Los cinco elementos.
Capitulo Veintitrés:
Decisiones.
Pansy respiraba agitadamente, gotas de sudor resbalaban por sus mejillas. Tenía miedo, estaba sola en esa cabaña y pronto daría a luz.
-Blaise… - el nombre de su esposo murió en el gritó que dio en cuanto una contracción la invadió.
Volvió a respirar agitadamente, esta vez las lágrimas no se hicieron esperar. Pansy comenzó a temer por su vida y por la de su bebé.
*****
Chocó con un campo de fuerza invisible, cayó cerca de un árbol.
-¿Qué demonios fue eso? – Interrogó Harry, levantándose – es como si hubiera…
-Un campo de fuerza – completó Draco – han puesto hechizos de antiaparición.
-Eso significa que tendremos que ir a pie – anunció Neville – debemos darnos prisa, el hechizo es allá.
Los tres observaron las montañas, éstas apenas se podían visualizar desde donde estaban. Se encaminaron.
-¿Estás completamente seguro que hoy es cuando se lleva a cabo el hechizo? – Harry quiso saber, quince minutos después.
-De acuerdo al mapa que vi en el libro, el hechizo se debe llevar a cabo en una noche sin luna.
-Es decir cuando hay luna nueva, eso tiene sentido – dejó salir Draco – hay luna nueva cada mes, pero cada vez que se cierra tres veces el ciclo, la luna se renueva y hace más larga la noche.
-¿Y eso es hoy? – el ojiverde preguntó confuso, esquivando un par de ramas.
-No es solo eso, Harry – le respondió Neville – hoy hay un eclipse, lo que hace posible que el hechizo sea más poderoso.
-Eso… eso no lo vimos venir.
-Nadie lo vio venir. Fue todo improvisado. Todo se acomodó de una manera escalofriante – Draco confesó mientras veía desesperadamente hacia las montañas que parecían no querer acercarse.
*****
Zabini condujo a Nott hasta la cabaña donde anteriormente había estado cautivo.
-¿Qué demonios estás haciendo? – Theodore interrogó hacia Blaise en cuanto estuvieron dentro – ¡Estamos hablando de Voldemort! De la vida de Scorpius, de la de todos nosotros, ¿Cómo puedes…?
-¡Basta! – Acortó el moreno, fulminándolo con la mirada. Lo empujó al momento de soltarlo – no tienes idea de lo que he pasado.
-Solo sé que te gusta observar cómo torturan a la gente que confía en ti – siseó Theo, Blaise dio un paso hacia con el apuntándole con la varita – Hazlo – le retó.
El moreno lo escudriñó con la mirada, se sentía frustrado, solo quería que todo ese asunto terminara de una vez por todas. En esos momentos le importaba muy poco de qué lado estar, lo único que invadía su mente era Pansy, tenía semanas sin verla y le preocupaba, pronto daría a luz.
Blaise se tranquilizó, lentamente bajó su varita.
-Es mejor que hagas lo que el señor oscuro te pida – recomendó.
-En su momento no lo hice y no lo haré ahora – acortó el castaño.
-Nott – gruñó Blaise – si en verdad valoras tu vida…
-Prefiero morir antes de traicionarme a mí mismo.
-Siempre envidié tu determinación – confesó el moreno – ojalá estuviera en otras circunstancias.
Theodore frunció ligeramente el ceño, ¿Qué estaba tratando de decirle? La puerta de la cabaña rechinó en cuanto se abrió. Dos figuras entraron, la primera, que era más grande que la segunda, sonrió.
-Espero que te hayan dado un buen recibimiento, Nott – la voz de Voldemort retumbó en la cabaña – Hoy será una noche muy especial…
Scorpius, quien estaba al lado de Voldemort, temblaba ligeramente. Nott supuso que el pequeño había sido amenazado para que no hiciera algo indebido.
-¿Sabes? En unos momentos más… llevaremos a cabo el evento más importante de la historia… – Voldemort caminó lentamente alrededor de la cabaña – El Hechizo de Los Cinco Elementos.
Theodore nunca dejó de estar en alerta, seguía con la mirada al ser con ojos en forma de rendijas, sabía que la captura de él y la de Scorpius no había sido una simple coincidencia, solo esperaba que Draco y compañía llegaran a tiempo; solo ellos podrían parar ese evento de semejante magnitud.
-La vez anterior tuvimos algunos contratiempos, pero esta vez… hemos tomados las medidas necesarias para no tenerlos – Voldemort sonrió ampliamente – Y cuando me refiero a no tener contratiempos me refiero a que nadie impedirá que hoy se lleve a cabo el hechizo – se acercó peligrosamente hasta el muchacho.
-Hay una falla en ese plan – Theo confesó, sonriendo de lado.
-No lo creo… ¡Crucio!
Nott cayó al suelo siendo presa de la maldición imperdonable. Blaise apartó la mirada. Scorpius se tapó sus pequeños ojitos. Voldemort simplemente sonreía.
*****
Hermione se despertó.
-¡Hermione! – llamó Terry, sentándose a su lado.
-¿Dónde estoy?, ¿qué paso? ¡Scorpius!, ¿dónde está Scorpius? – la muchacha se levantó y comenzó a buscar al pequeño rubio por todo el departamento.
-Tranquila, Hermione, te explicaremos – pidió el novio, llamando la atención de la castaña.
Entre todos le explicaron los sucesos recientes.
-¡Zabini! – Hermione caminó de un lado a otro por toda la habitación – sabía que no debíamos confiar en él, pero nadie me escucha.
La muchacha detuvo su caminata, se quedó en silencio unos instantes, reflexionando.
-¿Cuál es el lugar?
-¿Lugar? – Ron alzó una ceja.
-Al que Harry y los chicos se dirigieron.
-Hermione...
-¡A dónde, Terry! – exigió.
-Es peligroso, necesitas descansar – quiso razonar.
-Ya no somos niños – aclaró – y si estamos en estas circunstancias es porque tenemos una misión. Proteger a Scorpius y detener de una vez a Voldemort. Ahora díganme, ¿A dónde fueron los demás?
Hermione los observó firmemente. Terry la escudriñó con la mirada. Neville prefirió dejar la decisión en el novio.
*****
Theodore jadeó, le envió una mirada penetrante a Voldemort.
-Puedes negarte todo lo que quieras, Nott – el señor oscuro lo acechó con la mirada – te aseguro que terminarás haciendo lo que yo te pida – sonrió malicioso.
El aludido lo fulminó con la mirada.
-Eso lo veremos – le retó.
-¡Crucio!
-¡No! – gritó Scorpius, Voldemort detuvo el ataque cuando vio al pequeño rubio al lado de Theodore.
-¡Scorpius! – susurró Blaise, apesadumbrado.
-No le haga daño, por favor – pidió el menor.
Blaise pasó saliva trabajosamente mientras Voldemort buscaba la manera de buscar ventaja de esa situación.
*****
Luna se detuvo en la orilla de un río, guió su mirada hacia unas montañas que estaban bastante cerca de donde ella se encontraba.
-Resiste – murmuró, con los ojos cerrados y una mano dentro del agua, abrió los ojos en cuanto escuchó un ruido detrás de ella – hola, Hermione.
-¡Luna! – la castaña se sorprendió al ver a su amiga en ese lugar.
-Hola, muchachos – saludó a Terry y Ron – ocuparemos toda la ayuda posible. Theodore y Scorpius nos necesitan.
-Luna, lo siento...
-Después nos disculparemos y perdonaremos, por lo pronto hay que llegar a esas montañas antes de la media noche.
-Están muy lejos y no podemos usar la aparición – Ron confesó.
-Nunca dije que sería fácil – Luna se encaminó hacia las montañas seguida de los demás.
*****
-¡No hay salida, maldición! – Draco se quejó.
Los tres habían llegado a un punto muerto, al frente solo tenían una cueva cerrada, a los lados una hilera de árboles frondosos.
-No nos desanimemos, el lugar del hechizo es detrás de esta montaña – Neville informó.
-Rodearemos – opinó el ojiverde.
-No, eso nos llevará más tiempo, tenemos menos de dos horas para llegar – Draco se sentía frustrado, temía por su hijo.
“Resiste, Scorpius”.
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