martes, 19 de abril de 2016

Capitulo Trece: Evadiendo

NUEVES MESES


Capitulo Trece: 

Evadiendo



Michael comía palomitas mientras veía sin pestañear la película, Calum estaba acostado a su lado enviando mensajes de texto con su celular, se estaba aburriendo. Era la tercera película que veían en ese día y su amigo teñido tenía intenciones de querer ver una cuarta.
-Se han acabo las palomitas – anunció el ojiverde, entregando el enorme tazón al moreno.
-Sí, hablando de eso… ya no hay palomitas, amigo – respondió Calum. Mike hizo un puchero.
El moreno rodó los ojos, pausó la película y se puso frente a su amigo.
-Es hora de hablar de eso – anunció.
-No estoy preparado para hablar de eso – musitó el teñido.
Calum suspiró largamente, se sentó a su lado.
-Mike, sea lo que sea, sabes que cuentas conmigo.
-Lo sé.
-Además, mentí por ti a un profesor, creo que merezco al menos una explicación.
-Es cierto – concordó – hablando de eso… ¿Qué le dijiste al profesor?
-Que estabas enfermo del estómago. Muy enfermo – Mike arrugó la nariz.
Calum le dio un par de palmaditas en su pierna derecha en señal de apoyo.
-Ocurrió algo horrible – confiesa – debo mantenerme lejos de Ashton.
-¿Tiene una enfermedad viral o algo así? – Calum alzó una ceja.
-No – aclaró – pero por el bien de ambos debo mantener distancia.
-¿Te hizo algo? – Mike frunció el ceño – No llegaste a dormir, en la mañana entraste a la habitación hecho un manojo de nervios, llamaste a tu mamá para que te sacara del internado. Me acabas de decir que ha ocurrido algo horrible y que lo mejor es mantenerte lejos de Ashton, así que…
-Dicho de esa manera pareciera que Ashton me ha violado – agrandó los ojos. En el rostro de Calum se reflejaba la preocupación – No pasó nada de eso – aclaró rápidamente.
-¿Te golpeó? – señaló hacia su mejilla derecha en donde apenas se apreciaba un pequeño moretón.
-No… - negó con la cabeza, bajando la mirada – Es algo más que eso, Calum. Algo que…
Mike se levantó de la cama, comenzó a caminar en círculos.
-No puedo acercarme a él. No debo.
-De acuerdo, ya entendí. Ashton lejos de Mike. Tranquilízate – Calum se levantó y lo agarró por los hombros, deteniendo así su andar.
-¿Me ayudarás Calum? ¿Me alejarás de Ashton?
-Lo prometo, amigo – Calum lo abrazó por los hombros.

[…]

Ashton estaba en el jardín tomando algunas fotografías para el reporte de la edición especial. Grisel estaba sentada sobre una manta.
-Tu padre es un irresponsable – soltó el rizado, enfocando con su cámara la fuente – no va a clases, no te cuida… - revisó la fotografía recién tomada, salió fuera de foco – se supone que haríamos el trabajo final este fin de semana.
Ashton frunció el ceño, borró las fotos recién tomadas, todas estaban fuera de foco.
-Se ha largado del colegio porque el señorito quiere, pero era el fin de semana que le tocaba cuidarte ¿y yo qué? ¿Acaso no merezco un descanso? – Puso ambas manos en su cintura, mirando fijamente a Grisel – no es que no quiera cuidarte, pero…
-¿Con quién hablas? – el rizado dio un brinco por el susto.
-¡Luke!
-Lo siento – soltó riéndose.
-Hablo con Grisel – gruñó, preparando nuevamente la cámara.
-¿Otra vez? – Ashton frunció el ceño – me refiero a que la estás cuidando otra vez, no de hablar con ella.
-Clifford salió – se encogió de hombros.
-Eres demasiado blando con él, no deberías dejar que haga lo que quiera contigo.
-No me dejó opción – soltó, enfocando nuevamente a la fuente.
-Con un “No” rotundo y firme basta.
-Eso suena fácil.
-Lo es.
-No cuando el objetivo ni siquiera da la cara – Luke frunció.
-¿Desde cuándo no lo ves?
-Viéndolo de ese modo, no hace mucho – frunció el ceño.
-Entonces no te exaltes, te harás viejito – el rubio llevó sus manos hasta el rostro de su amigo para deshacer el ceño fruncido. Sonrió.
-No me exalto – refunfuñó Ashton, frunciendo nuevamente el ceño. Luke rodó los ojos.

[…]

-Esto está mal – Thomas caminaba de un lado a otro.
-¿Por qué lo dices? – interrogó una mujer mayor.
-No debí decir nada. No debí hacerlo…
-Fue muy valiente lo que hiciste – aclaró.
-¡A cambio de qué! Ahora él me evita – Thomas la fulminó con la mirada.
-Te ves más relajado. Ese secreto te estaba consumiendo lentamente.
-Yo no soy así – recalcó.
-¿Así cómo? – quiso saber.
-Como el estúpido de Fletcher – aclaró.
 -¿Qué dijo tu amigo cuando le confesaste tu secreto?
-Corrió. No me dejó explicarle nada – el de lentes no mintió del todo.

-Sigues sin entender.
-Explícamelo.
Michael quedó en shock al sentir los suaves labios de Thomas sobre los suyos.
-Thomas… yo… - se separó de él rápidamente.
El aludido no dijo nada, solo lo miraba atentamente.
-Yo no… tú eres mi amigo… no puedes… no… - Mike no sabía cómo formular una oración coherente.
-¿No puedes gustarme? ¿Por qué? ¿Por Fletcher? – Mike agrandó los ojos – Sé que él te gusta y mientras él te siga gustando yo disfrutaré torturándolo – sonrió de lado.
-¿Qué? – Mike frunció el ceño.
-Lo que escuchaste.
-¡Entonces es mi culpa! – el teñido comenzó a jalarse el cabello.
-No, Mike. No es culpa tuya ni mía. Solo de Fletcher. Todo es culpa de Fletcher – salpicó con odio.
Mike le lanzó una mirada de total confusión a Thomas.
-¿Mike? – el aludido comenzó a retroceder lentamente hasta topar con la puerta. La abrió y salió corriendo.

-¿Cómo te sientes ahora? ¿Aún crees que fue un error?
-No lo sé – Thomas gruñó, se talló los ojos con sus manos – todo estaba bien hasta que Fletcher apareció en mi vida. Lo odio.
-No creo que lo odies – la mujer lo miró atentamente.
El menor frunció el ceño, ya había dicho demasiado en esa sesión.
-Debo irme – se levantó rápidamente.
-Thomas…
-Vendré la próxima semana – mintió.
El de lentes estaba hecho un manojo de confusión. No recordaba exactamente cuando decidió ir con la consejera escolar y confesarle sus secretos. No esperen, ya recuerda. Comenzó hacerlo cuando se enteró que compartiría habitación con Ashton.
-Todo es culpa de Fletcher – murmuró, enojado.

[…]

-Dos días. No, día y medio – corrigió, revisó las fotos recién tomadas, nuevamente estaban fuera de foco - ¡Es en serio! – gritó. Luke ya lo había dejado desde hace rato – En verdad no entiendo a tu padre… ¿Por qué sigo hablando contigo?
Suspiró, se dejó caer  en el césped.
-¡Piensa rápido, Fletcher! – Ashton sintió el impacto de un globo relleno con agua estamparse en su cara.
-¡Thomas! – gritó, el agua escurriendo por todo su cuerpo. Suerte que su cámara tenía el protector puesto - ¡Odio a tu tío, Grisel!

[…]

Mike seguía aferrado a su cama. El fin de semana se había pasado condenadamente rápido.
-¡No quiero salir!
-Vamos, Mike.
-Me haré ermitaño - confesó.
-Eso no es opción – aclaró el moreno.
-Calum, en verdad no quiero ir – Mike se sentó en la orilla de su cama. El moreno suspiró, se sentó a su lado.
-Mike, ¿sabes cuántos alumnos hay en este colegio?
-¿Muchos? – musitó.
-¡Exacto! Todos hambrientos, saliendo y entrando al mismo tiempo del comedor. No creo que tengas oportunidad de verlo.
-Siempre lo veo.
-Corrección, siempre lo buscas y por eso lo ves. Y no solo lo ves, también te aseguras que te vea – aclaró – así que… en esta ocasión, no lo hagas – le sonrió. Mike trató de hacer lo mismo.
-¿Y si es al revés?
-Yo me aseguraré de alejarlo de ti – le guiñó un ojo. Mike suspiró.
-De acuerdo.
-Bien – Calum se levantó – Esté será un gran día, Mike. Nada puede salir mal.
-Tienes razón – el teñido se convenció.
Con una sonrisa pintada en su rostro, Mike se dirigió hacia la puerta. Al abrirla su sonrisa desapareció, agrandó demasiado los ojos y sin siquiera pensarlo, la cerró de golpe. Solo se escuchó el quejido de Ashton del otro lado de la puerta.




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