martes, 2 de octubre de 2012

Capitulo Diecisiete: Reportes

Los cinco elementos.



Capitulo Diecisiete:


Reportes



Ni siquiera sabía exactamente el porqué lo hizo, ni el porqué fingirse dormido minutos después. Pero lo hizo.
Después de haber escuchado decir a Granger a su hijo: “Yo también pequeño. Yo también te quiero mucho”, se había quedado escondido detrás de una maceta para ver más de cerca a ambos. Le sorprendía de sobremanera lo que estaba haciendo, incluso hasta se sintió estúpido, pero tenía que saber lo que iba a ocurrir después de esa charla entre su hijo y la chica.
Habían pasado quince minutos o tal vez una hora, el rubio no lo sabía. Sin embargo, a los que observaba aun estaban en el balcón. Scorpius se había acurrucado en Hermione mientras que la chica lo arrullaba con una melodía apenas audible para él. Malfoy estaba anonado ante lo que veía más por el asombro que por otra cosa. ¿Esa era la misma Granger? ¿Esa chica que se despertaba de vez en cuando de malhumor era la misma que en esos momentos le cantaba a su hijo? ¿Esa castaña que en un tiempo le golpeó en su tercer curso era la misma que le daba besos y caricias a su hijo?
Definitivamente Draco Malfoy estaba conociendo a la verdadera Hermione Granger.
El rubio dio un respingo cuando vio a Hermione levantarse lentamente con Scorpius en brazos, seguramente lo llevaba a la habitación. Sin pensarlo dos veces Draco corrió hasta su habitación, apenas tuvo tiempo para acostarse en la cama y echarse encima las sábanas cuando Hermione irrumpió en ésta.
Malfoy se hizo el dormido. La chica depositó a Scorpius en la cama no sin antes darle un beso en su frentecita. Sin embargo no se movió, sino que se quedó observándolos en la oscuridad. Debajo de las mantas, el rubio sentía a su corazón martillar rápidamente. ¡Por Salazar! ¿Al caso Granger pensaba quedarse toda la noche observándolos?
Y Granger no se iba. Draco no sabía el porqué.
Por otro lado, Hermione observaba atentamente a ambos rubios, en especial al pequeño. Ese niño que de alguna manera la había cautivado. Scorpius era un niño noble, sensible, tenía buenos sentimientos. Le causaba mucha rabia el saber que el maldito de Voldemort le había prácticamente arrebatado a su madre a tan corta edad. Odiaba a ese demente. Y se prometió a sí misma que cuidaría a ese pequeñito a capa y espada. No permitiría que ese intento de mago se le acercara siquiera. Scorpius nunca correría peligro al estar con ella. Nunca.
Desvió su mirada hacia Draco. El mayor era todo un enigma para ella, definitivamente no era el mismo chico que conoció en Hogwarts. Ahora era todo un padre de familia. Un viudo padre, se corrigió. Scorpius no fue el único en sufrir por la muerte de Astoria, también Draco lo hizo. Por algo se había casado con ella y habían tenido un hijo. Y ese algo, aunque era difícil admitirlo, era el amor.
Hermione hubiera seguido toda la noche reflexionando sobre los rubios, pero un leve carraspeo del chico rubio mayor la hizo reaccionar. Suspiró levemente antes de salir de la habitación.
Draco podría fingir toda la noche el estar durmiendo, sin embargo la presencia de la chica lo estaba incomodando a límites insospechados, así que, antes de que estallara gritándole un: “¡¿Qué demonios estás mirando Granger?!”, carraspeó levemente mientras se acomodaba más en su cama. Y le funcionó. La chica salió de la habitación. Sin embargo, por segunda ocasión en esa noche, Draco se sintió estúpido por su comportamiento.

*****

Cuando Harry vio llegar a su amigo pelirrojo al departamento se abstuvo de preguntarle sobre aquello que le carcomía dentro de él.
“Sexto curso en Hogwarts, me descubriste besando a Ginny Weasley en el invernadero número tres”.
Esas habían sido las palabras de aquel Slytherin, lo cierto era que aquel acontecimiento había ocurrido en Hogwarts y no tenía relevancia, sin embargo al ojiverde no se le podía simplemente olvidar.
-Hola Harry – le saludó el pelirrojo sacándolo de su ensimismamiento.
-Ron… ¿puedo preguntarte algo personal?
Antes de que el pelirrojo dijera algo, comenzaron a llegar los chicos del ED. En cuestión de minutos Neville, Luna, Hermione, Terry  y Draco ya se encontraban en aquel pequeño salón todos expectantes por las nuevas noticias. Harry y Draco fueron los primeros en dar su reporte sobre la pequeña reunión que habían tenido con Zabini.
-Blaise está dispuesto a ayudarnos a recabar información sobre el hechizo y demás – les comunicó Draco para finalizar su reporte.
-¿Y pudieron averiguar qué fue lo que Scorpius ‘presintió? – preguntó Terry haciendo referencia al día anterior.
-Cuando Ron y yo fuimos a investigar a los alrededores no había nada – comunicó Harry.
-Tal vez se equivocó – dejó salir el pelirrojo.
-El donnunca se equivoca – expresó el ex Ravenclaw, quitándole las palabras a Draco. Harry enarcó una ceja – quizás Zabini…
-Él no me traicionaría – sentenció Draco – además, si Scorpius sintió peligro a mi alrededor no necesariamente tendría que ser de los que estuvieran conmigo.
-¿Qué quieres decir? – esta vez fue Neville el que quiso saber.
-Que había una amenaza cerca de nosotros  y no nos dimos cuenta – concluyó Harry – probablemente uno de los Mortífagos quería atacarnos o tal vez nos espiaban.
Draco se mordió el labio inferior luchando con no dejar a relucir sus sospechas en contra de Theodore.
-Tendremos que ser más cuidadosos aún – aconsejó Hermione.
Todos asintieron.
Para no perder más tiempo Neville, Luna y Ron comenzaron a hablarle sobre lo que ellos habían investigado.
-Los que dominan el Elemento del Agua, aparte de hacer y deshacer a su antojo todo lo relacionado con el agua, también pueden controlar las palabras de las persona usando la fuerza del pensamiento, ver imágenes en una especie de visión en cualquier superficie que contenga agua, por ejemplo en un charco o en un vaso con agua – a pesar que Luna lo decía con tanta naturalidad los demás chicos la veían con cierto recelo.
Harry parpadeó confuso ¿visiones en al agua? ¿Eso era posible?
-Los que poseen el don del Elemento del la Tierra, además de lo obvio que es manipular la tierra a su antojo, pueden hacer Telequinesis y curar heridas físicas con el calor de la tierra – si lo que había dicho Luna momentos atrás los había dejado sin palabras, lo que les decía Neville en esos instantes los dejó aún más.
-Pueden ¿curar? – dejó salir perplejo Harry – pero es algo… imposible ¿no?
-No es imposible – dejó salir Hermione con un sonrojo. Harry enarcó una ceja, después de unos instantes lo comprendió. Seguramente Terry debió de haber usado ese poder en su amiga.
-Siguen los que controlan el Elemento del Fuego – se apresuró a decir el pelirrojo para romper el embarazoso silencio que había invadido de pronto – obviando la parte… obvia, pueden hacer Telepatía y también son Empáticos, es decir perciben y siente todo aquello de la gente de su alrededor.
Se quedaron en silencio. Todos se enfocaron en la rubia.
-¿Luna?
-Yo no poseo ese elemento – le respondió la chica.
-Te toca el Elemento del Aire – gruñó el pelirrojo.
-Cierto, el Elemento del Aire puede hablar con el aire, levitar cosas, leer la memoria de los objetos, aislar acústicamente un lugar, hacer burbujas de aire bajo el agua, percibir mentiras o verdades, interpreta sonidos, olores y…
-Con eso es suficiente Luna – interrumpió Draco – por ultimo esta el Elemento de la Energía Pura, que es el que puede hacer todo lo que los demás elementos ya mencionados hacen.
-¿Todo? – jadeó Harry.
-Sí Potter, todo. Además de Transportar cosas de un lugar a otro no importa cuán lejos este, reconocer a las personas que dominan cualquier elemento, así como el presentirque algo malo va a ocurrir.
-Y ver el aura de las persona – agregó Harry no queriendo la cosa.
-También.  Además hay algo importante, las habilidades de cada elemento se adquieren gradualmente, se pueden ganar o perder algunas, dependiendo si son necesarias, es por eso que al cumplir los quince años solo se conservan las esenciales.
Todos parecían meditar la reciente información.
-Es por ello que Voldemort quiere a Scorpius ¿cierto? – Preguntó Neville – quiere capturarlo antes de que cumpla los quince años y perder todas las habilidades.
-Tengo la extraña sensación que hay algo más y ese algo es lo que le importa a Voldemort – dejó salir preocupado Terry.
-Y lo es – coincidió Draco – Scorpius es diferente al resto de los que poseen los elementos.
-¿Qué quieres decir? – Harry lo veía confuso.
-Los elementos se pasan de generación en generación como lo mencioné en la reunión anterior, sin embargo Scorpius posee un elemento que no fue heredado. Astoria poseía el elemento del Aire y como lo saben yo poseo el elemento del Agua.
-Entonces Scorpius no es tu hijo – dejó salir impresionado el pelirrojo, todos entornaron los ojos por la deducción obvia del chico.
-¡Claro que es mi hijo! – Soltó de pronto el rubio al descubrir la deducción del pelirrojo – cuando dos personas que poseen elementos se enlazan y tienen hijos, éstos pueden heredar cualquiera de los dos elementos de los padres ya que no pueden obtener dos elementos a la vez, solo uno.
-Pero Scorpius…
-A eso voy – suspiró exasperado Draco – También es posible que al unirse dos elementos, si llegasen a tener más de uno o si solo tienen un hijo, éste pude obtener el elemento de la Energía Pura. No siempre se da, claro, pero la posibilidad es la misma que cuando dos padres magos tengan un hijo squib.
-Eso tiene… sentido – murmuró Hermione, todos la observaban a ella – piénselo, de por si es poco común que algún mago pueda tener un elemento, es mucho más difícil obtener el quinto, para mantener el ‘equilibrio’ el elemento que posee Scorpius se debe de dar de alguna manera. Esto me lleva a que, un elemento heredado es poderoso. Ahora si se unen dos elementos y dan resultado al quinto, éste debe ser aún más poderoso que uno que haya sido heredado directamente.
-Eso nos lleva el porqué Voldemort tiene tanto empeño por el hijo de Malfoy – dejó salir Neville – sus habilidades son más poderosas, contando que también es el único de esta época que posee el quinto elemento.
-Y hablando de Voldemort nos lleva a lo que Hermione y yo hemos investigado – les comunicó Terry.
-¡Es verdad! – dejó salir sonriente la castaña, Draco se dio cuenta que a Hermione le brillaban los ojos – hemos descubierto cómo se lleva a cabo el Hechizo de los Cinco Elementos.

*****

Blaise meditaba en la reunión que había tenido el día anterior con Draco Malfoy, sin duda había muchas incógnitas y dudas. La más importante era la actitud del rubio, había algo distinto en él ¿al caso Draco no se había dado cuenta que él escondía algo? Su amigo rubio era muy astuto en cuanto a darse cuenta de esas cosas, o quizás todo se debía a que Draco se había empeñado que el traidor era otro.
Esa información le daba ventaja, sin embargo no estaba tan seguro de seguir traicionando a sus amigos ¿al caso no era mejor decirle a Draco y compañía lo que estaba él viviendo? Quizás era buena idea, pero Potter no podría reaccionar muy bien al enterarse que él había mandado a Hermione a aquel pub a través de mentiras, sin contar que les confesaría que él formó parte de la tortura hacia Theodore. ¿Después de confesarles aún así, le ayudarían? ¿Olvidarían fácilmente su traición? Seguro que no.
Llegó hasta Hogsmeade en unos instantes, ni cuenta se había dado por estar sumido en sus pensamientos. Tenía que pensar bien lo que haría ya que muchas vidas estaban en juego y no solo la de Pansy, su futura hija y sus amigos, sino que el mundo entero también. Draco le había hablado del Hechizo de Los Cinco Elementos y eso no presagiaba nada bueno.
Tenía que ganar tiempo, tanto de un bando como del otro antes de ser descubierto. Al menos en el bando de Draco, a pesar que el rubio sospechaba que alguien lo traicionaba, no lo hacía de él y eso era suficiente. Lamentaba nuevamente utilizar a Theo, pero ¿Qué más podía hacer? Mientras que su amigo ojiazul estuviera retenido con el desquiciado del Lord, las sospechas de traición y demás, estarían en él, en Theodore. En cuanto al bando de Voldemort, tenía que retrasar lo inevitable todo lo que pudiera, es decir, capturar a Scorpius.
Observó la botellita que contenía aquel líquido azul marino. Era hora de probar si funcionaría esa poción ante Scorpius.

*****

Todos veían a Hermione expectantes, la castaña les había revelado que ya contaba con la información necesaria del Hechizo de Los Cinco Elementos.
-¿Sabes todosobre el hechizo? – preguntó atónito el pelirrojo.
-Más o menos – confesó la chica – recapitulemos entre todos ¿de acuerdo?
-Se necesitan seis personas – comenzó Neville, instando a los demás a seguir el paso – Como Hermione ya lo había dicho antes, en el Hechizo de Los Cinco Elementos, intervienen seis personas, cinco de ellas son las que pueden manipular los elementos de la naturaleza y la sexta persona es la que recibirá dichas habilidades a través de un hechizo.
-Antes de hacer el hechizo hay una especie de ritual que se debe llevar a cabo, si no se lleva tal cual, el hechizo no funciona – Completó Terry, aportando parte de su investigación.
-¿Qué ritual? – quiso saber Harry.
-El libro no lo explica muy bien – se quejó Terry enseñándoles un libro de portada rasgada y vieja, pero que se podía apreciar muy bien.
-‘Los misterios de la Naturaleza’ por Gustav Goldstein – recitó Draco leyendo la portada - ¿y dices que en ese libro menciona el Hechizo de los Cinco Elementos?
-Menciona las habilidades de las personas que nacen con el elemento, te explica cómo es que pueden usar el elemento, habla sobre un hechizo neutralizador y el Hechizo de los Cinco Elementos.
Todos estaban asombrados y perturbados a la vez.
-¿Hechizo neutralizador? – Harry enarcó una ceja.
-Eso también es nuevo para mí – confesó Terry - ¿y para ustedes? – les preguntó a Luna y a Draco.
Ambos chicos asintieron con la cabeza.
-No será de importancia o ¿sí? – se preocupó Neville.
-Lo averiguaremos después ¿Qué dice del hechizo que nos importa? – insistió Harry.
-El libro en ningún momento dice nada de lo que les acaba de decir Terry – aclara Hermione – no directamente al menos, habla de los elementos de una manera tan sutil que si uno no está familiarizado con ellos les pasaría desapercibido.
-Pero…
-Hace mención del hechizo, pero no explica el cómo se realiza, solo dice que se tiene que llevar a cabo en una fecha en especifico, pero tampoco la menciona – aclaró Terry.
-Eso no nos lleva a ningún lado – se quejó Harry.
Todos se quedaron sumidos en sus pensamientos.
-¿Cómo lo detenemos entonces? – dejó salir frustrado Ron, después de un buen rato.
-Busquemos a Gustav Goldstein – propuso Luna – él escribió el libro y claramente sabe mucho más de lo que nos da a entender en el libro.
-¿Qué? – Neville frunció el ceño.
-De hecho, no es tan mala idea chicos – apoyó Hermione.
-Ya debe de haber muerto – gruñó Harry observando el libro - ¿sabes cuánto tiempo tiene ese libro? Y no solo eso, súmale los años que tenía cuando lo comenzó a escribir y…
-Potter, tu actitud no ayuda – esta vez el que gruñó fue Draco – además las personas que contamos con los elementos, tendemos a vivir más tiempo que los magos ordinarios.
-¿Insinúas que ese tal Gustav posee un elemento?
-Pues sabe mucho sobre ellos – dejó salir Terry mientras veía el libro.
-Bien, entonces nuestro próximo objetivo es ir hasta donde esté ese tal Gustav Goldstein, ¿alguna idea de cómo buscarlo?
-Yo sé cómo – murmuró Draco cruzándose de brazos – Scorpius.

*****

Theodore se encontraba profundamente dormido, minutos atrás McKinnons había ido a darle de beber la “pequeña dosis” del día de aquella poción que lo mantendría dormido por un tiempo. Así que no era de extrañarse que aquel chico ojiazul durmiera profundamente.
A simple vista se le veía enfermo. Y así estaba o así estaría próximamente sino hacían algo al respecto. Su piel se estaba tornando a un color amarillento por falta de luz, aire y agua. Alrededor de los ojos se le habían formado ojeras a consecuencia de una reacción alérgica sobre un ingrediente de aquella sustancia que le obligaban a beber día con día. Sus labios estaban resecos. Su cabello antes sedoso y brillante, ahora se le apreciaba seco y casi sin vida, incluso se le había comenzado a caer…
Y probablemente todo en Theodore iría de mal a peor, sino fuera por una extraña aura que en esos momentos comenzaba a rodearlo. Un aura que provenía de la montaña cercana. Un aura que más que aura era agua. Agua en su estado natural. Una composición química de hidrogeno y oxigeno. La cual formaba el aura de un color infinitamente azul.
-[Despierta Theodore] – susurró para él el aura – [Despierta]

*****

Scorpius observaba a todos los chicos a su alrededor, al parecer todos estaban expectantes a lo que él haría. Comenzó a ponerse nervioso.
-Es mejor dejarlos a solas – propuso Hermione mientras se levantaba del lugar e instando a los demás a salir de la sala.
Uno a uno los chicos comenzaron a salir lentamente hasta dejar a solas a los rubios. Draco comenzó a explicarle a Scorpius lo que quería que hiciera con respecto al libro.
El pequeño rubio cerró sus ojitos y se centró en aquel viejo volumen.
Mientras tanto del otro lado de la habitación se encontraban los chicos haciendo hipótesis sobre aquel historiador.
-Tenemos que ser realistas chicos y ver todas las posibilidades – informaba Harry – En dado caso que ese tal Gustav esté muerto, tenemos que buscar otra forma de saber más sobre el hechizo.
-Quizás algún familiar o un amigo – opinó Neville – A alguien debió de hablarle sobre ello, es decir, no es algo con lo que se quede sin decir nada y menos si escribió todo un libro, debió de haber entrevistado a alguien de ese tiempo.
-Lo que a mí más me preocupa es cómo Voldemort se enteró de los elementos – expresó Terry – Dudo que sus Mortífagos se lo hayan dicho abiertamente sobre ello, como ya lo habíamos dicho antes, normalmente este asunto del “don” se mantiene en secreto.
-Ya lo había pensado antes y lo que he concluido no me agrada en lo más mínimo – confesó Hermione - ¿Han considerado la posibilidad que Voldemort haya poseído en algún momento un Elemento? – Todos se quedaron mudos ante la mención - ¡Piénselo! Las habilidades dejan de ser adquiridas a la edad de quince años, quedándose con las necesarias. ¿Creen que Voldemort haya querido simplemente conformarse con los que le quedaron? ¿Y si buscó la manera de poder hacerse de no solo su elemento sino el de todos? Así debió de enterarse del hechizo.
-¡Por supuesto! – Coincidió Terry – En algún momento debió de haberse enterado que existían más elementos. La pregunta es, si en dado caso que la teoría de Hermione es acertada, ¿qué elemento poseía Voldemort?
Harry estuvo a punto de decir algo, cuando Draco y Scorpius aparecieron junto a ellos.
-Gustav Goldstein se encuentra en las montañas cerca de un pueblo pequeño llamado Hangleton – anunció Draco, el cual llevaba en brazos a Scorpius.
-¡Perfecto! Tendremos que organizarnos para ir a visitarlo la próxima semana – exclamó Harry.



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