No ha dejado de llover
Capitulo catorce.
Allison y Alexa
**Cuatro
años nueve meses atrás**
-¿Podrías explicármelo otra vez, por favor? – Penny trataba por todos
los medios entender la situación, pero lo cierto era que… por más que le
explicaran no lo entendería.
-Solo si me das más de ese helado – Ashton se lamió los labios, Penny
hizo un puchero, pero qué más daba, ambos estaban en las mismas condiciones y
sabía lo que era tener antojo de algo.
Le pasó el envase, Ashton comenzó a saborearlo.
-Mmm… - cerró los ojos, disfrutando la sensación que le causaba al
saciar su antojo.
-Vamos, prometiste explicarlo – la rubia pidió. Ashton suspiró.
-El 1% de la población masculina nace con su aparato repro…
-No, eso no. Lo otro. Sáltate
la parte de la explicación científica que no nos interesa porque bueno, por más
que busques explicación ya está, ya sucedió,
lo tienes ahí dentro – le señaló
divertida - Dilo de nuevo.
Ashton rodó los ojos mientras engullía una cucharada de helado.
-Estoy embarazado…
Penny dio un gritito, emocionada.
-¡Otra vez!
-No – frunció el ceño.
-Vamos – pidió, suplicó.
-Estoy… embarazado…
-¡Ashton! – lo abrazó fuertemente, emocionada. El muchacho sonrió de
lado.
Fue una gran sorpresa, incluso para él mismo. Cuando Luke y Calum le
explicaron del cómo demonios él podría procrear se sintió un completo fenómeno
y por mas términos y estudios científicos le hicieran referencias él no podía
sacar de su mente aquella palabra. Embarazado.
Él estaba embarazado. Tendría un hijo de Michael.
Michael… oh, ese idiota que se había largado del país con un tal Oliver.
Ashton escuchó unos sollozos, al principio creyó que eran suyos, pero después
sintió a su amiga tener pequeño espasmos. Ella era la que lloraba.
-Oh, Ashton. Lo lamento – sollozó – Si no me hubiera embarazado, tú
estarías con Michael.
-No, Penny. Yo fui el culpable. Te arruiné tu relación, tu vida…
-Oye, nuestro bebé no ha arruinado nada – se sorbió la nariz – oh,
Ashton. Mi bebé tendrá un hermanito.
-Y yo… yo tendré dos bebés… - hasta ese momento fue consciente de la
magnitud de la situación.
-Y si los dos, tenemos al bebé el mismo día ¿Te imaginas? – Penny se
veía emocionada y Ashton estaba cada vez más aterrado.
-Ojalá no, Penny…
-¿Por qué? Tenemos casi el mismo tiempo.
La muchacha le sonrió, Ashton le secó con su dedo pulgar el rastro que
las lágrimas habían dejado por su mejilla.
-En verdad lo lamento Penny. Si hubiera estado más alerta, no me hubiera
tomado ese trago adulterado. Tú y yo no hubiéramos tenido sexo. Y John y
Michael no nos hubieran encontrado.
-John ya me engañaba, Ashton – la rubia confesó – no digo que, lo que
hicimos estuvo bien, solo que… mi relación con él iba a terminar de un momento
a otro.
El castaño la miró detenidamente.
-Eres hermosa, Penny. Encontrarás a alguien que te amará.
Ella le sonrió.
-Ashton… si ambas son niñas, ¿las podemos vestir iguales? Seguramente
parecerán gemelas, tendrán tus rizos y tus ojos hazel – le sonrió – las
llamaremos Allison y Alexa.
-Aún no nacen y ya las odias, no se parecerán a mí, sino a ti. Tendrán
tus ojos marrones y tu cabello rubio.
-Técnicamente tú tienes el cabello rubio… oscuro, pero lo tienes – le
sonrió – espera, Michael es rubio. Definitivamente serán rubias.
-Estás asumiendo que serán niñas, espera ¿sabes algo que yo no?
-Instinto maternal – jugueteó con las cejas.
-Yo también tengo eso… es decir… paternal. Instinto paternal – sacudió
la cabeza, acariciando el pequeño bulto que se asomaba por su estómago – me
siento tan idiota…
-Lo sé, hasta yo me siento idiota con que tú te sientas idiota.
Se miraron fijamente y después ambos soltaron carcajadas.
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