – se quejó Hermione. Theodore sabía el motivo. Habían repasado todos los libros de la Sección “Salud Mágica” sin encontrar la información que querían del Daltonismo.

-¿Guardabas esperanzas de encontrar un libro con el antídoto? – cuestionó el Slytherin.

-No. Tal vez. No lo sé. Lo único que sé es que me quería sentir útil. ¿Y tú? – El muchacho frunció el ceño - ¿guardabas esperanzas?

-No. El Daltonismo Vincular es un trastorno extraño, por lo tanto también la cura – se encogió de hombros.

-Pero Dumbledore ya tiene uno, ¿no? Y dijo que Harry muestra mejoras.

-Si eso fuera cierto, Potter debería dar señas de ello. A estas alturas ya debería al menos dudar de algunas cosas o recordar.

-Entonces… ¿Dumbledore nos ha dado falsas esperanzas? – la castaña lucía preocupada.

-Solo sé que dio de plazo hasta antes de fin de año. Potter debe recuperarse, sino lo hace tomará medidas extremas – Hermione suspiró preocupada.

-Ojalá no llegue a ese extremo – ambos quedaron en silencio - ¿Qué harás?

-¿Cómo dices?

-Cuando Harry recupere la memoria, ¿Qué harás?

Theodore no entendió la pregunta. La respuesta era más que clara. Él volvería a su rutina de siempre, componer música y… ¿Qué más solía hacer antes? Repasó en su mente su rutina pero lo único que recordaba era a Potter. Potter con él en el gran comedor, en el lago, en la biblioteca, incluso en su lugar favorito. ¿Cómo era posible que ese león se hubiera colado en sus actividades?

-Recuperar mi independencia – murmuró para sí mismo, levantándose de su lugar para dirigirse hacia la salida.

*0*0*0*0*

Los días avanzaban y en la sala común de las serpientes solo hablaban de un tema: “la fiesta de pre navidad”. Todos los años se hacía una fiesta tres días antes de la Navidad en donde celebraban junto con los que se irían al día siguiente con sus familiares.

-Pucey y Higgs conseguirán las bebidas – informó Malfoy a un grupo de alumnos de tercer año.

-Todos están hablando de eso, si siguen así terminaré odiando el evento y no asistiré – se quejó Pansy, Blaise alzó una ceja – bromeo, cariño.

-Yo solo sé que cada día falta menos para que se termine mi tortura – esta vez la muchacha fue quien alzó una ceja – no más Potter.

-¡Cierto! – Pansy sonrió – por cierto, ¿qué haremos cuando termine todo ese asunto?

-Sí, Nott, ¿qué harás cuando estés libre de MI novio? – Malfoy se unió a la conversación.

El rubio lo miró de manera desafiante. El aludido lo escudriñó con la mirada.



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