jueves, 20 de septiembre de 2012

Capitulo Cinco: Acusaciones

Los cinco elementos.


Capitulo Cinco:

Acusaciones



Harry y compañía llegaron al lugar justo cuando los tres Mortífagos habían desaparecidos frente a sus ojos.
-¡Maldición! – dejó salir el ojiverde, pues estaba seguro que esta vez sí atraparían a los últimos seguidores de Voldemort.

En cuanto Draco sintió tierra firme y su visión fue más clara, se separó de su amigo e inmediatamente le dio un golpe en la cara, haciendo que el chico se tambaleara y cayera al suelo.
-¡¿Por qué demonios delataste mi posición?! – le gritó histérico con las pocas fuerzas que le quedaban, mientras le arrebataba su varita.
-Draco yo no te delaté – le respondió Nott mientras se levantaba y se sobaba el área lastimada de la cara  – llegué tarde a nuestra reunión porque ayer escuché ciertos rumores y quería confirmarlos, me tardé mas del tiempo debido.
-No te creo – le dijo el rubio arrastrando las palabras mientras le amenazaba con su varita.
-¡Malfoy! Escúchame, sé que Voldemort está vivo y sé que esta tras Scorpius, por eso entiendo tu desconfianza, pero créeme si aquí hay un traidor entre nosotros, no soy yo.
-Es más que obvio que yo no lo soy y tampoco desconfío de Blaise – aclaró el ojigris.
-Yo tampoco, pero alguien tuvo que delatar nuestra posición, cuando aparecí frente al pub escuché a los mortífagos que iban detrás de ti y de tu hijo.
-Lo sé, han estado tras de nosotros desde hace medio año.
-¿Para qué quiere Voldemort a Scorpius? – preguntó ya más tranquilo el ojiazul cuando vio a Draco bajar su varita.
-Aquí no es  lugar para hablar de eso, vamos al Refugio.
-¿Al Refugio? – preguntó sorprendido, Theodore.
-Sí, ahí está Scorpius y… Granger.
-¿Granger? – preguntó confundido el ojiazul – Y ¿Astoria? – el rubio tragó saliva, no quería decir aquellas palabras.
-Ella… ella está en un lugar seguro – fue el único comentario de Malfoy y el chico castaño comprendió que había algo más, pero no quiso presionar a su amigo rubio.
-Bien, pero no me puedo tardar mucho tiempo, dejé a Luna sola.
-¿Crees que la ataquen?
-Es mejor prevenir que  lamentar,  los Mortífagos ya saben que te estoy ayudando y a estas alturas, él ya lo sabe – dijo en un tono preocupante, el rubio solo optó por tragar saliva, eso era cierto, ahora su amigo Theodore se unía a la lista de traidores de Voldemort, aunque siempre lo estuvo desde el momento en que se cambio de bando en la batalla final, y aunque el lord no lo sabía, ahora sí.

*****

Hermione estaba llegando a su límite, se estaba haciendo demasiado tarde para su gusto y el estúpido de Malfoy aún no llegaba ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿En dónde demonios se había metido? Al estarse planteando esas preguntas tampoco pudo evitar llegar a conclusiones un poco inquietantes, ¿y si los Mortífagos lo habían capturado? ¿Y si… estaba muerto?
“Espero que no, porque me debes una explicación, una muy buena explicación Malfoy”
La castaña se volvió a parar del lugar de donde se encontraba sentada, era la décima vez que lo hacía, pero ¿Qué  más podía hacer? No podía dejar solo a un niño indefenso cuyo padre había dejado a su merced con ella, prácticamente la había convertido en su ‘nana’ por decirlo de algún modo.

*****

El cuerpo de aurores ya habían dado mínimo diez vuelta a la redonda en el lugar de los hechos y Harry creyó que ya era hora de enfrentar a la realidad, llamó a su equipo y les dio la orden de retirase salvo al equipo de guardia, que lo componían cinco personas.
-Harry, ¿Qué pasará con Hermione? – preguntó preocupado su amigo pelirrojo.
-No lo sé Ron, pero no nos daremos por vencidos, tenemos que buscar algún rastro de ella, no puede simplemente desaparecer.
-Pero si Malfoy se la llevó junto al niño…
-Por eso no nos iremos hasta encontrarla.
-¿Le avisaremos a Boot? Digo, después de todo es su novio – dijo Ron en un tono, que quedaba claro que no le agradaba la idea que su mejor amiga estuviera saliendo con aquel ex Ravenclaw. 
-Supongo, pero ya que regrese de su misión secreta. Por ahora, hay que encontrarla – dijo el ojiverde.

*****

Un chico alto, de piel morena, complexión delgada y de grandes ojos color miel se ‘apareció’ a las orillas de un bosque, donde había una pequeña cabaña.  Entró pero no vio a ninguno de sus colegas.
“Más te vale que estés vivo Draco, por algo te envié a Granger para que te ayudara”
Pensó el chico mientras suspiraba de impotencia, ¿Por qué demonios le tuvo que ocurrir a él? ¿Por qué el maldito de Voldemort se enteró de ese secreto que con tanto esfuerzo le había ocultado años atrás? Solo sospechaba de dos personas: Malfoy y Nott, pues ambos chicos lo sabían, pero tampoco se permitiría el lujo de dudar de ellos, porque entonces ¿en quién confiaría? Además, tampoco era que fuera un gran secreto, pues su familia era reconocida por eso, por representar orgullosamente el elemento de la Tierra.
“Blaise, piensa bien lo que vas a hacer de ahora en adelante, de tus acciones depende no solo tu vida, sino de muchas más personas… sobre todo la de Pansy y la de ella”. 
Sumido en sus pensamientos estaba que no se percató que algunos mortífagos llegaban al lugar, los observó detenidamente y se dio cuenta que los encapuchados llegaban con las manos vacías. Sonrió con satisfacción, por suerte la máscara que llevaba en su rostro pudo disimular su semblante.
-Oye, tú – lo llamó Morseferth - ¿Quién eres? ¿Por qué el Señor Tenebroso no quiere que conozcamos tu identidad? – le preguntó frustrado por tanto misterio en ese encapuchado desconocido.
-Sí él no les ha dicho aún, entonces no tengo por qué decírselos yo – les respondió desafiante Blaise, fingiendo muy bien su voz para no delatarse.
-No te hagas el interesante, muchacho – intervino McKinnons  – creo que el Señor Tenebroso tiene algo tuyo… o de lo contrario no estarías aquí.
-¡Tú que sabes! – Espetó Zabini, temiendo que su identidad estuviera descubierta – son solo especulaciones suyas, ¿a caso están celosos que yo haya ocupado el lugar de Lucius Malfoy en lugar de alguno de ustedes?
Los tres mortífagos gruñeron y estaban dispuestos a atacar a aquel misterioso mortífago, pero Voldemort hizo acto de su presencia en esos momentos. El ambiente se tensó, el Lord recorrió con sus ojos rojos el lugar percatándose de lo obvio.
 -Alguien me podría decir ¡¿Por qué demonios el traidor y su hijo no están aquí?! – La voz del Señor Oscuro retumbó en el lugar haciendo temblar a sus seguidores - ¡Morseferth! – exigió.
-Mi señor, todo iba bien… - trataba de excusarse vanamente el encapuchado – pero la sangre suciaestaba en el lugar, y también…
-¿También? – lo invitó a seguir, peligrosamente.
-Se unió Nott con él – confesó  complacido Morseferth.
Blaise entornó los ojos…
“¡No! Maldición, se supone que Theo no debió haber aparecido ahí, él debería de haber estado con Luna”
Pensó desesperadamente el moreno, ¿ahora qué haría? No podría proteger a ambos chicos, no al mismo tiempo. Y para su desgracia él tendría que ofrecer a uno de ellos, sin duda sería Nott, Malfoy tenía que proteger a Scorpius.
-¡Vaya, vaya! Nuestra lista de traidores… cada vez aumenta… tengo que hacer algo para que disminuya… - Voldemort habló, siseante – Pero eso no responde a mi pregunta, ¿Qué pasó con el mocoso?
-La sangre sucia y el niño fueron trasladados a otro lugar.
-Así que, se trasladaron – decía analizando Voldemort y luego dirigiéndose a su mortífago misterioso le preguntó – dime, ¿A dónde se trasladó Malfoy? – Blaise se tensó, pues él sabía a dónde se iría Draco, pero ¿lo diría? ¿Lo traicionaría nuevamente?
-Yo… - vaciló.
- Quieres que te recuerde… ¿lo que sucederá si me mientes? – siseó amenazante el Señor Oscuro.
-En el Refugio – murmuró  apesadumbrado el moreno – Malfoy trasladó a su hijo al Refugio - “Lo siento Draco… pero mi familia peligra” pensó Blaise.
-Muy bien, muchacho – sonrió triunfante Voldemort – ahora dime… cómo llegar hasta ahí.

*****

Draco suspiró con resignación, ya sabía lo que tenía que hacer. Sí, le pediría ayuda a Granger, ¿quién mas sino ella la que lo ayudaría?  Ella había sido testigo de lo ocurrido, así que no dudaría de su palabra ¿no? Ella podría de alguna manera interceder con Potter para que lo ayude con su famosa Orden del Fénix. Sí, ella podría respaldar su versión.
Pero ahora el reto era cómo decírselo, probablemente la chica estuviera furiosa con él, primero por haberla hechizado, segundo por haberla mandado a un lugar desconocido… y por último, haberla  ‘abandonado’ varias horas con su hijo en el Refugio. Sí, un gran reto.
Suspiró y entró al lugar.

La ex Gryffindor quedó como estatua al ver a una persona frente a la puerta, creyó que era uno de los mortífagos por el atuendo que llevaba puesto aquella figura, pero el chico se bajó la capucha y dejó al descubierto su cabello rubio platino…
Era, Draco Malfoy.


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