Los cinco elementos.
Capitulo Veintidós:
La trampa.
Abrió los ojos rápidamente. Un agudo dolor en el vientre la hizo despertar. Pansy no pudo evitar gritar, cerró los ojos con fuerza en cuanto la primera contracción le invadió.
-No, no, no – susurró agarrándose el vientre – aún no, pequeña.
Un nuevo grito. Comenzó a hiperventilar. El dolor la invadía cada vez más. Pansy entró en pánico, en cualquier momento su bebé nacería y no había nadie que la auxiliara.
-Blaise… - susurró cuando una nueva contracción la invadió.
*****
Theodore caminaba de un lado a otro en la pequeña celda. En su mente trataba de darle sentido a todo lo que había ocurrido, pero solo se topaba con paredes blancas. Sus recuerdos le decían que había traicionado a Draco, pero su instinto le decía otra cosa. ¿Qué demonios pasaba ahí? ¿En verdad había traicionado a Malfoy? Nott sabía que había una persona que podría confirmarle los hechos: Luna, su novia. Si tan solo pudiera hacer uso de su elemento… ¿Por qué demonios su magia no funcionaba?
Escuchó explosiones provenientes desde afuera. Se puso en alerta inmediatamente, sabía que no tenía posibilidades de ganar un encuentro, pero tampoco se dejaría vencer fácilmente.
-¡Nott! ¡Van por Nott! – escuchó la voz de Boot.
El ex Slytherin buscó rápidamente a su alrededor un objeto que le sirviera de arma, sabía que era en vano pero fue lo único que se le ocurrió en ese momento. Una explosión a su lado derecho hizo que cayera de bruces en el sucio piso, una nube de polvo invadió la celda.
-¡Desmaius! – Ron gritó e inmediatamente Theodore vio cómo una lluvia de hechizos iban y venían por encima de él.
-¡No se llevarán a su amigo, no lo permitiremos! – gritó Terry.
Nott vio entre la nube de polvo cómo alguien apuntaba contra el castaño.
-¡Cuidado! – advirtió hacia el ex Ravenclaw.
-¡Sealing Element! – Rowle gritó hacia Terry, quien salió expulsado en cuanto el hechizo le dio de lleno.
-¡Terry! – gritó el pelirrojo. Aprovechando su distracción, Morseferth lo atacó dejándolo inconsciente, se dirigió hacia Nott. Theodore se levantó rápidamente dispuesto a dar batalla cuando de pronto cayó desmayado.
-Buen trabajo, Rowle. Es hora.
Ambos mortífagos se desaparecieron del lugar llevándose a Theodore consigo.
*****
-¡Hermione!
Neville corrió desde el estudio hasta la habitación del pequeño Scorpius. No encontró a nadie, recorrió el lugar con su mirada rápidamente obteniendo el mismo resultado.
-¿Hermione? – Entró sigilosamente con varita en mano - ¿Scorpius?
Echó un vistazo al baño, no encontró a nadie. Frunció el ceño. Neville tenía la sensación que algo había ocurrido, debía de avisar a los demás y a…
-¡Zabini! – dejó salir, entornando los ojos.
Longbottom buscó al ex Slytherin en todo el departamento sin resultado alguno, justo cuando se disponía a ir en busca de ayuda encontró a Hermione desmayada en su habitación.
-¡Hermione!
*****
En cuanto se aparecieron en ese lugar, Harry sintió escalofríos. El rubio se percató de ello y aunque no quería admitirlo sabía que algo andaba mal.
-Malfoy te seré sincero, tengo un mal presentimiento de todo esto – confesó el ojiverde.
-Ya somos dos – musitó el rubio, recorrió el lugar con su mirada – de acuerdo a lo que Scorpius dijo, la casa de Gustav debe estar detrás de esos árboles – señaló hacia la izquierda.
-No nos demoremos, pronto oscurecerá – Harry opinó viendo hacia el cielo.
-Estoy de acuerdo.
Ambos muchachos se dirigieron hacia los arboles, no les resultó difícil ubicar la casa de Gustav, después de todo era la única que había en ese pequeño bosque.
-¿Esa es la casa? Fue fácil dar con ella – musitó el ojiverde.
-Demasiado.
Tocaron a la puerta, nadie respondió. Ambos intercambiaron miradas. El rubio se encogió de hombros. Harry, con varita en mano, le hizo una señal para que entraran.
Entraron.
El lugar poseía un olor putrefacto. El rubio arrugó la nariz. Estudiaron el lugar lentamente.
-La casa parece estar…
-Abandonada – completó el rubio - ¿Qué es eso?
En la esquina había un bulto que era rodeado por insectos.
-Gustav.
Harry apretó la mandíbula.
-Es una trampa, Potter.
-Debemos volver.
Ambos chicos se aparecieron en el departamento de Hermione.
-Algo anda mal – Draco dejó salir en cuanto pisaron la sala – ¡Scorpius! ¡Hermione!
-¡Harry! – la voz de Neville los puso en alerta, corrieron hasta la habitación de donde los llamaba el moreno.
-¡Neville! ¡Pero…!
-Fue Zabini – acortó rápidamente el aludido, era mejor dejar salir sus sospechas – Luna tenía razón, Zabini es el traidor, ha hechizado a Hermione y se ha llevado a Scorpius.
-¿Qué? ¿Y dónde se supone que estabas? – Malfoy gritó.
-Draco, tranquilízate.
-¿Qué me tranquilice? ¡Se han llevado a mi hijo!
-Y lo recuperaremos, Draco – tranquilizó el ojiverde – tenemos suficiente información del hechizo como para saber…
Unos cuantos pufs se escucharon en la sala.
-¡Hey! ¡Neville, Hermione…!
-Aquí.
Ron entró a la habitación de la chica llevando a Terry en brazos.
-¿Qué ha pasado?
-Mortífagos – respondió rápidamente dejando a Terry sobre la cama – han ido tras Nott, han lanzado un hechizo extraño a Terry, no he podido despertarlo. Lo siento, no pudimos evitarlo.
-No te preocupes Ron, todo estaba planeado.
-¿Cómo dices?
-Por Zabini – confesó Draco, enfadado – todo este maldito tiempo él ha sido el traidor y yo no…
-Es mejor dejar atrás los reproches y las lamentaciones – aclaró Harry – debemos actuar, recuperar a Scorpius y evitar que Voldemort se siga saliendo con la suya.
-¡Es verdad! – Neville entornó los ojos – y yo sé exactamente en dónde se lleva a cabo el Hechizo de Los Cinco Elementos.
Los tres muchachos observaron con curiosidad a Neville.
-Recién lo he descubierto – confesó el castaño – Debemos irnos ahora, el hechizo debe realizarse a la media noche. Hoy.
-Ron, tendrás que cuidar de Hermione y Terry hasta que despierten. Nosotros nos adelantaremos, en cuanto lleguemos al lugar te avisaremos con un patronus.
-De acuerdo.
Neville y Harry salieron rápidamente de la habitación, Draco se quedó unos instantes solo para contemplar a Hermione, quien aparentemente dormía plácidamente… al lado de Terry. A pesar de la angustia que lo invadía por la suerte que estaba corriendo su hijo en esos momentos, sentía algo extraño en el estomago (que no tenía nada que ver con la angustia de esos momentos) al ver a la castaña al lado de Boot. Se sacudió la cabeza para olvidar esa sensación y salió rápidamente de la habitación.
*****
Scorpius reconoció rápidamente el lugar en donde se acababa de aparecer junto con Blaise. Ya había estado en ese lugar. Lo conocía perfectamente.
-Hemos llegado, Scorpius – anunció Blaise.
El pequeño se estremeció cuando una brisa fría lo rodeó. Cerca del lugar comenzaron a escucharse unos cuantos pufs seguidos de unas personas.
-¡Basta, maldito idiota! – gruñó uno de los recién llegados dándole un golpe a la persona que se empeñaba por alejarse de él.
Scorpius tembló ante tal escena, él conocía perfectamente a la persona que acaban de golpear.
-Vamos, Scorpius – Blaise apresuró tomándolo del brazo y, como si de fuego se tratara, el pequeño se alejó de él rápidamente.
Scorpius apenas podía darle crédito a lo que sus pequeños ojos veían, Blaise, el tío Blaise estaba rodeado por un aura negra. Eso significaba una sola cosa. Él era malo. Blaise estaba de parte de los hombres encapuchados.
-¿Scorpius? – el pequeño giró hacia la persona que lo llamaba. Era Theodore, quien aún estaba en el suelo por el golpe que le había dado uno de los mortífagos.
El pequeño rubio sintió una pisca de paz al ver a Nott frente a él, después de todo, aquel muchacho era rodeado de un aura azul que le brindaba esperanza. Theo estaba de su lado, él podía ayudarlo.
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