lunes, 17 de marzo de 2014

Capitulo Tres. Te amo aún más.

Durmiendo con Luna



Capitulo Tres.

Te amo aún más.




-¡Dos disparos seguidos! – anunció Greg.
A su derecha alguien le apuntó con un arma.
-Suéltala – le ordenó, Greg obedeció rápidamente.
-Greg, ahora es cuando… - Warrick se quedó en silencio al ver a su amigo siendo rehén de un tipo bastante familiar.
-Dile a tu compañera que salga del auto – ordenó, aún apuntando a Greg en la sien.
-¿Warrick, qué…? – Sarah inmediatamente quedó estática ante la escena.
-Póngaselas, de ese lado, en aquel tubo – señaló las esposas y el tubo de hierro de la esquina - ¡Ahora! – sujetó más fuerte a Greg del cuello, haciéndolo gemir del dolor.
Los aludidos obedecieron al instante, maldiciendo no tener sus armas en la sala.
-Tú vendrás conmigo – le susurró al oído.
El intruso no tenía idea que los auriculares, que ahora colgaban del cuello de Greg, anunciaba todo lo que decía a todo el departamento.
El técnico del laboratorio fue arrastrado hasta el pasillo, un mal presentimiento le recorrió. Definitivamente algo malo iba a  ocurrir.
-¿A dónde vamos?
-¡Cállate!
El sujeto observó en todas direcciones hasta que se topó con el objeto de su interés. Nick y Cath quedaron paralizados al reconocer a la persona que tenía de rehén a Greg.
-Nigel… - susurró el CSI.
-Hola, Nicky, ¿me recuerdas? Sí, claro que sí, me has llamado por mi nombre – el antiguo acosador de Nick sonrió.
-¿Qué haces aquí? ¿Has venido por mí? – Nick se acercó lentamente a él, haciendo esfuerzo por controlarse y así liberar a Greg – Aquí estoy, ¿Por qué no sueltas…?
-¡No! No lo haré – Nigel aferró más a su presa, quien se quejó del dolor – Este sujeto es un maldito estorbo, Nick. Lo sabes, ¿verdad?
-Entonces libéralo, así ya no podrá estorbarte más – el  CSI dio un par de pasos más.
-¡No te acerques! – Nigel le quitó el seguro a la pistola.
Cath jadeó, Nick se detuvo rápidamente. Greg cerró los ojos fuertemente.
-De acuerdo, de acuerdo – Stokes alzó las manos en son de paz.
-Tú eres mi amigo, Nick. Tú y yo somos amigos.
-Por supuesto.
-Entonces, ¿por qué lo hiciste?, ¿por qué me dejaste ir a la cárcel?, ¿por qué me olvidaste?
-No, no lo hice.
-Es verdad, él lo hizo – Nigel enterró más el arma en el cuello de Greg, quien se quejó por el acto.
Cath pasó saliva trabajosamente, Nick dio un paso al frente.
-¡Alto ahí! – gritó.
-Nigel, te aseguro que él no tuvo nada que ver.
El aludido lo escudriñó con la mirada.
-Greg Sanders – dijo – Esta rata de laboratorio te sedujo e hizo que te olvidaras de mí.
-¿Cómo dices? – Stokes palideció por unos momentos. Si Nigel sabía de su relación con Greg entonces llevaba mucho tiempo acosándolo nuevamente, ¿cómo fue que no se dio cuenta?
-Te he visto, Nick – confesó – Cuando salí de prisión fui a visitarte y te vi con él, de la mano. Luego vi a este idiota besándote en los labios. Te llevó al cine, al parque. Él durmió contigo… y te obligó a tener sexo con él. ¡Él es el culpable que me hayas olvidado!

Warrick y Sarah, quienes aún estaban esposados, podían escuchar todo lo que Nigel decía a través de los auriculares que colgaban del cuello de Greg. Ambos se observaron fijamente.
-¿Nick y Greg? – el moreno estaba perplejo.
-Eso no es lo importante ahora, Warrick – reprochó la muchacha – Ese loco puede matar a Greg.

Brass y Grissom llegaron al lugar rápidamente, Nigel amenazó con disparar a Greg, así que tuvieron que retroceder inmediatamente.
-Nigel, escúchame – llamó Nick – Él no… él no me interesa, porqué no lo dejas y tú y yo nos vamos a otro lugar a comenzar de nuevo, como amigos y…
-Eso quisiera, Nick, pero no se va a poder. Tú amas a esta basura, lo sé. Una vez mientras dormías estando solo en casa, mencionaste su nombre.
Nick comenzó a desesperarse, estaba claro que Nigel no se daría por vencido hasta ver a Greg… muerto. Y Greg lo sabía así como también sabía que Nick haría todo lo posible para que eso no pasara, su novio incluso ofrecería su lugar, el técnico de laboratorio no lo permitiría.
-La única manera que no pienses en él es que alguno de los dos ya no esté aquí – Nigel razonó.
Greg buscaba desesperadamente la mirada de Nick, quería decirle que no se preocupara por él, que todo saldría bien, que dejara que Nigel tomara su vida y así él estaría a salvo.
Nick no pensaba lo mismo. Greg era su vida, su mundo. No podía permitir que algo le pasara por su culpa. Si Nigel había ido por Greg era para llegar a él.
-Tú eres mi amigo, Nick. No puedo matarte, pero éste no es nada mío.
-¡Espera! – Nick dio otro par de pasos hacia con ellos – Déjalo libre, déjalo viviendo con el hecho que te preferí a ti y no a él.
Nigel lo pensó, le agradaba esa idea.
-Te elijo a ti, Nigel. Tú eres mi amigo, conoces todo de mí – Nick continuó hablando al ver que sus palabras surtían efecto – Te elijo… a ti.
Nick rogaba que Greg entendiera lo que estaba diciendo. En verdad esperaba salvarlo, alejarlo de ese maldito loco. Y Greg lo entendía. Sabía lo que estaba tramando Nick, solo esperaba que Nigel no lo supiera porque toda esa situación acabaría muy mal.
-Sí… él nunca te tendrá – Nigel sonrió, golpeando con el arma la cabeza de Greg, cayó al suelo.
Greg se tocó el área lastimada. Un rastro de sangre ensució su mano. Nick se asustó, pero luego se sintió aliviado al ver a Greg lejos de ese loco. Gesto que no le pasó desapercibido a Nigel.
-¡Nunca lo olvidarás! – se quejó, apuntándole. Nick se quedó quieto con las manos en son de paz, Cath gimió.
-¡No! – Nick gritó en cuanto vio a Greg lanzarse hacia Nigel mientras éste estaba distraído. Ambos comenzaron a forcejear, Stokes corrió hasta con ellos. Se escuchó un disparo.
Brass y refuerzos entraron en escena, directamente hacia Nigel. Lo levantaron del suelo llenó de sangre.
-¡Greg! – Nick se acuclilló a su lado.
Cath se llevó las manos al pecho al ver a Greg en un charco lleno de sangre. Sara y Warrick, quienes habían sido liberados de las esposas minutos atrás, se acercaron lentamente hasta con ella.
-Greg… - murmuró Sarah con lágrimas en los ojos.
-¡Hey, G! – Llamó Nick, abrazándolo, aún en el suelo – Háblame amigo, ¡Vamos, G!
-N-Nicky – a Greg le pesaban los parpados, de pronto se sentía tan cansado...
-Aguanta, G. La ayuda ya viene en camino – Nick hizo presión en la herida de su novio, justo en el pecho. El menor comenzó a temblar ligeramente – Greg… - a Nick se le resbalaron las lagrimas – Resiste, G.
-No llores… Nick… no… llores… - trató de limpiarle las lagrimas pero no tuvo fuerza suficiente para hacerlo.
-Perdóname, G. No quería que esto pasara.
-No… no es… tu culpa…
Greg cada vez estaba más cansado.
-Nick… te amo mucho, Nick…
Stokes apretó los ojos y se aferró más a Greg. El menor se estaba despidiendo de él.
-Yo te amo más, G – respondió con un nudo en la garganta.
Cath y Sarah lloraban silenciosamente. Warrick, Brass y Grissom observaban la escena de manera conmovedora. Los CSI no eran los únicos conmovidos ante la escena, los que se encontraban en el mismo piso –quienes estaban aislados en sus respectivas salas a modo de protocolo– y escuchaban lo que pasaba a través de las bocinas, también lo estaban.
Greg se aseguró de ver fijamente a los ojos a Nick.
-Y yo… te amo… aún más…
Greg se quedó quieto con la mirada fija en los ojos de Nick mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.
-No, no, no, no… – murmuró Nick, desesperadamente – ¡G!, ¡Greg! ¡Por favor! ¡GREG!
Los paramédicos llegaron, con trabajo alejaron a Nick. Comenzaron a resucitarlo con electroshock.
-Vamos, G – pidió Nick, desesperadamente. Los demás observaron la escena, expectantes mientras Greg se debatía entre la vida y la muerte.  



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