jueves, 12 de julio de 2012

Capitulo Dos: Gryffindors vs Gryffindors

Potter Pan



Capitulo Dos:

Gryffindors vs Gryffindors.




Neville estaba preocupado, desde dos meses atrás había comenzado a subir de peso y todo se debía a aquellos ‘chocolates sorpresas’ que su buen amigo Ron había fabricado.
No podía permitirse simplemente ‘subir’ de peso. Aún recuerda las burlas de sus compañeros en el colegio por su apariencia física, solían ser menos que las que iban dirigidas hacia su torpeza pero igualmente dolían. No, no podía permitirlo. Así que, una mañana de dos semanas atrás había comenzado la ‘dieta’.
Su supuesta novia, Luna Lovegood, lo supervisaba por pedido de él mismo. Sin embargo, no estaba resultando bastante bien. A tan solo tres días de la rigurosa dieta, Ronald Weasley lo había tentado con sus ‘chocolates sorpresas’ recién salidos de la fábrica de los Sortilegios Weasley.
Y ahí se encontraba Neville, faltando por millonésima vez a la rigurosa dieta, dándole un mordisco a aquel exquisito chocolate.
-¡Hola, Neville! – la presencia repentina de Harry Potter en su oficina lo hizo sobresaltarse en demasía.
-¡Harry! ¡Por Merlín!  ¿No te han enseñado a tocar la puerta antes de entrar? – reclamó el reconocido herbolario de plantas medicinales mientras escondía el resto del chocolate en el cajón de su escritorio.
-Lo siento, tu asistente me dijo que podía pasar – el recién llegado se disculpó rápidamente.
-Ya no importa – dejó salir – en la mañana me dijiste que querías hablar conmigo de algo importante, ¿qué es?
Harry exhaló profundamente, acción que preocupó en demasía a Neville.
-Necesito un favor.
-Dime.
-Tienes que participar en la obra de teatro “Peter Pan”.
-¿Cómo dices?
Le costó trabajo explicarle que el ministro de magia lo pedía de favor, mucho más cuando le mencionó que no tenía opción ya que la hija de Kingsley así lo pedía y que no había poder humano para escoger a alguien en su lugar. Era él o él.
-Harry yo no…
-Sé tú secreto – atajó rápidamente.
Neville entrecerró los ojos. No, Harry no podía saber su secreto.
Por otro lado, Harry esperaba que su amigo castaño confesara su secreto más íntimo, tal como lo hizo él en su momento con el ministro, y así utilizarlo en su contra, sin embargo Longbottom no lo hizo.
-¿Me quieres chantajear para estar en la obra?
-Tengo que reunirlos a todos, Neville. No es sencillo. Es sí o sí – confesó.
-¿Y por qué has aceptado? – Neville estaba intrigado, no era propio de su amigo ojiverde hacer algo que no quería.
-Me… convencieron.
-Así que en realidad te han chantajeado… y quieres hacer lo mismo conmigo, creí que éramos amigos – expresó, dolido.
-¡Y lo somos! – Dejó salir desesperado – Neville, en realidad no tengo ningún secreto tuyo, pero necesito que estés en la obra y aún me faltan convencer a Hermione, Ron, Ginny… ¡Por Merlín a Ginny! Desde que terminamos no me dirige la palabra y encima también tengo que reunir a los Slytherin que…
-¿Slytherin? – el castaño preguntó con cierta curiosidad.
-Sí – Harry resopló resignado, mientras se desplomaba en la silla.
Neville se levantó de su asiento, comenzó a caminar de un lado a otro de su oficina, pensativo.
-¿Quiénes participarán? – el ojiverde le alcanzó la lista.
Neville la revisó desinteresadamente o al menos eso quiso aparentar, en realidad sí tenía un gran interés por saber los nombres de aquellos Slytherin que participarían en la obra.
-Pansy Parkinson… Blaise Zabini… – murmuró mientras leía los nombres de la lista hasta que llegó con el que más le interesaba. Sonrió levemente.
-De acuerdo, participaré.
A Harry le brillaron los ojos de felicidad, se levantó de su asiento para ir abrazar fuertemente a su gran amigo.
-¡Gracias, Neville! – Le dio un beso en la mejilla - ¡Sabía que podía contar contigo!
Longbottom le sonrió y un poco incómodo logró zafarse de los agarres de su amigo ojiverde.
-¿Cuándo es la obra?
-No estoy muy seguro, Kingsley me dio semana y media para reunirlos a todos.
-¿Soy el primero?
-Sí – confesó abrumado.
-Creí que ya habías hablado con Hermione y Ron.
-No. Es un poco complicado, ¿sabes? – Confesó – Sé el secreto de Ron, pero no podría siquiera usarlo en su contra, no es de amigos.
Neville enarcó una ceja, no estaba muy seguro de lo que confesaba Harry cuando minutos atrás, si supiera alguno, hubiera usado su secreto en su contra. Sin embargo, no le dijo nada, le convenía estar en la obra si quería ver nuevamente a ese Slytherin que le interesaba y haciendo enojar a Harry definitivamente no ayudaría mucho en su reciente plan.
-De amigos tan cercanos quizás no – inquirió Neville, sonriendo – Harry… te ayudaré a reunir a los chicos.
El ojiverde más feliz no podía estar.

Mientras caminaban por Hogsmeade, Harry no pudo evitar preguntarse qué hacían por aquella zona, normalmente ésta era habitada por la comisión de brujas de la tercera edad. Dudaba mucho que Neville hiciera tratos con otros herbolarios, considerando que los pocos que había por ahí eran ancianos.
-Neville… ¿Qué hacemos aquí, exactamente?
El aludido enarcó una ceja.
-Con exactitud… ¿qué secreto conoces de Ron? – por alguna extraña razón, Neville tenía la ligera sospecha que Harry no sabía el secreto que les ayudaría con sus objetivos.
-Emh… bueno – el ojiverde no estaba muy seguro de querer emplear el secreto de su amigo. Neville gruñó y al final Harry se rindió – cuando estábamos en Hogwarts, Ron le escribía cartas anónimas a madame Rosmerta firmadas como “Tu admirador secreto”.
Neville entornó los ojos, después quiso reírse a carcajada abierta pero decidió no hacerlo.
-Antes de venir acá me dijiste que tú sabías un secreto de él, supongo que no es el mismo que yo sé – gruñó el ex Gryffindor al ver la genuina sorpresa de su amigo.
-El secreto que tú sabes es más bochornoso del que yo sé – confesó.
-Y... ¿Cuál es? – Neville señaló el pub que tenían frente a ellos.
-¿“Coffee Magic”? – Harry no entendía nada.
-Entra y lo sabrás – Neville sonrió de lado.
Entraron.
Harry se quedó con la boca abierta al ver a su amigo Ronald Weasley sentado en la mesa de la esquina, estaba en medio de al menos unas cinco brujas ancianas. Dos de ellas le lanzaban miradas coquetas, las otras tres dejaban salir uno que otro piropo disimulado.
-¿Qué hace Ron con esas… señoras? – preguntó desconcertado.
Asumiendo que su mejor amigo era novio de su otra mejor amiga, Hermione Granger, no era normal que su amigo pelirrojo estuviera coqueteando con alguien más y menos considerando que a las que les coqueteaba eran brujas ancianas.
-Su versión, son socias de algunas sucursales de Sortilegios Weasley – respondió Neville sin despegar la mirada del pelirrojo – Mi versión, creo que a Ron le siguen gustando las mujeres grandes – el castaño sonrió de lado recordando el secreto recién revelado por parte de Harry – Eso o solo busca sacar el mejor provecho a todo esto, si entiendes ¿cierto? – le hizo un gesto con la mano haciendo referencia a dinero.
-Vamos por él, el tiempo corre – apremió el ojiverde aún sorprendido.
Se acercaron hasta donde estaba el pelirrojo. El chico que vivió carraspeó llamando la atención de su amigo ojiazul.
-¡Harry! ¡Neville! – El chico Weasley se puso de pie rápidamente - ¿Qué… qué hacen aquí? – los miraba de hito en hito.
-Hablar contigo… y a solas si es posible – aclaró Harry, echándole un vistazo a las “socias” de su amigo.
Después que Ron se despidiera rápidamente de sus “socias”, los tres chicos se dirigieron hacia el departamento del pelirrojo, en donde Neville y Harry hicieron su mejor esfuerzo para explicarle al pelirrojo lo que ocupaban de él.
-¿Una obra? – Dejó salir Ron mientras meditaba en las probabilidades de ésta – Será divertido participar… sobre todo cuando saben mi pequeño secreto.
-Estará a salvo – Harry dejó salir, solemnemente – Siempre y cuando participes.
-¡Caray! – Expresó el pelirrojo – si no queda de otra…
-Neville y yo pasamos por lo mismo – dejó salir el ojiverde en modo de apoyo moral.
-¿En serio? – preguntó esperanzado. Neville asintió rápidamente - ¿Cómo se enteró el ministro que te gusta Theodore Nott?
-¡Ron! – Neville estaba rojo como tomate.
-¿En serio? – Harry abrió los ojos como platos – Ahora entiendo el porqué quieres participar en la obra y… - el ojiverde dejó de hablar, ya bastante bochorno tenía su amigo para que él la aumentara.
-¿Qué personaje seré? – Ron, al parecer, era el único que estaba muy emocionado por participar en la obra.
-No lo sé, solo tengo que reunirlos a todos – Harry confesó. La verdad era que no había pensado en eso. Aunque el ministro le había dejado en claro que él sería el personaje principal.
-Espero ser ‘Peter Pan’ – el pelirrojo sonrió ampliamente – A mis… socias les encantará verme en medias.
-Primero hay que reunirlos a todos, después ya nos preocuparemos por los personajes que interpretaremos – opinó Neville, aún sonrojado.
-¿Quiénes faltan? – el castaño le extendió la lista de los nombres al pelirrojo. El chico le dio un vistazo y sonrió de lado – Opino que vayamos por ella – con su dedo índice mostraba el nombre de su novia – Sé su más perverso secreto.
Sonrió con malicia.
Harry se estaba preocupando, si esa obra sería montada a base de secretos él no duraría mucho. De milagro no le había dado un ataque al ver a su mejor amigo siendo coqueteado por brujas ancianas y él responder a los piropos. Y ni qué decir del secreto de otro de sus amigos, ¡Por Merlín! Su amigo Neville enamorado de un Slytherin… y ¿no se supone que Luna era su novia?
Harry ya no estaba tan seguro de seguir adelante y descubrir los secretos de Hermione o Ginny, su ex novia, aunque internamente tenía una morbosa curiosidad de saber el gran secreto de Draco Malfoy.



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2 comentarios:

  1. Es muy graciosa! ¿Será Draco Wendy? Jajaja

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    1. Jejeje, esa es la intensión, que contenga humor *0*
      Después de tanto escribir drama, se siente muy bien escribir algo diferente :3
      D: ¿qué comes que adivinas? XD jajajaj
      Espera el viernes la actu ^^
      Besitos
      PISLIB n_n

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