**Capítulo Trece**
Hermione exhaló cansinamente. Con paso seguro se
dirigió hacia le mesa del fondo en donde se encontraba Theodore. Se sentó
frente a él. El muchacho la miró por una milésima de segundo, después continuó
leyendo el libro que traía en sus manos.
-Es oficial, estoy preocupada por ti – confesó la
recién llegada, sin despegar su mirada de Theodore, el muchacho levantó una
ceja, sin dejar de leer – dos semanas, y si no fuera porque tienes que dormir
en la sala común e ir a clases, diría que aquí vives. Reconozco que no te
conozco mucho, pero al menos sé lo suficiente para saber que no es “normal” en
ti pasar demasiado tiempo en este lugar.
-Estoy leyendo – informó el muchacho.
Hermione le quitó el libro.
-Es la tercera vez, en este mes, que lees este libro –
aclaró.
-¿Ahora eres espía, Granger? – siseó Theodore,
fulminándola con la mirada.
-Estoy preocupada por ti.
-¿Por qué? – frunció el ceño.
-Porque aunque no me consideres igual, yo sí te
considero un amigo.
Theodore frunció aún más el ceño. Hermione al ver que
el muchacho no iba a decir más, volvió a suspirar.
-Cuídate – le acarició el hombro suavemente antes de
irse.
El Slytherin la siguió con la mirada, intrigado.
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Blaise y Pansy se sentaron, uno a cada lado de
Theodore. Se encontraban en la clase de Pociones.
-Buenos días, alumnos – Sirius Black sonrió
abiertamente, no era la primera clase que impartía, sin embargo cada día que
pasaban las clases eran un desastre.
-Por Salazar, extraño al profesor Snape – exclamó
Zabini - ¿Por qué demonios Potter cree que Black es Snape? No se parecen en
nada. Un día de estos el aula explotará con nosotros dentro.
-Es verdad – coincidió Pansy – aparte de Longbottom no
había conocido a alguien tan inútil en pociones.
En realidad Sirius no era tan malo en pociones, pero
los Slytherin guardaban lealtad a su antiguo profesor.
-¿Hay algún avance con Potter? – Quiso saber el moreno
– estoy harto de estar rodeado de leones
y gatos pulgosos.
Pansy soltó una sonrisa.
-No es gracioso, cariño, estoy comenzando a creer que
ese gato me va a violar en cualquier momento.
-Reconozco que es algo frustrante estar entre los
leones, pero tiene algunas ventajas – sonrió de lado.
-Lo dices por Cormac, ¿cierto? – el moreno gruñó.
-¿Celoso?
-No – Pansy volvió a sonreír, estaba segura que su
novio sí que lo estaba – Entonces… ¿Cómo vamos con Potter? – se dirigió hacia
Theodore, quien desde un principio estuvo al margen de la conversación.
-Tendrán que soportarlo un mes más – informó el
aludido – Dumbledore dio un plazo de tres meses, ya han transcurrido dos desde
que ocurrió el accidente.
-Eso es estupendo, o sea que Potter se recuperará
antes de año nuevo – Blaise sonrió.
-Hablando de eso… se acerca navidad – comentó Pansy.
-En tres semanas – aclaró el moreno.
-¿Qué van a hacer? – se dirigió hacia Theodore.
-Sabes perfectamente que mi padre no celebra esa fecha
– comunicó.
-Lo sé, me refería a cómo vamos a celebrar nosotros
tres.
-Yo solo sé que no pienso pasar MI navidad en esa casa
llena de pelirrojos, una sabelotodo y el cuatro ojos de Potter – gruñó Blaise.
*0*0*0*0*
-¿Vas a la
biblioteca? – preguntó Pansy en cuanto vio a Theodore dirigirse hacia el camino
opuesto del Gran Comedor.
-Si no te
conociera, diría que estas huyendo de algo – reflexionó Blaise - … o de alguien
– se corrigió al ver a Potter pasar
rápidamente por el pasillo de enfrente.
Theodore rodó los ojos antes de emprender su camino
nuevamente, dejando al moreno atrás. Al doblar en la esquina, el Slytherin se
dio de lleno con el ojiverde. En las últimas semanas había pasado el menor
tiempo posible con él, sabía que tarde o temprano Potter lo buscaría y le
reclamaría su actitud, después de todo no habían tenido conversación decente
desde ese día que estaban buscando las hierbas para madame Sprout.
-Hola – saludó tímidamente.
El Slytherin no vio salida de escape, así que no le
quedó de otra a quedarse a conversar con Potter mientras el hormigueo en su
estómago comenzaba.
-Últimamente hemos estado ocupados – se excusó el
ojiverde, aunque ambos sabían que eso no era realmente la verdad – solo quería
saber si aún están vigentes nuestros planes navideños.
Por más que Theodore se esforzara, no sabría de esos
planes.
-¿Son fuera del colegio?
-Si te refieres a la madriguera, no – aclaró
rápidamente el gryffindor – te dije que este año pensaba pasarlo a tu lado, así
que… me quedaré en el colegio. Hermione y Ron también, así que no iremos a la
madriguera.
Theodore asintió.
-¿Entonces…?
-Supongo que están vigentes – el ojiverde sonrió.
*0*0*0*0*
-Es indignante, esta biblioteca debe ser actualizada –
se quejó Hermione. Theodore sabía el motivo. Habían repasado todos los libros
de la Sección “Salud Mágica” sin encontrar la información que querían del
Daltonismo.
-¿Guardabas esperanzas de encontrar un libro con el
antídoto? – cuestionó el Slytherin.
-No. Tal vez. No lo sé. Lo único que sé es que me quería
sentir útil. ¿Y tú? – El muchacho frunció el ceño - ¿guardabas esperanzas?
-No. El Daltonismo Vincular es un trastorno extraño,
por lo tanto también la cura – se encogió de hombros.
-Pero Dumbledore ya tiene uno, ¿no? Y dijo que Harry
muestra mejoras.
-Si eso fuera cierto, Potter debería dar señas de
ello. A estas alturas ya debería al menos dudar de algunas cosas o recordar.
-Entonces… ¿Dumbledore nos ha dado falsas esperanzas?
– la castaña lucía preocupada.
-Solo sé que dio de plazo hasta antes de fin de año.
Potter debe recuperarse, sino lo hace tomará medidas extremas – Hermione
suspiró preocupada.
-Ojalá no llegue a ese extremo – ambos quedaron en
silencio - ¿Qué harás?
-¿Cómo dices?
-Cuando Harry recupere la memoria, ¿Qué harás?
Theodore no entendió la pregunta. La respuesta era más
que clara. Él volvería a su rutina de siempre, componer música y… ¿Qué más
solía hacer antes? Repasó en su mente su rutina pero lo único que recordaba era
a Potter. Potter con él en el gran comedor, en el lago, en la biblioteca,
incluso en su lugar favorito. ¿Cómo era posible que ese león se hubiera colado
en sus actividades?
-Recuperar mi independencia – murmuró para sí mismo,
levantándose de su lugar para dirigirse hacia la salida.
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Los días avanzaban y en la sala común de las
serpientes solo hablaban de un tema: “la fiesta de pre navidad”. Todos los años
se hacía una fiesta tres días antes de la Navidad en donde celebraban junto con
los que se irían al día siguiente con sus familiares.
-Pucey y Higgs conseguirán las bebidas – informó
Malfoy a un grupo de alumnos de tercer año.
-Todos están hablando de eso, si siguen así terminaré
odiando el evento y no asistiré – se quejó Pansy, Blaise alzó una ceja –
bromeo, cariño.
-Yo solo sé que cada día falta menos para que se
termine mi tortura – esta vez la muchacha fue quien alzó una ceja – no más
Potter.
-¡Cierto! – Pansy sonrió – por cierto, ¿qué haremos
cuando termine todo ese asunto?
-Sí, Nott, ¿qué harás cuando estés libre de MI novio?
– Malfoy se unió a la conversación.
El rubio lo miró de manera desafiante. El aludido lo
escudriñó con la mirada.
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