viernes, 4 de octubre de 2013

Capitulo Veinte: Scorpius

Los cinco elementos.



Capitulo Veinte:

Scorpius



-¡Eso no es verdad! ¡Lo sabes muy bien, Blaise! – Luna le reclamó al muchacho, cuando salió de su escondite. El aludido trató de disimular su sorpresa.
-¡Excelente Nott! – Los tres mortífagos aparecieron en escena – los has traído tal como lo planeamos.
Draco y Harry intercambiaron miradas, era hora de los refuerzos.
La situación se estaba complicando, los tres mortífagos amenazaban con sus respectivas varitas hacia los demás con excepción de Nott.
-¿Dónde está el mocoso, Malfoy? – Preguntó Morseferth – sabes que no lo puedes esconder por mucho tiempo.
Draco lo fulminó con la mirada, dispuesto a contraatacar.
En cuestión de segundos una lluvia de hechizos iban y venían, los mortífagos tenían cierta ventaja, al ser tres de ellos quienes dominaban elementos.
-¡Crucio! – lanzó Rowle hacia Draco, el cual logró esquivar.
-¡Illuminate! – se escuchó una voz conocida cerca de ellos. El lugar se iluminó de manera cegadora.
-¿Terry? – llamó Harry, frotándose los ojos rápidamente.
-¿Están bien? – Preguntó el aludido, confirmando las sospechas de Harry – los mortífagos se han ido del lugar… o al menos la mayoría.

Veinte minutos después, se encontraban en el departamento de Hermione. Habían convocado una junta de emergencia con los involucrados sobre el asunto de Voldemort y Scorpius. Draco prefirió huir de la mirada de Hermione, la muchacha parecía no estar muy contenta con lo ocurrido.
-¡Estúpidos! ¡Eso son! Unos malditos estúpidos, arrogantes, impulsivos y…
-Los atraparemos Hermione, no te preocupes – le tranquilizó Harry, el cual estaba sentado convenientemente del lado extremo de la sala.
-¡No me refiero a los mortífagos! – Aclaró la castaña - ¿acaso no piensan? ¿Se volvieron dementes?
-Hermione…
-¡No! ¡No me calmaré! Estamos juntos en este asunto y ustedes se comportan como un par de adolescentes creyéndose espías.
-Granger, si tu enojo es por no haberte invo… - Draco dejó de hablar al ver la mirada asesina de la muchacha – si te hace sentir mejor, nadie más sabía sobre esta reunión y…
-Él lo sabía – señaló a Terry – ¡y tú no me lo dijiste!
-Hermione, estábamos buscando al espía y lo hemos encontrado – explicó por quinta vez Terry – Nott va en camino a Azkaban, McKinnons está muerto y cada vez estamos más cerca de encontrar a este Gustav y detener a Voldemort, ¿no te dice nada eso?
-¡Me dice que a ustedes les gusta trabajar como se les da su regalada gana!
-Hermione….
-Están equivocados – habló de pronto Luna, levantándose de su lugar. Todos desviaron sus miradas hacia con ella – Theodore no es el espía, es Zabini.
-Luna… ya hablamos de esto – Harry le respondió – Zabini nos lo dijo y los tres mortífagos que llegaron después lo confirmaron.
-Eso es lo que quieren que crean y…
-Luna… - esta vez fue Draco el que habló – sé que es difícil de creer, incluso para mí lo es, pero esa es la verdad, Theodore nos ha traicionado.
-Están equivocados – fue lo último que dice antes de desaparecer del departamento.
-Demonios –murmuró Harry malhumorado. Las cosas empeoraban en vez de mejorar.
-Creo que debemos hablar con Luna y…
-No – atajó Draco – ella está convencida que Theodore no es el espía.
-¿Y si tiene razón? – preguntó Neville.
-Morseferth fue el que lo descubrió, está claro que él es el traidor – comunicó Harry - ¿Qué hacemos con Zabini? – preguntó a los demás.
-Ya que hemos confirmado que Nott es el traidor, supongo que debemos incluir a Zabini en nuestros planes – opinó Terry.
-¿Quién está de acuerdo con ello? – quiso saber Harry. Neville, Terry  y Draco confirmaron – yo también. ¿Hermione?
-Yo no – los chicos fruncieron el ceño – han pasado muchas cosas y es evidente que hay cosas que se nos están pasando, pero debido a su agilidad de hacer las cosas y de su cooperación en el equipo, les importará muy poco mi opinión. Aunque diga que no, de todas formas traerán a Zabini aquí.
-Hermione, no podemos hacer las cosas sin ti – opinó Harry – y no hemos pasado de tu decisión, de acuerdo no te incluimos en el plan, pero solo así no se filtraría información. Y no estoy diciendo que desconfiamos de los que estamos aquí si no que… ¿A dónde vas?
-A dormir.
La castaña se fue a su habitación sin despedirse de nadie.
-Está enojada – anunció lo obvio Terry – dejémosla descansar, ya mañana se le pasará.
-Debemos interrogar a Nott – dijo Draco – él sabe en donde se lleva a cabo el hechizo de los cinco elementos.
-De acuerdo, le diré a Ron que vamos hacia allá – Harry comenzó a movilizarse.
-Nadie debe verlo, sobre todo Luna – aclaró Terry – solo nosotros tres – señaló a Harry, Draco y él mismo – Neville tú pondrás al corriente a Zabini junto con Hermione… cuando esté lista.
-De acuerdo.

*****

Blaise se movía de un lado a otro, nervioso. En cuanto la luz cegadora se esfumó las cosas se tornaron un poco inquietantes. Nott inmediatamente fue capturado por Boot y Weasley, a los cuales no vio llegar. McKinnons fue declarado muerto por Draco y Potter. Y él solo fue presa de miradas calculadoras. El plan había funcionado, a pesar que Lovegood se empeñaba en decir que el traidor era él y no Nott.
Tarde o temprano descubrirían la verdad, así que tenía que movilizarse rápidamente. Tenía a su favor el hecho que en esos momentos era Nott el que estaba tras unos barrotes en las celdas de Azkaban y él en la oficina de Weasley. Estaba esperando la decisión del grupo: incluirlo en el equipo o dejarlo fuera. Esperaba que fuera lo primero o de lo contrario tendría que tomar decisiones extremas.
La puerta rechinó al abrirse, dejando a la vista a una muchacha rubia.
-Luna – murmuró Blaise, levantándose.
-¿Por qué?, ¿Por qué haces esto?, ¿Por qué le hiciste eso?
-No sé de que hablas.
-Sé que tú eres el traidor – lo miró directamente a los ojos – te descubriré.
-Siento escuchar eso.
-Yo no – la rubia salió de la oficina sin despegar la mirada de él.
Si Luna había ido hasta ese lugar para advertirle, entonces había una posibilidad que él fuera aceptado en el equipo. Blaise sacó de su túnica un frasco con líquido color azul marino. (1)
-Estoy dentro – murmuró.
Se tomó el líquido del frasco.

*****

-Hermione…
-Déjame sola, Terry – gruñó la castaña.
Se encontraban en el balcón. Terry había ido a hacer las paces con ella, odiaba que ella estuviera enojada con él.
-Lo siento – se disculpó – en verdad que lo siento.
-No lo haces – lo enfrentó ella – sabías que estaba pasando algo y nunca me lo dijiste a pesar que te dije mis sospechas. Si me mientes en esto, ¿en qué más me puedes mentir?
-¿Hermione?
-Terry… no estoy segura de querer casarme con alguien que me esconde las cosas.
El muchacho frunció el ceño.
-Tú no estás así por eso, es por algo más.
-¿Me llamas mentirosa?
-No, digo que hay algo más que no me quieres decir – Terry avanzó hacia con ella – Hermione, princesa, te amo. Sabes que yo daría la vida por ti.
-Yo también te… quiero Terry – Hermione bajó la mirada, se sentía estúpida por hacer una escena por algo que probablemente ellos tenían razón – me dolió que no confiaran en mi. Que me ocultaran un plan tan peligroso que pudo haber terminado muy mal.
-Pero no fue así, Harry y Malfoy lo tenían bien preparado.
-No me vuelvas a excluir.
-No lo haré.
-¿Lo prometes?
Terry levantó el mentón de la muchacha con su mano derecha.
-Te lo prometo – se acercó a la muchacha, buscó sus labios carmesí y la besó.
-Te amo – Terry avanzó hacia la salida.
Hermione siguió con la mirada a su prometido. Suspiró lentamente y se recargó del barandal. Algo andaba mal, presentía que algo iba a pasar o tal vez eran ideas paranoicas. Pero, lo cierto era que las últimas semanas habían pasado relativamente tranquilas. Y eso definitivamente era un mal presagio, Voldemort estaba detrás de Scorpius y no se quedaría tan tranquilo, así que lo único que le quedaba a la ex Gryffindor era interpretar esa tranquilidad como una señal. Voldemort tramaba algo.
Por otro lado estaban los chicos, ¿acaso no veían el peligro?, ¿Por qué se aventuraban en algo tan peligroso sabiendo que Voldemort estaba por ahí esperando la oportunidad para contraatacar?
¡Idiotas!
-Hermy…
La voz de Scorpius invadió el pequeño balcón. Hermione se limpió rápidamente las lágrimas que había dejado escapar.
-Pequeño, ¿no deberías estar dormido? – sugirió la castaña mientras le sonreía dulcemente.
-¿Por qué lloras, Hermy?
-No estoy llorando, solo… me entró una basurita en el ojo.
Scorpius la escudriñó con la mirada.
-Cuando a mamá le entraba basurita en el ojo me abrazaba, ¿quieres un abrazo?
La muchacha sonrió, tomó al pequeño en brazos y se dirigió a la mecedora que descansaba en la esquina. Comenzó a abalanzarse mientras Scorpius se acurrucaba cada vez más en su regazo. Una suave brisa los envolvió.
-Mira fijamente al cielo, que contigo siempre está. Es la estrella que más brilla y te sigue a dónde vas… - Hermione comenzó a tararear la canción que le rondaba en la mente desde días atrás – Es la estrella que más brilla, puedo verla allá arriba…
-Siento cómo ella me abraza, late en mí su corazón… (2) - Scorpius la completó en un susurro. Hermione se sorprendió que el pequeño supiera la letra, sobre todo porque la canción no le era conocida y dudaba que Malfoy o Astoria pudieran en algún momento habérsela cantado. ¿O sí?
Siguieron balanceándose, la respiración de Scorpius fue cada vez más acompasada indicándole a la castaña que el pequeño quedaría completamente dormido en cualquier momento.
-Buenas noches pequeño…
Hermione amaba a Scorpius, de eso ya no había dudas. De lo que dudaba era del futuro y le aterraba en sobremanera. Pensaba de manera positiva, sabía que todo saldría bien, derrotarían a Voldemort y Scorpius estaría a salvo. Pero… ¿y después? Ella se casaría con Terry, por supuesto. ¿Y qué sería de Scorpius? ¿No lo volvería a ver? ¿Y Malfoy? ¿Podría arreglárselas solo?

Scorpius sintió cómo alguien acariciaba su cabecita. Le gustaba que lo acariciaran, sobre todo si era Hermy, ella le agradaba, era buena y le contaba cuentos. Además se sabía la canción de la estrella. Él le había regalado una estrella. Y lo más importante no veía a su papá con odio como las demás personas solían hacerlo. Si, Hermy era diferente. Era cálida, le inspiraba confianza y su aura era roja. Era como… como…
-Mamá. Buenas noches, mamá… - Scorpius la abrazó con más fuerza.
Hermione sintió una gran calidez en su pecho al escuchar esas palabras. Sonrió, feliz. Cerró los ojos disfrutando de ese hermoso momento.
-Buenas noches, hijo… - Le dio un suave beso en la cabeza – buenas noches.

*****

Draco caminaba de un lado a otro. Se encontraba en el estudio y a pesar que sostenía un libro en sus manos no lo estaba leyendo, su atención se encontraba muy lejos de esas líneas que le pedían a gritos ser leídas. Sabiendo que le iba ser imposible concentrarse salió de la biblioteca para despejarse.
Mientras recorría el pasillo se preguntaba qué era lo que lo tenía de esa manera, ¡Por Merlín! Ya tenían al traidor encerrado en Azkaban y cada vez estaban más cerca de detener a Voldemort, entonces… ¿Qué demonios lo tenía de esa manera? ¿Por qué no le agradaba que Granger se hubiera enojado con ellos por lo del plan?
-Es la estrella que más brilla… - Draco frunció ligeramente el ceño – puedo verla allá arriba…  - se detuvo.
-Siento cómo ella me abraza, late en mí su corazón… (2) – Escuchó a Scorpius completar la canción. Al rubio mayor se le erizó la piel.
¿Granger conocía la canción? Eso era… imposible. Los recuerdos lo invadieron…
Se encontraban en el Refugio. Solo habían transcurrido un par de horas desde que Astoria había sido tragada por la onda mágica que emanaba del círculo en donde se estaba llevando el hechizo de los cinco elementos. Esa noche Draco había decidido pedir ayuda a Potter y contactar a Zabini.
Se sentía solo. La situación se le había escapado de las manos y sentía que de un momento a otro se derrumbaría. ¿Qué haría con Scorpius? ¿Cómo le explicaría lo de Astoria? Se mordió el labio inferior mientras veía fijamente hacia el cielo.
-¿Por qué Astry?, ¿Por qué…?
Su mano derecha fue rodeaba por una más pequeña. Scorpius le sonreía dulcemente mientras le miraba directamente a los ojos.
-¿Crees que mi mamá nos ve? – le preguntó, señalando al cielo - ¿me oirá si grito alto?
Entonces, Draco lo supo. Scorpius sabía lo de Astoria. Sabía que su mamá había muerto. El rubio mayor se acuclilló para estar a la altura de su hijo.
-Mira fijamente al cielo, Scorpius. Ella ahí está – el pequeño recorrió el cielo con su mirada gris, buscándola  – Es la estrella que más brilla.
-¡Puedo verla, papi! – Scorpius señaló la estrella más brillante.
-Te seguirá a donde quiera que vayas, ella te cuidará.
Scorpius sonrió.
-¿Puedo pedirle un deseo, como a las estrellas fugaces?
-Por supuesto.
El pequeño se centró en la estrella, luego miró hacia su papá y cerró sus ojitos.
-Listo – anunció.
-Entremos a la cabaña, aquí hace frío.
-Antes de entrar, ¿puedo cantarle una canción a mamá? Así no se sentirá solita.
-Por supuesto.
El pequeñito guardó silencio por escasos segundos.
-Es la estrella que más brilla, puedo verla allá arriba, siento cómo ella me abraza, late en mí su corazón. Es la estrella que más brilla, que nos une a la familia, que te guarda y que te cuida, y de día se hace sol.
Draco no pudo evitar que se le salieran las lágrimas.
-¿Por qué lloras, papi? – Scorpius preguntó preocupado.
-Te quiero mucho, Scorpius – lo miró fijamente – Te prometo que nada malo te pasará.
El pequeño rubio se abalanzó sobre él. Se abrazaron por un rato más.

Draco siguió observando la escena. Granger se abalanzaba con Scorpius en su regazo. Por alguna extraña razón esa imagen no le molestada, al contrario, le agradaba. Al menos había una persona en ese mundo, a parte de él, que amaba a su hijo. Sonrió levemente. Sin duda Granger sería una buena madre. Probablemente pronto lo sería, después de todo se casaría con Boot en muy poco tiempo. Malfoy hizo un mohín con la nariz. Boot y Granger en la misma oración no le agradaba como sonaba, un momento, ¿no le agradaba? frunció el ceño.
¿Por qué Granger se había enojado por haberles ocultado el plan? Sospechaba que había algo más que simple enojo por no incluirla.
-Buenas noches, pequeño… - susurró la castaña.
Draco iba a encontrarse con ambos en el balcón, pero la voz de Scorpius lo hizo detenerse en seco.
-Mamá. Buenas noches, mamá…



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N/A:
(1)Recuerden que Zabini preparó una poción para poder burlar el elemento de Scorpius.
(2)La canción se llama “La estrella que más brilla” interpretada por Imanol y Manuel Landeta. Este es el link por si quieren escuchar, es muy linda la canción. Me la imagino con la voz de Scorpius y Draco *0* , lloro Q_Q

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