sábado, 9 de abril de 2016

Capítulo Tres. Grisel.

NUEVES MESES



Capítulo Tres. 

Grisel.



Ashton estaba en la cafetería, desayunando, era un nuevo día y estaba orgulloso de lo que había logrado en menos de 24 horas. Se atrevería a decir que era un padre experimentado. Había logrado sobrevivir y la pequeña bebé robot parecía estar muy bien.
-Hola, Ash – Luke se sentó a su lado - ¿Cómo vas con tu hija?
-Muy bien, ¿Quién necesita al idiota de Clifford? – respondió sonriente.
-Te tengo una sorpresa – el rubio parecía emocionado – bueno, dos sorpresas.
-Dime la que te tiene más emocionado – pidió.
-Es sobre nuestro próximo artículo del periódico.
-¿Ya elegiste el tema?
-Padres desnaturalizados – sonrió mostrando todos los dientes. Ashton frunció el ceño.
-No – fue su respuesta.
-¡Aun no te digo todo!
-La respuesta sigue siendo no.
-Vamos Ash…
-No expondrás a Clifford en ese artículo.
-Creí que lo odiabas – alzó una ceja.
-Que no lo odio – rodó los ojos.
-Sí, sí claro – Luke restó importancia – pero el artículo no será de él. Hablaremos sobre la materia en general. Tendríamos mucho material. Piénsalo Ashton. Podrías hacer metáforas sobre los problemas con bebés.
Ashton pensó mejor la idea, no sonaba tan descabellada. Si el tema lo veían de manera metafórica, tal vez funcionaria.
-Lo pensaré – respondió.
-Genial – le sonrió.
-¿Cuál es la otra sorpresa?
-Le he comprado un pequeño regalo a mi sobrina – Ashton se sorprendió ante la idea, al parecer su amigo se estaba tomando muy enserio su papel de tío – ¡tarán!
-Eso es…
-Una bandana – Luke sonrió – la compré ayer, cuando venía de regreso del trabajo. En cuanto la vi, supe que era para mi sobrina.
Se levantó y se la puso.
-Linda, ¿cierto? – Ash sonrió, mostrando sus hoyuelos – de tal padre, tal hija – dejó salir orgulloso.
-¿Si sabes que es un robot, cierto? – preguntó por las dudas
-Claro, Ash.
-Tenemos que hablar – Michael estaba frente a ellos, asesinaba con la mirada a Luke.
-¿Escuchaste algo, Luke? – Ashton se hizo el desentendido.
-Emh…
-Me escuchaste perfectamente, Irwin – Michael estaba realmente decidido a no salirse de sus casillas.
-Los dejaré a solas – el rubio se despidió – nos vemos al rato, Ash.
-No cuentes con ello, jirafa – susurró de tal manera que solo el rubio escuchara.
El aludido frunció el ceño, desconcertado. Mike sonrió, haciéndose el desentendido.
-Bien, ya que se fue la jirafa andante… - Ashton frunció el ceño – emh… Hemmings, hablemos.
-¿De qué? Hasta donde sé, estás muy ocupado con tus ensayos de teatro y… ¿Qué más haces? Ah, sí, rascarte la barriga.
-¡Yo no hago tal cosa! – gritó, abochornado.
Ashton se cruzó de brazos.
-Olvida eso. Solo he venido por el bebé. Ayer tú te hiciste cargo, así que hoy me toca a mí.
-¿En serio? ¿Esa es tu manera de criar a un bebé, decidiendo las cosas en un último momento?
-Estoy siendo equitativo – reconoció – tengo ensayo dos días a la semana. Lunes y miércoles. Los viernes tengo obra. Así que, tu cuidarás al bebé esos días y yo lo haré el resto, después de todo coincide con los días en los que tienes las juntas esas del periódico – Ashton alzó una ceja, sorprendido por la manera en que Michael estaba al tanto de sus actividades – pero estoy abierto a cambios, si necesitas otro día diferente a esos, puedo hacer que me disculpen en un ensayo, pero que no sea muy seguido, soy el presidente del club pero también tengo reglas que respetar.
-Wow, ¿tú lo planeaste solo? – se burló.
-¡Estoy tratando de disculparme! – gruñó entre dientes.
-Deja de tratar.
-Escucha, nos guste o no, estamos juntos en esto. Así que, pondré de mi parte y te doy mi palabra que no volveré a salir corriendo como lo hice ayer.
-Sí, bueno… hace mucho que no creo en tu palabra, Clifford – Michael estaba consiente que Ashton nunca le perdonaría lo que le había hecho un año atrás.
-Es todo lo que tendrás. Tómala o déjala.
-No tengo opción. Así que me arriesgaré – aceptó el rizado – te lo advierto Clifford, si llego a reprobar esta materia por tu culpa, créeme que un baño con pintura será tu menor preocupación.
-En mis planes no está el reprobar, así que, guarda tus amenazas – se gruñeron un par de veces, pero al final ambos se estrecharon las manos, en son de paz.
Michael observó al bebé robot con curiosidad, era la primera vez que la veía a conciencia.
-Así que, es nuestra pequeña hija, ¿Quién diría que Irwin me daría un hijo?
-No comiences, Clifford – rodó los ojos.
-Bromeaba – sonrió. Y era verdad. El objetivo de Mike era ver nuevamente a Ashton sonreír de esa manera que lo había visto el día anterior. Pero hasta el momento no había tenido éxito. Había vuelto ver esa sonrisa pero nuevamente  fue dirigida hacia Luke. Michael comenzaba a odiar encarecidamente al rubio.
-Entonces… ¿Cómo llamaré a nuestra princesita? – El ojiverde puso una mano en la barbilla – ah, ya sé, la llamaré…
-Grisel – Ashton interrumpió el discurso del ojiverde.
-¿Qué?
-Se llama Grisel.




__________________________________



Capitulo Anterior                                              Capitulo Siguiente











No hay comentarios:

Publicar un comentario