Los cinco elementos.
Capitulo Quince:
¿Citas?
Llevaban más de media hora caminando por aquel callejón, estaban a unos cuantos establecimientos para llegar a su destino, sin embargo ese pequeño tramo se le estaba haciendo especialmente largo a Draco, sobre todo por las constantes quejas de su acompañante. Hasta que ya no pudo aguantarlo más.
-¡Merlín, Potter! ¿Podrías cerrar la boca unos instantes? – el ojiverde parpadeó en son de perplejidad.
-Esto es un asunto serio Malfoy – le reclamó al salir de su espasmo – solo te pido que consideres algunas precauciones, por lo que me has estado contado, no has visto a Zabini en mucho tiempo y quizás él…
-¡Qué! – Le espetó Draco, viéndolo a los ojos – él ¿qué, Potter? ¿Me traicione? – le preguntó enfadado.
-Traicionares una palabra fuerte – le dijo con voz de circunstancias – pero no está de más considerarlo.
-Confío en Blaise – fue la respuesta del rubio – la última vez que lo vi, que no fue hace mucho, Scorpius me dijo que era verde, así que todo está bien.
Harry, que caminaba a su lado, se detuvo repentinamente mientras veía a Draco de manera extraña. El rubio al darse cuenta que el ojiverde se había quedado quieto, volteó hacia con él.
-¿Verde? – Preguntó el moreno - ¿Qué quieres decir con “verde”?
-El color de su aura – comentó Draco, al ver que Harry seguía sin entender nada agregó – es parte del don de mi hijo, puede darse cuenta del aura de las personas, si los colores son oscuros las personas tienen intensiones malignas.
Harry pareció meditar la reciente información.
-¿De qué color será la mía? – preguntó curioso Harry. Draco gruñó.
-¿En serio, Potter? – el rubio emprendió nuevamente el camino, seguido de un Harry que se imaginaba en cuál sería el color de su aura, se imaginaba un color rojo, ya que él había sido un Gryffindor. Y siguiendo la lógica, es decir, si Zabini era verde, sería porque había estado en Slytherin ¿no?
Draco se detuvo frente a un pub demasiado conocido por ambos chicos.
-¿Aquí se reúnen? – Preguntó escéptico el ojiverde, mientras leía claramente en el letrero ‘El cadáver’ – después de lo que ha pasado aquí días atrás no creí que fueras a regresar.
-Este es un punto neutro – le aclaró Draco – o al menos lo era.
Draco recorrió con su mirada el lugar, reconoció enseguida al dueño del pub, el cual lo veía de manera sospechosa ¿lo habría reconocido de la pelea anterior?
-Zabini aún no llega – expresó el ojiverde lo obvio.
-Vamos al cuarto de la esquina – ordenó Draco. Harry enarcó una ceja, al ver esto el rubio rodó los ojos – o puedes quedarte parado para que todo el mundo se te quede viendo.
-¿Por qué estas tan nervioso Malfoy? – le preguntó Harry siguiéndolo hasta el susodicho cuarto.
-No estoy nervioso – le aclaró Draco, sin embargo su comportamiento lo delataba.
Claro que estaba nervioso, pero no lo admitiría frente al chico-que-vivió. Las palabras de Harry lo habían hecho analizar un poco más la situación. Traición. Esa palabra lo tenía inquieto, ahora que podía ver las cosas más claras.
Días atrás había quedado de encontrarse con Theodore, sin embargo, éste no llegó a tiempo. Los que llegaron fueron Mortífagos, lo atacaron y por poco éstos cumplen su objetivo, el llevarse a Scorpius, suerte fue que Granger estuviera por ahí y lo ayudara. Después todo había sido confusión, la llegada de los Mortífagos en el refugio lo habían orillado a abandonarlo e irse tras Granger, lo que ocurrió después eran meras suposiciones de todos, al juntar los recuerdos de cada involucrado. Así pues fue que lo último que supo fue que Theodore estaba capturado, pero en verdad ¿estaba capturado? ¿Y si todo había sido un plan de su amigo para ganarse su confianza y así poder llevarse a Scorpius después?
Y sí, ¿Theodore Nott era el traidor?
-Entonces ¿crees que Scorpius me lo dirá? – La voz de Harry lo sacó de su análisis.
-¿Qué cosa? – le preguntó confundido.
-El color de mi aura – insistió Harry, con una mirada anhelante. Draco lo miró de manera extraña.
-Hola – la voz de Blaise Zabini llamó la atención de ambos.
*****
El chico que tenia frente a ella, es decir su prometido, hablaba sobre sus tentativos planes para la boda, mientras que ella, estaba sumida en varias teorías del poder del pequeño Scorpius. De acuerdo a lo que habían dicho sus amigos, los elementos se pasaban de generación en generación, es decir de padres a hijos.
“Malfoy posee el elemento del agua, lo cual, Scorpius debió de haber heredado el elemento de su madre, pero si Astoria poseía este elemento... ¿Por qué Voldemort no usó a Greengrass?”
-¡Hermione! – La voz de Terry la hizo sobresaltar - ¿estás bien?
Hasta esos momentos Hermione se hizo consciente que se encontraba en un restaurante muggle, almorzando con su novio.
-Emh… sí, solo…
-Dime – insistió el chico, Hermione suspiró larga y pausadamente.
-Pensaba en Scorpius – el chico enarcó una ceja – se supone que los elementos se transmiten de padres a hijos, pero ¿y si no fuera así?
-Así lo es, me consta. Yo soy la prueba de ello, te recuerdo que yo he heredado el elemento de mi padre – confirmó el chico – ahora, pensemos en…
-No es así, lo estuve pensando toda la noche y ahora estoy más que segura que no siempre es así. Malfoy tiene el Elemento del Agua y Astoria debió de tener algún otro o no tener ninguno, sin embargo Scorpius al nacer obtiene un elemento que ninguno de sus padres obtiene y…
-Hermione – llamó la atención el chico – me enorgullece enormemente que quieras ayudar a los Malfoy a pesar de todo lo que ha ocurrido en el pasado, pero te recuerdo que no estás sola en esto, estamos los del ED y todas estas teorías que tienes suenan descabelladas y muy probables, pero… por favor, déjalas cuando estemos en la reunión. Ahora estamos en nuestro tiempo juntos, no lo desperdiciemos en…
-¿Desperdiciar? Estamos hablando de la vida de un niño Terry y no solo eso sino de Voldemort que…
-Amor, te entiendo y discúlpame, de acuerdo el utilizar ‘desperdiciar’ no fue una palabra correcta, pero entiéndeme, estuve mucho tiempo fuera de la ciudad y te he extrañado como no tienes idea. Solo ansiaba con regresar y estar a tu lado.
Hermione pensaba en protestar, sin embargo no lo hizo. Esta vez le dio la razón a Terry, ella también lo había extrañado muchísimo, solo que el asunto de los Malfoy la tenía al borde del nerviosismo, le preocupaba el pequeño Scorpius, no podía permitir que un niño inocente pudiera caer en manos de un mago desquiciado y…
-¿Hermione? – nuevamente la voz de su novio la sacó de sus pensamientos.
-Lo siento, tienes razón – se disculpó – entonces… ¿Cuáles son tus planes de la boda?
*****
Scorpius seguía observando al pelirrojo que tenia frente a él, horas atrás su papijunto con “el señor de ojos verdes” se habían ido dejándolo a solas con él. El pelirrojo le agradaba, sobre todo porque lo veía “rojo” y no era precisamente por el cabello. Hermione también era “roja”. Incluso el “señor que es malo con los papis” tenía una aura de color “azul”… por lo tanto no eran “malignos” o le causaban alguna inquietud.
-¿Quieres jugar a algo? – Ron interrumpió sus pensamientos.
Tenía rato observando al “mini Draco” (así lo llamaba frente a Hermione, solo para sacarla de quicio) y parecía aburrirse o al menos en su rostro se reflejaba claramente el ensimismamiento.
Scorpius enarcó una ceja, abrió su boquita para responderle, cuando de manera sorpresiva un sentimiento lleno de angustia lo invadió. Era el mismo sentimiento que lo había invadido días atrás, para ser exactos el día que los Mortífagos los habían atacado en el Pub ‘El Cadáver’. (1)
-Mi papi… — murmuró para sí mismo mientras observaba todo el lugar que lo rodeaba.
-¿Qué dices? – le interrogó Ron, al ver que el pequeño Scorpius se inquietaba lentamente.
-Quiero ir con mi papi – le dijo al pelirrojo en cuanto se puso de pie - ¡El señor que es malo con los niños está con él y le va hacer daño! ¡Llévame con mi papi! – le pidió de manera suplicante. Weasley solo tragó saliva con dificultad.
*****
Draco observaba detenidamente al chico que tenia frente a él. Harry también lo observaba, con la diferencia que él tenía afianzada su varita a través de su túnica. No se fiaba del encapuchado que tenía frente a él.
-Secreto – le dijo Draco al chico. Blaise se bajó la capucha y viendo directamente a los ojos a su amigo le respondió.
-Sexto curso en Hogwarts, me descubriste besando a Ginny Weasley en el invernadero número tres – Blaise se enfocó solo en Draco, no quería lidiar por el momento con un Harry Potter confuso por la reciente confesión, después de todo, ahora la chica era su actual esposa.
-¡¿Qué?! – soltó Harry entornando los ojos, dejando de lado su varita. Los dos chicos ignoraron su queja.
-Secreto – esta vez fue Blaise el que le pidió al rubio.
-Mansión Malfoy, la primera vez que nos visitaste Scorpius dijo que tu aura era de color amarillo – Draco veía directamente a Blaise tratando de alguna manera ver un indicio de traición, sin embargo no vio nada.
-¿Cómo que su aura era de color “amarillo”? – Preguntó confundido Harry – ¿Qué no era de color “verde”? ¿Y cómo que te has besado con Ginny?
-Eso fue en Hogwarts, Potter – le tranquilizó el rubio, aún sin despegar la mirada de su amigo – En cuanto al aura, no todo el tiempo se mantiene de un mismo color.
El ojiverde no se quedó muy convencido, pero decidió investigar más tarde sobre aquel misterioso beso.
*****
Terry le comentaba sus planes, involucraba una pequeña ceremonia con sus amigos cercanos y un gran viaje de una semana alrededor de aquellos lugares a los cuales siempre planearon ir.
-Suena muy bien – expresó la chica, sin embargo sonaba distraída.
-¿Habías pensado en algo diferente? – preguntó el chico.
Hermione lo meditó un poco, en realidad había pensado casarse en la playa con un bello atardecer, había coincidido con él en cuanto a la ceremonia íntima, solo unos cuantos amigos y familiares. Lo de la luna de miel lo había estado planeando el día que le llegó una nota anónima donde le informaban del maltrato de los elfos domésticos en el pub ‘El Cadáver’.
-Solo unas cosas – confesó la chica – me agrada la idea del viaje – le dejó salir pícaramente, mientras le daba un casto beso en los labios.
-Solo falta una casa – le dijo el chico, mientras le acariciaba la mejilla suavemente – ponerle fecha a la boda. Ese honor te lo dejo a ti.
Hermione se sonrojó ligeramente.
-Yo… emh.
-Puedes pensarlo, no hay prisa – le consoló el chico – ya estoy de vuelta y he conseguido que no me den misiones fuera de la ciudad hasta el día que nos casemos.
Hermione le sonrió dulcemente, en realidad amaba mucho a ese chico.
-Te amo, princesa– dejó salir Terry, mientras la besaba dulcemente.
*****
Después de que ambos pasaran la pequeña prueba, Draco accedió a pasar el segundo paso. El cual era ponerse al tanto, a pesar de la resistencia de Harry, pues no le parecía suficiente prueba.
-Entonces… Theo fue capturado – el moreno fingió sorpresa y sobre todo preocupación. ¡Por Salazar! Por supuesto que sabía que Theo había sido capturado, él había sido testigo de eso.
-Sí – le respondió Draco después de haberle contando algunas cosas – al parecer Voldemort está capturando a todos aquellos que poseen los elementos.
-El hecho que haya capturado a Nott, solo fue un golpe de suerte – aclaró Harry – sin embargo, no debemos de descartar que anda detrás de... bueno, ustedes.
Blaise frunció el ceño ligeramente ¿era su imaginación o Potter sabía sobre su don?
-No te preocupes Blaise – le dijo Draco al interpretar su gesto – Potter sabe que posees el Elemento de la Tierra, además me está ayudando a proteger a Scorpius y…
-Eso lo deduje hace un rato Draco – gruñó el moreno - ¿para qué quiere Voldemort a… bueno magos como nosotros?
-Para el hechizo de Los Cinco Elementos – Draco le dio una fugaz explicación sobre el hechizo – estamos investigando algunas cosas y bueno, un par de manos no nos caería mal.
-Sabes que puedes contar conmigo, para lo que sea – le dijo sinceramente Blaise – puedo investigar también sobre ese hechizo y te lo haré saber.
-Eso está muy bien Zabini – reconoció Harry – aunque para la próxima deberíamos reunirnos en otro lugar, ya que este pub está señalado por los mortífagos, así que ya no es seguro.
A Blaise no le gustó la idea de ese “deberíamos reunirnos”, ya que obviamente se refería a ellos tres y no solo a él y Draco. Por lo visto Potter no se separaría de su amigo tan fácilmente.
-Estoy de acuerdo Potter – dejó salir el rubio.
Después de unas cuantas palabras de intercambio los chicos comenzaron a despedirse y ponerse de acuerdo para la próxima reunión.
-¿Seguro que no quieres venir con nosotros? – insistió Draco, en cuanto Harry fue llamado por el dueño del pub, al parecer le reclamaba que aún no le pagaban los daños de la pelea anterior.
-Ya te lo dije Draco, Pansy está conmigo en las afueras de Hogsmeade – recitaba nuevamente el moreno – además, no creo que Potter quiera recibir a dos personas más – esta vez Draco reconoció que su amigo tenía razón – y es mejor no estar todos en un mismo lugar.
-Es verdad – confesó el rubio – Sobre todo por… — Draco pareció dudar, pero al final tuvo que confesarle su inquietud – Blaise, creo que hay un traidor entre nosotros.
-¿Cómo dices? – el moreno entornó los ojos. Temía que su amigo rubio en un momento a otro le descubriera.
-Y creo que es Nott – le dijo su sospecha – he repasado todo lo ocurrido y siempre llego a esa conclusión. Theodore es el traidor.
-Pero, Draco… — Blaise se esperaba de todo, incluso que culpara a uno de los amigos de Potter, pero de ¿Theodore? Incluso para él eso era imposible, su amigo ojiazul era el más fiel de todos, a pesar de ser el más reservado y extraño de todos, siempre se podía confiar en él, además que sabía que el único traidor de todos, era él mismo. Nadie más.
-Malfoy podemos…
-¡Scorpius! – gritó de pronto el rubio haciendo sobresaltar a los otros dos chicos.
-¿Qué?
[“Quiero ir con mi papi”] – Nuevamente la voz de su hijo resonó en su mente - ¡Debemos irnos Potter! ¡Ahora!
*****
Scorpius amenazaba con llorar y el pelirrojo… también, pues sinceramente no sabía cómo calmar al pequeñito.
-¡Por favor! – le pidió con un pucherito – ¡Llévame con mi papi!
-Ya llegará – trataba de calmarlo vanamente.
Unos cuantos ¡Puf! Les llamaron la atención. Ante ellos se aparecieron Hermione y Terry. A Ron le cayó de maravilla sus apariciones, pues sinceramente, unos segundos más, él también hubiera terminado llorando.
-¡Hermy! – le llamó el pequeño Scorpius corriendo hacia con ella llorando.
-¿Qué le hiciste Ron? – le preguntó la castaña, mientras cargaba al pequeño rubio y trataba de calmarlo, sorprendentemente logró hacerlo.
-Nada – dejó salir el pelirrojo con voz de circunstancias – se puso así de pronto.
Justo en esos momentos Luna y Neville se aparecieron. A milésimas de segundos, otro par de ¡Puf! Llamaron su atención.
-¡Papi! – llamó de pronto Scorpius en cuanto vio a su papá a la vista.
Sin siquiera saludar, Draco se dirigió directamente hacia su hijo, el cual lo llamaba estirando sus bracitos hacia con él, desde los brazos de Hermione.
-¿Qué ocurrió? – quiso saber Harry, una vez que Scorpius logró tranquilizarse por completo.
-Se alteró de pronto – respondió el pelirrojo rápidamente – decía algo de que Malfoy estaba en peligro.
El rubio frunció el ceño ligeramente, mientras observaba a su hijo, el cual lo abrazaba fuertemente.
-Es cierto – apoyó Neville – cuando llegamos, Scorpius estaba así.
-Nosotros hemos llegado hace tan solo unos momentos – esta vez fue Hermione la que relataba – y al parecer algo lo alteró.
-De acuerdo – dejó salir Harry, aunque aún un poco confuso por lo ocurrido – daré un par de vueltas alrededor del lugar, solo por precaución.
-Te acompaño – se ofreció el pelirrojo.
-Nosotros hemos venido por ti Draco. Ya sabes, para hacerte preguntas sobre el don que posee Scorpius y Blaise – dejó salir Neville.
El resto de la tarde, fue algo brumadora para Draco, aun no se explicaba el porqué del comportamiento de su hijo, es decir ¿Qué pudo haberlo alterado de esa forma? Él en ningún momento se sintió en peligro, aunque claro, eso no estaba del cien por ciento seguro, después de todo él no poseía el elemento de su hijo.
Después de unas cuantas preguntas de Luna y Neville, éstos pudieron reunir información sobre las habilidades que Scorpius poseía y también las de Blaise, quedando que al día siguiente regresarían para la reunión que tendrían todos para intercambiar la información obtenida cada uno.
Mientras que Granger estaba siendo nuevamente acosada por su novio Ravenclaw en su cuarto, Draco trataba de convencer a Scorpius que él no había estado en peligro y que “el señor que es malo con los niños” no le había hecho nada malo y que de hecho no había ni siquiera hombres enmascarados.
-Pero papi… yo sentí – le explicaba el pequeño rubio, a la vez que se tocaba su pechito con una de sus manitas.
-Lo sé – le respondió Draco – pero estoy bien, no me ha pasado nada.
-¿Me escuchaste cuando te llamé? – le preguntó viéndolo a los ojos.
-Sí, por eso regresé – le dijo Draco con una sonrisa – cada vez que me llames, ahí estaré. Siempre estaré para ti Scorpius.
El pequeñito le sonrió y se abrazó fuertemente con su padre. Estaba feliz porque su papá estaba bien, sin embargo aún estaba enojado con “el señor que es malo con los niños” por haber querido lastimar a su papá, porque en el fondo algo le decía que aquel señor no le había hecho nada a su papi porque éste había escuchado su llamado y había regresado a tiempo. Sí, Scorpius comenzaba a sospechar que el “señor de ojos verdes”, era “el señor que es malo con los niños”.
__________________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario