Durmiendo con Luna
Capitulo
Tres.
Te amo
aún más.
-¡Dos disparos seguidos! – anunció Greg.
A su derecha alguien le apuntó con un arma.
-Suéltala – le ordenó, Greg obedeció rápidamente.
-Greg, ahora es cuando… - Warrick se quedó en silencio al ver a su amigo
siendo rehén de un tipo bastante familiar.
-Dile a tu compañera que salga del auto – ordenó, aún apuntando a Greg
en la sien.
-¿Warrick, qué…? – Sarah inmediatamente quedó estática ante la escena.
-Póngaselas, de ese lado, en aquel tubo – señaló las esposas y el tubo
de hierro de la esquina - ¡Ahora! – sujetó más fuerte a Greg del cuello,
haciéndolo gemir del dolor.
Los aludidos obedecieron al instante, maldiciendo no tener sus armas en
la sala.
-Tú vendrás conmigo – le susurró al oído.
El intruso no tenía idea que los auriculares, que ahora colgaban del
cuello de Greg, anunciaba todo lo que decía a todo el departamento.
El técnico del laboratorio fue arrastrado hasta el pasillo, un mal
presentimiento le recorrió. Definitivamente algo malo iba a ocurrir.
-¿A dónde vamos?
-¡Cállate!
El sujeto observó en todas direcciones hasta que se topó con el objeto
de su interés. Nick y Cath quedaron paralizados al reconocer a la persona que
tenía de rehén a Greg.
-Nigel… - susurró el CSI.
-Hola, Nicky, ¿me recuerdas? Sí, claro que sí, me has llamado por mi
nombre – el antiguo acosador de Nick sonrió.
-¿Qué haces aquí? ¿Has venido por mí? – Nick se acercó lentamente a él,
haciendo esfuerzo por controlarse y así liberar a Greg – Aquí estoy, ¿Por qué
no sueltas…?
-¡No! No lo haré – Nigel aferró más a su presa, quien se quejó del dolor
– Este sujeto es un maldito estorbo, Nick. Lo sabes, ¿verdad?
-Entonces libéralo, así ya no podrá estorbarte más – el CSI dio un par de pasos más.
-¡No te acerques! – Nigel le quitó el seguro a la pistola.
Cath jadeó, Nick se detuvo rápidamente. Greg cerró los ojos fuertemente.
-De acuerdo, de acuerdo – Stokes alzó las manos en son de paz.
-Tú eres mi amigo, Nick. Tú y yo somos amigos.
-Por supuesto.
-Entonces, ¿por qué lo hiciste?, ¿por qué me dejaste ir a la cárcel?,
¿por qué me olvidaste?
-No, no lo hice.
-Es verdad, él lo hizo – Nigel enterró más el arma en el cuello de Greg,
quien se quejó por el acto.
Cath pasó saliva trabajosamente, Nick dio un paso al frente.
-¡Alto ahí! – gritó.
-Nigel, te aseguro que él no tuvo nada que ver.
El aludido lo escudriñó con la mirada.
-Greg Sanders – dijo – Esta rata
de laboratorio te sedujo e hizo que te olvidaras de mí.
-¿Cómo dices? – Stokes palideció por unos momentos. Si Nigel sabía de su
relación con Greg entonces llevaba mucho tiempo acosándolo nuevamente, ¿cómo
fue que no se dio cuenta?
-Te he visto, Nick – confesó – Cuando salí de prisión fui a visitarte y
te vi con él, de la mano. Luego vi a este idiota besándote en los labios. Te
llevó al cine, al parque. Él durmió contigo… y te obligó a tener sexo con él.
¡Él es el culpable que me hayas olvidado!
Warrick y Sarah, quienes aún estaban esposados, podían escuchar todo lo
que Nigel decía a través de los auriculares que colgaban del cuello de Greg.
Ambos se observaron fijamente.
-¿Nick y Greg? – el moreno estaba perplejo.
-Eso no es lo importante ahora, Warrick – reprochó la muchacha – Ese
loco puede matar a Greg.
Brass y Grissom llegaron al lugar rápidamente, Nigel amenazó con
disparar a Greg, así que tuvieron que retroceder inmediatamente.
-Nigel, escúchame – llamó Nick – Él no… él no me interesa, porqué no lo
dejas y tú y yo nos vamos a otro lugar a comenzar de nuevo, como amigos y…
-Eso quisiera, Nick, pero no se va a poder. Tú amas a esta basura, lo
sé. Una vez mientras dormías estando solo en casa, mencionaste su nombre.
Nick comenzó a desesperarse, estaba claro que Nigel no se daría por
vencido hasta ver a Greg… muerto. Y Greg lo sabía así como también sabía que
Nick haría todo lo posible para que eso no pasara, su novio incluso ofrecería
su lugar, el técnico de laboratorio no lo permitiría.
-La única manera que no pienses en él es que alguno de los dos ya no
esté aquí – Nigel razonó.
Greg buscaba desesperadamente la mirada de Nick, quería decirle que no
se preocupara por él, que todo saldría bien, que dejara que Nigel tomara su
vida y así él estaría a salvo.
Nick no pensaba lo mismo. Greg era su vida, su mundo. No podía permitir
que algo le pasara por su culpa. Si Nigel había ido por Greg era para llegar a
él.
-Tú eres mi amigo, Nick. No puedo matarte, pero éste no es nada mío.
-¡Espera! – Nick dio otro par de pasos hacia con ellos – Déjalo libre,
déjalo viviendo con el hecho que te preferí a ti y no a él.
Nigel lo pensó, le agradaba esa idea.
-Te elijo a ti, Nigel. Tú eres mi amigo, conoces todo de mí – Nick
continuó hablando al ver que sus palabras surtían efecto – Te elijo… a ti.
Nick rogaba que Greg entendiera lo que estaba diciendo. En verdad
esperaba salvarlo, alejarlo de ese maldito loco. Y Greg lo entendía. Sabía lo
que estaba tramando Nick, solo esperaba que Nigel no lo supiera porque toda esa
situación acabaría muy mal.
-Sí… él nunca te tendrá – Nigel sonrió, golpeando con el arma la cabeza
de Greg, cayó al suelo.
Greg se tocó el área lastimada. Un rastro de sangre ensució su mano.
Nick se asustó, pero luego se sintió aliviado al ver a Greg lejos de ese loco.
Gesto que no le pasó desapercibido a Nigel.
-¡Nunca lo olvidarás! – se quejó, apuntándole. Nick se quedó quieto con
las manos en son de paz, Cath gimió.
-¡No! – Nick gritó en cuanto vio a Greg lanzarse hacia Nigel mientras
éste estaba distraído. Ambos comenzaron a forcejear, Stokes corrió hasta con
ellos. Se escuchó un disparo.
Brass y refuerzos entraron en escena, directamente hacia Nigel. Lo
levantaron del suelo llenó de sangre.
-¡Greg! – Nick se acuclilló a su lado.
Cath se llevó las manos al pecho al ver a Greg en un charco lleno de
sangre. Sara y Warrick, quienes habían sido liberados de las esposas minutos
atrás, se acercaron lentamente hasta con ella.
-Greg… - murmuró Sarah con lágrimas en los ojos.
-¡Hey, G! – Llamó Nick, abrazándolo, aún en el suelo – Háblame amigo,
¡Vamos, G!
-N-Nicky – a Greg le pesaban los parpados, de pronto se sentía tan
cansado...
-Aguanta, G. La ayuda ya viene en camino – Nick hizo presión en la
herida de su novio, justo en el pecho. El menor comenzó a temblar ligeramente –
Greg… - a Nick se le resbalaron las lagrimas – Resiste, G.
-No llores… Nick… no… llores… - trató de limpiarle las lagrimas pero no
tuvo fuerza suficiente para hacerlo.
-Perdóname, G. No quería que esto pasara.
-No… no es… tu culpa…
Greg cada vez estaba más cansado.
-Nick… te amo mucho, Nick…
Stokes apretó los ojos y se aferró más a Greg. El menor se estaba
despidiendo de él.
-Yo te amo más, G – respondió con un nudo en la garganta.
Cath y Sarah lloraban silenciosamente. Warrick, Brass y Grissom
observaban la escena de manera conmovedora. Los CSI no eran los únicos
conmovidos ante la escena, los que se encontraban en el mismo piso –quienes
estaban aislados en sus respectivas salas a modo de protocolo– y escuchaban lo
que pasaba a través de las bocinas, también lo estaban.
Greg se aseguró de ver fijamente a los ojos a Nick.
-Y yo… te amo… aún más…
Greg se quedó quieto con la mirada fija en los ojos de Nick mientras una
lágrima resbalaba por su mejilla.
-No, no, no, no… – murmuró Nick, desesperadamente – ¡G!, ¡Greg! ¡Por
favor! ¡GREG!
Los paramédicos llegaron, con trabajo alejaron a Nick. Comenzaron a
resucitarlo con electroshock.
-Vamos, G – pidió Nick, desesperadamente. Los demás observaron la
escena, expectantes mientras Greg se debatía entre la vida y la muerte.
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