SOLO UN DIA
EPILOGO.
-Hola, Theodore – me saluda tan jovial y distraída como siempre.
Yo estoy embelesado, debo parecerle un idiota. ¿Por qué demonios no puedo devolverle la sonrisa? ¿Escuchará mis latidos? Sigue oliendo a tuti-fruti. Sus pies no están descalzos, su sonrisa sigue tan hermosa como siempre, ¿esos son los mismos aretes de rábano que usaba en Hogwarts? y… ¡Oh, por Salazar!
-¿Estás bien? – su mano sostiene la mía. Asiento con la cabeza – me da gusto saber que ya estás libre – frunzo el ceño, ¿sabe que estuve en la Azkaban?
-Y tú que estás a salvo – logro hablar, apretando suavemente su mano.
-Eres gentil al decirme esas cosas – baja su mirada hacia mi mano y luego vuelve a verme a los ojos - ¿te apetece tomar un café conmigo?
El café es mi enemigo #1, me altera en demasía, me hace hacer y decir tanta tontería posible, pero por ella, con tal que me dé una mirada y una sonrisa más, haré lo que sea.
-Vamos – sin soltarla de la mano, la conduje hasta el local más cercano.
[…]
Se puede decir que el café tiene el mismo efecto en mí que la cerveza de mantequilla incluso que el whisky de fuego. He tomado la mitad de la taza y ya estoy diciendo estupidez y media. Aun así, es una buena señal que ella no haya salido corriendo.
-Eres muy gracioso, Theodore – sonrió, con pecas en sus mejillas.
-¿Soy un boggar? – vuelve a sonreír.
-Es la primera vez que te escucho hablar demasiado, hasta pareces vociferador.
-Primero boggar, ahora vociferador. Wow.
Suspira lentamente.
-¿En dónde estuviste todo este tiempo? – se recarga de una mano, viéndome directamente a los ojos.
-En Azkaban– me doy cuenta que su pregunta fue retórica. En serio, es el café el que me hace reaccionar así.
-¿Y antes de eso?
-A tu lado.
-Viéndome fijamente – confiesa – tú me viste antes que yo lo hiciera.
¡Un momento!
¿Ha dicho lo que creo que ha dicho? La taquicardia vuelve a mí, tal vez sea efecto del café, ¿ya dije que el café y yo somos una mala combinación?
Concéntrate, Theodore, concéntrate.
-Tienes una mirada hermosa, era imposible no verte – ahora yo me recargó de una mano, mi mano derecha busca la mano izquierda de ella.
En cuanto la agarro, ella hace algo que me sorprende. Se sonroja.
[…]
Después de ese día quedamos de vernos varios días después. A una cita. Una verdadera cita. Fuimos a un restaurante a desayunar. Nuestra conversación se enfocó en nuestros tiempos de Hogwarts. Al parecer, no es que le gustara estar descalza, sus compañeras de cuarto eran las que le escondían sus pertenencias. Y ese día de la guerra, había ido a participar gracias al Ejército de Dumbledore.
Después del desayuno, caminamos por las calles empedradas de Hogsmeade. Al llegar a un parquecito nos sentamos en el césped a descansar un rato.
-Gracias por soportarme todo el día – expresa – nunca me había divertido tanto como hasta ahora.
-¿Ni cuando Potter te invitó a la reunión del profesor Slughorn? – gruño, ella sonríe.
-Harry es como un amigo.
-¿Y yo?
Hoy no tomé café, así que no sé a quién culpar por la estúpida pregunta que acabo de soltar.
Ella parece meditar la respuesta. Estos segundos son los más largos y tortuosos de mi vida. Ella se acerca lentamente hasta mí. No retrocedo, de hecho le facilito el trabajo y me acercó más a ella. Sin embargo; Luna se detiene. Me ve directamente a los ojos, pegando su frente a la mía.
Esa mirada distraída, por Salazar, esa mirada…
Ella une sus labios a los míos. Y yo gustoso los acepto, moviéndolos suave y pausadamente. No mentiré. Mis reacciones se hacen presente –o tal vez siempre estuvieron ahí y no salían a flote porque me tenía controlado– acompañados con ese calorcito en mi pecho que aumenta cada vez más. Nos deleitamos unos segundos más. Al sepáranos nos volvemos a mirar fijamente.
-Theodore…
-¿Sí? – la miro embelesado.
-Hoy te amo.
-¿Hoy? – frunzo el ceño.
-Antes solo te quería – confiesa - ¿y tú?
-Hoy también te amo.
-¿Antes solo me querías? – quiso saber.
-No, también te amaba.
Me escudriña con su mirada azulada.
-¿Desde cuándo?
-Desde que me disparaste sin piedad con tu flecha enamorada.
Le sonrío.
Ella me besa nuevamente.
FIN.
Noviembre 2013.
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