Los cinco elementos.
Capitulo Veintiuno:
Draco
La mente de Draco daba vueltas. Habían sucedido muchas cosas en un solo día y temía volverse loco. Primeramente el saber que Theodore era el traidor. El rubio se reprendía una y otra vez lo descuidado que había sido todo ese tiempo. Aún sin poder creer que Nott era el que lo había estado traicionando. También le preocupaba la reacción de Hermione, le molestaba el hecho que la castaña estuviera enojada con él. Y luego… Scorpius.
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo del rubio al escuchar a su hijo llamar “mamá” a Granger. Mezcla de sentimientos encontrados le invadieron, la mayoría de confusión. ¿Scorpius consideraba a Granger como una madre? ¿Ya había olvidado a Astoria, su verdadera madre, la mujer que dio la vida por él?
Draco parpadeó confuso. Granger le llamó hijo a Scorpius, ¿fue para seguirle la corriente? ¿En realidad lo consideraba como un hijo así como Scorpius la consideraba como una madre? ¿Y, por qué la muchacha lloraba?
El rubio se sacudió la cabeza. Definitivamente ese era un día lleno de sorpresas.
-¿Draco… estás bien? – el aludido dio un repongo, no se había percatado que Granger había llegado hasta su lado.
-¿Te parece que estoy bien? – el rubio dejó salir de manera brusca.
-No tienes que ser tan grosero.
-Lo siento, yo…
-Llevaré a Scorpius a la cama – la castaña se encaminó hacia la habitación con el pequeño, quien dormía en sus brazos.
Draco se reprochó internamente por su actitud. Granger estaba preocupada y él simplemente se había dejado llevar por sus impulsos. Esperó pacientemente hasta que la castaña regresara de la habitación.
-¿Podemos hablar? – preguntó Draco con un tono más amable.
Hermione lo escudriñó con la mirada por unos momentos, finalmente asintió con la cabeza. Condujo al rubio hasta el balcón.
-No quería ser tan borde contigo – se disculpó el rubio
-Esa es tu naturaleza, Malfoy – el muchacho frunció el ceño. Minutos atrás para Granger era Draco.
-¿Aún sigues enojada por lo de la reunión con Zabini?
-Eso ya no importa – pero el rubio sabía que le importaba o de lo contrario la castaña estaría hablándole de frente y no de la esquina.
-Sé cómo te sientes. A mí también me ocultaron cosas.
Hermione lo miró fijamente.
-Fue muy peligroso lo que hicieron.
-Era necesario. Teníamos que descubrir al traidor y…
-¿Necesario?, ¡pudieron haber muerto! – Hermione se plantó frente a él.
-Muchas gracias por confiar en nosotros – ironizó el rubio.
-No entienden cómo son las coas. Harry es un terco y se cree invencible y al parecer tú le estas siguiendo los pasos – Hermione comenzó a alzar la voz.
-¿Disculpa? ¿Yo, seguir los pasos de Potter?
-¡No están en Hogwarts! Todo lo que hagan tiene consecuencias, no se arreglan las cosas con un simple movimiento de varita.
-De eso ya me di cuenta, muchas gracias – a esas alturas, Draco también gritaba.
-Pues parece que aún no lo entandes muy bien. Pudieron salir mal de ese estúpido juego de espías.
-¿Y por qué te molesta tanto? Si hubiera fallado el plan, tú estabas segura con tu noviecito– Siseó.
Una ventisca comenzó a rodear el lugar, como si pronto se aproximara una tormenta.
-¡Ese no es el punto, entiende Malfoy, podrías haber muerto!
-¡Y eso qué!
Diminutas gotas de agua comenzaron a caer sobre ambos, pero ninguno se percató de ello.
-¡Scorpius! Él se hubiera quedado solo, ¿no piensas en tu hijo?
-¡Por supuesto que pienso en él, todo lo que hago es por el bien de Scorpius!
-¿Y dejarlo huérfano te parece un bien?
-Sé que Scorpius no estará solo – Draco bajó el volumen de su voz – te tiene a ti.
Hermione lo miró fijamente, la lluvia caía sobre ambos.
-Al principio mi intensión era pedirle ayuda a Potter, pero las cosas se acomodaron para que te la pidiera a ti – Draco dio un paso hacia ella. Apartó un mechón mojado de su cara – cuando creo que puedo confiar en alguien parece ser lo último que debo hacer.
-Tal vez, en estos momentos por lo que ha ocurrido, no puedas confiar en nadie. Pero puedes confiar en mí. Te prometo que Scorpius está a salvo. No dejaré que nada malo le pase.
-Lo sé, pero…
-No seas tan duro contigo, Malfoy.
-¿Y cómo se supone que deba reaccionar, Granger? ¡Theodore, el que creía mi amigo, en el que más confiaba me ha traicionado!
-Yo no lo haré – a esas alturas, la lluvia se había disipado.
-Tú eres la única en quien confío, Granger.
Draco acarició la mejilla de la muchacha, ella lo miró fijamente. Ambos se observaron atentamente, Era como si de pronto el tiempo se hubiera quedado estancado dejándolos ahí como estatuas, obligándolos a observarse mutuamente.
El rubio pegó su frente hacia la de la castaña, sin dejar de observar esos ojos cafés que lo miraban fijamente, podía sentir la respiración un poco agitada de la muchacha pero eso no impidió alejarse de ella. Hermione llevó su mano hasta el brazo izquierdo del rubio y comenzó a acariciarlo lentamente. Con el solo contacto, Draco sintió cómo la sangre se le helaba, su corazón comenzó a latir de manera inverosímil, su respiración hacía competencia con la de Granger.
Hermione cerró los ojos, aún sintiendo la caricia que Draco le hacía a su mejilla. Se acercó lentamente rozando brevemente sus labios con los del rubio. Malfoy sintió una descarga eléctrica al sentir los labios de la castaña cerca de él y sin esperar más, unió de una vez sus labios con los de ella.
Comenzaron movimientos suaves y lentos, reconociéndose, deleitándose en el sabor del otro.
Se alejaron lentamente, aún con los ojos cerrados. Hermione fue la primera en abrirlos, agrandó los ojos en cuanto descubrió la mirada gris de Draco frente a ella, en lugar de la castaña de Terry. Salió corriendo del balcón.
-¡Granger!
Draco llamó en vano, la muchacha no dio vuelta atrás. Draco se quedó contemplando el lugar por donde Hermione había salido mientras acariciaba sus labios de manera inconsciente.
*****
Draco gruñó por quinta vez. Habían pasado todo el día interrogando a Theodore y solo habían confirmado sus sospechas. Él era el traidor.
-Es todo lo que nos dirá, Malfoy – dejó salir Terry – hemos utilizado Veritaserum, Legeremancia y hasta un simple interrogatorio al estilo muggle y solo hemos confirmado que él es el traidor. No revelará nada de los planes de Voldemort.
-Es hábil para evadir el Veritaserum y es un experto en Oclumancia. Además no olvidemos que domina el elemento del aire. Eso no nos va a llevar a nada – gruñó Draco.
-Es mejor que nos olvidemos de Nott y nos enfoquemos en Gustav. Él podría sernos de más ayuda – opinó Harry.
-Tienes razón – refunfuñó el rubio.
-Draco y yo iremos en busca de Goldstein – informó Harry – Ustedes pondrán al tanto a Zabini y cuidarán de Scorpius.
-Perfecto. Dejaré a algunos guardias para que vigilen a Nott – anunció Terry.
-De acuerdo.
Los demás se fueron dejando a Harry y Draco a solas. El rubio pidió a Harry hablar por unos momentos con Theodore, tenía que ajustar algunas cuentas con él.
El rubio se plantó frente a la celda del castaño.
-Draco – llamó Theodore en cuanto vio a su amigo frente a él – sé que mis recuerdos dicen que te he traicionado pero algo dentro de mi dice que…
-Ahórrate las excusas, Nott – acortó rápidamente el aludido – Me has traicionado, pero lo que nunca te voy a perdonar es haber herido a mi familia. Me encargaré que pagues por eso.
Theodore lo veía fijamente, sabía que el rubio hablaba en serio.
-Probablemente te condenen al beso del dementor.
-Malfoy…
Draco lo fulminó con la mirada y sin decir nada más se dio la vuelta dejando a un Theodore preocupado.
*****
Los chicos comenzaron a poner al corriente a Zabini sobre los datos que tenían del hechizo y de la reciente información de Gustav. Hermione mantuvo a Scorpius lejos del recién llegado, por alguna extraña razón no se fiaba de Zabini.
-Malfoy y Harry irán a ver a Gustav al medio día – anunció Terry – nosotros nos turnaremos para hacer guardia a Nott y a Scorpius.
-¿A Nott? – Blaise frunció el ceño - ¿No está en Azkaban?
-Lo está – respondió Ron – Pero McKinnons está muerto y ahora a Voldemort le falta otro elemento para el hechizo y Nott lo posee.
-Así es, no podemos arriesgarnos a dejar sin guardia a Nott, lo irán a buscar. Eso es seguro.
-De acuerdo – respondió Blaise.
-Ron y yo haremos la primera guardia – anunció Terry – Neville, Hermione y Zabini, cuidarán de Scorpius. Si Harry y Malfoy necesitan ayuda me lo harán saber con un mensaje telepático.
-¿Cómo…?
-Domino el Elemento del Fuego, dejaré un canal abierto para ellos y les avisaré a ustedes.
-De acuerdo.
Los chicos comenzaron a movilizarse.
La información danzaba dentro de la mente de Hermione, por más que trató de concentrarse no podía. Solo veía a Terry mover los labios y articular palabras sin sentido. La castaña se sentía mal, una traidora. Hermione le había reclamado a su novio por no confiar en ella, por ocultarle cosas y ella se encargaba de engañarlo con otro.
-¿Hermione? – la voz de Terry la hizo respingar.
-¿Sí?
-¿Estás bien? – el muchacho se sentó frente a ella, solo entonces la muchacha se dio cuenta que no había nadie más en la sala.
-Sí, es solo que anoche no dormí bien, eso es todo – mintió.
El aludido la escudriñó con la mirada, no estaba muy seguro pero tenía el presentimiento que su novia le ocultaba algo más, pero decidió darle el beneficio de la duda.
-De acuerdo – le sonrió – me tengo que ir, ¿nos vemos en la noche?
-Preferiría quedarme a cuidar a Scorpius.
-Malfoy lo hará, la reunión con Gustav no tardará mucho – aclaró Terry.
Hermione se mordió el labio inferior. Repasó todas las posibilidades y concluyó que la mejor opción era aceptar la invitación de Terry, después de todo se la debía, además no sabría cómo reaccionaría si se encontrara con Malfoy. No lo había visto desde aquel momento del beso. Y quería seguir sin verlo.
-Está bien, estaré lista a las diez.
-¡Perfecto! – Terry le sonrió. Se despidió con un casto beso en los labios que a Hermione le supo agridulce.
*****
Harry y Draco se aparecieron en el departamento de Hermione para poder afinar los últimos detalles de la visita a Gustav. Mientras la castaña les servía de comer hacia todo lo posible para evitar cualquier tipo de contacto con el rubio. Incluso evitaba estar a solas con él.
-Hermione, ¿me has escuchado?
-¿Eh?, ¿Qué? ¡Lo siento! – se disculpó rápidamente al darse cuenta que había derramado agua sobre la mesa.
-¿Segura que está todo bien? – insistió el ojiverde.
-Si – respondió Hermione, sonriéndole.
-Emh, Malfoy, nos iremos en cinco minutos.
-Iré a despedirme de Scorpius – el rubio se escabulló rápidamente de la cocina.
-Hermione, ¿has notado que Malfoy ha estado muy raro?
-¿Quién?, ¿Malfoy? No, para nada.
Harry frunció el ceño.
-Seguramente se deba por lo que ha ocurrido con Nott.
-Sí, creo que eso ha de ser – Hermione le dio la razón – Por supuesto, ¿por qué mas sería? – soltó una sonrisa floja.
-Y… ¿Qué tal las cosas con Terry?
-¡Perfectas! La fiesta de compromiso la hemos pospuesto hasta que se termine todo este asunto – Harry alzó una ceja en son de duda - ¿Y tú cómo vas con Ginny? Hace mucho que no la veo.
-Sí, bueno, sabes que ella no congenia mucho con Malfoy. Prefiere cuidar de James mientras nosotros nos encargamos de este asunto.
Hermione asintió, aunque por dentro su mente aún divagaba.
*****
-Papi, ¿Por qué no puedo ir contigo? – preguntó el pequeño Scorpius.
-Potter y yo iremos a buscar a un señor que nos ayudará a detener a los hombres encapuchados – explicó el rubio – necesito que te quedes aquí para hacerle compañía a… Hermione, ¿lo harás?
-Sí, yo cuidaré a Hermy.
Draco observó detenidamente a su hijo, aún tenía grabadas las palabras de su pequeño cuando llamó ‘mamá’ a la castaña.
-Scorpius, ¿recuerdas a mamá?
-Sí, veo a mi mami todas las noches.
El rubio mayor parpadeó varias veces.
-¿Todas las noches?
-Sí, mamá está en el cielo, es la estrella que más brilla.
-Es verdad – Draco le sonrió y le dio un suave beso en la frente. Estuvo tentado a preguntarle el porqué le había llamado de esa manera a Granger, pero prefirió no hacerlo – tengo que irme. El tío Blaise estará contigo, al igual que… Neville y Hermione – se sentía extraño al llamar a los ex Gryffindors por su nombre de pila, sobre de todo el de la castaña.
Y hablando de Hermione, a él no le pasó desapercibido el hecho que ella lo estuviera evitando.
-¿Estás listo, Malfoy? – llamó Harry desde la puerta. El aludido asintió.
Blaise, quien estaba en la sala, los despidió con un asentimiento de cabeza. En cuanto los dos chicos salieron del departamento, se escabulló hacia el baño. Una vez dentro cerró los ojos para concentrarse en el mensaje que enviaría.
[El plan se llevará a cabo al medio día en casa de Gustav Goldstein]
*****
Mientras Hermione dormía a Scorpius, Neville repasaba algunos libros que había conseguido y que prometían información sobre el Hechizo de Los cinco Elementos. Tenía la sensación que algo se les estaba escapando pero no sabía el qué. Pasó varias páginas hasta toparse con una imagen que le llamó la atención, parecía una especie de mapa…
En la parte superior había pequeñas curvas en formas de montañas y la parte inferior muchos árboles. En el centro había una especie de brújula y en cada uno de los puntos cardinales había un dibujo distinto, en el norte una nube, en el este una especie de arroyo, en el sur una montaña con muchos árboles y el oeste una llamarada de fuego. Y en el centro de los puntos cardinales una figura uniforme con dos personas dentro.
Neville frunció el ceño, había algo extraño en ese dibujo, algo faltaba, pero qué…
Entornó los ojos. Con demasiada ansiedad fue en busca de un calendario y buscó la fecha de ese día.
-No puede ser… ¡Hermione! – corrió en busca de la muchacha.
*****
-Es hora de la siesta – canturreó Hermione.
-Nooo – el pequeño Scorpius hizo un puchero, la muchacha le sonrió.
-¿Y si te leo un cuento? – propuso.
-¡Síí! – el rubio corrió hasta la cama y a trompicones logró subirse.
Hermione comenzó a leerle, conforme hablaba el pequeño dormitaba. Ambos tan absortos en sus acciones que no se daban cuenta que eran observados por alguien…
Blaise veía la escena desde lejos. Sabía lo que tenía que hacer. Aprovechando que Neville se había encerrado en el estudio para investigar más sobre el hechizo, el moreno aprovechó para acechar a su objetivo. Esperó a que el pequeño rubio cayera en los brazos de Morfeo para hechizar a Hermione y salir de ahí con Scorpius.
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